Partida Rol por web

Renaer negó con sinceridad.

—No, no. Para nada. De todas formas se ve que los de la Hermandad pensaron lo mismo, porque hoy al poco de caer el sol atacaron el almacén con la intención de secuestrarme. Pero se equivocaron de persona—añadió lúgubremente.

-¿Un tesoro dentro de una ciudad? Eso sí que es nuevo. Normalmente están en sitios más desolados y peligrosos. Guardados por dragones y criaturas poderosas. Que esté en la ciudad protegida por una banda de ladrones no parece algo muy...épico.-

Se encogió de hombros.

-Si es que en verdad hay tal tesoro, claro está. ¿Sabe si es cierto?-

 - Interesante cuestión -empezó a decir Lia mientras caminaba en círculos mirando al cielo, su peculiar forma de pensar en voz alta; le fascinaban los misterios- dos grandes bandas criminales están tras un artefacto que les permitiría llegar a un supuesto tesoro, pero resulta que ese objeto ha sido arrebatado a la Hermandad, hasta ahí nada del otro mundo. Lo curioso es que la Mano Negra pensó en usted, por tanto ellos no fueron -negó con la cabeza mientras llevaba la mano a la frente- ya no solo está involucrado con 2 bandas sino que hay un tercero en discordia. Y seguramente sabe de vuestra estancia en Aguasfrías, si el tesoro fue de su padre, no sería de extrañar que buscara información en el descendiente de la casa Noitmeer.

Giró sobre sus talones y se quedó mirando al noble con sonrisa triste.

 - Estáis jodido, con perdón. Os recomendaría ocultaros. La Hermandad, la Mano Negra y alguien más que desconocemos estarán interesados en echarle el guante.

Cruzó las manos a la espalda y volvió a dar rodeos.

 - Sin embargo, Floon también está jodido, hay que encontrarlo -puso voz de cuervo afónico- ''seguid las señales amarillas de las cloacas'' -carraspeó- ¿os suena a alguno haber visto señales amarillas por ahí? -miró a Rabi el primero, pues de la banda de las caracolas era el integrante que había permanecido en la ciudad más tiempo.

Rabi bajó la cabeza levemente, que aunque esperaba la respuesta, imaginó poder hacer una investigación más exhaustiva que aquellos vigilantes. Saludó brevemente al Capitán, agradeciendo nuevamente el código que le había dado. Habría tiempo para revisarlo más adelante, aunque algunos puntos ya sabía que no sólo los había infringido si no que además reiteradas veces. Y no había pasado algo. Sólo tenían que tener más cuidado.

El gnomo siguió la conversación que se venía desarrollando fuera del almacén, y tomaba nota mental. Tendría que anotar varias cosas en su diario.

Estaba abstraído, cuando encontró a Lia mirándolo inquisitivamente.

-Eh... no recuerdo líneas amarillas, pero sé por dónde podemos empezar a buscar*- dijo el gnomo -De todas formas, creo que ya es un buen momento para descansar, ¿no creen?-

No sólo había sido un día largo, si no que además se había quedado sin conjuros, y en las alcantarillas podía haber muchos peligros además de bandas criminales, si eso no les era suficiente.

-¿Puedo decirte Renaer?- le preguntó el gnomo al joven que habían rescatado -Si necesitáramos de su ayuda o preguntarle algo, ¿dónde podríamos encontrarlo? O alguien a quien podamos decirle para concertar un encuentro-

- ¿Necesitarle?.-

Lav levantó las cejas lo suficiente para que un niño se colgara de ellas. Para que iban a necesitar a ese pelele. No solo no había echo nada para evitar que un “amigo” saliera mal parado. Sino que pretendía irse tranquilamente a su casa.

Le fastidiaba la verdad que el señoritingo fuera el causante de tantos desvelos.

- Necesito descansar.- dijo malhumorado y mirando a su alrededor, las calles de esta zona de la ciudad eran todas iguales. Y aunque había cientos de accesos, mas seguramente, a las cloacas, encontrar un camino de flechitas amarillas se le antojaba algo aburrido y apestoso.

No había salido con la idea de estar toda la noche en planta, mejor irse a casa. Si incluso Rabi estaba diciéndolo.

- A todos nos hace falta un buen descanso, la mar seguirá ahí al despertar. Y hablando de agua, aquí hay mas de uno que necesita de un baño urgente.-

Anoto con sorna macilenta al tiempo que se ponía a andar en dirección a su morada hablando a sus espaldas al grupo de compañeros.

- Nos vemos al medió día en la puerta del Dragón Ensartado. Ya buscaremos desde ahí.-

Rogen miró extrañado a Lav. No entendía aquella ojeriza al noble. Tampoco les había hecho nada, y además no tenía la culpa de que les hubieran raptado a él y a Floon. Eran las victimas en todo aquello.

-Como veáis. Yo no lo necesito, pero si vosotros queréis dejarlo ya...-Se encogió de hombros.- Espero que Floon pueda aguantar un día más a que le encontremos. Total, seguramente sólo estará siendo torturado para que le den información de cosas que no sabe.-

No había querido sonar molesto, pero le había salido sin querer.

-Por lo menos veamonos por la mañana y no a medio día.-

Rabi también miró a Lav, pero no le hizo caso.

-Sí, por la mañana, que es para tener más claras las ideas. De nada sirve que vayamos a tontas y a locas- dijo el mago, sin agregar que habían recibido duro aquella noche, y si había propuesto descansar también era porque veía que ellos estaban heridos.

Lia miró con curiosidad la escena. Su cabeza iba a mil revoluciones y tenía adrenalina para subirse una montaña. Pero en realidad a ella no le vendría mal descansar, la herida que le infligió el kenku no había cerrado del todo.

 - ¿Nos vemos por la mañana, entonces? -miró de nuevo al noble- deberías evitar tus puntos habituales de la ciudad por si te buscan, dinos dónde poder encontrarte; y si necesitas contactar con nosotros, mejor con Rabi, su conexión con la orden de magos es lo más seguro.

Antes de irse dando zancadas, echó una mirada rápida a sus amigos.

 - Voy a darme una vuelta por el parque, haber si hay patos nuevos -añadió guiñando el ojo.

—Si entramos en el alcantarillado por cualquier acceso cercano al almacén deberíamos encontrar esas señales amarillas—dijo Ax más calmada y reflexionando sobre las palabras de los kenkus—. No tendría sentido que fuera de otra manera. Casi que parecían unas instrucciones a seguir, ¿no os parece?

—Si, podría ser—asintió Renaer a las palabras de Ax, después miró a Lia—. No hace falta que os preocupéis por mí, no es la primera vez que me veo en un asunto como éste. Parece peor de lo que realmente acaba siendo. Antes, cuando salíamos del almacén pensé en unirme a vosotros para rescatar a Floon, pero ahora que lo pienso, puedo seros de más ayuda libre por la ciudad. Esos bastardos de la Hermandad del Gran Ojo no tardarán en descubrir que se equivocaron de prisionero y no tardarán en venir a buscarme. Si están ahí fuera buscándome, no estarán donde nuestro amigo. Así que si necesitáis buscarme, id a Villa Noitmeer en el Distrito Marítimo. Pero no lo hagáis en los próximos días si no es estrictamente necesario. No será un lugar seguro.

El hombre se rascó la nariz y miró a Rogen.

—Tienes razón en que cada segundo que Floon está prisionero tiene más posibilidades de morir. Pero no sé si tienen prisa en liquidarnos, si no me habrían matado en lugar de dejarme encerrado en ese almacén. Yo no dejaría pasar el tiempo y me iría a buscar a Floon ahora, de hecho os pido que lo hagáis. Pero he sido aventurero y entiendo que queráis ir preparados. Yo tengo una implicación personal que vosotros no tenéis.

Renaer torció el gesto disgustado antes de resolver a la última cuestión pendiente.

—Respecto al supuesto tesoro, desconozco si es cierto. Ya os lo he dicho, llevo años sin hablarme con mi padre y antes de eso nuestra relación tampoco era la mejor. Pero el tesoro no está en manos de nadie, se supone que ese artefacto es la clave para encontrar su localización.

No creo que vuestros PJs se hayan prodigado con mucha frecuencia por el alcantarillado de Aguasfrías como para saber si hay o había líneas amarillas.

Respecto a encontrar un acceso a las alcantarillas, es relativamente fácil para cualquiera.

Rogen ya había dado su opinión al respecto, pero seguiría la decisión de la mayoría. No tenía sentido que se embarcase él solo en lugar a todas luces peligroso. Por más que hubiesen salido los miembros de ese gremio a buscar a Lord Noitmeer.

-Lo que dice Ax suena de lo más razonable. Podríamos empezar la busqueda desde aquí. Es tan buen lugar como cualquier otro. A la hora de meternos en las alcantarillas. Claro está.-

Cuando Lia comentó su intención de ir a buscar algunas respuestas más, el guerrero se preocupó por su seguridad.

-¿Seguro que no quieres que te acompañe? Ya hemos visto que no es buena idea ir sola por depende qué lugares.-

Rabi miró a cada quien, especialmente a Ax.

-¿Creen que podemos seguir un poco más?- les preguntó a los demás -Yo debo estudiar nuevamente algunos conjuros, pero puedo continuar. La urgencia que menciona Renaer es a considerar... pero no quería dejar de pensar que tal vez más de uno necesitaba recuperarse-

No era necesario agregar más, para el gnomo la situación estaba ahora clara...

Tras la propuesta de Rogen, Lia sonriente fue a enganchar del brazo al guerrero para que la acompañara hasta la zona, pero frenó ante las nuevas palabras.

 - Entiendo... ya iré al parque en otro momento -abrió la venda del hombro, echó un vistazo rápido y volvió a cerrarla fuerte- esta herida me está amargando, no sé si podré usar el brazo bien.

Miró alrededor antes de proseguir.

 - Voy a ir al Dragón Ensartado a pedirme ese matarratas que llaman ''whiskey'', un poco para mí y otro para desinfectar la herida. En un rato estaré lista para continuar.

Con un gesto de la cabeza se despidió del noble.

 - Villa Noitmeer, entendido. Una cena no estaría mal -guiñó el ojo y se dispuso a marchar.

 - ¿Alguno me acompaña a ese tugurio? Le invito a la copa. Me sé de uno que le atraerá la idea, ¿verdad? -Lia miró a su izquierda, donde juraría que estaba su amigo clérigo, pero no- ¿Lav? -buscó con otro vistazo y vio la espalda del capellán alejándose.

Con sus ágiles y silenciosas zancadas de elfa se plantó al lado de Lav con una sonrisa comprensiva. Sabía que el humano necesitaba descansar. A ella le dolían las heridas recientes, estaba claro que el clérigo también las sufría, y por su expresión posiblemente de manera más acusada.

 - Lav, cambio de planes. Iremos directamente a buscar a Floon. Cuando nos juntemos con nuestro contratista le pediremos un plus, aunque no fuera el encargo original hemos rescatado a dos personas en vez de una -lo miró e hizo una pausa- voy al Dragón Ensartado a limpiar las heridas y cambiar las vendas, ¿vienes?

Apoyó la mano sobre el antebrazo de Lav para que regresara. Sin tirar de él.

- ¿Ahora?.- 

Más que sus palabras fue su cara la que explico todo lo que le pasaba por la cara al capellán. Estaba a punto de terminar de coger aire para enumerar todas los motivos por los cuales aquella idea le parecía una idea horrorosa pero escucho algo que le hizo frenar. 

- Al tugurio ese..... ahhh, me estas liando otra vez. Pues no ..... jo, ya me ha liado de nuevo.- 

Pensó en resistirse, pero había dos cosas que le pedia el cuerpo, un jergón y una botella de vino picantón. Que demonios, solo se vivía una vez. 

Entrecerró los ojos mientras la señorita Lianela la Lianta le hacía desandar el camino, aquel secuestro con su cara de no haber roto nunca un plato era lo ultimo que se esperaba hoy. Y hoy había sido ya muy largo. Y si iba a seguir siéndolo al menos que hubiera alcohol por medio. 

Rogen se alegró de que finalmente fueran a buscar a Floon y no esperar. El pobre seguramente lo estaría pasando mal. Tan solo esperaba que aquello no acabase en la muerte de ninguno de ellos por no descansar adecuadamente.
Pero en su interior sabía que estaban obrando de la mejor manera posible. Si fuera uno de ellos los que estuviesen presos no esperaría a nada para ir a rescatarles.

-No es una mala idea del todo. Retomamos fuerzas y bajamos a descubrir olores interesantes. Total. ¿Qué podría salir mal?-

En cuanto dijo aquello supo que habría sido mejor no decirlo. Pero ya no podía hacer nada por evitarlo.

-Hay dos cosas que nunca pueden dar marcha atrás. La flecha disparada y la palabra hablada.-

-Entonces vamos- dijo el gnomo, ahora hasta más entusiasmado con la idea.

¿Cuándo había sido la última vez que había estado despierto tanto tiempo y no fuera para estudiar? No lo recordaba.

-Nos vendrá bien espabilar un poco y luego seguir- frunció el ceño -Sólo tendría que tener un rato para revisar mi libro... creo que algo nos puede servir...- y mientras caminaban iba pensando en qué conjuros podrían serle de utilidad.*

-Tranquilo, creo que podemos confiar en nuestras capacidades...- le respondió el mago a Rogen, aunque escuchándose también sonó a promesas vanas, y soltó una carcajada.

—Gracias—agradeció con sinceridad Renaer el cambio de acción de los aventureros—. Tened cuidado ahí abajo y cuando encontréis a Floon dadle recuerdos de mi parte. Rezaré para que los dioses manden a la mayoría de esos bastardos tras mi rastro.

El hombre iba a marcharse cuando añadió algo más.

—Nos volveremos a ver.

Renaer se internó despreocupado en la peligrosa noche del Distrito Portuario. Tampoco había mucho de lo que preocuparse teniendo en cuenta su aspecto, su olor y el no menos relevante hecho de que no llevaba nada de valor.

Por su parte, el grupo de aventureros puso sus pies de vuelta a El Dragón Ensartado para descansar un poco antes de acometer la incursión en las alcantarillas. Tenían claro el rastro que el desdichado Floon se había visto obligado a seguir desde aquella noche en la que Kernie D. Masters y él decidieron irse de copas. Estaba claro que la mala fortuna se había cebado con él, ahora sólo quedaba esperar que su racha de mala suerte quedase compensada con unos aventureros que llegaban a salvarle en el momento exacto.

El grupo continúa aquí.