Partida Rol por web

- Bien, en ese caso contamos con bastante tiempo. Por mucho que nos apresuremos, podremos meditar nuestros pasos en esta empresa con tiempo más que suficiente. Quién sabe- sonrío al hablar a Anäril- ¡Hasta podrías enseñarme a dar vueltas a las espadas como lo haces tú! - Con un tono menos jovial vuelvo a dirigirme al grupo en general- Ya que nos aguarda un camino tan largo y la noche está pronta a caer, lo más sensato sería descansarla en la posada. Mañana podremos partir temprano tan frescos como la alborada. Ahora con vuestro permiso, y a pesar de vuestras ciertas palabras Anäril, voy a buscar un arma antes que los mercaderes se recojan. Gailhen venía buscando espadas, y aún inexperto como soy de acompañaros he de portar una.

Acto seguido, y sin más comentarios, ya entregadas las raíces marcho para acometer mi siguiente objetivo. - Solo espero que realmente no la necesitemos.

En vista de que nada parece disuadiros de vuestra intención, os acompañaré si lo deseais en calidad de asesor a comprar esa arma que buscais - digo levantando la voz dirigiéndome a Ranëdhel cuando hace ademán de marcharse - Sin embargo debo advertiros de que las buenas espadas suelen tener dos filos, y debeis ser cuidadoso.

Manos delicadas, escasa musculatura - pienso observándole con los ojos de un guerrero experto - aparenta tener buena coordinación. Creo que una espada corta no se le caerá de las manos, al menos mientras la lleve envainada...

-Estoy de acuerdo, llevamos todo el día caminando y mañana nos espera lo mismo, lo mejor será partir despejados al amanecer.

Escucho con atención la conversación que mantienen Anäril y Ranëdhel y digo:
-Si no os importa me gustaría acompañaros, he sido entrenado en el arte de la forja de las espadas y tengo un cierto conocimiento del asunto, pese a que no las manejo muy bien; Además, has despertado mi curiosidad por saber cómo forjan en estos lares los humanos sus espadas, si es que lo hacen.

Vaya, cuanto interes poneis en las espadas. Yo por mi parte, sin ánimo de ofenderos, ni mucho menos, me quedaré en la taberna tomando una cerveza.
Me giro hacia Mantecona y le hago una seña con la mano indicando que me sirva una nueva jarra de cerveza.
Creo que cuando me apure la cerveza que acabo de pedir, me iré a descansar. Mientrás tanto si Carster y nuestro nuevo amigo, quieren quedarse, seréis más que bienvenidos y estaré agradecido si me acompañais con vuestras jarras tambien.

- No acabes con toda la cerveza del señor Mantecona, Amrod. Tengo intención de apurar un par de jarras a la vuelta en vuestra compañía.- Feliz por contar con el consejo de ambos elfos, me despido de los hombres que quedan en la posada y salgo de esta con los que se han ofrecido amablemente a acompañarme. - Su gesto vale más que todas las espadas de un ejército. Nuestras aventuras prometen ser interesantes.

Creo que lo mejor será apresurarse hacia la zona donde los mercaderes montan sus puestos antes de que no quede ninguno, casi es la hora de cierre

Elerin siempre ha sido muy habilidoso con la forja, me temo que se llevará una decepción cuando vea la escasa calidad de las armas que puedan ofrecernos...seriamos muy afortunados si encontramos alguna que no se rompa con la primera estocada

Yo con mi espada y mi escudo y mi arco tengo de sobra, no necesito mas armas para acabar con esos tipos, me quedare disfrutando de la buena cerveza del señor Mantecona

Alzo mi segunda jarra en direccion a Amrod

No pareceis hombre de solo una cerveza

Habéis exprimido la noche hasta límites insospechados. Casi sois los únicos que quedáis en pie en la posada cuando Cebadilla Mantecona se despide de vosotros dejandoos en la sala común. Ya no tenéis tiempo de salir en busca de un arma, quizá vosotros sí, pero es dudoso que algún alma quede en la calle para venderos un arma. Seguramente mañana sea mejor día y, en Bree, mercaderes no van a faltaros.

Deberéis dormir en algún momento. Mañana tendréis que partir y será un largo viaje; Gailhen os vaticino una semana de camino.

Gailhen hace tiempo que ha abandonado vuestra compañía para dirigirse a su lugar de descanso citándoos para mañana temprano.

El bosque de los trolls... Algunos lo conocéis de oidas, de alguna leyenda contada junto alguna lumbre, pero ninguno ha estado allí. Cuentan mucho del citado lugar y esta vez vais a poder comprobar de primera mano la certeza de dichas leyendas. O no...

Cuando uno de los aldeanos, evidentemente un mercader por los utensilios que lleva, nos informa de que no queda nadie por las calles que pueda vendernos un arma, doy el asunto por zanjado hasta el día siguiente y notifico a mis compañeros mi intención de irma a descansar.

Hemos salido demasiado tarde, y tenemos que darnos la vuelta con las manos vacías. ¡Mejor! ¡Así puedo coger una jarra con cada una!

El hecho de no haber conseguido un arma, más que intranquilizarme me libera. Los problemas pueden esperar.

- Bien, ya que tan solo en el Poney Pisador hay vida, apresuremonos a regresar.

En la taberna solamente quedamos Carster y yo. Toda la gente se ha ido a descansar y nosotros seguimos en pie. Carster con sus palabras incluso yo diría que me está retando.

Maese Carster, no soy hombre de una sola cerveza, bien cierto es. Pero no es el momento de celebraciones, ni competiciones de bebida. Habrá otros momentos en los que seamos más felices, no haya bandidos, haya más motivos para la celebración y mucho más tiempo. Entonces y sólo entonces, os demostraré cuantas cervezas pueden entrar por esta garganta y vos, señor, perdereís todo vuestro dinero, jajajajaja.

Alzo la cerveza junto a la de Carster y brindo con él.

Porque esos días de dicha y festejos lleguen pronto. Salud compañero.

Tras la infructuosa busqueda de armas volvemos a la taberma escucho lo que dice Amrod y digo con una sonrisa:
-Si llega un momento en el que no haya bandidos y todos seamos felices creo que hasta yo me uniré a su liza y os demostraré que los elfos aguantamos mucho más de lo que nuestra esbelta apariencia da a entender; Pero me temo que todavía falta mucho para que ese día llegue. Salud, compañeros, yo también me retiro a descansar, pasen buena noche.

Rio al escuchar a Amrod

Habra que dejar eso entonces para cuando volvamos, por ahora disfrutemos de estas y ya haremos algo de sed con ese paseito que tenemos por delante y puede que los bandidos nos den algo de resistencia y no aparezca nadie que interrumpa el combate cuando llega la mejor parte

Meneo la cabeza divertido

Galhen se ha ido demasiado pronto, esta claro que ha debido pasadr demasiado tiempo en los bosques