Partida Rol por web

De pronto te viene a la cabeza el nombre que pronunció Leroy antes de salir corriendo. "Marnie". El tipo aquel en el funeral os contó que era su novia. Que estaban muy unidos y que fue atropellada mortalmente hace dos años. Leroy estaba muy enamorado de ella y su muerte le rompió el corazón. Después de ver lo que la trompeta era capaz de hacer ¿Y sí...?

Excelente- le digo a Harry dandole una palmada en la espalda -pero sera mejor que tengas cuidado si piensas seguir haciéndote el héroe por ahí, a Leroy no lo conocemos y no le debemos nada! Ademas viendo como se escapo despues de que le salvaras el trasero tampoco creo que sea de confianza. Sin contar que ahora estamos liados con la mafia, no creo que sea prudente tardar demasiado en resolver el caso.-

Si hay que resolver el caso. Dijo ante las palabras de Scott, pero como seguimos, la única línea de investigación posible son los mafiosos, aunque tambien podríamos tratar de encontrar de nuevo a Lerroy.

Era pasada la hora de la cena cuando Harry volvió al mismo sitio, al bar del hotel donde seguían sus compañeros debatiendo aún sobre la dirección en la que investigar.

- Hola muchachos. He visitado a un par de amigos pero no he conseguido dar con el paradero de Leroy. Pero no os preocupéis porque viniendo de camino me he acordado de que Leroy mencionó a su novia muerta, una tal Marnie que sino recuerdo mal murió en un accidente siendo bastante joven. Ya os he contado lo que ocurrió con el muerto cuando Leroy empezó a tocar la trompeta y si lo pensáis, imaginad que tenéis un instrumento que es capaz de levantar a los muertos y vuestra querida novia ha fallecido hace no mucho... ¿no usaríais esa magia de la trompeta para revivirla? ¿para estar con ellla? ¿para verla una vez más?

Hizo una larga pausa dándose por satisfecho y vanagloriándose de sí mismo.

- Por lo tanto caballeros, habría que investigar el accidente de la chica y localizar su tumba. Apuesto a que vigilando el cementerio encontraríamos a Leroy.

Supongo que no hay muchos cementerios de negros en Nueva York, y supongo que alguno de estos esté cerca de la zona donde vive Leroy. Luego se quedó pensado un rato, pero puede que un par de llamadas o una visita a la biblioteca, nos ahorren un par de paseos.

Podría llamar a alguno de mis colegas periodistas, y preguntarles sobre la noticia, seguramente en la nota de prensa se diga el lugar donde fue enterrada la joven.

Bueno pues demonos prisa, porque si ha ido allí no tardara en levantarla de su tumba.Y no tendremos una oportunidad así de nuevo.

Solo de pensarlo se le ponía la piel de Gallina, pero no lo haría el su estuviera en el lugar de Leroy?...

Sí, creo que habría que ir lo antes posible al cementerio. Si Leroy quiere reunirse con su amada muerta, no creo que espere mucho... y menos cuando seguramente la "mafia" lo este persiguiendo.

Derrick comenzó a revisar su equipo de fotografía, seguramente esa tarde podría sacar un par de fotos muy interesantes.

No estaba contento, eran mis vacaciones y este no era un caso oficial, no obtendríamos ningún rédito y probablemente terminaría preso por matar a un negro-para colmo no tenemos a Walter con nosotros-Bueno vamos, pero si el muy idiota comienza a tocar la trompeta en un puto cementerio le volare una maldito mano!

- Ése es el espíritu muchachos -dijo intentando demostrar alegría, aunque en el fondo se sentía bastante culpable porque se le hubiese escapado con tanta facilidad Leroy. Había quedado como un auténtico inútil, él que había sido toda una eminencia en el mundo de los detectives privados...

Rápidamente recogéis vuestro equipo y salís a la calle a buscar un taxi. Habéis tardado casi toda la tarde en averiguar las intenciones de Leroy y cuando ya estáis en el coche el sol se hunde en el horizonte. La ciudad que nunca duerme cobra vida de nuevo en un espectáculo de luces y carteles brillantes.

El taxi os lleva fuera de la ciudad, alejándoos de la urbe en dirección a un tranquilo lugar donde se encuentra el cementerio. El guardia os dice que ha visto a un negro con una trompeta entrar corriendo y mientras os alejáis en pos de él, escucháis al encargado gritándoos que está a punto de cerrar y que si no os vais llamará a la policía.

No os cuesta mucho seguir el rastro de Leroy. Cuando llegáis, el trompetista está al pie de una tumba descolorida y olvidada, con el instrumento en los labios, las mejillas tensas y el pie listo para seguir el ritmo.

-Amigos, la próxima pieza es para Marnie -dice entre dientes antes de disponerse a soplar.

No…. No haga ese…. Grito desesperado el fotógrafo sin saber que mas podía hacer. En su mente vio todo los muertos del cementerio levantándose y bailando, aunque era algo imposible e irrisorio, en ese momento creía que podría ocurrir. La trompeta realmente es mágica, si no que otra explicación podía haber para lo que había visto.Puede que no levante solo a su esposa… espere…. Confié en nosotros.

Paul corría desesperado cuando le vigilante les advirtió de la presencia del trompetista, no quería ver el espectáculo dantesco de ver levantarse a medio cementerio, aún siendo medico, eso para el podía ser demasiado...

Sacó su pistola para intentar amedrentar a Leroy pero sabía que no serviría de nada. Si Harry estuviese en su pellejo seguramente haría exactamente lo mismo.

- ¡LEROY NO! ¡ YA VISTE LO QUE LE OCURRIÓ AL OTRO TIPO! ¡ NO ATENDÍA A RAZONES! SERÁ UN MUERTO SIN ALMA... debes dejarla descansar en paz - dijo esto último más bajo mientras amartillaba el arma. Sabía que debería disparar pero sólo era un hombre enamorado.

Estaba totalmente sacado de mi, no entendía la idiotez de Leroy -Seguro es porque es negro. Si hace eso nos matara a todos-.

Sin pensarlo mucho, saco mi arma y dos un disparo de advertencía cerca de sus pies -ya veremos que le digo a la policia-

-Si intentas soplar te volare los sesos, no voy a permitir que levantes a todo un cementerio y mates a toda la ciudad en el proceso!-

Scott fue el único de todos con la suficiente presencia de ánimo como para intentar algo. El disparo resonó en el tranquilo anochecer del cementerio y un surtidor de tierra se elevó ante los pies de Leroy. El trompetista parpadeó sorprendido regresando de pronto a la realidad. Lentamente giró la cabeza para observaros. Sus manos se relajaron bajando la trompeta. Parecía aturdido y confuso...

El fotógrafo avanzó hacia Leroy agarro con firmeza una de las manos del negro, Tranquilo Leroy, seguro que hay otra solución, podremos explicar que está pasando. Pero ahora deja la trompeta. Aunque él no sabía que estaba pasando ni que hacía en un cementerio a punto de cerrar, trato de tranquilizar al hombre.

Puede que sus métodos no fuesen los mejores, pero sus palabras habían sido sinceras -venga... deja esta locura antes de que algún inocente lo pague con su vida. ¿Qué pretendías... eh?