El mago se paro a mitad de camino.- ¡Por favor, señorita! ¿Me cree capaz de hacerle daño a nadie? .- pregunto sin esperar respuesta. Cuando comentaste aquello de "soy toda suya" Owem te miro de arriba a bajo y arrugo el gesto con una - Buagg... entre dientes.- ¿Para que quiero yo una mujer?Una mujer, un problema...- gruño.-¡Como si no tuviera ya bastantes!
Llego hasta la puerta y la abrió.