Partida Rol por web

Tenéis que pensar qué haréis ahora.

 Mutti permaneció unos cuantos minutos absorto rebuscando en el alijo. Se detenía examinando casi cada objeto, seguramente en un intento de traer algo de vuelta de su memoria perdida. En un momento dado intentó de manera disimulada guardarse dos cosas en el bolsillo, aunque su tentativa fue torpe y posiblemente alguno de sus nuevos compañeros le pudo ver. Se trataba de un frasquito pequeño y de una fotografía. 

 Lo que sí que cogió a la vista de todos fue una máscara de silicona. Era muy realista, con marcadas arrugas y pelo blanco. Perfecta para improvisar un buen disfraz. 

 A continuación se dirigió a sus nuevos compañeros. 

- Como os he dicho he perdido mi memoria reciente, tengo amnesia. No recuerdo ni cómo llegué al hospital ni que buscaba en esa iglesia. -comentó primeramente a Petrus. En ese momento sacó el teléfono que encontró con sus cosas en el hospital - Pero hazme un favor, dame la dirección de la iglesia. Es el único dato que tenía guardado en este móvil, quiero comprobar que sea la misma. 

- Por todo ello estaré encantado de que me eches un vistazo a esto. -Dijo entonces dirigiéndose a Ryan. - Ni siquiera he tenido tiempo de levantarme el vendaje para ver que tengo ahí debajo. - Comentó señalándose el hombro. 

 Mientras su compañero se acercaba al coche a por el botiquín aprovechó también para dirigirse a Grigor:

- No te preocupes, nos encargaremos de limpiarlo todo y de que no quede ni rastro. -le aseguró dándole una palmada en el hombro. - Gracias, Grigor. 

- Mal asunto no recordar quien eres, lo siento. - Dijo aquello pensando en que era conveniente decir que no se recordaba nada para no tener que dar explicaciones, pero por el momento no insistió. - Claro... - Añadió dándole los datos que habían recibido de ese lugar.

Entre el alijo encontró una mp5 con silenciador y mirándola con ojos golosos comprobó el mecanismo y el peso. También cogió un cargador con las balas de punta hueca.

- ¿Puedo? Es lo bastante pequeña como para que la gente no la vea por la calle e intimida más que la pistola. - Preguntó a Mutti. - Tanto si su respuesta era afirmativa o negativa, cosa que solo influiría en si cogía o no el arma diría a continuación. - He visto un par de locales que apestaban a mafia, camareros tatuados y mal encarados que disuaden de entrar a los que se lo puedan plantear, voy a hacerles una visita para convencerles de que si las cosas se quedan como están por su parte, nosotros las dejaremos también como están.-

Ocultaría el arma bajo un abrigo largo y se acomodaría la ropa antes de disponerse a perderse para montar su numerito con los mafi idiotas locales.

- Y ya que nuestro amigo esta siendo buscado le conseguiré papeles nuevos, y de paso a nosotros.-  Les dijo a sus compañeros. - Necesitaré unas horas para todo eso. Mientras intentad localizar el origen de la transmisión de quien daba ordenes a estos zoquetes. - 

Examino a Mutti para ver primero qué le han hecho, además de paso reviso si tiene heridas o lesiones que haya que tratar. En cuanto tenga un diagnóstico decidiré cómo debo hipnotizarle. Para ello lo siento en una zona cómoda y lo preparo para entrar en trance. Así sabremos qué recuerda o le ha pasado.

- Notas que tus párpados pesan, cada vez un poco más. - comienzo la sesión de hipnosis - Cuando ya no puedas levantarlos, te sentirás tranquilo, muy relajado. En ese momento, podrás ver nítidamente lo que recuerdas de los últimos días. Nada ni nadie de esos recuerdos puede hacerte daño, por lo que no temas recordar nada. Solo son como una película... ¿Cómo empieza la película? ¿Qué recuerdo tienes? - le pregunto

MUTTI:
Recuerdas imágenes de tu pasado... Son dolorosas, intensas... Tu familia... Tu pasado... Un castillo en algún lugar de unas montañas... El sonido de unas alas enormes a tus espaldas...

Empiezas a respirar agitadamente sudas.

Otro rostro. Sonriente. Su nombre te asalta. Enrico Renzo. Siempre sonriente. Fuisteis amigos en el AISE. Erais iguales. Perros del mismo amo. Recuerdas su sonrisa cuando degollaba un prisionero.

Despiertas del letargo. Sabes donde encontrar a Renzo.

 Durante la hipnosis Mutti murmuró algunas palabras. Castillo, montañas, alas, sangre…. Ideas inconexas de cara al exterior, y para el italiano un montón de sentimientos encontrados que poco a poco iban formando recuerdos…

 Una vez salido del trance Mutti permaneció unos minutos tratando de recuperar un pulso normal. Con la cabeza entre las manos, se mesó el cabello e inhaló profundamente. 

- Renzo. Enrico Renzo. - dijo con voz queda. - Él es el que está detrás de mí. Király utca 55. En Budapest. 

 Dicho esto se levantó y se acercó a la mesa para echarse un nuevo trago de palinka. Su rostro serio denotaba que seguía perdido en sus pensamientos, seguramente digiriendo alguna de las revelaciones que la hipnosis le había rescatado del olvido.  

 Y que quizá se hubiera callado. 

- Parece que ya sabemos cuál es nuestro siguiente objetivo... - comento. 

Reviso el arsenal y decido coger una 9 mm, una HK USP Compact. Compacta pero letal, es un buen arma. Además veo un botiquín de combate, de los que llevaba en mi tiempo en la Royal Army. Me vendrá de perlas para poder ayudar a mis compañeros en medio de una refriega. 

Miro a Petrus y le comento:

- La munición de punta hueca nos será útil, pero puede que necesitemos algo que haga más daño en espacios cortos. - Cojo cartuchos de escopeta y veo que están rellenos de zirconio o magnesio - Aliento de Dragón. Se cargan el cañón de la escopeta tras unos pocos disparos y no pueden usarse en una automática, pero si impactas...los fuegos artificiales son dignos de ver. 

Si vamos a jugar, hagámoslo bien. 

Pasáis algunas horas de pico y pala dando un cristiano entierro a los sicarios en algún lugar del bosque. Ellos no habrían tenido tantas molestias con vosotros. Hacéis desaparecer también casquillos de bala, manchas de sangre y demás pruebas.

Petrus y Mutti (traducción al húngaro) están maquiavélicos conectándose a la red de los sicarios y haciendoles creer que la casa de Grigor está limpia.