El pasillo al completo se encontraba en penumbra, el pequeño recorrido tenía una escasa luz en los laterales que no conseguía alumbrar con suficiencia, por lo que eso y nada... Era lo mismo. Sin embargo, vuestro sistema auditivo se agudizó en aquella oscuridad, de modo que pudisteis escuchar un pequeño 'siseo' que se hacía más intenso a medida que avanzabais.
Enormes anacondas descansaban plácidamente a lo largo del pasillo. Para no despertarla, debíais pisar por aquellas losas que se encontraban sin ocupar. Si alguno fallase, podría ser atrapado por una de esos reptiles...
(tirada de Atletismo: dificultad 8)
Quizás fuera por la adrenalina, pero Heinrich fue el primero en cruzar por aquellas losas, tras haber fallado en su plan de detener a Ubuntu y así ganar la confianza de quien sea que era aquella mujer armada. Dando saltos graciles cual turista inglés entrando por primera vez en la arena de la playa de un día caluroso. Aunque en este caso con menos "Ay, Ay, Ay, Bitch, Ay, Hot, Hot, Ay".
Llegando al final del trayecto de las serpientes sin tener mayores problemas y echando un vistazo a su espalda vio a Dagomaru que aún no se había atrevido a cruzar por aquella zona.
Motivo: Atletismo
Dificultad: 8
Habilidad: 0+4
Tirada: 1 7 8
Total: 7 +4 = 11 Éxito
Ah no, en esta ocasión Dagoamaru se paró en seco mirando aquellas serpientes. El alemán lo tenía muy claro, pero él no lo tenía tanto. ¿Atravesar un pasillo lleno de carnivoros llenos de escamas? ¿Y a la vuelta como lo harían? Pasar dos veces por el mismo sitio no le hacia la menor gracia, todo sea dicho. Pero entonces recordó el asunto de las pistolas y la gente muerta, y como que le entró la prisa. Levantó la lanza por encima de la cabeza y pasó como bien pudo a través de las serpientes, sin tocar ni una hasta el otro lado, lanzando un largo y pesado suspiro.
Una manera de morrir horriblemente menos. Solo quedaban un número indeterminado pero alto por delante. Y eso hizo, seguir adelante ahora usando la lanza como tope por si había algo delante de él, para estar preparado. Ahora casi que lo de venir a la Atlántida no le había parecido tan buena idea.
Motivo: Atletismo
Dificultad: 8
Habilidad: 2
Tirada: 1 6 8
Total: 6 +2 = 8 Éxito
Motivo: Percepción
Dificultad: 0
Habilidad: 4
Tirada: 4 8 10
Total: 8 +4 = 12 Éxito
¿Escucho disparos?
Al salir de aquel pasillo lleno de reptiles, quienes al parecer no se inmutaron de vuestra presencia, acabasteis en una sala cuadrada, la Cella. En ella, la distribución de sus columnas eran perípteras y, en el centro de esta, había un pequeño altar, el cual daba acceso a una trampilla, escalonada, hacia una sala interior. Al bajar por esas escaleras y dejar atrás la sala con tonos lapislázuli, accedisteis a una cripta de arte románico. En el centro de ella, había una especie de 'pozo' circular y pequeño, al fondo de donde aparecisteis, donde, posiblemente, estuviera la reliquia que andabais buscando:
Y así era, no tenias mucho tiempo, pues arriba los disparos cesaron, pero allí, había una reliquia cilíndrica; lo que daba a pensar dos teorías:
Fuera cual fuese, sólo tenias un medio para volver a casa: coger la reliquia.
Una persona normal se pararía a admirar la estancia, su arquitectura, posibles decoraciones y grabados. Por suerte Heinrich no era una persona "normal", pues él era muy suyo, una cabra calva que cuando se le metía algo entre cuerno y cuerno, no se le podía sacar de la cabeza. Y lo que tenía en mente era una enorme piscina climatizada en el interior de su casa, con un enorme ventanal para ver las montañas y la selva negra, también la tarta con ese mismo nombre.
Los disparos habían cesado, lo que tan solo podía significar una cosa, el negro o la mujer habían logrado sobrevivir, sea cual sea la respuesta, a Krüger no le iba a agradar, por motivos obvios, era o bien un negro, o bien una mujer. Y la historia, y experiencia, que tuvo el alemán -o mejor dicho que tuvieron con el alemán- no era algo de especial agrado respecto a los negros y mujeres... y da gracias a que no hubo un judío, un gitano, o un Esquimal, Krüger odiaba tanto a los esquimales...
Agarrando la cabeza de Dagomaru, Krüger lo direccionó hasta el pozo, no con suficientemente fuerza como para dañarlo, pero sí con la suficiente firmeza como para mantener la atención de aquel acompañante fijada en el pozo. -Haz lo tuyo- dijo el alemán esperando que magicamente Dagomaru pudiera resolver el enorme problemón que ambos tenían entre manos, bueno, Krüger tenía entre manos la cabeza de Dagomaru, pero espero que se sobreentienda lo que se quería explicar.
-Usa el único músculo que tienes de utilidad, tirillas. -Insistió el Alemán acercando al otro al pozo. Y aunque parecía que lo que hacía era descortes -y lo era- y maleducado -y lo era y mucho-, había un tono de admiración y necesidad por parte de Heinrich hacia el uso de la cabeza de Dagomaru, y esperaba que este no le decepcionara.
Por un momento, pensó que lo iba a matar. Forcejeó, en vano, mientras lo arrastraba hasta aquel pozo. - No, por favor, por vafor, por favor... - Si algo tenía claro, es que no quería morir. Vió su vida pasarp or delante de él. Infancia, adolescencia, etapaa dulta temprana... No quería ver como había llegado hasta allí para después no poder volver y publicar la experiencia. No quería quedar como un parguela entre una misma organización que se mataba entre ellos, y mientras unos buscaban a una cría desaparecida que no lo estaba tanto y...
Tuvo una revelación
Una revelación a la misma altura de historia que el alemán le señalaba el fondo del pozo y le gritaba. Ahora mismo no lo estaba escuchando mucho, porque su cabeza estaba intentando comportarse como un mecanismo bien engrasado. Y la violencia y la tecnología, no eran buenos amigos.
Por eso, cuando lo soltó. Lo apuntó con la lanza. - Ya lo tengo. - Se encogió de hombros y bajó la mirada. Durante unos segundos, se quedó pensando y volvió a mirar al alemán.
- Por eso nada cuadraba. Desde el principio. Todo debía fracasar. El profesor nos envía a esta misión ¿No? Y nos encontramos misteriosamente una grabadora que nos explica que han secuestrado a su hija. - Señala hacia arriba. - Y su hija está aquí ¿Con sus secuestradores de buena gana? - Se refiere a la chica que reconoció en el muelle. - Y lo que es peor, no nos dice nada por miedo a que alguien lo descubra, pero deja una grabadora en una caravana esperando que nadie la registre. No amigo profesor, buen intento, pero no. -
- Akanni me golpea, pero cuando ve que no entiendo de que va la cosa, comienza a protegernos. Bueno, a su manera. Y después se lía a tiros con otra de Triquel o como se diga. Akanni no la reconoció, pero ella llevaba ese símbolo. ¿Porqué Triquel iba a envíar dos equipos a hacer lo mismo? - Señaló al Almenán esta vez. - ¡Porque uno de los dos no es de Triquel! - Señaló hacia arriba en esta ocasión. - Akanni es un desertor de Triquel, posiblemente también lo sea la otra chica, la de la I. en la pechera. Y están protegiendo a la hija del profesor por algún motivo que desconozco... Del profesor, o de la organización, o yo que sé los motivos ocultos. En pocas palabras, trabajamos para los malos. Y si no te has enterado de como funciona la cosa, en el bando de los malos cuando dejas de ser útil te disparan. Así que hagamos lo que hagamos, no veremos la pasta... pero podemos recuperar esto. - Señala al pozo. - Y venderlo a algún museo. Más la exclusiva sobre donde esta la Atlántida y cuatro cosas que recojas, serás más rico de lo que podrás imaginar jamás. - Hizo un momento de silencio.
- Creo que expliqué las cosas desordenadas. En mi cabeza lo están. - Se señaló la cabeza. - Akanni desertó con Istar por Esperanza. Así que a efectos prácticos, todos somos traidores a la organización, por eso enviaron un segundo equipo a recuperar la reliquia, y de paso, matarnos. Que es la tipa de la pistola. Si lo piensas, de no ser así... ¿Cuanto se tarda en enviar un segundo equipo? Ellos llegaron a la par o antes que nosotros... Todo esto estaba condenado a fracasar desde un principio. Pero podemos salir de aquí con vida, y con la reliquia auténtica. Te puedes quedar la reliquia si quieres si salimos con vida. El British Museum te dará por ella más pasta de la que puedas imaginar, y si no diles que el Luvre te da más pasta, ya verás como aflojan rápido. Pero lo primero e salir de aquí. Primero cogeremos la reliquia auténtica, la que lleva la tipa de la pistola es una réplica. Estas culturas siempre hacian dos de todo, y la buena la dejaban en un lugar evidente, y la falsa la escondían en algún lugar... Como un pozo. - Señaló el pozo, al cual se acercó. - Comprueba que no viene nadie, si viene, avísame sin hacer ruido. Y las dudas sobre todo lo que te conté, cuando hayamos salido de aquí. -
Y dicho esto, se acercó al pozo, comprobó que no tuviera trampas y metió el asta de la lanza, comprobando que el fondo del pozo no era una placa de presión, ni tenía alguna cosa que fuera muy dificil de ver, como algún hilo trampa.
Heinrich estaba algo molesto porque la cabeza de Dagomaru en vez de resolver el acertijo que tenían frente a ellos y el pozo, había decidido tratar de deshilar lo que parecía ser una trama compleja, quizás una cisma, dentro del propio triquel. En definitiva, se había centrado en algo ajeno a coger o no coger esa cosa brillante y lo que esto pudiera significar.
Solo cuando decidió acercarse nuevamente al pozo la sonrisa, o mejor dicho, mueca de no-desprecio absoluto, se formalizó en el rostro de Heinrich. A fin de cuentas, ahora que tan solo eran una pareja de aventureros, hombres, cisgenero, heterosexuales patriarcales y quizás opresores... Nada iba a salir mal.
-Tu dices que el viejo es de Triquel (Al menos por necesidad) y nos ordenó recuperar el chisme ese que sea. Pero hay algo que no me cuadra; si en teoría íbamos a encontrarnos con OTRO GRUPO (De Triquel-Triquel), y nos encontramos con Ubuntu y compañía -en donde dices que está la joven con filias raras de lamer pistolas-, es decir el (Trique-Rebelde).... ¿Cómo es que los de Triquel-Triquel llegaron antes y no nos esperaron si ya sabían que veníamos?.
-Yo creo que el Triquel-Triquel es Ubuntu y compañía (que por algún motivo en vez de tener a la Lame-Pistolas en un lugar ajeno, la llevan con ellos), en cambio el Triquel-Rebelde es la... la otra... aún no le puse un mote... ¿Pistolitas McQueen?.
-Quiero decir, si el Triquel-Triquel sabe que íbamos encargados por el Profesor y el plan era encontrarnos con ellos. ¿Por qué nos encontramos con los Rebeldes y porqué ellos salieron antes? ¿Como es que los rebeldes sabían que ibamos a llegar?.
Pasando la mano por la calva, el Alemán decide ignorarlo.
-Mucho lío, yo solo quiero una piscina climatizada con buenas vistas. Lo vendemos por Ebay si tal...
Habiendo ignorado completamente eso que le había ordenado el compañero, el Alemán había dicho sus pareceres, y aunque eran bastante más sintetizados que los de Dagomaru, aún así eran más ruidosos que el silencio que se proponía. Paseando por la sala, volvió a la zona de la puerta y esperó a ver si veía alguna sombra tras ellos.
-Si de verdad lo que ellos llevan es algo falso -y no lo saben- no tiene sentido que vengan a buscarnos, a no ser que fuera Ubuntu y nos considere sus "aliados" y por tanto considere un deber venir a salvarnos el culo; ya que si yo tuviera lo que he venido a buscar, directamente me iría dejando a mis enemigos atrás, atrapados en una tumba de agua... o en el peor parque de atracciones del mundo...
Sin embargo, tras coger aquel Edén, todo se derrumbó. Sufristeis un apagón negro.