—Así se hará, ilustrísima excelencia—dijo el esclavo todavía postrado en el suelo.
Mikel sonrió, estaba aún arrodillado y con la cabeza agachada, así no se veía su sonrisa, le gustaba la idea de mantener vivas a las bestias, no quería ser él quien las matase - Así se hará, Ilustrísima excelencia - Dijo al unísono de Eabd.
El agente había conseguido llevar su misión a su territorio, también le gustaba que sus compañeros hubiesen conseguido lo mismo... A su manera...
Con esto dicho, Croquet A. asintió con la cabeza y se dispuso en marcha para ir a la casa de aquella persona que, dentro de poco, iba a parecer una estrella de mar boca abajo. Este tipo de trabajos sí que parecían gustarle a aquel hombre, a fin de cuentas no parecía ser algo relativamente costoso.
-Bueno, ese tipo no va a crucificarse solo... -Le dijo a su compañero de misión- Nosotros nos vamos yendo, que cuanto antes lleguemos, más tiempo estará sufriendo por su desagravio contra Usted Ilustrísima.
Por si acaso, Croquet A. esperó a su compañero o al Noble por si quería añadir algo más a la tortura que iba a recibir aquel alcalde, y en caso contrario simplemente se marcharía a cumplir con su misión.
Se hizo un extraño silencio que al final fue roto por el propio noble.
—¿Pero qué hacéis ahí quietos?—les recriminó y entonces levantó la voz— ¡VAMOS PANDA DE VAGOS! ¡LAS COSAS NO SE HACEN SOLAS!
Alyon agarró su bastón y golpeó su litera.
—¡Y VOSOTROS! ¡LLEVADME AL TERRIS NOBILIS! ¡ES HORA DE COMER!
Mikel y Daftpunk continúan aquí.
Ken y Croquet continúan aquí.