Partida Rol por web

El combate se abrió con una flecha que silbó en la oscuridad, la flecha de Fewyhn se dirigió a uno de los goblins, pero se estrelló en una de las estalagmitas y se quebró en 2 partes.
La Paladina rugió de rabia y sabía que tenía que resarcirse por su comportamiento contra las arañas, escogió el rival más feroz, el lobo Huargo que se paraba imponente mostrando sus largos colmillos y chorreando baba blanca y espesa. La espada salió refulgente y se estrelló fuertemente contra el lomo del Lobo, Abrahel sintió la palma de Torm en su brazo cuando impactó y un chorro de sangre salió disparado del Animal.
La otra flecha del grupo silbó los aires y al igual que la del mestizo Drow, se estrelló en una estalagmita antes de poder alcanzar a su objetivo Goblin.
Klain no pudo evitar refunfuñar y mandar maldiciones a los orcos. Los odiaba con todo su ser y era logico que serían su primer objetivo, sin embargo, su sabiduría superior, lograron mantenerlo a raya de atacar desaforadamente y pensar un poco mejor en la situación, quizá si lograba impactar y matar al Huargo, haría vacilar a los enemigos. Tomó su hacha y se puso junto a Abrahel y atacó al lobo. Con tan mala fortuna que impactó justo en el momento en que el huargo reculaba por el golpe recibido de la paladina, el hacha del enano solo rozó medianamente al Worg.

Los goblins por su naturaleza cobarde, se lanzaron en manada contra el Enano y la Paladina. los tres que se lanzaron contra la paladina lograron clavar sus cortas espadas entre las articulaciones de la armadura, causándole pequeñas heridas de dolor. los otros dos fueron contra el enano. solo uno de ellos impactó y rozó una de las piernas desprotegidas de Klain.
Los que tenían ballestas apuntaron su objetivo a sus contrapartes, cada uno de ellos escogió a uno de los que atacaba a distancia. Las saetas se clavaron en Beleg e incluso en Fewyhn que se había resguardado tras una estalagmita.

El sargento analizó el combate y vio al clérigo solitario como un blanco apetecible. cargó contra él y lo atacó sin misericordia con su gran alfajón. Rió vehementemente cuando vio la sangre brotar.
Su mascota fijó los ojos en la Paladina que había golpeado fuertemente, pero aún estaba aturdido por el golpe y no logró clavar sus mandíbulas en la semi-infernal.

Ladfiena lanzó una bala de plomo contra uno de los goblins pero apenas golpeo su barriga sin hacer mayor daño. Códice solo se alejó un poco del sargento, maldiciendo por el dolor y sacó su poción de curación y la bebió. vio como sus heridas empezaron a sanar poco a poco.

Luego de unos segundos de combate, no había buen presagio para el encuentro, todos se encontraban tocados o malheridos y probablemente alguno caería proximamente, pero que se podía hacer?..... Rezar y esperar que los dioses y el destino estuvieran de su parte.

Es su turno!

Y tras la estalagmita, Fewyhn decide no quedarse quieto y va corriendo haciendo una parábola a otra estalagmita recorre 10' para volver al sitio donde salió y luego seguir corriendo hasta terminar en otra estalagmita, ahora con la información que requería se apoya en la estalagmita. Mira con detenimiento al huargo y antes de lanza otra flecha SATIIR JIV'UNDUS susurró a la flecha para ver como volaba y se clavaba en el huargo,  pero esta vez si tiene un buen blanco e impacta justo donde quería...

El hermano Códice no podía creer lo que acababa de ocurrirle: aunque su decisión de tomar el brebaje lathanderita había sido consecutiva al descubrimiento de la emboscada, Chauntea, en su infinita sabiduría, había impedido que su siervo actuara demasiado rápido, de forma que aún tenía el frasco en su zarpa cuando aquel malvado guerrero se lanzó contra él y le clavo el filo de su espada en un costado. Casi desmayado por el golpe, Códice había conseguido beber in extremis la poción y ahora se encontraba casi intacto. El chaunteano vio en esto una señal. Rápidamente, alargó la mano y recuperó su arma del suelo.

—¡LOADA SEA LA DIOSA CHAUNTEA, LA GRAN MADRE, LA SEÑORA DEL GRANO! —proclamó eufórico alzando su voz hacia los techos de la caverna.

Con todo, Códice sabía que el próximo golpe podía ser fatal, pues no tenía más pociones o conjuros preparados. Decidido a devolver el golpe, pero también a no morir en el proceso ni perder la lámpara, todo por el bien del grupo, el fraile atacó con prudencia, tratando de mantener las distancias y la guardia alta.

—¡Recibe este golpe en Su Nombre, mi estúpido primo! —gritó el mestizo cuando su maza ascendió directa a la mandíbula de su rival.

Por desgracia, la prudencia de Códice fue excesiva y su "estúpido primo", más rápido que él, pues desvió la maza de valumbrino con un rápido golpe de su alfanjón.

La flecha del drow se hundió mortiferamente en el enorme huargo terminando con su vida tengo que hacerlo igual que el pero solo disponía de su honda, antes intentó tensar el arco sin éxito y visto lo visto no resultaba mucho mejor con el trozo de tela y las piedras empezó a girar la honda lanzando la piedra con una precisión exacta, casi como una ocurrencia de ultima hora dejo caer una segunda piedra que lanzó con un único giro, la primera piedra golpeó al goblin justo el ojo pero de nuevo, sin fuerza sin embargo el mismo impacto hizo que su enemigo esquivara la segunda piedra que se perdió en la oscuridad

El huargo cae a los pies de la paladina, mas no por gracia de su acero, sino por una acertada flecha del semidrow. Abrahel sonríe al señor Drazth, como ella lo llama, pero frunce el ceño al ver que Códice está en peligro, enfrascado mano a mano con el líder orco.

Sin importarle las insignificantes puñaladas de los trasgos, la paladina de Torn muestra sus caninos endemoniados mientras grita con un fulgor de rabia en la mirada y corre con fuerza hacia el Orco, enarbolando su espada bastarda.

_¡Cobarde! ¡¡Enfréntate a mí en combate singular o huye si no puedes afrontar la derrota ante una sierva del Leal!!_ le soltó con altivez la tiflin al orco, cuando su acero entrechocó con el suyo. Parecía una locura, mas la paladina estaba convencida de que si entretenía al líder los demás podrían dar cuenta del resto cuando los goblins y orcos estuviesen desorganizados. Así mismo, si llegaba a derrotarlo, las tropas bajo su mando se desmoralizarían... y los trasgos no son buenos estrategas.

Al menos, éso era lo que pensaba la paladina. Si Torn lo deseaba, aquel combate sería recordado por Abrahel durante mucho tiempo... o supondría una muerte honorable para la tiflin que renegó de su endemoniado corazón para proteger a los inocentes y luchar contra el mal hasta su último suspiro.

La flecha silbó en la oscuridad y pasó rozando la cara de Abrahel, pero dio en su destino: El enorme lobo Huargo. La flecha se clavó profundamente atravesando el macizo hueso de su cráneo y enterrándose en sus sesos. La sangre brotó y el Huargo cayó pesadamente contra el suelo a los pies de la Tiefling.

Abrahel retrocedió un par de pasos amenazando a los tres goblins con su espada en un amague de ataque, lo que le dio tiempo suficiente para dar media vuelta y cargar contra el Sargento Orco. Su espada se clavó en la carne de su hombro, chilló con un grito agudo y miró con fiereza a su nuevo rival.
El Enano Klain miró a la Paladina y refunfuñó, no iba a permitir que ella pudiera zafarse de los pequeñajos y él no. Hizo lo mismo que Abrahel contra sus dos adversarios y cargó con rabia y furia en sus ojos. Para su deleite, el hacha se clava profundamente sobre su espalda y costó volverla a sacar. El Sargento se debatía de dolor y sus gritos se oyeron en todo el complejo, pero con un gesto salvaje, el orco abrió su boca y rugió para que sus subalternos cargaran contra sus enemigos invasores, la vida se le iba extinguiendo, pero el salvaje lucharía hasta que no pudiera respirar más.

El Elfo Beleg quedó atónito por la caída del Huargo y celebró en silencio. Más aún cuando vio como las fuerzas del líder disminuyeron considerablemente tras el tajo del Enano -Maldito Enano puede ser un fastidio completo a la hora de tratar, pero si que ayuda en combate ese bastardo- Pensó y medito durante unos instantes demasiado largos para un combate.

Los pequeños Goblins se miraron los unos a los otros con gesto de desconcierto, pero al oir el rugido de su líder, sacudieron su cabeza y como si un látigo invisible los estuviera azotando, cargaron contra los rivales que tenían. Tres de ellos contra la imponente Tiefling y los otros dos contra el Enano. Solo uno de ellos logró impactar y clavar la pequeña espada en la pantorrilla de Abrahel, la paladina empezaba a flaquear y la sangre de sus heridas a emanar profundamente.
Los Goblins que portaban pequeños arcos seguían atacando a sus rivales que también atacaban a distancia, pero ninguno de ellos coló una flecha entre sus armaduras.

El otro orco, miró con incredulidad como su líder recibía duros castigos, él lo había visto luchar contra varios orcos a la misma vez, hace algunas Dekhanas cuando un grupo intentó revelarse y amotinarse. Él mismo los combatió con su espada afilada y él mismo los mandó bajo el cobijo de los reinos de Gruumsh sin recibir más que rasguños y algún golpe menor, pero esta vez era diferente. Esos invasores estaban a punto de destronar al gran orco y vaciló unos instántes y casi deja soltar su espada, pero fue la valentía -Muy raro- en los Goblins lo que lo hizo recapacitar, tampoco iba a dejar que su señor muriera, apretó su espada y atacó al malnacido Enano que había hecho gritar de dolor a su familiar, el tajo se clavó desde encima de su hombro y penetró la desgastada capa y la vieja armadura y se enterró algunos centímetros en su carne. Enseguida el Enano cayó al suelo inconciente.....

El sargento se volteó para atacar al Enano, pero vio como este caía ante su compañero, volvió a voltearse y atacó con rabia a la Paladina que había abierto una herida en su hombro y el alfajón rajó su pecho a la altura de la clavícula hasta casi llegar a su ombligo, su armadura no pudo hacer mucho para resistir el tajo y Abrahel cayó pesadamente al suelo.

Lo que en un principio parecía que daba luz a los héroes, poco a poco e iba disipando a medida que los más fuertes caían uno a uno, primero Klain y ahora Abrahel. El miedo recorrió la espina dorsal de todos los que aún quedaban vivos y Beleg ya no celebraba como hacía unos instántes.

Ladfiena seguía insistiendo en sus ataques contra el goblin que la presionaba, ahora era más rápida que antes y más ágil, pero aún estaba débil. Otra piedra rozó a su contrincante que chilló de dolor. 

Códice, vacilante y poco decidido lanzó un mazazo al sargento orco, pero fácilmente fue esquivado. 10 Espadas se encontraban ahora listas para amortajarlo, solo le quedaban dos opciones: Luchar valiente y estúpidamente abrazando la muerte, o arrojar las armas y rendirse como un cobarde, con la esperanza de que existiera un ápice de misericordia en el negro corazón de los orcos y lo dejaran vivir al menos unos cuantos días más. Quién sabe, en un tan solo días podían pasar cosas...... Beleg, Fewyhn y Ladfiena enfrentaban decisiones similares, Beleg quizá pudiera correr y salir bien librado pero ¿dejaría a sus compañeros atrás?. Fewyhn podría hacer lo mismo, pero no dejaría a su pequeña amiga atrás, eso era seguro y con las cortas patas de Ladfiena, bastaban unos cuantos segundos para que los orcos la alcanzaran.

La decisión no era nada fácil, pero así era la vida del aventurero, quizá ahora por la cabeza de más de uno empezaba a pasar el arrepentimiento de haber querido masticar más de lo que podía introducir en su boca, algunos empezaban a pensar en que quizá si se hubieran quedado en sus hogares, haciendo sus quehaceres y viendo pasar los días cotidianamente, quizá, y solo quizá hubieran podido vivir un poco más. Pero esa no era la realidad que enfrentaban ahora.

¿Huirán y se salvarán los que puedan?¿Morirán con honor al lado de sus compañeros caídos?¿Se entregarán a merced de los enemigos?..... ¿Ahora si considerarán la opción que tanto les insistí de huir mientras podían?, pues ya es muy tarde para que logren salir todos. Es su turno.

Si hubiera creído posible la misericordia o siquiera la paciencia en el corazón de aquellos monstruos, tal vez el hermano Códice se habría rendido... O si sus valientes compañeros no hubieran estado desangrándose frente a él después de intentar salvarle la vida, tal vez habría corrido con ellos hacia la salida... Incluso tal vez habría corrido de todas formas, si no odiara tanto a su odiosa parentela malvada... Pero Códice no confiaba en la piedad de sus enemigos, y Códice no iba a dejar a sus aliados allí tirados, y Códice ODIABA a aquellos monstruos, y Códice, en resumidas cuentas, ERA UN MALDITO CLÉRIGO DE CHAUNTEA, así que o bien aquellos villanos iban a acabar tragando una buena cantidad de metal de maza, y sus amigos iban a volver a ver la luz del sol, o bien sus enemigos iban a tener que sacar el cadáver frío y muerto del mestizo junto al del enano y al de la paladina y al de, si la Diosa se lo permitía, algún hijo de puta de piel verde. Así estaban las cosas: una de dos, sin alternativas. Por eso Códice dejó toda prudencia a un lado y lanzó su arma directa a la cabeza del jefe orco que tenía frente a él.

—¡MUERE DE UNA MALDITA VEZ, MISERABLE GAÑÁN ASESINO!

De esta forma, aquella vieja maza (que probablemente algún malvado había blandido antes y que la Gran Madre había puesto en sus manos) voló por el húmedo aire de la cueva hasta impactar, desafortunadamente (aunque podía ser peor), en el hombro de su enemigo. ¡Oh, Diosa...!, pensó el fraile. Creo que nos vamos a ver en breves, amada Madre...

Y el elfo oscuro salió vacilante arco en mano una carcajada siniestra salió de su pecho. Acababa de dar muerte al huargo con un certero disparo. ¡¡¡ESSSSSHTA NOssssSCHE COMERÉ ORRRRRRRCO!!!!* dice con una voz siniestra, impresionando a los orcos que estaban en duda entre correr o quedarse. Mirando a los goblins y lanzando una flecha rápida, que intentaba ir hacia el orco, pero quedó como una mera advertencia rompiéndose en una estalagmita.

Ladfiena vio que pese a su valor tanto la paladina como el enano cayeron ante los ataques de los orcos y sus seguidores, Codice acorralado no tenía ninguna oportunidad solo contra todos si tan solo pudiera curar como él, si pudiera acercarme en ese momento cuando acercaba su mano a la bolsa donde tenía la munición de la honda tocó algo que le llamó la atención, dos pociones, la de cura y la de invisibilidad si pudiese acercarme sin que me viesen la ágil mente de Ladfiena solo tardo un instante en hacer la relación sacando a toda prisa la poción y tomandosela, conforme el liquido empezó a bajar por la garganta esta desapareció y su cuerpo empezó a desvanecerse, en un momento era del todo invisible.

A pesar de todo aún necesitaba que el enemigo se apartara de sus amigos caidos Fewyhn हमारे दोस्तों से उन्हें दूर की जरूरत है मैं चंगा और Klain Abrahel ¡codice corré! Beleg باید آنها را به دور از دوستان ما I درمان و Klain Abrahel no podía decirle al orco su plan de aprovechar el ser invisible para curar a sus compañeros o sus enemigos también lo sabrían pero Fewyhn y ella hablaban un idioma que los orcos no podían entender y esperaba que no entendiesen el elfo

El elfo ni tan siquiera pestañeó al escuchar las palabras de la joven Ladfiena en su idioma natal, pero una chispa de entendimineto brilló en sus ojos y asintió casi imperceptiblemente. Vamos a darle a ese orco una buena razón para que ignore unos instantes a Abrahel y a Klain, pensó mientras volvía a cargar el arco.
Para desgracia de todos, Beleg realizó un disparo pésimo que ni se acercó a la posición de su objetivo.

Fewhyn salió detrás de una estalagmita con su arco en una mano y una flecha en la otra, se acercó peligrosamente a los Goblins que blandían sus espadas y se puso al lado del clérigo. Sus ojos estaban inyectados en sangre y hasta parecía más grande de lo normal. 4 de los 8 Goblins que tenía cerca lo vieron demasiado bien como para empezar a temblar. Uno de ellos soltó su espada, chilló y retrocedió unos pasos.
Beleg insistió en atacar al sargento orco, pero su flecha se estrelló contra una estalagmita, el orco lo miró con unos ojos de odio, un Elfo no tendría mucha oportunidad siendo prisionero de un Orco, el odio interacial era muy marcado.

Aún con el miedo, los goblins se lanzaron contra ambos enemigos que tenían más cerca. el único que no había sido afectado por las intimidaciones del Drow se lanzó contra códice junto a otros dos, por las bendiciones de Chauntea, ninguno acertó. Los otros dos Goblins que combatían con pequeñas espadas, se lanzaron vacilantes y dudosos contra el SemiDrow aterrador, ese mismo miedo que le habían augurado era la razón de los ataques tan débiles e infructuosos.
Los 3 orcos que portaban pequeños arcos, atacaron a Ladfiena, dos flechas se clavaron en el pecho de la pequeña y fueron suficientes para dejar su pequeño cuerpo estampado en el suelo.
El orco regular, vio un espacio donde podía atacar al SemiDrow y lo aprovechó al máximo; Blandió su enorme Alfajón de un lado a otro e impactó en el costado del pobre Fewyhn, nada pudo hacer su cuero tachonado, ni su piel oscura, ni la carne y ni siquiera los huesos de las costillas para detener el impacto. De inmediato el SemiDrow cayó al suelo malherido.
Al ver como caía el Drow, el sargento se acercó al clérigo y lo impactó con su alfajón de gran calidad y el mestizo orco sintió como el frío acero se adentraba en su carne.

Ya poco podía hacer códice contra todos sus enemigos, solo quedaba él en pie y todos sus amigos yacían caídos y moribundos, sin embargo, en un gesto de valentía y estupidez cogió su maza y la impactó contra el hombro del jefe orco. El enemigo lanzó un fuerte chillido y lo último que vio códice fue un poderoso puño dirigirse a su cara.

Después, todo fue penumbras y oscuridad....... Sueños raros y lúgubres......... Penumbra y oscuridad.

Bueno, al parecer es el fin. ¿o No?.....

Hemos llegado a un punto crucial de la partida, aquí se cierra un capítulo de la misma. Como se dijo en un principio, cada capitulo es un punto de quiebre donde los Jugadores podrán retirarse a su antojo (me ha gustado mucho a interpretación de todos y el que desee retirarse recibirá sin duda su opinión positiva), o cambiar de personajes completamente si lo desean.

Espero respuestas en este misma escena. ¿Quién continua con su mismo personaje? ¿Quién continua con otro personaje? ¿Quién se retira de la partida?.... Es su decisión y su turno.

Durge.

he decidido aprobar tu petición de convertirte en un brujo con Ladfiena, pero para ello tienes que pagar el precio:

- Puedes meterle un nivel de brujo desde el siguiente nivel y a partir de ahí los que quieras.
- En cuanto a nivel interpretativo, la esencia de Ladfiena tiene que tornarse mucho mas oscura y negra, quizá ya no sea la alegre bailarina de antes, sino algo más siniestro y malevolo, pero esto ya podremos ir discutiéndolo en estos días.

Si te interesa, házmelo saber o si prefieres hacerte un Pj nuevo o darte de baja de la partida, también házmelo saber

Saludos.