Partida Rol por web

El murony ha huido; estáis solos con una habitación en llamas que se está llenando de humo.

Pronto llegarán los bomberos y la policía.

El ser escapó y ahora nos toca a nosotros. Si nos pilla la policía aquí puede ser peligroso. Debemos evitar poner el foco en nosotros.

- Recoged lo que podáis, hay que salir cagando leches de aquí. - comento mientras recojo mi equipo médico y reviso a Brodie que parece que está grave - Si queda algo el fuego lo destruirá... Petrus si puedes asegúrate que no queden pruebas nuestras. Que quede contigo Morris, por si vuelve esa cosa...

Tras salir de la estancia en llamas. Reviso rápidamente a Brodie y le pregunto mientras vendo sus muñecas para evitar que pierda sangre.

- ¿Puedes andar? Vayamos hacia el vehículo y revisaré tus heridas. Te pondré suero en cuanto estemos en un sitio tranquilo y una dosis de refuerzo del tétanos y de la rabia. Esas te van a doler un poco...

Espero que Karin y Aishe me ayuden a trasladar a Brodie. Mientras le pregunto, porque creo que saben más de lo que han contado:

- ¿Qué era eso? No ocultéis información, si queréis que os ayudemos necesitamos conocer más sobre ese ser... 

Retiráis vuestro equipo rápidamente. Ya hay algunos vecinos en la calle preguntando qué pasa al ver el humo y el fuego.

- No lo sé... Tenía esas pesadillas en Rumanía... Creía que me estaba volviendo loca con el estrés y las drogas que nos hacían tomar. Tomaba pastillas para no dormir. Creía que si me iba lejos dejaría de soñar...

Aishe confirma que la chica llevaba varios días sin casi dormir, tomando estimulantes para seguir durmiendo. Ella creía que era por la tensión de la huida (y porque las mafias suelen enganchar a las chicas a esas sustancias), de manera que le quitó las pastillas. 

- Eso era un murony... Como en los cuentos de miedo de mi abuelo, en paz descanse. Un brujo que hacía un pacto con el demonio para ser un vampiro después de morir. Su alma maldita sale de la tumba en formas distintas para alimentarse de los cristianos del pueblo. 

Después de derrotar a la criatura con mucho sufrimiento, la habitación se encuentra envuelta en llamas. Ayudo a mis compañeros a salir y, con rapidez, recojo mis pertenencias. La urgencia del momento me impulsa a actuar con determinación. Las llamas crepitan y danzan a mi alrededor, amenazando con devorar todo a su paso. El calor es asfixiante, pero no puedo permitir que el pánico me paralice.

Mis compañeros salen a través de la puerta, tosiendo y jadeando por el humo. Los insto a alejarse lo más posible, a buscar un lugar seguro. Mi mochila está a mi alcance, y la agarro con firmeza.

El fuego se propaga, devorando los muebles y las cortinas. Las llamas rugen como bestias hambrientas. Me apresuro hacia la salida, sintiendo el calor en mi piel. El umbral está al alcance de mi mano, pero algo me detiene. Una sombra se mueve en la penumbra, una figura retorcida y amenazante, niego con la cabeza y salgo como un rayo cerrando la puerta por si acaso esa sombra no era producto de mi imaginación.

Escucho lo que cuenta Aishe sobre la criatura «¡esos demonios existe!» niego con la cabeza «y que mas seres habrá»

- Aishe, supongo que aparte de ese ser que nos ha atacado conocerás mas. ¿verdad? - Le digo con un tono enojado.

- Haz el favor y cuéntanos toda la verdad porque hay muchas cosas que no nos habéis contado -

Las dos mujeres no pueden contar nada porque no saben nada. La mafia que tenía a Karin esclavizada al parecer es más siniestra aún de lo que parecía.

Aishe  solo sabe algunas leyendas rumanas.

Antes de que el humo les impida retirar Ivan colabora en recoger lo que se pueda y salir de allí, atento a si esa cosa volvía a las andadas.

Una vez fuera exclamaría:

- ¿Qué demonios era esa cosa? ¿Eso era un murony?- Preguntó desconcertado por ese espectáculo de bruma y duchar a uno de sus compañeros en una plasta asquerosa y probablemente tóxica. No se los imaginaba así, lo poco que sabía al respecto, hasta ahora no tenía nada que ver con seres intangibles, sino muy tangibles. -¿Y se les puede matar sin quemar un edificio? - Había frustración en su voz.

¿Aquella cosa había venido sola? Ivan miró alrededor sin estar demasiado seguro de que aquella fiesta hubiera acabado.

- Brodie ¿Cómo estás? ¿Puedes seguir moviéndote?- Preguntó evaluando el estado de su compañero. - Tendremos que seguir en movimiento a no ser que queramos dar explicaciones a la poli.

- Bueno, según mi abuelo había que encontrar su cadáver, clavarle un clavo en el cráneo, luego arrancarle el corazón y hervirlo en vino... Pero es la clase de cosas que me contaban para que no durmiera.

La mochila a mi espalda con lo que más me importa, además cojo una chaqueta que no voy a salir en sujetador a la calle. Sigo siendo una dama. Ayudo a sacar a Brody fuera y me quito el pañuelo respirando hondo.

- Y también le metemos una piedra en la boca, antes de enterrarlos boca abajo - replico poniendo los ojos en blanco, aunque en mi familia se contaban historias peores, de la muerte del tata Quincey y la mala fortuna que tuvo al buscar mujer en la isla del pastel de anguilas. El día que me lego el abrigo me dijo que el tata aún estaba en este mundo, que cuando murió su espíritu quedo atado hasta que acabaran realmente con ese Drácula. - Cojamos el coche y vayamonos de aqui.

Examino a Brodie en el coche, salvo por las heridas que le produjo el Murony parece entero. 

- Aisha, los murony transmiten alguna enfermedad. Le voy a poner un cóctel de antibióticos y antivíricos a Brodie con el que su organismo va a flipar en colores... Necesitaría saber si hay alguna que tenga que darle y se me escape... - miro a mi compañero y le digo - Luego una de la rabia y otra contra el tétanos por si las moscas. Lo peor es que nada de alcohol en un par de días. 

Lo importante es que Brodie no le pase nada extraño, ni se contagie con alguna extraña enfermedad.

- Arrancad el coche y busquemos un aparta-hotel o algo similar. Tendré que ponerle suero para que recupere y prefiero que sea en un sitio tranquilo y sin baches.