Gilthanas parece exhausto cuando trata de recordar su tiempo al lado de Silvara, como si todos sus recuerdos le consumieran por dentro.
Sí y no, Ralph - dice el elfo de forma ecléctica -. La guarida de Escarcha es un gran Rimeberg*. Su localización es un misterio, pero debemos estudiar la profecía de Rasca para dar con él. El Gran Blanco me prohibió terminantemente entrar en esa monstruosa fortaleza de hielo, pues Silvara está encarcelada allí -. Las últimas palabras de Gilthanas suenan en un tono triste y apagado. Después atiende a las preguntas de Murgo, tratando de recuperar el aliento y la compostura.
Los Dragones Supremos crearon varios Tótems de las Calaveras como ayuda para dominar los diferentes territorios, Escarcha creó el suyo con la ayuda de Chemosh. Éste está compuesto por los cráneos de diferentes dragones de gran poder e influencia, tales como los que hemos estado recolectando - el elfo hace una pausa para comprobar que ayuda con sus palabras en lugar de acrecentar vuestro odio hacia él -. Como podéis imaginar, el Tótem otorga a su usuario un gran poder nigromántico.
Gilthanas hace otra pausa, pensativo - Se encontraba por última vez en la antigua guarida de Escarcha en Khimel, pero lo más seguro es que lo haya trasladado a su nuevo hogar. Cómo podemos destruirlo es un misterio para mí, pero está claro que es uno de los objetivos primarios en esta misión. Destruirlo no detendrá a Escarcha, pero sí truncará su poder y retrasará sus planes.
*Rimeberg es como unn iceberg pero de escarcha en lugar de hielo.
- Entonces creo que nuestro siguiente paso esta claro: tenemos que ir nosotros a la guarida de Escarcha en una infiltración sigilosa, destruir el tótem si se encuentra allí y liberar a sus rehenes, huyendo de cualquier enfrentamiento directo con el dragón. Si lo hacemos podemos avisar a nuestros aliados para que ataquen el lugar y participar en la batalla decisiva; si no lo logramos, volveremos a Bastión y decidiremos que hacer.
Gilthanas, danos el medallón y quédate aquí, donde Escarcha no establece conexión mental -dice el hechicero bastante seguro de su plan, aunque dispuesto a escuchar opiniones de sus compañeros.
-Que así sea-dijo Murgo, sumándose a lo dicho por Ralph.
El enano lanzó una mirada a la dragonlance. Pensó en todos los héroes que la habían empuñado, y el largo camino que había recorrido hasta ahora. El final del mismo estaba cerca.
-Estoy de acuerdo. Partamos cuanto antes hacia donde quiera que esté el nefasto dragón- digo a mis compañeros mostrándome preparado para cualquier misión.
- Veo lagunas en todo esto - volvió a hablar sin mirar a nadie en particular, pensativo - Los dragones conocen en todo momento el estado de su guarida. Dudo mucho que tengamos el tiempo suficiente para destruir el tótem calavera, por muy sigilosos que seamos - miró a Ralph y luego a los enanos y al enorme minotauro -. Aunque existe una opción, arriesgada, eso sí... pero... - Ahora miró a Gilthanas - Digan, lo que digan mis compañeros, sigo sin fiarme de vos, pero parece que no tenemos otra opción. ¿Desean que os quedéis aquí, en Bastión? Hacedlo, pero sed consecuente con vuestros actos. Ya os he dicho que no me cansaré de perseguiros si fuese necesario. Tenemos... siglos para ello. - Suspiró, como rendido a la decisión del grupo, cerró los ojos un instante y masajeó su frente con ambas manos, cuanto estuvo satisfecho, abrió los ojos y miró a Gilthanas - ¿Habéis estado en el interior de su cubil? ¿Conocéis a alguien que lo haya estado y pueda darme una descripción clara del lugar?
Gilthanas miró fijamente a Magus tras oír los argumentos de Ralph.
Pensaba que estaríamos de acuerdo por una vez - dice en tono sobrio -. Por dónde empezar... NADIE puede infiltrarse sigilosamente en el Rimeberg y nadie que no tuviera al menos vuestra experiencia y poder podría resistir más de unos minutos en su interior. Ahora mismo el tótem es su más preciado artefacto y dudo que se separe tan solo un segundo de él - sentenció dirigiéndose seguidamente a Ralph -. Ralph, lo que dices tendría sentido si tuviérais en vuestro haber la escama del poder. Pero no es así, sólo un receptáculo como yo puede hacer un uso útil del medallón y... tampoco sé muy bien cómo. En cualquier caso, si vuestro deseo es que permanezca aquí, así lo haré.
Finalmente el elfo vuelve a girarse a Magus -. Ojalá fuera cierto que disponéis de toda la eternidad para darme caza, pero si no se toman medidas inmediatas... todo estará perdido en cuestión de días. No quedará nadie ni nada a quién culpar por mis errores. Silvara debe estar atrapada allí, por ello nunca me permitió poner un pie en su guarida. Tendrá secuaces de confianza que le servirán y protegerán pero, como os he dicho, me mantenía al margen de todo lo que tenía que ver con el Rimeberg - las palabras de Gilthanas suenan como campanas fúnebres.
Las palabras de Gilthanas cayeron como una losa sobre Murgo. Lo que menos necesitaban ahora era que el horizonte se nublara más de lo que ya estaba. Pero por otro lado, prefería una verdad a tiempo, que les permitiera una mejor estrategia.
-¿Ves? A ese tipo de cosas me refería cuando te pedí que nos dieras consejos sobre la mejor opción de atacar a Escarcha, Gilthanas. ¿Qué es esa escama de poder? ¿Podemos conseguirla? Y si no es así, y crees que eres más útil acompañándonos, ven con nosotros entonces. En definitiva, cualquier cosa que sepas que pudiera ayudarnos, o si tienes un mejor plan para afrontar esta hazaña imposible, ahora es el momento de decirlo, porque tan sólo tendremos una oportunidad.
He editado un poco el mensaje, porque después de escrito lo he leído y no me gustaba cómo quedaba el tono :P
-Yo tampoco me fío de él..- digo mirando a mis compañeros -Ahora nos pide que le llevemos con nosotros, pero no sabemos qué hará cuando el control de Escarcha invada su cuerpo..¡nos mentirá!..seguro,..e intentará eliminarnos cuando le sea posible..- por un momento giro mi mirada hacia Gilthanas -..creo que es una mala idea..- vuelvo a dirigirme a mis compañeros -Si necesitamos la Escama de Poder para poder entrar en la guarida del dragón o para utilizar el medallón,..consigámosla.. pero creo que llevarle con nosotros entorpecería, aún más, esta misión..-
Gilthanas no parece perturbado por vuestras acusaciones y reticencias. Comienza por dirigirse al minotauro.
Sí Karzog, y hacéis bien en no fiaros de mí. Deja que me explique: Escarcha no tiene un control total sobre mí pero sí puede ver a través de mis ojos y oír a través de mis oídos. También puede canalizar su poder a través de mí y, a pesar de todo ello, no tiene control sobre mis acciones. Aquí esa conexión está anulada y me muestro tal como verdaderamente soy, allí he de ser cauto o mi vida, la vuestra y la de Silvara correrán grave peligro... - Como en todas sus intervenciones, el elfo parece concluir sus palabras apesadumbrado.
Ahora se dirige también a Murgo -. La hora está demasiado avanzada para que volváis a Khimel y encontréis esa escama entre sus restos... Cada minuto cuenta y volver a Khimel tendría como resultado el fin de Krynn tal como lo conocemos y de todos sus habitantes. Olvidad eso o vuestra misión habrá fracasado, hay que focalizar los esfuerzos para encontrar su rimeberg y lograr destruir el tótem. No sé si os seré útil o no, de lo que estoy seguro es de que aquí no os serviré de nada y el medallón sin mí tampoco... ni para bien ni para mal- concluye en tono fúnebre.
De repente, algo resuena en la escueta mochila del elfo. Gilthanas rebusca entre sus cosas y saca una pequeña tabla que parece iluminarse y emitir un sonido muy peculiar.
Casi se me olvida - dice ofreciéndoos el extraño objeto -. Ésta es una de las tablas de Shinare, Lady Jenetta me la entregó para que os la hiciera llegar cuando estuve en Kalaman. Con ella podéis comunicaros con la sacerdotisa... incluso aquí. Aunque los mensajes pueden resultar algo trípticos, imagino que éste es para vosotros.
Estaba un poco confuso por la información que nos estaba dando Gilthanas:
- Si nos acompañas, Escarcha podrá ver nuestros pasos. Salvo que vayas en un grupo hecho expresamente para despistarlo, no lo podemos permitir...
El sonido de arañazos de la Tabla de Shinare os avisa de un mensaje. La escritura formal de Lady Jennetta Aurrafil, la suma sacerdotisa de Shinare en Kalaman, aparece en la superficie de la tabla. Puede leerse lo siguiente:
Mis amigos, me pongo en contacto con vosotros en un momento de gran calamidad. Aquí en Kalaman, los sacerdotes sentimos un tirón en la cadena del destino que nos une a los dioses. Nuestros milagros y bendiciones, dados a cambio de nuestra devoción, han comenzado a carecer del poder que alguna vez tuvieron. Sólo puede tratarse de nuestro enemigo común, la sierpe que ya tiene a mi querido amigo Gilthanas en sus garras. ¡No contento con traer la desgracia helada a Occidente, ahora busca robar el poder de nuestra fe bajo la misma mirada de los dioses! Os imploro que os apresuréis a asumir vuestra confrontación con él y a organizar las fuerzas que habéis reunido, ya que ahora sus brazos se extienden por todo el mundo y sólo dejan violencia a su paso.
Como en respuesta al mensaje, la Tabla repentinamente se enfría, y un revestimiento de cristales de hielo se forma sobre la superficie del grafito. El aire también se acondiciona a la temperatura, y el sonido de arañazos vuelve a aparecer:
Él lo sabe. ¡Él lo sabe! Están todos alrededor m..
Se detiene el sonido de arañazo.
La hora se aproximaba a su fin con mucha más rapidez de la que pude haber previsto. No había tiempo para buscar el tótem sin pistas:
- Preguntémosle a Lyim sobre la predicción de Rasca, si no sabe nada solo nos quedará llamar a la legión de acero, a los tigres de latón y a todo aquel que quiera unirse a luchar a campo abierto contra Escarcha.
-Vamos-se limitó a decir Murgo, que ya se encaminaba hacia el lugar de reposo de Lyim.
Las últimas palabras de Lady Jennetta, junto a la congelación de la tablilla, no dejaban lugar a dudas para el enano. Escarcha estaba al tanto de todo, y más les valía actuar de forma rápida y contundente.