-Sí, claro hijo... puedes retirarte- Dije con voz cansada, no por la conversación si no por ver lo que se nos iba a venir encima si aquella negociación fracasaba, y seguramente lo haría.
Aunque espero equivocarme...
Me quedraía un rato más ahí, me apetecía estar sólo y después... después sólo me me apetecía descansar de las noticias del día.