Marcos asintió ante las palabras del monitor, estaba sumiso, un fuerte contraste con su desafiante postura de hacía un rato.
-Bien, me merezco el castigo.
Soltó discretamente la mano de Bea, difícil tarea, pues la niña estaba apretándole la mano con gran fuerza, como si se aferrase a su última esperanza.
Sin mirar atrás se encaminó hacia el mochilero dispuesto a cambiarse de ropa como Eduardo había ordenado.
-Pero ... dije antes de que se fuera Osito ... pero este obvió mis palabras ....
La excusa no había servido ... pero al menos el castigo de irnos del campamento se había frustrado ... aunque realmente era lo que yo quería pero no sin Johnny ...
Me dirigí hacía el mochilero y me puse la ropa mas tirada que tenía ya que seguramente me ensuciaría arreglando los desperfectos que habia causado Marcos y una vez hube terminado me dirigí hacía donde estaban los niños esperando la decisión de Osito ...
Me das entrada? :P
Lo siento pero ni Osito hace caso a tus peros ni te da tiempo a salir del mochilero. ( Debido a que fuera están sucediendo acontecimientos durante el mismo tiempo en que te cambias de ropa asi que te narraré más en cuanto el resto conteste ;) ).
Lo han “drogao”… pensó Bea, que no sabía muy bien lo que era eso exactamente, pero tenía una idea aproximada gracias a las advertencias y comentarios de sus padres. Las drogas eran algo muy muy malo que te hacía puré el cerebro y había que tener cuidado de que no te lo echaran en la comida, en la bebida o incluso en un caramelo, porque, o bien te quedabas como muerto, o te atontabas, o hacías cosas raras, y entonces, por lo visto, aprovechaban para secuestrarte o quién sabe si para todo eso de las fotos que decía Tommy.
Aquel comportamiento no era propio de Marcos. A pesar de su tozudez, a veces su hermano daba el brazo a torcer cuando la situación lo requería, pero lo de aquellos instantes era una pasada, ¡Si no le dirigía ni la palabra! Definitivamente lo habían drogado, pero ¿Cómo? ¡Si ni siquiera habían desayunado! Frunció el ceño, se quitó las lágrimas del rostro con el dorso de la mano, se tragó el resto, aún acongojada, y miró a la otra niña. Todo aquello era de lo más extraño. A Marcos le pasa algo, está muy raro… murmuró muy bajito a Dani y Jenni.
De pronto recordó que había tocado el espantapájaros y miró al esperpento de refilón. Uyuyuyuy…a lo mejor lo que pasaba era que lo habían poseído, quién sabe si los mismísimos extraterrestres, sólo que esto último daba más miedo. Una vez su padre se había quedado dormido viendo la tele y Bea había llegado a ver un trozo de peli en blanco y negro, donde copiaban a las personas en unas asquerosas vainas de guisantes, enormes de grandes. Era impresionante lo de los extraterrestres, estaba claro que el único bueno era E.T. Encima su padre al despertarse la había reñido por estar viendo aquello y luego la había apagado, diciendo que era para mayores. Observó al espantapájaros, achicó los ojos y lo retó mentalmente, te he “pillao”…
¿Vamos?… Les preguntó a sus compañeros y después avanzó tras su hermano, con cierto temblor en las piernas todavía, pensando que igual sólo tenía un plan y estaba haciendo teatro para salirse con la suya. ¡Eso era! Seguro. Resopló aliviada. Estará pensando… Que lo de pensar mucho también tenía lo suyo, así que se dispuso a cambiarse de ropa bastante contrariada, ya que iban a cargársela sin haber hecho nada de nada. Era una injusticia de lo más injusta, pero si su hermano limpiaba, ella también.
Aunque los conocía únicamente de un día, no podía creer el cambio que Marcos había dado, algo raro le había pasado, aunque no sabían si sería por osito o por haber tocado tan valientemente ese espantapájaros taaan feo... algo que ella jamás haría, antes se escurriría como una pequeña lagartija por cualquier hueco.
Cuando su nueva amiga se acercó donde su hermano, dió unos pasitos tras ella, no quería dejarle sola en estos momentos llenos de confusión, se tenían que unir todos como una piña, todos contra el malvado y feroz oso, el adulto que nada comprendía.
- Sí, será mejor aprobechar para cambiarse antes de que el oso se ponga tonto de nuevo, no vaya a ser que salgan los demás niños, la pija...el gogdo... y nos vean en pijamita y se rían de todos nosotros... ¡¡ESO JAMÁS!!
Apretó de las manos a sus dos amigos, intentado transmitirles fuerza, y se encaminó junto a ellos hacía el mochilero.
Ya en el mochilero revuelve en su mochila hasta dar con el chandal que su mamá le hacía ponerse cuando iba al parque o al campo,a pesar de los remiendos de mamá la verdad es que estaba un poco hecho polvo, pero serviría de uniforme para el trabajo de presos que les esperaba. Despues ató las zapatillas, que eran de su primo y le quedaban un poco grandes y finalmente, coger todo lo que habia sacado, hacer una bola con ello y empujar y empujar hasta que volviera a entrar en la mochila.
Ufff. Estoy listo pero... tenemos que recuperar la bolsa de ese granjero loco , ya pensademos un plan alli..
Todos los niños de la tienda habían vuelto a reunirse en el interior del mochilero, allí esperaba Tommy, revolviendo en su mochila para cambiarse de ropa.
Con una velocidad asombrosa, Dani mudó de vestimenta y se plantó ante los demás listo para cumplir el castigo.
Caso a parte fue Marcos, que sin cruzar palabra con nadie, se limitó a cambiarse de ropa sin reparar en que posiblemente alguna de las "señoritas" allí presentes le viese en ropa interior.
Uno a uno, todos rebuscaron en sus mochilas, buscando algo de ropa para afrontar el largo y frío día que se les avecinaba.
Podéis narrar qué hacéis en el tiempo que el monitor os ha dado para cambiaros de ropa.
Ya queda poco para que vuelvas a retomar a tu querido Marcos, no te me impacientes jaja.
Abrió su mochila y empezó a revolver hasta que halló una camiseta. Esto… rebuscó un poco más, esto otro… más al fondo aún, y esto… empujó todo de nuevo a su lugar y se comenzó a cambiar de ropa. No hemos hecho nada y lo vamos a limpiar… murmuraba bajito. Se sacó la parte de arriba del pijama y se metió a presión una camiseta por la cabeza, está más claro que el agua… hablaba consigo misma. Se cambió un pantalón por otro, pues yo no arreglo nada, que no sé… susurró. Ya se había puesto las zapatillas y los calcetines con anterioridad, de manera que se colocó de nuevo la chaqueta y guardó todo, no dejando nada tirado por ahí, y sin desayunar… terminó de cuchichear. Le crujían las tripas, ya estoy lista… ahora sí hablaba en voz más alta, asintiendo levemente y observando a su hermano. Cerró la mochila con los ojos fijos en él.
Lo que vio, la dejo boquiabierta. ¿Marcos cambiándose de ropa plantado allí en medio sin más ni más? ¿Mostrando públicamente los calzoncillos? ¿Delante de una chica y sin mirar ni de refilón por si las moscas? Confirmado y sin duda alguna, definitivamente lo habían poseído. Se plantó en jarras delante de él y le espetó un: ¡el que está dentro de mi hermano que salgaaaaaaaaaaaa!… ¡quiero que me lo devuelva ahora mismoooooooo!… Dijo, mirando de frente a los ojos de su hermano y apretando los puños que reposaban en sus caderas. Sabía de antemano que Marcos no le iba a responder, era como si no estuviera allí, tan sólo atendía a una voz, la del carcelero. Eh, un momento… frunció el ceño y miró hacia el besugo, mientras se palpaba el pelo y trataba instintivamente de ponerse las coletas, cosa que estaba haciendo francamente mal. Como le hayas hecho algo, me las vas a pagar... se estaba cabreando, tenía que liberar a su hermano como fuera.
Definitivamente estos niños estaban locos dije mirando a Bea como gritaba a su hermano tratando de hacerle un exorcismo como el de esa película que papá y mamá no me dejaron ver pero que a escondidas conseguí ver como se meaba encima ... ¿iba a hacer lo mismo Bea?
Una vez estuve cambiado dispuesto a arreglar el estropicio que no habíamos hecho me acerqué a Marcos y le dije en unas finas palabras ...
-Ya está arreglado ... no nos vamos ...
Mi tono de voz no buscaba ningún tipo de enfrentamiento ni de echar en cara nada ... era un tono simple y llanamente neutro ...
Jenni se dirigió con el resto de compañeros al mochilero, pero una vez allí se quedó mirando como los demás se cambiaban, sobre todo los chicos. se apartó un poco de ellos y comenzó a quitarse su ropa, menos mal que llevaba camiseta interior... ¡¡¡así no se le veía nada de nada!!!.
Según se quitó su pijamita de Burbuja, se puso rápidamente una camiseta de manga corta color verde con unos pantalones de camuflaje a juego ¡¡¡LE ENCANTABAN!!! con ello podía llevar a cabo la tarea de recoger todo aquél estropicio que otros habían causado, sería como una misión en la que quien sabe que peligros llegarían a correr.
Guardó su pijama en la mochila y buscó uno de sus tesoros escondidos en el fondo, guardándolo en uno de los bolsillos con cremallera que tenía el pantalón.
Una vez que cerró la mochila se levantó, se sacudió la ropa y en voz alta dijo: ¡¡LISTA!! miró a su alrededor, a los demás críos, los cuales iban bastante abrigados, por eso ella también cogió un jersey, su mamá siempre le decía que por las mañanas hacía mucho frío y que debían de ir bien abrigados, tras ponérselo ya estaba preparada de verdad.
¡ Me llevo mi mecherito con lucecitas !
Mientras el resto se cambiaba recordó que no había cogido la sudadera y tuvo que volver a abrir la mochila, sacar el burruño de ropa , cogerla , y volver a meter todo dentro a presión. No quería ser el único que se muriera de frio..
Despues se acercó a la oreja de Jenni y susurró - oye, Bea esta haciendo cosas muy raras..¿crees que el loco le habra pegado algo?-sacude un poco la cabeza y se echa a andar hacia la entrada, abriendo la cremallera de nuevo y siendo el primero en salir camino hacia su injusto castigo..
Terminaron de cambiarse de ropa y salieron al exterior. Allí aguardaba Eduardo junto al anciano del sombrero de paja.
Tras recordarles por última vez que cualquier desobediencia mientras estuviesen bajo la tutela de aquél anciano se pagaría cara, el osito permaneció cruzado de brazos mientras el grupo de niños desfilaba ante sus narices siguiendo al viejo.
Pero ellos no irían de brazos cruzados, más les hubiese gustado...sin embargo, alguien debía trasladar aquél horrible esperpento con cabeza de calabaza a su lugar de origen...y para aquella tarea fueron asignados ni más ni menos que Dani y Tommy, señalados a dedo por el de la hazada.
Así partía la fila de reclusos, más bien reincidentes, en una mañana en la que el frío se hacía notar y las nubes comenzaban a amenazar con dejar caer su carga de un momento a otro.
Atrás quedaban las tiendas de campaña con sus ocupantes durmiendo aún...pero a ellos les esperaba otro destino...deberían afrontar aquellos injustos castigos...
Hola y adiós, hola porque acabo de reabrir la partida y adiós porque esta escena queda cerrada desde ya, con una burrada de páginas roleadas a sus espaldas.
Nos trasladamos a la escena "INJUSTOS CASTIGOS", que enseguida abriré e inauguraré con el primer post.