Partida Rol por web

Tenía que reconocer que no me desagradaba haber quedado en un cobertizo junto a Tessa, Staci y Hera. Diferente hubiera sido quedarme con el Pequeñín, dando muestras de su pagafantismo, y con la Anti-Doping, hablándonos de las virtudes del agua. Como para pegarse un tiro.

Sin embargo, era evidente que la madre naturaleza nos tenía deparados toda clase de peligros en ese bosque, pues aunque ahora ya no nos perseguían lobos, junto al cobertizo había aparecido un inmenso oso de pelaje pardo. Por su tamaño, sólo me encajaba que se tratase de un tipo de oso y, por desgracia, era el tipo de oso más mortífero que existía.

-Es un Grizzly -murmuré a mis tres compañeras, alertándolas del peligro al que nos enfrentábamos-. Correr... tal vez no sea lo más seguro. La mayoría de ataques de osos Grizzly se suelen producir cuando la gente echa a correr o intenta subir trepando a un árbol. -"Para cuando un oso Grizzly te ha visto, ya no hay tiempo para trepar" me dije para mis adentros, recordando lo que había escuchado decir una vez a mi padre y a alguno de sus amigos cazadores-. Retrocedamos hasta el cobertizo y encerrémonos ahí. Pasos lentos, nada de movimientos bruscos y no le deis la espalda. Si nos considera una presa o una amenaza, nos saldremos vivos de aquí.

Dicho esto, comencé a retroceder en dirección al cobertizo, convencido de que se trataba de la mejor opción a la hora de encarar a aquella criatura.

 Ya le parecía mala idea dejar el cobertizo. Pero cuando vio a aquel gigantesco oso en frente de ella, con sus grandes fauces y su mirada perdida pero penetrante, confirmó sus sospechas de que tendría que haberse quedado a vivir allí. El peligro los acechaba en cada esquina; y tenía que ser en forma de animales. Prefería a un ser humanoide podrido que a un animal. Todo menos a un animal.

 Staci se queda atrás de los demás, incluso más pálida que Hera que estaba en frente de la bestia. Solo podía murmurar un par de palabras que mostraban que el pánico era real y comparable al que le habían provocado los lobos.

- _Oso... ^oso... _{es un oso...} ^{un oso gigante...}

Mis manos tiemblan sujetando el arco. Ni de coña sería capaz de matar a un oso. Larry asegura conocer ese tipo de oso, cosa que me sorprende pero no es momento de pensar en mi crush y su inteligencia avanzada. Hera está pálida, mientras que a Staci parece que le va a dar algo.

Imito todo lo que hace Larry, con sumo cuidado comienzo a dar pasos lentos hacia atrás. Mis manos tiemblan, tengo miedo. Ni siquiera con John habia sentido tanto miedo. Si ese oso le diera por atacar a alguno, le intentaré clavar una flecha en toda la cabeza.

- Hera, Staci caminad con sumo cuidado.

- ¡¡Mierda!!- Chilla Ares apuntando al único lobo que queda en pie. La bala da justo en el lomo, el animal baja de Zach y sale corriendo junto al otro lobo.- ¡Zach! Claire aguanta la puerta.

Ares corre hacia Zach que está sangrando tirado en el suelo, lo ayuda a levantarse y camina junto a él hacia la puerta principal del edificio. La sangre del rasguño cae por su pierna esparciéndose por el suelo.

Rápidamente y sin terminar de vendarme la herida, me lancé hacia la puerta para mantenerla abierta. Hacer bien las cosas ahora, quejarse después.

Una vez dentro, Ares cerró la puerta. No sabía cómo estaba Zach, pero los certeros disparos de Ares estaban siendo nuestra salvación.

-Ufff, disparas como nadie, Ares, eso he de reconocértelo. De no ser por ti, seríamos ya comida para perros. 

No me entretuve demasiado en ponerme la venda, sino que me la até de cualquier manera y me fui hacia Zach. Me daba la sensación de que él se encontraba peor que yo.

¡Habéis matado al lobo! Pero eso no asegura que los chicos estén a salvo, con total cautela caminan hacia el Hospital donde seguramente hayan ido todos. El imponente edificio tiene todas sus luces apagadas, como si nadie estuviese en su interior. Vacío. Inalterable. No hay coches aparcados a su alrededor, ni tan siquiera hay ambulancias.

Hay sangre en la puerta, la cual está medio abierta mostrando a Ares cargando a Zach.

El oso pega un gruñido en vuestra dirección. Pero al veros tan quietos, acaba pasando de largo. Aunque se haya marchado, os quedáis un tiempo quietos. Asegurándose de que se haya marchado.

- Venga, tenemos que buscar a los otros.- Sus piernas tiemblan un poco, pero hay seguridad en las palabras de Hera. Gracias a los Dioses, el oso ha tirado en sentido contrario al Hospital.- Es posible que ya estén en el Hospital. Sé el camino, vamos.

La noche os ha caído pero aún así no habéis tenido ningún encuentro con otro animal vivo. Pero sí habéis visto un lobo muerto por el camino, es posible que los chicos hayan matado a más de uno por el camino. Pronto llegan al hospital. El imponente edificio tiene todas sus luces apagadas, como si nadie estuviese en su interior. Vacío. Inalterable. No hay coches aparcados a su alrededor, ni tan siquiera hay ambulancias.

Ares está sujetando la puerta principal, ayudando a cargar a Zach. Nikola ayuda a Donnie a caminar. Hay mucha sangre en la entrada.

Claire ayuda a Ares a colocar a un malherido Zach en el interior, mientras mira a la chica sorprendido por su comentario.

- Si fuera bueno, eso..- Señala con su dedo la herida de su mejor amiga.- No habría pasado, Claire.

Se siente culpable, aunque jamás lo admitiría en voz alta. Es demasiado orgulloso para eso. De pronto, unos pasos lo ponen en alerta. Eve, Nikola y Donnie han llegado al hospital, pero hay algo mal en ellos. Han herido en la pierna a Donnie, Nikola está ayudándola.

- ¡Joder!- Maldice Ares impotente por no haber podido ayudar a sus amigos.- Putos lobos.

Ares apoya a Zach contra la pared y ayuda a Nikola a mover a Donnie hasta ponerle a salvo, cuando Hera llega junto a su grupo a la entrada. Ninguno está herido, para el alivio de todos.

- Ares..- Hera comienza a gimotear, corriendo hacia su hermano impotente, lanzándose a sus brazos dedicándole un fuerte abrazo.- Lo siento mucho...

- Calla, te quiero.- Murmura correspondiendo el abrazo y acariciando con una mano sus largos cabellos dorados.