Candance asintió a lo dicho por el paladín, aún estaba sorprendida de que alguien tan enclenque como Serge hubiese podido abatir a un adversario que se le había escapado a ella. Bajó de su montura y se acercó al cuerpo. Al principió lo tocó con su hacha y tras asegurar de que seguía inerte lanzó un tajo directo a la cola del phaerimm separando el aguijón del resto del cuerpo, no quería correr riesgos de ningún tipo. Una vez hecho eso, bajó hasta estar a la altura del vientre, apoyada en su hacha de batalla con una mano y un cuchillo de caza en el otro. Prestando suma atención, la bárbara examinó las distintas partes de aquella criatura durante varios minutos hasta que finalmente se decidió a exponer sus conclusiones.
-Parece que Serge tenía razón... o al menos en parte.- Ya en pie la pelirroja cargo su peso sobre la pierna derecha que tenía sobre el vientre dela criatura de tal modo en que quedase bocarriba. -Sus brazos tienen cicatrices cerca de las garras, sin embargo están bien curadas, así que debió ser prisionero ya hace tiempo, desde entonces debió escapar y sobrevivir por esta zona durante un tiempo hasta que algo debió de forzarlo a huir de su nuevo hogar. Eso último lo supongo porque para ser un miembro adulto estaba demasiado débil, tiene signos de malnutrición y algunas heridas que no han sido causadas por armas, algo que me extraña, los animales salvajes no atacan a los phaerimm, los rehuyen.- Terminó por ponerse en pie a punto de dar las malas nuevas que todos esperaban. -En bastante seguro que este solo fuera la víctima de algo mayor.-
Tirada oculta
Motivo: Saber naturaleza
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+8)=27
Vale, entre que la sangre no era venenosa y que incluso Candance se asombró de que él hubiera podido acabar con aquella bestia, Serge empezó a sentirse algo mejor. Casi casi no le importaba estar cubierto de lo que fuera aquella porquería que había escapado del cuerpo del monstruo.
Parsian también estaba mejor, ya que el paladín le había curado las heridas y el veneno no era mortal, lo cual era un alivio. Pero esa sensación duró poco, ya que Maverick empezó a apremiar para que siguieran el paso y además… Al parecer aquel monstruo había sido víctima de algo más fuerte y seguramente más malvado que ella.
-Merde… De acuerdo, en marcha entonces. Parsian, ¿qué tal te encuentras? ¿Crees tener forces para aguantarte sobre el caballo? Si no, siempre puedes ir avec moi o con Engra.
Porque salir a todo correr para que el gnomo se les cayera a los cuatro trotes… Pues como que no.
Ante las palabras de Serge, el bardo hizo un pequeño esfuerzo por reincorporarse. Parecía estar aún adolorido, aunque un ligero brillo en sus ojos, apenas perceptible para alguien no acostumbrado a ellos, hizo pensar con malicia a Serge sobre si aquella lucha no sería fingida y simplemente buscase el que Engra corriera a asistirlo. En cualquier caso, el gnomo pronto pudo adoptar una posición más cómoda con la espalda descansando sobre el regazo de la maga mientras respondía a su salvador.
-Oh, Serge, disculpad aún estoy un poco desorientado. Supongo que tras lo dicho es a ti a quien más le debo la vida, cuando esa bestia se abalanzó sobre mi todo paso a ser oscuro, simplemente luchaba por tratar de sacar la cabeza de esa maraña de espinas que intentaba enterrarme cada vez más profundo hasta que perdí el conocimiento.- Su breve relato fue interrumpido por una tos seca que hizo que llevara una de sus pequeñas manos a la boca mientras alzaba la otra hacia atrás para pedir a la orca que le acercase el pellejo de agua. Tras un par de tragos, el pequeño logró recomponerse. -Si Maverick necesita que alguien lo apoye en su petición a nuestro mecenas, podréis contar con que yo lo apoye, y de paso prometo componeros una canción que hable del arrojo con el que corristeis a socorrerme sin dudar por un momento en poner vuestra vida en peligro.- Desde su sitio, trató de incorporarse del todo llevando sus manos hacia los costados y ejerciendo fuerza, pero sus brazos parecieron temblar y fallar haciendo que callese de nuevo sobre el regazo de Engra. -Me temo que aún estoy un poco débil, pero si Maverick desea que sigamos supongo que no tendré problemas, eso sí, necesitaría que alguien me ayudase a montar, a poder ser con un compañero por si mis fuerzas flaquean de nuevo. Seguramente Engra fuera la mejor opción para no sobrecargar de peso a otra de las bestias.-
Averiguar intenciones Dif. 15
Motivo: Averiguar intenciones
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 12(+7)=19 (Exito)
¡Superada :D!
Rara vez los instintos del replicante fallaba, y aquella no sería una de esas pocas veces. Estaba claro lo que Parsian quería decir y mostrar, pero el escrutinio de Serge hallo algo más tras el brillo de aquella supuesta mirada inocente. Cuando el bardo hizo además de incorporarse, estaba claro que una de sus manos se deslizó sutilmente a una zona un tanto inadecuada, pareció leve y un detalle perfectamente omisible, hasta que justamente después, tras aquel repentino ataque de tos, otra de las manos se deslizo para acariciar de soslayo uno de los senos de la maga con la excusa de pedir que la aproximara el odre.
Los ojos del pícaro se estrecharon como un acto reflejo, dos hechos aislados podían no suponer un patrón pero eran suficiente para atender con detalle lo que vendría tras ellos. Y efectivamente, su olfato no le fallaba, su segundo intento de incorporarse no fue más que una burda treta para apoyarse sobre los muslos de Engra antes de dejarse caer de nuevo a peso sobre su mullido regazo. Aquel pequeñajo era casi más pícaro que el mismo y se estaba aprovechando de algún modo del hecho de ser la víctima peor parada del ataque para que la maga no se atreviese a decir nada ya que Maverick y Candance parecían ocupados en otros menesteres.
Maldito hijo de… ¡Vaya con el bardo! Que no es que Serge se sorprendiera de que fuera un guarrillo, la verdad. Eso ya se le veía venir viendo cómo había intentado seducir a aquellas muchachas de la taberna. ¡Lo que le sorprendía era que se pasara de aquella manera con Engra! Que sí, que Serge no era un angelito tampoco y más de un pensamiento inapropiado sobre la bella semiorca ya se la había pasado por la mente, pero de ahí a sobarla de esa manera… Pues había un paso. Engra era demasiado buena e inocente como para ser objeto de la lujuria desmedida de nadie, menos aún de su propio compañero de equipo.
-Pero Engra necesita las mains libres por si tiene que lanzar algún conjuro mientras monta. Y si te suelta te caerás, mon ami.
Se acercó a Parsian y le cogió en brazos.
-No puedo permitir que le pase eso a nuestro apreciado camarade, así que te vienes conmigo.
Y dicho esto le ayudó a montar en su caballo para luego montar él.
-Mira, otra ventaja, como soy más bien delgado tenemos place de sobra para los dos.
El bardo seguramente se enfadaría con él por quitarle su diversión, pero… Merecía la pena por echar una mano a Engra. Que ella le consideraba su guardián, qué caramba. Tenía que portarse como tal.
Ante las palabras del pícaro el gnomo pareció querer replicar algo, cosa que le sería complicada sin salirse del personaje que estaba interpretando.
-No, no, pero si...- La réplica comenzó a formarse en su garganta y trató de salir de la misma, el problema vino cuando el pequeño gnomo cruzó miradas con Serge, estaba claro que sabía lo que tramaba y que no le iba a permitir llevarlo a cabo, por lo que las palabras comenzaron a atragantársele casi al momento. -Esto, mmm, bueno...- Siguió balbuceando estúpidamente cuando lo tomó en volandas para ponerlo en su asiento. Resignado, solo pudo rendirse ante aquello. -Gracias.- Un agradecimiento cargado de bilis y resentimiento fue el desenlace del forcejeo reconociendo así su derrota.
Serge había sabido mantener el honor de la dama a salvo mientras mantenía al peculiar "villano" de la historia a buen recaudo en su silla de montar. Un suspiro y mirada de alivio fueron las recompensas obtenidas por el pícaro por el momento. Por una vez le había tocado interpretar el papel del caballero y no el del sátiro.
Ajenos a la escena, Maverick y Candance, seguían de espaldas a ellos terminando de examinar a la bestia y recuperando sus monturas, el paladín debió de decir alguna clase de comentario jocoso, pues la bárbara soltó una sonora carcajada antes de volver la mirada, hasta aquel momento había parecido imposible que aquella mujer fuese capaz de hacer tal cosa. Seguidamente, el líder del grupo se volvió para todos, las posiciones iban a cambiar ligeramente. Ahora quería tener a Serge y Engra en el centro de la formación mientras Maverick guardaba la retaguardia y Candance, quien a partir de ahora no se alejaría tanto, se encargaba de la vanguardia. Aclarado el punto, el grupo retomo la marcha.
El gnomo parecía haberse tranquilizado, su pequeña rabieta no hizo en ningún momento amago de volver a salir a la luz. De todos modos, Serge pudo saber que en verdad estaba tratando de reprimir sus sentimientos, no había vuelto a mostrar interés en recuperar su instrumento ni ensayar con él, algo harto sospechoso en un bardo.
Motivo: Voluntad
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 11(+2)=13 (Exito)
Voy a cumplir mi amenaza y adelantarte el turno, esto sigue en la torre