Partida Rol por web

Mis ojos pasan rápido por todos los asaltantes, si todo iba bien podría zafarme de la mayoría, pero aún quedarían dos más en el camino hasta la salida que estaban dispuestos a evitar mi escapada. Mis cánticos aumentaban en volumen según el Zeón se iba concentrando en mi ser, notaba por puro instinto cuánto me faltaba para completar el hechizo, nunca nadie me había enseñado nada sobre lo que podía hacer así que había dependido de intuición, conocimiento adquirido por la experiencia, que era más bien poca, y por mayoritariamente intuición.

- Apartad de mi camino... -dije finalmente hacia estos hombres- ...hacedlo y vuestros pecados serán perdonados. No tenéis culpa, seguís el camino que os marcan y me encargaré de liberar vuestras almas de tan triste destino, pero aquí y ahora debéis abrirme el paso -alcé la espada en horizontal apuntando hacia uno de ellos, aunque realmente apuntaba hacia la puerta de entrada- Voy a cruzar esa puerta ahora, no intentéis evitarlo.

Y en cuanto termine aquellas palabras todo mi cuerpo comenzó a brillar con luz propia, al principio era un mero resplandor como un halo que me daba una presencia diferente, hasta que en un instante la luminosidad de este creció repentinamente hasta llenar toda la iglesia con una potencia cegadora.

Alertados por los cánticos tuyos los individuos no bajan la guardia y pese a qeu no esperaban ese ataque  sí toman las medidas oportunas...casi todos, uno de ellos aulla de dolor  mientras se lleva las manos a los ojos aunque los otros tres no se ven afectados y dado la peligrosidad en la que se encuentran.

Estos responden con inusiltada ferocidad y pese a que parece que de alguna manera son más torpes de lo habitual uno de ellos logra hacerte un pequeño corte, nada grave,  aunque pronto  los otros dos reaccionan y te ves obligado a defenderte, la suerte quiere que el Santo logre parar los ataques de los otros dos aunque sea a duras penas.

La sonrisa se acentua  mientras desenvaina la espada.

---¿Acaso importa?-dice mientras se pone en postura de combate- No saldrás con vida de esta sala, nodejaré que adviertas a tú querido Marques de mis planes- dice con una sonrisa burlona- Por poco os mataron mis Oscuros pero veo que tendré que hacer el trabajo yo mismo mientras ellos terminan de matar a tú otro amigo, divide y venceras.- dice realizando un tajo rápido en tú dirección*.

- No pensaba decir nada al marqués, pero gracias por la sugerencia.

Al tiempo que adelantaba una pierna, levantó un brazo para prepararse a desviar el miembro que Zolt usaría seguramente para blandir su arma...

Por desgracia mi incapacidad para mover estas energías sin usar la voz fue lo que permitió a mis asaltantes defenderse de aquel fogonazo, disponía de tiempo limitado hasta que el único afectado recuperara la visión, si, sus movimientos fueron más lentos por lo que me veía algo más tranquilo, pero seguía siendo superado ampliamente en número, tal vez con Kelgar al lado trataría de pelear más ese no era el caso.

Repase rápido de nuevo la situación con la mirada viendo que no había manera de salir sin recibir ataques en la huida, lo mejor sería minimizar el número de ellos y tratar de acabar lo más entero posible. Por lo que cargué con el hombro izquierdo en contra del que me cortaba el paso tratando de lanzarlo contra el suelo en el impacto... si no salía bien entonces me vería obligado a defenderme, al menos un poco.

Esta vez pese a que eras rápido otro lo fue mucho más, uno de los que te rodeaba lanzó un tazo hiriendote en las costillas, era un golpe leve pero te obliga a permanecer en el sitio  sin moverte mientras los golpes caen como la lluvia que azota el exterior de la iglesia, el segundo golpe logras bloquearlo e incluso rechazarlo creando una pequeña abertura aunque el tercero  logra hacerte un nuevo corte en tú cuerpo.

El ciego sacude la espada de un lado a otro  tratando de acertar al causante del dolor ocular pero pese a que su ataque parece que va a atinar logras bloquearlo  y desviarlo criando una pequeña apertura, quizas todavia puedas salir con vida de esta....

Un silbido y undolor ardiente en el estómago te hace volver a la realidad, al bajar la mirada puedes ver un virote alojado profundamente en el estómago de donde comienza a manar abundante sangre, al levantar la mirada puedes ver como los dos que estaban bloqueando la salida llevan ballestas y te da tiempo para ver como el segundo dispara un segundo virote, con las escasas fuerzas que tienes tratas de bloquearlo pero este se aloja en el pecho haciendote caer al suelo mientras las fuerzas te abandonan y la vista se nubla...

---Alto- escuchas gritar entre la neblina del dolor y puedes distingir una figura que avanza, ahora borrosa ante tus ojos- Dejadlo con vida....- dice mientras la figura se inclina ante ti y puedes distingir el rostro del Marques sonriente-...tengo planes para él y su amiga...van a  serme muy útiles.....- dice antes de que todo se vuelva negro.

Ambos contrincantes se examinan detenidamente  por unos segundos y cuando ambos ven la oportunidad se lanza , Zolt es rápido aunque Emelie es unos milisegundos más rápida que él aun así tiene que poner todo su esfuerzo para lograr superar a su enemigo, inteligentemente trata de hacer una desarme a su mano de combate y con un rápido sucesión de golpes logra agarrar la mano dominante, sin embargo, la presa es muy debil y Zolt se te quita encima con facilidad respondiendo con un tajo horizontal que te apresuras a esquivar aunque debido a la cercania este te hace un corte en el pecho.

---¿Pensabas que seria tan facil?!te voy a demostrar mi poder¡- se burla el hombre mientras un viento helado emana de él y sientes como el frio cala en tus huesos haciendolos más pesados.- Es una lástima, podriamos habernoslo pasado muuuuy bien....- dice mientras vuelve a la posición de combate- pero esto tampoco esta mal...

Después de lo ocurrido en La Dama, que Zolt lanzase una corriente de aire gélido surgida de la nada en su dirección no le sorprendió excesivamente. De hecho, Emelie notó cierta reacción exasperada por su parte; le daba la impresión de que todos estos poderes sobrenaturales, fueran lo que fuesen, hacían que sus "poseedores" los usasen demasiado a la ligera para procurarse ventajas donde no eran necesarias. Sólo la habilidad con la esgrima ya sería suficiente para que Zolt (si es que lo era, en lugar de ser un simple contenedor para algo más misterioso) tuviera ventaja. Pero ahora no podía permitirse distracciones como el escozor de la herida sangrante que le acababa de infligir o la sensación tibia de la sangre que comenzaba a manar sobre su piel.

- ¿Nos enviáis a esos... oscuros, como vos los llamáis, a matarnos y os sorprende que acabemos en una pelea? - A pesar de los escalofríos que el viento helado le causaba, preparó la guardia una vez más. - Si queríais un baile, - Hizo una alusión irónica a la sala en que estaban. - os hubiera bastado con extender una invitación, un poco de conversación y tener la cortesía de no enviar engendros a matarnos. - Pensó en añadir "y un bonito vestido para la ocasión", pero era poco probable que la fachada de dama frívola de la alta sociedad sirviera ya. - Al fin y al cabo, nosotros sólo queríamos salir de esta isla. ¿Qué sentido tiene hacerse enemigos donde no los había?

Pero si Zolt persistía en su agresión y conseguía reducirle, quizás debería dar la voz de alarma y, con suerte, alertar al mayordomo o al marqués. Aunque ésa era una variable desconocida que bien podía empeorarlo todo aun más, en lugar de ayudar.

Uno tras otro los golpes caen, trato de interponer mi espada entre ellos, pese a que muchos se me escapan llegando a hacerme pequeños cortes por todas partes, debía moverme... debía moverme o si no... Di un paso al frente agarrando con ambas manos mi espada, apretando los dientes con fuerza y dispuesto a abrirme paso como fuera necesario.

Pero entonces noté el impacto contra mi estómago, baje la mirada para ver el virote clavado profundamente, noté la sangre subiendo por mi garganta, pero aún así estaba empeñado en no rendirme, me negaba en rotundo, pese a estar viendo los momentos previos a irme de mi casa pasar frente a mis ojos. Partí el virote y lo lancé al suelo, contenía la sangre en la boca, comencé a levantar la espada, bajaba a toda velocidad amenazadoramente contra el hombre frente a mí... y el otro virote se clavo, el movimiento se detuvo en seco. Perdí el equilibrio casi cayendo al suelo, el ruido del metal chocando contra el suelo resonó en la iglesia según mi arma se deslizaba por el suelo. Tosí soltando toda la sangre acumulada, había muchísima, mis piernas temblaban, mi visión se perdía, pero seguía en tensión, decidido a no rendirme.

Pero las energías se acababan, pestañee una vez y para cuando abrí los ojos estaba en el suelo tirado sin saber cuando había ocurrido, una vez en la lejanía parecía dictar órdenes mientras se acercaba, solo le veía los pies, hasta que se detuvo frente a mí y bajo para verme a la cara. Evidentemente le reconocí al momento, tosí algo más de sangre... Estaba frente a mí, pero mi cuerpo no respondía en lo más mínimo. Aún así deseaba seguir luchando, esa determinación se concentraba mientras perdía la sensación de lo que me rodeaba... de lo que paso después no supe nada ya que para ese momento ya había perdido la consciencia, pero en el suelo de aquella iglesia, derrotado completamente mi cuerpo por primera vez comenzó a acumular una energía diferente al Zeón, una que residía naturalmente en todos los seres humanos. Ante la visión de todos los presentes, la luz en torno a mi cuerpo comenzó a volverse extraña, como si algo la distorsionara, a los pocos segundos un aura de color blanquecino comenzó a manar de mi cuerpo y lo más extraño estaba por pasar... toda esa aura siguió creciendo hacia mi espalda, más, más y más. Para cuando se detuvo dos enormes alas creadas con luz pura se desplegaban a mi espalda. La escena se mantuve así varios segundos hasta que de golpe... todo se detuvo... y volvía a ser simplemente un cuerpo inconsciente en el suelo tirado.

- ¿Nos enviáis a esos... oscuros, como vos los llamáis, a matarnos y os sorprende que acabemos en una pelea? - A pesar de los escalofríos que el viento helado le causaba, preparó la guardia una vez más. - Si queríais un baile, - Hizo una alusión irónica a la sala en que estaban. - os hubiera bastado con extender una invitación, un poco de conversación y tener la cortesía de no enviar engendros a matarnos. - Pensó en añadir "y un bonito vestido para la ocasión", pero era poco probable que la fachada de dama frívola de la alta sociedad sirviera ya. - Al fin y al cabo, nosotros sólo queríamos salir de esta isla. ¿Qué sentido tiene hacerse enemigos donde no los había?

Los comentarios tuyos parecen divertir a Zolt.

---Tenia que ver  cuan capaces erais, he de decir que m emostré muy decepcionado pues apenas pudisteis ganar el envite de unos soldados rasos es por ello...- dice lanzandose de neuvo  contra ti, quizas fuera por aquella sensación pero notabas como aquel frio entra en tus huesos y sientes todo tu cuerpo muy lento-...que no eres una buena pareja de baile para mi, hasta el bruto sin celebro presentó más batalla- dice meintras su espada  atraviesa tus defenas clavandose profundamente en tus carnes, provocando esta vez una herida que por milimetros no es mortal-... que decepción....no puedo creer que estuviera interesado en vosotros...

- ¿Ponernos a prueba? - Emelie compuso una mueca burlona. - Ahora insultáis mi inteligencia. Por la noche, mientras dormíamos y sin tener acceso a armaduras ni armas; eso es intento de asesinato, no una prueba. Y vuestros... soldados rasos fallaron estrepitosamente. Uno cayó bajo el filo de Kelgar, otro tuvo que huir para no sufrir igual destino a manos del paladín. Y un tercero terminó de bruces en el suelo de mi habitación, con el brazo del arma retorcido y apresado contra su espalda. Y lo sacrificasteis para que no pudiera hablar o darnos alguna pista que nos llevara a vos. Y teméis acabar igual que él, por eso vuestro truco del aire frío para entorpecerme. Creo que no lo hago tan mal si tenéis que recurrir a tal estratagema para derrotarme.

Hizo una media reverencia al pausar brevemente.

- Tal decepción es sólo vuestra. Elegís mal a vuestros compañeros de esgrima; por si os habéis fijado, no llevo espada. Es una lucha bastante desigual la de la mano desnuda contra la hoja de acero. Pero, sin duda, no me compararíais con Kelgar si me hubierais visto en vestido de baile. - Dedicó a Zolt una sonrisa a medias irónica, a medias juguetona, mientras dejaba caer languidamente la mirada. - Aunque, tal vez, carezcáis del refinamiento para apreciarlo, como ese bruto sin cerebro que mencionáis.

Inició un paso de baile, en parte un intento de amago en su defensa para contraatacar posteriormente, en parte una forma de manipular al capitán de la guardia y jugar con sus otras aparentes emociones básicas.

---No debes ser la más lista sí has venido sola a enfrentaros a mi- te replica, tus palabras aunque te esfuerzas, resbalan ante tú enemigo que con una nueva estocada te vuelve a hacer un corte obligandote a retroceder aunque sonrie mientras te escucha hablar.- Bueno...veo que empiezas a atar ideas, cierto, acabamos con el que apresasteis para que no hablara, aunque ese risgo no existia en absoluto, solo eran marionetas y nosotros lo único que hicimos fue  cortar los hilos- dice haciendo una mueca horrenda-Ademas de que casi matamos a tú amiguita, sí no fuera por ese lobo cornudo su amante maldito  estaria muerta , pero no se puede tener todo en esta vida.

Con una mueca de dsigusto  vuelve a apuntarte amenazadoramente con la espada.

---Bueno, basta de jueguecitos y bailes, es hora de que mueras- dice y sabes por un momento de que va en serio.

- Ya que traéis a colación el tema, si el marqués está involucrado con vos, efectivamente he cometido un grave error de cálculo. Si no lo está, - Emelie hizo un gesto significativo para señalar el lugar donde se encontraban, destacar el hecho de que estaba desarmada mientras Zolt empuñaba una espada y que, frente a sus heridas, él estaba relativamente ileso. - diría que estoy ligeramente por encima de vos en cuanto a inteligencia. Tendréis que ser muy convincente para justificar todo esto... ¡Socorro!¡Asesino!

Gritó cuan alto pudo mientras se preparaba para evitar las nuevas acometidas de Zolt. No sabía con certeza cuánto castigo más podía seguir soportando, ni si la ayuda llegaría a tiempo en caso de que Zolt realmente no tuviera aliados en la mansión. Era una última apuesta, y muy arriesgada.

Los gritos que sueltas de pronto parece  sobresaltar a Zolt que retrocede levemente mirando con nerviosismo a su alrededor pero esono quita que te mire enfurecido y se lanza sobre ti, tratas de reaccionar pero tus  músculos no se mueven y tus gritos de ayuda se cortan cuando la espada te atraviesa el pecho  haciedno que de tú boca brote sangre, el dolor te nubla la mente y tu cuerpo se desploma en el suelo.

En ese momento entre tú nublada visión ves abrir la puerta y ves a el Marques que entra con aire enfadado, al ver tú cuerpo se para y mira enfurecido a Zolt que parece nervioso.

---¿que significa esto?- dice con tono duro.

---Señor yo...puedo explicarlo...-dice Zolt pero de pronto es lanzado por los aires por una fuerza invisible y cae al suelo hecho un ovillo.

---Te di ordenes exactas de no dañar a la chica, Zolt, tendré que castigarte por ello- dice mientras acerca a ti.

---Mi señor Galael...por favor...perdoneme....la chica....-suplica Zolt a lo cual levanta la mano elMarques.

---Ya lo veo,quizas no esté dl todo perdido- dice inclinandose ante ti- Tengo grandes planes para vosotros....

Y todo se hizo negro