Partida Rol por web

No fui el único sorprendido cuando el tipejo logró esquivar varios de los golpes - juraría que estaba en las últimas - pero allí seguía, presentando batalla.

- Aguantas más de lo que parece - mascullé mientras retrocedía y dejaba que la música me envolviese, justo como el retumbar de los tambores antes de una gran batalla, aunque esta vez todo era más difuso y macabro. Mi intención estaba más que clara, esperar a que esa sabandija cometiese un pequeño error, para cargar como un toro bravo, igual que la última vez, pero con el hacha por delante, no cometería el mismo error dos veces.

Ese maldito cabronazo había conseguido esquivar mi embestida y además de eso, me había soltado un rodilladazo en la mandíbula. Casi podía sentir como uno de mis dientes se movía ligeramente como consecuencia del golpe.

- ¡Serás...! - gruño invadido por la furia justo antes de lanzarme nuevamente a por él.

Esta vez decido ir con los pies por delante, intentando alcanzarle en las piernas para hacerle caer...

Sigref seguía riendo en la sala, cada vez más alto. De repente se hizo el silencio, se escuchó un leve silbido. El aire saliendo del cuerpo de Sigref...

Os fijasteis y visteis una flecha clavada en la sien de Sigref, no salía apenas sangre, pues la flecha había entrado de una forma tan limpia y certera que no permitía ni la salida de sangre. El cuerpo muerto de Sigref tardaba en caer cuando de pronto Udo arrolló ese cuerpo muerto, lanzándolo contra el suelo con una violencia extrema. Udo notó la falta de resistencia y se dio cuenta rápido que lo que acababa de destrozar, era solo un cadaver.

Una batalla difícil que sin la colaboración de todos los miembros del grupo, así como la música de Arago potenciando a sus ya no tan extraños compañeros.

Se hizo el silencio...no teníais claro que pasaba...

Tras el espectáculo apoyé el hacha en el suelo con un sonoro golpe, bastante disgustado con lo que acababa de pasar - para eso contrataron tantos guerreros? menuda perdida de tiempo - refunfuñe mientras escupía en el suelo. Miré al grupo des de la distancia, algo desorientado aún, pero convencido de que todos eran grandes luchadores.

- Y ahora que? habrá que ir a cobrar el trabajo no? - al menos tendría lo suficiente para ir tirando hasta encontrar un desafío digno de un guerrero de mi talla. Estaba claro que con el espantapájaros ese muerto, todo estaba echo.

Sin fiarme mucho, me acerco con cuidado al "cadáver" de Sigref. Con la espada preparada, le tomo el pulso.

Enrieta, con toda la precaución lógica de la situación, tocó el cadaver de Sigref. Lo que todo el mundo predijo como una reacción violenta se convirtió en una guerrera completamente equipada tomándole el pulso a un cadaver con una flecha cruzandole la cabeza. Una escena digna de las más absurdas historias.

Aunque en el fondo nadie se fiaba, el cadaver permaneció en el suelo, donde debía estar.

Un pequeño silbido recorrió la sala...

.........

-Vaya...vaya...parece que donde muchos otros han fracasado, vosotros, de forma insospechable, habéis vencido-

Bufón se acercó mucho al grupo. Mucho.

-Os habéis ganado salir de aquí y detener temporalmente el horror que se cierne sobre vuestro pueblucho. Esto no durará mucho. Solo ha muerto un lacayo, el verdadero enemigo os destrozaría...LARGAOS-

En ese momento una puerta en la pared se abrió. Dubitativos, la cruzásteis y os encontrásteis en el mismo camino que recorristéis de camino a la mina. No era un camino peligroso, lo conociáis y llevaba directamente al pueblo.

¿Sería ese el camino que elegirían nuestros "héroes"?

Al ver el cuerpo de Sigref caer con una expresión de no saber que ocurría, durante unos momentos toco cada vez más bajo hasta que termino el concierto con una reverencia por la actuación. Guardo el violín y el arco de cuerda mientras Justicia comprueba que Sigref está muerto de verdad. En ese momento aparece el bufón que nos había propuesto los acertijos al principio de todo diciendo que nos largáramos dado que habíamos acabado con lo que habíamos venido a hacer. 

.-No me parece una mala idea.-dije a modo de respuesta al comentario del bufón. 

Menos mal que todo terminó, pero me quedo sorprendida al escuchar al bufón, --salir de aquí es la recompensa?-- me consuela escuchar que el pueblo dejará de sufrir a los espectros pero, esperaba una recompensa más lucrativa. Paso por el lado de Sigref y le doy con el pie para asegurarme de que no se mueve. --además de librarnos de los espectros, nos hemos librado de él--pongo cara rara. Mientras que salgo por la puerta voy pensando que sigo con los bolsillos vacíos, echo un vistazo al lugar donde me conduce la puerta-- parece que ya pasamos antes por aquí...habrá que avisar al  gobernador de que dimos fin a su problema.--

- Maldito bufón... - gruño para mí mientras salimos de la mina para llegar al mismo camino que habíamos recorrido para llegar hasta aquí.

- Yo no sé vosotros, pero yo me tomaría una buena jarra de cerveza... jajaja