La señora no te escucha o parece no querer hacerlo mientras habla por teléfono.
Recoges las gafas de Iván y esa piedra, puedes fijarte en que en uno de los lados tiene una pequeña manchita de sangre, seguramente de la frente del mayordomo.
En pocos minutos comienzas a escuchar como una sirena se va acercando a gran velocidad, hasta que ves asomar por la calle una enorme ambulancia que frena a pocos metros del coche.
De ella bajan varios señores vestidos con chalecos muy llamativos que forman un círculo en torno a tu hermana e Iván, dejándoos fuera a ti y a las dos urracas.
Todo es muy rápido y extraño, los hombres no paran de pasarse cacharros de lo más variopinto que emplean con Iván y Alicia...crees que los van a matar...pero al poco rato Iván comienza a moverse lentamente...
Algo preocupada me pregunto quien habrá tirado la piedra a Ivan, la gente no parece prestarme mucha atención asi que me acerco un poco a esas personas extrañas...
Una sonrisa al ver que Ivan empieza a moverse ligeramente, si esta gente son médicos, son un poco raros, no tienen bata y parecen usar aparatos muchos mas extraños que los que usa el Doctor Jeffries...
Podían dejar a Alicia durmiendo durante por lo menos 100 años
Miro la piedra en mi mano y me doy la vuelta a recoger las gafas de Ivan, cuando las tengo, las miro apenada y espero a que los tipos raros se alejen un poco para devolverselas a Ivan
Ves la piedra, pero no ves a ningún lanzador de piedras cerca.
Iván comienza a moverse lentamente mientras los hombres extraños le ayudan a incorporarse.
-Ahhh, mi cabeza...
Primero se sienta en la parte delantera del coche y cuando recobra fuerzas consigue levantarse él solo.
Algunos de los hombres de los chalecos están hablando con Iván y otros atienden a tu hermana, quien comienza a levantarse poco a poco, totalmente desorientada.
Hay que reconocer que esos tipos cubiertos de chalecos de colorines tienen valor...no todo el mundo se acercaría a tu hermana con el aspecto que tiene ahora mismo...
Cuando ambos están medianamente repuestos del susto, Iván saca del bolsillo de su chaqueta un pequeño reloj, es un reloj muy raro, no tiene correa para agarrarlo a la muñeca, quizá Iván sea tan pobre que no tenga dinero para comprarse uno como el de la gente normal...
El hombre mira el reloj, acercándoselo hasta casi rozarlo con la nariz puesto que sin las gafas es muy similar a un topo. De repente se lo aleja y pone cara de sorprendido.
-¡SON CASI LAS SEIS! ¡TENÍAMOS QUE HABER LLEGADO A CASA HACE MEDIA HORA! ¡SEÑORITAS, AL COCHE!
¡Vaya!, nunca viste al viejecito tan despierto...quizá el golpetón en la cabeza le haya sentado bien...aunque ese esparadrapo que le han puesto en la frente no le sienta nada bien...
Apenas te da tiempo a reaccionar, cuando ves como Iván intenta meter en el coche a una de las señoras, confundiéndola con tu hermana Alicia.
-¡¿OH DIOS MIO, Y MIS GAFAS?!
Los hombres de los chalecos le preguntan aver si se encuentra en condiciones de conducir, pero el mayordomo está tan hiperactivo que les ignora por completo.
Me alegro de que Ivan y, bueno, mi hermana también, aunque algo menos, es tan idiota...
No puedo evitar una sonrisa cuando Ivan quiere meter a la mujer en el coche... me acerco hasta Ivan... Toma, tus gafas, ¿por que te han tirado una piedra?, están algo rotas... no puedo evitar una mirada medio curiosa, medio atemorizada a los hombres de los chalecos...
lo siento, tengo alguno problemas...apenas tengo tiempo...
-¡No hay tiempo para eso, llegamos tarde señorita!
Iván logra meteros al coche a ti y a Alicia, a la par que arranca a toda velocidad dejando tras vosotras una gran nube de humo negro en la que pierdes de vista a los hombres de los chalecos.
Tu hermana está reclinada sobre el asiento, como si aún estuviese mareada, no habla, y crees distinguir entre los traqueteos del coche, que tiembla un poquito.
Finalmente llegáis a casa...bueno, a la mansión practicamente...que decir de ella...digamos que no todos los niños viven en una casa como esa... está un poco alejada de la ciudad, y no se escucha tanto ruido como en las casas de los demás.
Tras cruzar la puerta de rejas y atravesar el caminito que lleva hasta la puerta principal, Iván os abre la puerta de la limusina rápidamente y os hace desfilar casi a punta de pistola hasta la entrada de la casa.
Una vez allí abre y entráis en vuestro lujoso hogar...
No te preocupes, intentaremos avanzar más rapidamente para que estes a la par, si en algún momento decides dejarla no hay problema.
Un saludo y suerte.
Nada más bajar del coche y abrir la puerta de casa, salgo corriendo MAMA!! MAMA!! ALGUIEN LE HA TIRADO UNA PIEDRA A IVAN, Y LE HA ROTO LAS GAFAS, CASI SE MUERE, Y ALICIA TAMBIÉN el pelo rubio se movía cuando corría y la cartera con los libros qeuda tirada en el suelo de la entrada...
¿Estará mamá en casa?
ainsss, vaya tela, encima se me ha roto el ordenador de casa, a ver si el portátil me da el apaño, pero este finde iré corta de posteo...
Tu compulsiva entrada en la casa finaliza ante la figura de mamá, vestida muy elegantemente y erguida ante las escaleras de mármol.
A pesar de pasar la mayor parte del día seria, mamá solía esforzarse por mostrar algo así como alegría cuando estábais ante ella...no solía lograrlo, pero era algo muy parecido.
-Aitana, ¿qué te he dicho sobre los modales de una señorita?...tu padre y yo no estamos pagando al colegio alemán para que no mejores...¿bueno pero qué es todo esto que dice la niña , Iván?...¡Oh dios mío! ¿Alicia hija mía, que te ha pasado?
Tu hermana te aparta de un codazo mientras corre escaleras arriba, manteniendo la elegancia en sus pasos....bueno, la poca elegancia que podía tener en estos momentos, mal peinada, con el rostro ennegrecido y lloriqueando mientras subía a su cuarto.
-¡No quiero hablar de eso!
El viejo mayordomo, un tanto apurado, contesta a la señora de la casa.
-Si, verá señora, es un tanto complicado de explicar...tuvimos un percance, unos niños se cruzaron en la carretera, luego debieron asustarse y...
Un severo "basta" de mamá, hace que el mayordomo deje de contar lo sucedido.
Después con una seña le hace acompañarla hasta la cocina, donde seguramente le exigirá las explicaciones correspondientes a su retraso.
Te abro una nueva escena titulada:
La mansión del jardín.
Escribiremos allí.
no sé si me toca a mí escribir en la nueva escena...no lo tengo claro...
Si, escribe un poquillo lo que haces cuando ves la reacción de tu mamá, de alicia y de Iván.