Partida Rol por web

Deberiamos buscar por esa via, como consiguió esa trompeta el señor Armstrong, o quien se la fabricó....

Dice mientras mira detenidamente la extraña trompeta con ese pulsador de mas, pensar friamente le relajaba tanto como fumar.

Leroy mira horrorizado a Harry cuando menciona lo de dejar su instrumento en manos de otros.

-¡No voy a hacer eso! ¡Al instrumento no le pasa nada y no voy a dejar que nadie lo toque! -se levanta de la mesa indignado-. Escuchen señores, sé que su intención es buena pero lo que están sugiriendo no tiene sentido. Así que si me disculpan, creo que esta conversación ha terminado.

Y se dirige hacia la puerta para marcharse...

- Tenga un buen día señor Leroy, gracias por su ayuda- espera a que salga por la puerta y entonces dice a sus compañeros -voy a seguirle a ver dónde vive, se me dan bien ese tipo de cosas y cuando lo haya descubierto, debemos tomar prestada temporalmente la trompeta.

Reconozco que es una gran idea Harry, pero discúlpeme que no le acompañe, seguro que soy más un estorbo que otra cosa si le acompaño. La idea de robar la trompeta no le disgustaba. Me acercare hasta el club* a ver si alguien reconoce este símbolo. Dice mostrando la libreta donde ha copiado el símbolo de la trompeta.

Harry, dejame convencerlo o al menos intentarlo una vez mas, no creo que puedas seguirlo discretamente en el gueto. Seras como un gaot escondiendote en una ratonera-

 Sin esperar respuesta me alejo y me acerco a Leroy escucha amigo, no queríamos asustarte, ni tampoco queremos quedarnos con tu trompeta, esta bien? Hagamos una cosa, déjame que te invite un café y hablamos, quieres?

¡La va a cagar!

Piensa al ver cómo sale Scott detrás de Leroy, estaba claro que el trompetista no iba a dar su brazo a torcer voluntariamente. En cualquier caso, Harry seguiría al trompetista dejando un tiempo y una distancia prudencial entre ambos.

-Ya hemos hablado lo suficiente -protestó Leroy pero débilmente. Se dejó conducir de nuevo por Scott al interior del speakeasy y regresó a la mesa donde pedisteis un café para él. Malhumorado, os miraba con cierto resentimiento.

Señor Leroy solo sera un par de días, la trataremos como si fuera nuestra y lo mas importante es que descubriremos los extraños sucesos que se estan desarrolando alrededor de ella, ¿o quiere que coja fama de maldita y no le contraten en ningún lado?

Le dice Paul con voz pausada y tranquila pero terminando la frase con malicia....

Mira, no queremos quedarnos con tu instrumento, ni siquiera que te separes de el por un momento. Es mas, quería pedirte que vinieras con nosotros a buscar la verdad! le digo sonriendo, intentando tranquilizarlo.

Por lo menos danos 10 minutos de tu tiempo para poder inspeccionar junto a ti la trompeta, sacarle una foto e intentar copiar los simbolos, que dices?

-Está bien, está bien. Dadme tiempo para pensarlo. Si me dais un número de teléfono os llamaré mañana y os acompañaré, pero ahora estoy cansado y sólo quiero irme a casa ¿de acuerdo?

No hay problemas, solo deja que el chaval le saque una foto a la trompeta. Incluso te daré unos dolares ahora, te parece?

-Esta bien, de acuerdo. Una foto entonces...

El reportero saco  su cámara de fotos y se dispuso a sacar una foto al trompetista y a su instrumento prestando especial interés en el extraño instrumento y la curiosa marca que este tenía. Espere un momento. Dijo mientras encuadraba la cámara, ya está.

Volveremos a hablar entonces.

Una vez que Leroy sale del bar regresáis al hotel mientras Harry le sigue sin perderle de vista. Walter utiliza a su colega del periódico para usar su laboratorio fotográfico. Una vez revelada la instantánea, el joven se encamina hacia la biblioteca para averiguar alguna pista sobre los extraños símbolos. Pero son horas perdidas. Ninguno de los libros que usa como consulta le ayudan a descifrar los extraños grabados. Casi se atrevería a decir que no pertenecen a ningún tipo de escritura de este planeta.

Una vez que Leroy sale del bar y tus amigos regresan al hotel, sigues al trompetista sin ninguna dificultad. Entonces ocurre algo que no te esperas.

A media manzana de distancia desde donde estás, Leroy está cruzando la calle. En ese momento un Packard gris gira la esquina y se pone a su lado. Del interior del coche salen dos hombres blancos que obligan a Leroy a meterse en la parte de atrás. A continuación, el coche sale disparado...

¡Pero serán hijos de la gran... ! - exclamo dando un respingo, todo sucede tan rápido que apenas me da tiempo a apuntar la matrícula.

¡No me cabe ninguna duda de que esos tipos son profesionales! casi ni lo he visto. Encima llevan un coche que es de lo más común.