-Ya pasó tiempo... Mucho mucho tiempo desde que me la arrebataron así que esta bien- suspira y se rasca la cabeza -haré lo posible para que los gobernantes acepten a la marina- una vez mas se saca el tapado y se arroja al mar para transformarse en dragón.
Kalaren grita unas cuantas ordenes y unos marines te traen una pequeña bolsa de dinero con 250.000 ecos de sangre, los suficientes como para comprar ropa y todo lo que necesites en Zuldazar.
Ambas saltan a la espalda de Kalaren y mirando por última vez el país, a toda velocidad Kalaren sale volando.
Y en la espalda de un dragón dorado es que empezó tu viaje a Zuldazar...
Pasas a la escena "Capitulo 3- La gran era pirata"