Partida Rol por web

Situado muy cerca del barrio de las geishas, pero aún en el distito mercantil se halla ésta casa de té de buenas proporciones y acogedores muros.

Se halla regentado por Kiyosato un frustrado monje de la orden de los cuatro templos que sin embargo posee buenas dotes musicales y culinarias especializadom en su té verde con hojas de amapola. Es comunmente visitada por hombres comunes y a veces por lam geishas de la calle encarnada. No es infrecuente ver a ronins descansando o a artistas buscándose el sustento. De todas maneras posee un jardín privado exclusivo de los alojados en la casa.

Goju Asagi llegó al Refugio de las Amapolas bajo su habitual apariencia de Shugenja Ronin austero y silencioso. Evitó con el mayor cuidado posible el cruzarse con otros Shugenjas o con monjes, no quería pasar mucho tiempo cerca de gente con sentidos místicos... Contrario a la creencia popular sobre los de su clase, odiaba la muerte sin sentido. En vida fue un asesino preciso, en muerte un ejecutor aún más preciso... Pensando en estas cosas, llegó a reservar una habitación sencilla y tras una comida y bebida igual de sencilla se encaminó a examinar de modo discreto las salidas y entradas de la casa de té, cómo huir en cada circunstancia y lugar de los que pudiera llegar a pisar, y finalmente acudir al jardín a meditar y encontrar un poco de paz. Luego, con algo de tiempo y mejor ánimo, buscaría a alguno de sus compañeros, sobre todo al Doji y su ronin, ya que eran su puerta a un plan de asesinato contra Karamon digno de llamarse así.

Finalmente ya en los prolegómenos de la noche hacéis entrada en la ciudad alojándoos en una de las casas de té más asequibles a la par que dignas; bien otros de los que estuvieron en la hacienda de houkken se han disspersado por otros lugares.

Parece un día cualquiera y algunos comerciantes aprovechan el fin de la jornada para relajarse y contar vivencias entre los de su tipo. Un par de mujeres solamente acompañadas entre ellas denotan sus estatus de geisha probableente en su día libre.

Al entrar en El Refugio de las Amapolas me dirijo directamente a pedir una habitación en la que pasar la noche.

Esta noche no tengo ganas de compañía. Tan sólo de cenar algo y retirarme a descansar. Mañana será un día muy largo.

Después de haber dado esquinazo al ronin que parecía demasiado interesado en tu persona o eso te parecía. te diriges de vuelta a la casa de té donde te hospedas. Tal vez desayunar en condiciones te ayude en lo que pretendías.

llevas ahí un rato cuando te percatas que una patrulla de guardias de la ciudad(heimin) liderado por un samurai feniz se hallan rondando por la casa de té haciéndo preguntas. No es que llegues a escuchar lo que preguntan, pero por sus gestos o por tu paranoia dirías que pudes ser tu quien buscan. y no parece que hayan venido específicamente aquí por ello.

Al ver llegar a la patrulla decido guardar la calma, subir al piso superior y meterme en una de las habitaciones desde la que pueda observar si los recién llegados.

- Veamos si me estoy volviendo paranoico o tengo que ajustar cuentas con cierto ronin prepotente. - pienso mientras aguardo tranquilamente vigiland la entreada de mi habitación.

Definitivamente conforme avanzan más en la casa de té más te convences que van buscándote a tí o a tu hermano gemelo. la descripción que poseen es bastante exxacta y al poco alguien recuerda haberte visto hace escasos momentos. Los hombres se reagrupan y suben hacia las habitaciones en pos tuya.

Mientras observo desde la habitación de enfrente como suben los guardias busco alguna ventana por la que poder salir en caso de ser necesario.

- Maldito bastardo. - pienso acordándome de toda la parentela del sucio y traicionero ronin.

Una vez compruebo que realmente vienen a por mi decido salir por la ventana.

Caigo al suelo y ruedo sobre mi mismo para alejarme lo más rápido posible de allí.

- Ajustaré cuentas con ese sucio ronin.

Me dirijo rápidamente hacia otro alojamiento.

- Espero que no les dé por registrar todos los lugares de la ciudad.

Después de tu carrera vas buscando lugares dónde hospedarte con mayor cuidado. gracias a eso puedes enterarte que la guardia de la ciudad está buscando a un samurai cangrejo que encaja contigo. Aunque en algunos lugares han estado piensas que tu mejores opciones para mezclarte o pasar desapercibido pueden ser bien la exquisita casa de té de kori-Mio, aunque es la más cara y puede que te encontraras a Matsu Chieko y a saber a quien más. O buscar un lugar discreto en los muelles del río. Una barcaza, una hospedería humilde o algún lugar similar.

La idea de pernoctar en la casa de té de Kori-Mio me seduce pues sin duda es algo que no tendré muchas oportunidades de repetir pero dado que mis posesiones no incluyen una gran cantidad de kokus decido dirigirme hacia los muelles a ver que puedo encontrar por ahí.