Con un evidente gesto de enfado en mi rostro que apenas puedo disimular salgo de la sala hacia mis aposentos destinados.
Arrancaría la cabeza en estos momentos a mi hijo, mas ale que cuando me lo vuelva a encontrar este mas calmado porque no le auguro mucho futuro como nada como este así de enfadado.
Arya se sonroja por la acción del joven Astor y ante su proposición se le queda mirando algo tímida. Finalmente asiente y acepta, levantándose y poniéndose a su lado con las manos en el regazo. Como bien le habían enseñado. Si este matrimonio de conveniencia al final se llevaba a cabo, debería conocer mejor a Connor.
Una media sonrisa y una inclinación de cabeza hacia los presentes es lo último antes de marcharme con Arya.
Ella y yo salimos, no nos marquen ya.
Sólo cuando nos hemos alejado al menos cinco minutos, con mi mano cobre la de ella, desvío mi mirada sin atreverme a mirarle al rostro.
Lo lamento.
Digo, como si esas palabras me costasen de pronunciar.
Me senti aliviado cuando entro mi hermano, pues no me gustaba tomar ciertas decisiones mientras el no estuviera. Para mi suerte mi hermano y el rey de los Astor, estuvieron de acuerdo en aplazar dicha mano.
Tras disolver la reunion de la cual me fui despidiendo de los que se fueron marchando.
Me despedi yo de los que quedaban para ver que queria decirme mi hermano y rey- Buenas noches, que descansen.- Con la copa en la mano sali de la estancia para seguir a mi hermano.
Organizacion, los que se vayan juntos si tienen escena juntos que posteen en ella, lo que se vayan solos que posteen en la escena se su familia solo para el director y los que se vayan acompañados y no tengan escena en comun que posteen aqui solo marcandose entre ellos :D
Yo no tengo escena con Arya, creo. ¿No?
Finalmente amaneció un nuevo día tras la tensión de la reunión, los criados iban despertando os y dejando agua preparada para el aseo, anunciando que en el comedor están sirviendo el desayuno.
Por las ventanas visteis el día soleado y escuchabais en los Jardines a los hijos de los criados jugar contentos. ¿Que habían decidido todos tras un reconfortante sueño? ¿Se llevaría el enlace acabo?
Después de un aseo matutino decidí arreglarme con uno de los mejores vestidos que tenía, un vestido rojo y negro que resaltaba mis mejillas y mis labios, sin embargo, lo que más resaltaban eran mis pechos y mis curvas.
Llamé a mis doncellas para que arreglasen mi cabello y atasen bien mi corsé, tenía que estar perfecta, con mis mejillas rosadas y una sonrisa encantadora y dulce. Esta vez pedí un recogido más casual, que mis cabellos cayesen por mi espalda dando así un toque dulce e inocente, esperaba que ambas familias llegasen a un acuerdo esta vez, iba a ser un día movidito.
Me dirigí al comedor con paso firme y elegante, parecía que era la primera en llegar, por lo que repasé cada vaso, tenedor, plato, todo. Me aparté un mechón de cabello de mi rostro y suspiré. Espero que hoy no se den situaciones demasiado tensas, son insoportables.
Chicos, como no sigais el ritmo empiezo a echar gente... Hace 5 dias que actualice...
Arya fue la siguiente en bajar. Buenos días. Saludó con una breve sonrisa y el apropiado saludo corporal. Su aspecto, a pesar de seguir siendo y estando bella, era sin duda, de alguien que no había pasado la mejor noche de su vida. Sin embargo, no dejaría que eso influyese o fuese protagonista de cualquier situación, lo sabría llevar como lo que era, una futura reina.
Daniella tardó un poco en bajar al comedor. Su sirvienta la había ayudado a vestirse y había maquillado su pálido y ojeroso rostro. Había conseguido cubrir los restos de una noche en la que casi no había dormido. Cuando bajó al comedor, la reina de Astor, presentaba un aspecto impecable. Su vestido, de un color verde olivo, era elegante, pero a la vez discreto. La joven tenía mejores prendas, pero no deseaba rivalizar con su anfitriona...
Llegó al comedor y comprobó con desazón que era la primera de los Astor. Que familia más dormilona... ¿Dónde están sus modales? Se preguntó mientras hacía una ligera reverencia, de cortesía, hacia ambas damas.
- Buenos días... - Murmuró con un tono de voz ligeramente desprendido de emociones. - Veo que somos las primeras en venir... - Comentó, dibujando un suave mohín en sus labios.
Me levanté contento pero con la mano dolorida por lo que fui a ver al médico del castillo gracias a la indicación de un sirviente. Me vendó la mano y volví a mi habitación para asearme y vestirme con una camisa blanca y un chaleco negro de seda y unos pantalones negros a juego.**
Llegué a la sala donde ya esperaban las tres mujeres de la reunión. Hice una profunda reverencia y sonreí a las presentes. -Parece que el sol se ha ubicado en esta estancia, vuestra impresionante belleza haría perder los papeles hasta el hombre más cuerdo majestades. -Cierto era que Arya no era una reina, pero lo sería cuando se casara con Connor.
-Espero que hayan tenido un sueño tan bueno y reparador como el mío.
** Imagen sin el jamelgo por favor xDDD
Victor bajo al comedor con cara de haber dormido poco, aunque sonreia, que no era poco, llevaba una camisa de lino blanco con adornos de hilo negro y gris formando diferentes formas en los bordes de las mangas y el cuello de esta. Acompañada de un pantalon negro tambien, sus botas altas sonaban por todo el salon con cada paso. Se acerco a la mesa y realizo una leve inclinacion ante los presentes para sentarse al lado de su hermana- Buenos dias a todos, buenos dias Arya, espero que hayas descansado hoy va a ser un dia muy movido, casi mas que anoche-
Saludé a cada uno de los invitados que iban apareciendo por el salón. Con una sonrisa perfecta y una mirada dulce y encantadora los recibí y les señalé los asientos.
- Tomad asiento, por favor, mis criados vendrán enseguida a servir lo que gustéis para desayunar - suspiré con alegría, cogí una uva roja y la posé sobre mis labios un segundo antes de comérmela -.
Chasqueé los dedos para que los sirvientes y criados se dirigiesen al salón para traer la comida que faltaba, el resto de los invitados no tardarían en bajar y seguramente tendrían hambre. Me senté con elegancia y miré a Víctor.
- Majestad, ¿habéis pasado una buena noche?
Baje de los ultimos, con un ligero dolor de cabeza por la jaqueca y de pensar tanto antes de dormirme. Finalmente el cansancio sucumbio y pude dormir algo.
Tras asearme un poco baje al comedor, lo unico que se me podia notar eran unas leves ojeras.
Buenos dias damas, caballero y alteza, disculpad mi retraso...- Deslice una sonrisa y me sente en una las sillas para servirme una cerveza. La cerveza era magica con las resacas y yo necesitaba quitarmela para lo que seguro seria otro asalto dialectico entre familias.
Me quede onbservando a cada uno, en especial a mi hermana a la cual tenia bastante aprecio y que por azares de la vida su destino estaba practicamente escrito.
Me desperté tarde porque no logre pegar ojo en toda la noche, no estaba contento con mi hijo por el desplante a la joven Arya y para colmo hoy tendría que aguantar todas las caras largas. Finalmente me reuní con todos con evidente mala cara que intentaba con un rostro serio como solía tener en las ocasiones formales tras asearme correctamente.
Buenos días, lamento mi tardanza pero espero que esto no estropee el gran día que nos espera.Me siento con toda normalidad, era el rey y mi retraso nunca es un problema para nadie o por lo menos nadie se atreve a reconocer que lo es.
Mi aspecto al entrar en el lugar es bastante paradójico en sí mismo. La ropa estaba limpia, y aún siendo buenas, nada tendrían que ver con las del príncipe que soy y, para colmo, no están impecables. Pese a unas ligeras ojeras que indican que no he dormido o apenas lo he hecho mi rostro está radiante, una sonrisa confiada de quien dispone el mundo entero bajo sus pies, incluso una pizca arrogante.
Al entrar me inclino en una reverencia incluso quizá un pelín exagerada, aunque con una sonrisa que indica un extraño y peculiar buen humor.
Bienhallados sean con la luz del astro rey.
Me deslizo entre todos, rozando ligeramente mi codo con el de mi padre al pasar, hasta colocarme frente a Arya y con un suave movimiento de mis manos hago aparecer en ella...
Toda la noche he buscado una flor que sea digna siquiera de estar a vuestra sombra, y tan sólo con los primeros rayos la encontré. Disculpad lo humilde de su apariencia, así como de la mía, y pensad sólo en su significado... Cuidadla, pues es pura sinceridad.
Le sonrío. En mis manos, pese a estar limpias, se ven magulladuras de haber buscado sin cesar. Y me giro hacia su madre, la Reina y llevando mi mano hacia una bolsa saco un pequeño frasco que contiene un líquido transparente.
Sin vos, ella no estaría con nosotros. Sin el agua del rocío, tampoco lo estaría mi presente, por ello os entrego las gotas del rocío que la flor atrapó, he escuchado que refrescan la belleza natural, aunque no creo que os haga falta...
Me acerco haciéndole entrega del vial y sólo en ese entonces me giro hacia mi madre y avanzo a un paso firme y decidido.
Madre, ayer ví que os encontrábais mal, y también por vos busqué, más por mucho que busqué, nada encontré... Sólo un recuerdo de la felicidad... Que puede volver a nacer.
Con mis manos envuelvo las suyas, colocando unos granos, unas semillas en ellas. Le sonrío y me giro aguardando el impacto, posiblemente la mayoría de ellos no podrían entenderlo pero... Así és.
Buenos días hermano. Le saludó cuando él lo hizo. Asintió. No os preocupéis. Que como buena Lenger, afrontaré lo que tenga que venir con la cabeza bien alta. Quería que se sintiese orgullosa de ella.
A medida que los demás iban entrando, ella fue saludando con un pertinente gesto con su cabeza elegante y formal. Cuando Connor hizo acto de aparición -y menuda aparición- se quedó sin palabras.
Gracias, es un gesto muy amable por su parte... Dijo sonrojada y cortada, sin poder dejar de mirar la flor.
Miré la escena con una sonrisa en los labios. Fue entonces cuando me levanté y avancé hacia donde estaba Connor.
- Que bonito detalle, príncipe, y preciosas las flores que os ha otorgado, princesa - me acerqué a Arya y le susurre al oído - querida, que envidia me dais, aprovechad, que hombres que busquen flores toda la noche por y para vos no encontraréis ninguno más que éste - miré al resto de invitados - Desde luego, el día ha comenzado bien. - sonreí y señalé los asientos - tomad asiento, por favor, debéis desayunar.
Me senté de nuevo y mantuve mi sonrisa en el rostro, realmente estaba feliz por Arya, había tenido mucha suerte al tener a Connor como pretendiente y futuro marido, si lo decidían así, claro está. Solo quedaba esperar para saber qué decisión habían tomado.