Por unos instantes el silencio de la antigua soledad del forjado se hizo presente, al parecer el "segundo Karn" o 1001' estaba valorando la propuesta de su anfitrión. Poco después aparecieron en su pantalla nuevas interfaces y seguidos por un mensaje de su anterior interlocutor.
Considero aceptable tu petición, pero permíteme que antes de regresar al estado latente comparta cierta información. En primer lugar he habilitado el acceso a nuestra base de datos, por lo que podrás acceder a toda la información que Amo introdujo acerca de los guardianes...
Seguidamente 1001 sintió cómo una serie de recuerdos fueron insertados en su memoria de una forma bastante similar a la experimentada cuando recobró la conciencia de la última conversación entre Amo y Karn en el pasado. Ahora los nombres pronunciados por 1001' tenían sentido para él e incluso podía ver sus sus rostros si se concentraba en ello, así como el eco de las señales a las que había hecho referencia, aunque ninguna de ellas se encontraba precisamente próxima.
Además creo que deberías de saber algo más, Karn es un forjado de clase Destructor, preparado para localizar y erradicar amenazas potenciales, a diferencia de ti, que eres un clase Protector, diseñado para defender posiciones de valor estratégico y con una mayor autonomía para poder liderar a otros de ser necesario. Por contra yo fui concebido como un Constructor, Amo nunca pensó que la situación acabara por alcanzar una fase tan crítica en sus comienzos y por ello me concibió más como un compañero que lo ayudase en tareas de reparación que en tareas de tipo marcial. Lo que intento es darte una visión más exacta de para que podrías utilizarnos.
El Anillo de Preservación no solo tiene el poder de reparar casi cualquier daño que sufra su portador si no también el de almacenar su conciencia y recuerdos en el interior. Amo me lo otorgó a mi inicialmente y cuando sufrí un daños más allá de toda reparación en la primera gran oleada fue transferido a Karn, ahora tu eres su portador, por lo que eres el guardián de nuestro legado.
Dicho aquello, 1001', a falta de un nombre mejor para designarlo, volvió a guardar silencio regresando a un estado de suspensión hasta ser requerido de nuevo.
El ladrón bajó la mirada. Sabía el destino de una de aquellos guardianes, vaya si lo sabía.
-Elodie, ma mère, ella... Está muerta. Por eso no puedes sentir su señal o lo que sea que sientes de los guardianes.
Y aunque no quería, ciertas palabras que el guerrro metálico había dicho se habían quedado rondando por su cabeza. Similitudes con dos de ellos. ¿Su madre había tenido hermanos? Ojalá fuera eso, porque la otra alternativa estaba haciendo que su estómago se encogiera entero.
-No sé qué función cumplía ma mère en el grupo, pero probablemente yo tenga que cumplir esa misma función, por eso de la herencia de madres a hijos y esas cosas. ¿Me podrías aclarar un poco más sobre el trabajo que hacían los guardianes? Y si tú no puedes, quizás deberíamos ir a buscar a los tres que quedan con vida, n'est-ce pas?-
El Protector miro hacia su interlocutor quien portaba la sangre que formaba parte del grupo del amo. Su pregunta tenía una respuesta directa.
- No puedo aclararte más sobre el trabajo que hacían los guardianes. Demasiadas incógnitas- le dice con su tono monocorde, es humanoide, con un rebote metálico apagado al salir del casco y sin demasiadas inflexiones, pero habla bien el común.
Ante el no saber que ha pasado, con los guardianes que no responden, incluido el amo, parece una acción lógica hablar con los que aún están detectables. En constructo que está dentro de él parece conforme, pues lo toma como un puzzle a resolver, una especie de investigación de las que tanto podría haber compartido con el amo.
- Estoy de acuerdo con buscar a los seres llamados Lucien, Gnorflin y Javert. Ellos podrán responder que ha pasado con mi amo y -le lleva una mano metálica a su cuello donde se insertó la filatelia- quien es el responsable de la destrucción de todos mis hermanos.
Unidos por el destino, el forjado y el pícaro se unieron en la misión de dar con los guardianes aún supervivientes. Siguiendo la intuición y las instrucciones dejadas atrás por aquel al que 1001 conocía como "Amo" ambos regresaron al laboratorio. En aquel preciso instante, la extraña piedra que Serge había encontrado empezó a lanzar destellos de luz de intensidad creciente conforme se aproximaban a la plataforma en la que había aparecido anteriormente.
Las runas grabadas en la roca comenzaron a emitir luz del mismo modo en cuanto se posaron sobre ella, primero los pulsos resultaron se verdes pero poco después fueron cambiando de tonalidad hasta tornarse purpúreos subiendo a intensidad hasta crear una columna de luz que los envolvió cegándolos por completo...
Por unos momentos sintieron como si sus cuerpos se desesamblasen, como el arriba o el abajo perdían por completo el sentido pero sobretodo como el laboratorio y las grutas se alejaban de ellos a una velocidad pasmosa...