Partida Rol por web

Te despertaste en una cama, y lo cierto es que no tenias frio, pero tu cuerpo tiritaba.

Un paño húmedo en tu frente,  te preguntabas porque. Tus ojos se abrían lentamente.

Sharon te miraba, sus ojos acuosos, las pronunciadas ojeras, y la cara de cansancio te indicaba que ella estaba muy mal. Pero los ojos le brillaron cuando tú abriste los tuyos.

Poco a poco te fuiste incorporando. Te dolía todo el cuerpo, y el brillo blanco de la ventana te llamo la atención.
Sharon empezó a hablarte, pero no escuchabas nada que no fuera un murmullo sordo, como si te hablara debajo del agua.

De repente te abrazo fuerte, lastimándote, pero no te importo, ella parecía estar bien. Luego se separo de ti, se puso en pie, te dijo algo más y salió.

Dejándote solo en aquella habitación. Luego tu mente, sufrió la vuelta al pasado, al día de ayer, aquel era el hotel del pueblo. Estabas a salvo, pero y el resto. Estarían todos bien.

Que habría pasado con la misión. Te concentraste de nuevo, y empezaste a usar tu poder de curación sobre tus propios oídos nuevamente. Estabas vivo, y eso era más de lo que podían decir muchos….

Volvía a la consciencia poco a poco. Acurrucándome ligeramente para protegerme de un frío que no llegaba a sentir. Dejando caer a un lado el paño húmedo que había sobre mi frente al girarme. Abriendo los ojos con lentitud para ser consciente de la situación.

Allí vi a Sharon, en mal estado y preocupada. Me incorporo como puedo, notando el dolor en todo mi cuerpo. Me habla pero no escucho, solo un murmullo que no consigo discernir. Pero estoy contento por verla, simplemente mirando como me habla. Esta bien, esta viva y yo también. Me abraza y se lo devuelvo, con dificultad, me cuesta mover cada musculo. Podría mantenerme así para siempre, pero se acaba y simplemente intento retener ese recuerdo.

Finalmente quedo solo en la habitación que empiezo a reconocer del día anterior. A mi memoria empiezan a llegar imágenes, recuerdos, el hotel, el pueblo, la misión... Tras hacer uso de mi poder sobre mis oídos me levanto tambaleante y me acerco a la puerta, tenía que comprobar el estado del resto. Giro la manilla recordando que Apollo ya no estará entre nosotros. También en la misión y en quien arreglara todo aquello, pero rápidamente lo desecho a un lado. Es algo secundario, lo primero es comprobar el estado de mi equipo.

Sales como puedes al pasillo. La información sobre donde estas, y donde estaban las habitaciones de los demás compañeros de tu grupo, viene al momento a tu mente.

Enfrente Le Carp, a la derecha Fatboy, y enfrente de esta la de Sharon.

Tocas en la habitación de enfrente, pero nadie contesta. Es algo extraño. Algo te dice que está pasando algo, que lo que Sharon te acaba de decir es importante.

Repites la operación, en cada habitación, excepto en la de Apollo. No están en sus habitaciones, quizás estén abajo, en el hall, donde esos sillones tan cómodos.

Poco a poco recuperas otro poco de oído. Y jurarías, que estas escuchando el sonido de sirenas de policía. Quizás eso tenga algo que ver. O puede que solo te lo estés imaginando.

Toco en las habitaciones y no tengo suerte en ninguna, empiezo a preocuparme. Sharon me dio información importante y yo no pude escucharla ¿Que voy a hacer ahora? Pienso en bajar abajo, quizás estén desayunando... o comiendo... ¿Qué hora es? ¿cuánto tiempo llevo en la cama? Intento calmarme, había acumulado demasiada tensión, la misión me ha puesto de los nervios y ahora desconfío de cada situación. Tendré que acostumbrarme.

Me dirijo hacia las escaleras cuando me parece empezar a escuchar las sirenas. ¿Son de verdad? ¿me las estoy imaginando? Corro hacia una de las ventanas esperando poder ver la calle y comprobar si la policía nos ha encontrado. ¿Al final hemos quedado grabados en las cámaras? ¿cuánto llevamos aquí por mi culpa? ¿o nos han encontrado porque alguien ha reconocido a un artista mundialmente famoso?... ¿Vendrán realmente a por nosotros o serán un grupo de apoyo?...

Si, las habías oído, te asomas a una ventana. En la calle, hay varios coches patrulla, semi enterrados en la nieve.

Las luces puestas, y las sirenas. Pero no hay nadie en la calle, no hay allí agentes. Es mas que probable estén dentro del edificio.

No sabes que hacen allí, pero sin duda está relacionado contigo. Cuando buscas donde mirar que día es, o incluso que hora, no sabes donde mirar, quizás en tu habitación encuentres un reloj, o le teléfono móvil, y así poder salir de dudas.

Lo que está claro, es que el edificio está rodeado, y seguramente tus amigos estén ahora con ellos.

No tengo tiempo de comprobar la hora ni el día, tengo que salir de aquí... ¿Estarán mis compañeros abajo con la policía? ¿detenidos? ¿o habrán huido y eso es lo que quería decirme Lilith? No se le veía extremadamente acelerada. Pero también dudo que hayan encendido las sirenas para venir "amablemente".

Corro hacia la ventana que mejor salida me pueda dar. Quizás una que me permita saltar a otro edificio, una que me deje en un punto donde no hayan patrullas, una desde donde pueda bajar sin que me vean desde la zona de abajo... Debo huir. Después ya comprobare si han capturado a mis compañeros, quizás la agencia pueda liberarlos. En manos de la justicia no corren peligro directo, solo los retendrán.

Abro la ventana con una idea clara en la cabeza. Aunque lamentando no saber donde esta Sharon, lamentando no tenerla a mi lado, lamentando dejarla allí...

La única ventana de ese pasillo da para la fachada, donde se encuentran los coches todo terreno de la policía.
En cuanto la abres el golpe de frio te pega en la cara y el pecho. Mucho frio, y tu cuerpo reacciona con un mareo, quizás intentando decirte que has tenido más frio del necesario.

En la fachada, de aquella primera planta, había un pequeño alfeizar de quizás unos 15 centímetros de ancho, lleno de nieve.

Abajo, en la calle, o incluso en las fachadas del resto de edificios no se veía un alma. Parecía como si todo el mundo se escondiera, aunque con tal cantidad de nieve, a pesar de que ahora mismo no estaba nevando, era bastante probable que nadie quisiera salir.

En contra posición a la falta de nevada, hacia un viento terrible, frio, como un puño, que recorría la calle en sentido descendente.

Te hiciste un esquema de la ciudad, estabas en mitad de una calle segundaria, si corrías sobre la nieve unos 100 metros podías llegar a la calle principal y salir del pueblo. Pero no tenias transporte, y salir te parecía una idea pésima para tu salud, pero a quien le importaba la salud.

Además, algo rondaba tu mente, sobre porque no había hombres armados en las habitaciones del pequeño hotel rural….

Cierro inmediatamente la ventana mientras un escalofrío me recorre de arriba a abajo, recordándome el frío infernal que no hace mucho había amenazado con dureza las vidas de todo el equipo. Es una mala salida pero ¿tengo otra?

Me encamino hacia las escaleras con sigilo y poniendo gran interés en escuchar ruidos provenientes del piso inferior, por si alguien pretende subir. Aunque lo mas probable es que prácticamente no pudiera escuchar ni una acalorada discusión debido al estado de mis oídos. Por ello dudo a cada paso, imaginando con gran tensión que en cualquier momento un agente aparecerá frente a mi.

No podía evitar sentirme acorralado. ¿Dónde esta el resto? ¿me han dejado aquí sin salida? No, Lilith no haría eso. Me aviso, lo hizo. Pero ¿qué dijo? ¿a dónde debo ir para reunirme con ella?

Intento bajar escalones en silencio para asomarme discretamente a ver lo que pasa en el piso principal. Mido cada paso, dándole a cada uno extrema lentitud, pues tampoco era capaz de advertir cuanto ruido hacía yo mismo. El problema de audición me estaba dando mayores problemas de los que esperaba y empieza a frustrarme. Seguro que si tuviera mas control en mi poder sobre el metabolismo podría haberlo solucionado antes de salir de la habitación. Apretó los puños y sigo avanzando con la esperanza de que no me detecten.

Como si de un Ninja se tratara bajas las escaleras hasta el recibidor. Pronto sientes el frio, al estar la puerta cerrándose detrás de la espalda de un agente de policía.

Luego, sabes que la sala de espera y recepción están a tu derecha. Pones todo tu esfuerzo consciente e inconsciente en escuchar lo que allí acurre.

Y lo único que consigues es frustrante, aunque debería de ser increíble, medicamente hablando, porque a tu cabeza llega el sonido de una conversación, distingues varias voces, aunque no parecen voces, sino tubas.

Al echar la cabeza adelante puedes ver el siguiente cuadro.

La señora que regente el local sirviendo tazas de algo humeante, seguramente té. Dos agentes de Policía de pie y un mas sentado, sin duda el jefe, pues es el que está hablando.

Sentados en el otro sofá, están tus tres compinches, con Lilith a la cabeza hablando como una tuba sumergida en agua. Y luego Le Carp que también dice algo, y Fatboy, menos interesado en lo que se habla.

Tu sigilo es tal, que entras en la habitación sin que ninguno se dé cuenta. Y procuras hacerte un cuadro de lo que pasa.

La policía está hablando con ellos, pero ninguno parece nervioso. Lilith parece afectada por algo, pero tal y como la conoces, no parece que sea muy en serio. Estará fingiendo, estará mintiendo.

No entiendes nada, y tu cara refleja precisamente esas incógnitas, cuando de repente un sonido estruendoso, o al menos ha tenido que serlo para percibirlo como tal hace que todos volteen la cabeza hacia la vieja señora del hostal y luego hacia a ti.

La vieja con la mano en el pecho, sobre el corazón, pone cara amable y te dice cosas que bien podrían ser insultos, porque no los distingues.

Luego el silencio, mientras todos esperan a que digas algo. Con el jefe de policía centrado en ti.
La cuestión es, ¿que hacer?

La escena que me encuentro me tranquiliza, no estan arrestados y parecen bastante relajados. ¿Pero me diría Lilith que bajara o quizás que me quedara escondido? ¿debería volver a...

El estruendo que hasta yo soy capaz de escuchar me deja petrificado. Más aun cuando veo a la señora hablando hacia mi con la mano en el pecho, creo que comentando sobre el susto que se acaba de llevar, y a todos los presentes mirando hacia mi.

- Buenos días. - saludo con voz baja, prefiriendo caer más en un susurro que en gritar por no escucharme. Abandono rápidamente toda precaución por el sonido de mis pasos así como los posibles indicios que pudieran indicar que intentaba espiar. - ¿Me pones un café? - Pido a la señora mientras me llevo una mano a la cabeza, simulando que no me encuentro del todo bien.

Avanzo hacia la posición de mis compañeros mientras hago uso de mi poder mental, intentando hacerme un mejor esquema mental de como están las cosas. Si los policías sospechan, si mis compañeros están realmente tranquilos, si mi aparición complica las cosas...

Es curioso, porque cuando intentas concentrarte en los pensamientos de las personas de tu alrededor, concretamente en Lilith escuchas claramente.

Pero no te dije que te quedaras arriba ..

Pero al mismo tiempo tus piernas fallan y casi te das de bruces. No te habías dado cuenta, pero que fueras capaz de moverte sin oídos, era precisamente por el control brutal que estabas ejerciendo sobre tu metabolismo.

Sin dejabas de usarlo, era más que probable que te fueras al piso rápido.

Lo cual te planteaba un par de dudas. No eras consciente de estar usando el poder de control metabólico de manera consciente salvo en un par de momentos específicos, así que asumías que tu cuerpo tomaba el control de tus dones para arreglar aquel desaguisado cuerpo lo antes posible.

Pero,¿ y si lo hacías concentrándote? , ¿seria más efectivo?, o al menos ¿sería más rápido?

También había un detalle sobre tu telepatía, pero quedaría relegada a otro momento, porque todos esperaban a que te sentaras para seguir con la conversación.

Tus compañeros te hicieron un hueco entre ellos, y cuando te sentaste el policía jefe empezó a hablar, aunque solo era una tuba para ti.

Me sorprendo al conseguir percibir un pensamiento tan claro. Pero la alegría por mi pequeño logro dura menos de lo que me gustaría, pues la perdida de fuerza en las piernas me alarma haciendo que todos mis esfuerzos se centren en mantenerme erguido.

Muestro una ligera sonrisa mientras me acomodo junto a mis compañeros, alzando los hombros al cruzar la mirada con Lilith. Ahora ya no podía volver a esconderme en la habitación. ¿Debo fingir enterarme de algo? ¿podré mencionar mi sordera? ¿de qué va esto?...

Creo que puedo conseguir mejores resultados si me concentro en mi poder sobre el metabolismo pero ¿bastara para recuperar suficiente audición? La incertidumbre se cernía sobre mi y no tenía demasiado tiempo, en cualquier momento podrían preguntarme cualquier cosa... ¿Podré conseguir leer la mente del agente de policía? Lo había conseguido hace menos de un minuto ¿por qué no ahora?

Me concentro, intentando descifrar algo más allá de su frente. Pero intentando fingir que no me preocupo por la conversación, manteniendo una actitud como la de Fatboy. Al menos ahora no tendré que preocuparme por caer de bruces al suelo.

Te acomodas, y tras estar seguro de que estaban bien sentado, observas lo que pasa. El jefe de los policías y Sharon mantenían una conversación. Ella le explicaba algo, gestualizando con las manos.

Te concentras, para averiguar qué estaba pasando en la mente del agente, y de repente en tu mente se filtra un torrente de información. Puedes oír la voz de tu compañera, de otra forma, como si la oyeras lejos.

Y al mismo tiempo se mezcla una voz extraña que dice:

No me termina de convencer, porque iban a salir al campo cuando todo el mundo sabía que nevaría de esta manera. Y encima pierden a uno de sus compañeros excursionistas. Están completamente locos.

En ese momento el hombre mira para ti.

Y este, no parece que este enfermo por el frio, más bien parece un yonqui al que….

No puedes oír mas, pues tu cuerpo, sufre de repente un ataque, y los ojos te pesan tanto al tiempo que crees que tu cuerpo se eleva hacia el techo. Contrariamente al efecto que hace cuando caes del sillón.

Fatboy te coloca de nuevo en el sillón y te dice algo poniendo una mueca. Notas como los agentes más jóvenes se ríen tímidamente, pero no sabes que ha dicho tu compañero.

Tras un momento de silencio, el jefe de policía te mira serio y te dice.

Blau blau

A lo que tú no sabes que decir.

Blau blauu

Parece que empieza a enfadarse, y tu después de batacazo corporal no tienes ni idea de lo que está diciendo, pues temes que si contactas con su mente vuelvas a venirte abajo.

Las palabras que pasan por la cabeza del policía se muestran ante mi, las escucho pese a no poder oír y me doy cuenta de mi error. Acabo de complicar la coartada que estaba explicando Lilith al agente. Aunque, aun así, no puedo evitar alegrarme por dentro -¡Soy capaz de leer la mente!- Era un paso más para convertirme en un verdadero héroe, potenciar mis poderes, aunque para eso también debería ser capaz de eludir situaciones como aquella.

Vuelvo a escuchar otro hilo de pensamiento. La acusación de yonkie me hace recordar la droga que aun puede que lleve conmigo y empiezo a trazar posibles opciones para apoyar la teoría de Lilith. Pero entonces pierdo el control de mi cuerpo... Sobrevalore mi aguante al estado en el que me encuentro, pero no soy capaz de razonarlo. Noto a duras penas como me derrumbo sin poder hacer nada por evitarlo. Como Fatboy me ayuda y suelta algún comentario, que supongo gracioso por la reacción de los jóvenes policías y que no debe dejarme bien. Y observo como el jefe me mira seriamente, interrogándome. - Joder...-

- Buff... - resoplo llevándome las manos a la cara, concentrándome en estabilizar mi cuerpo al máximo e intentar restaurar mi oído. - Perdonad... Necesito volver a la cama, pensaba que estaba mejor...- de nuevo me aseguro por no gritar, prefiriendo un susurro. - Tengo frío.- - me levanto costosamente, cargando mi peso en la mesa con una mano y abrazándome con la otra.

Por si el jefe de policía pretende comprobar algún síntoma de los que presento o debería presentar intento paliar solo aquellos procesos internos que podrían llevarme directamente al suelo, y solo en la medida necesaria, dejando la mayor parte posible de los síntomas visibles. Seguro que los conoce viviendo en un lugar así.

Respondes a las preguntas del jefe de policía con tranquilidad, con cierta pasmosidad, debido a tus heridas, pero lo haces de tal forma que la cara del hombre se suaviza.

Concentrado en tus heridas observas que rápidamente ganas el control de tu cuerpo, parece que no solo tu lectura mental ha aumentado de capacidades.

Tras solo unos segundos de supuesto silencio, el hombre vuelve a hablar, y esta vez, mal, como a través de una pared, a pesar de ser un metro lo que os separa escuchas lo que tiene que decir.

No se vaya, solo tardare un minuto más.

Tras esto, Fatboy te vuelve a sentar al tiempo que te coloca una manta tejida con restos de otras mantas, y que agradeces, por ser muy calentita.

Bien, señora, haremos lo que podamos para encontrar a su amigo desaparecido en el bosque. En cuento tenga alguna información se las hare saber, para que se pongan en contacto con la familia de este.

Pero quiero que entiendan, que dados los terribles resultados de la nevada, nuestros pasos deben de ser lentos, para no perder efectivos en la búsqueda.

Apesadumbrado por lo que acaba de decir, se levanta y se despide de todos, dedicándote un sencillo, “mejórese”.

En ese momento la regente del hospedaje aparece con té caliente. Claramente preocupada, porque le habías pedido café, y ella no tenia en la cocina para prepararte.

Así, mientras la señora insiste en que te tomes el té, el policía se despide de Lilith y sale a la calle con los agentes.

Cuando os quedáis solos vuestros compañeros y tu. Lilith te pega un sonoro tortazo en el brazo. Y disfrutas como nunca de que sea sonoro más que doloroso.

Pero estas loco, no te había dicho que no bajaras, que estaba aquí la policía.

Es que quieres que joder la tapadera. Llevas dos días inconsciente. Y se supone que eras el que estaba con Apollo cuando desamparasteis.

Solo que has llegado tú solo.

En cuanto el tiempo mejore, tendrás que ir a declarar, haber si la organización nos echa un cable, porque como descubran el cadáver de Apollo en el centro de virus no vamos a ir muy lejos.

Toda la información que te daba te sonaba a chino. Te sorprendió saber que tras los esfuerzos de la otra noche, habías estado K.O durante dos días. Y entendías cual era la tapadera, aunque los detalles se te escapaban.

De lo que eres consciente, es de que ninguno parece saber que paso con el terrorista de los gritos, ni que dejaste a una empleada que conoce tu cara perfectamente....

Me dejo sentar con la ayuda de Fatboy agradeciendo la manta. Noto la gran diferencia que experimenta mi estado corporal solo con concentrarme en mi poder... ¿tanto he mejorado en tan poco? ¿en una misión? ¿o será la necesidad, la urgencia?. No era el momento para comprobar ni para indagar.

Interpreto que el policía se queda más tranquilo con mis palabras, aunque no lo suficiente como para no volver mañana para insistir. Aun duda de nosotros y tiene muchos motivos para hacerlo. Pero de momento tendrá que buscar más indicios que le señalen hacia nosotros antes de volver a indagar. Nos mantendrá vigilados...

Hago un gesto de despedida a los agentes que abandonan el local y agarro el te que me sirve la señora. 

- Si, si, no hay problema. Solo necesitaba algo caliente. -

En cuanto se aleja lo suficiente Lilith me golpea sonoramente en el brazo y consigue toda mi atención. - Joder ¿dos días?...-

- Perdona preciosa, estoy duro de oído... - me señalo la oreja con una media sonrisa, para quitarle importancia. - Y nosotros estamos bien.- pellizco su barbilla y le dedico un guiño, intentando olvidar que no todos estamos bien. - De todas formas la tapadera ya se ha hecho humo. Una empleada conoce mi cara y nos han grabado... ¿No teníamos un plan B para la huida?- Soplo el té antes de dar un pequeño sorbo, para comprobar su temperatura. - Aunque... en dos días ya deberían haber reparado en eso... ¿Qué mas no se? - 

Lo que les dices al grupo, los deja francamente preocupados.

Ya temían que el cuerpo de Apollo en mitad del centro de investigación farmacéutica fuera un cantazo, pero que una mujer allí supiera lo que hacíais era un duro golpe.

Sin embargo, a pesar de los nervios, no podéis ir a ningún lado, incluso con la increíble sanación de Plectrum, casi por arte de magia no os podéis marchar.

Ya no porque el Policía tuviera cortados lo caminos, sino porque después del temporal aquella parte del país está colapsada, y no había manera de salir del pueblo.

Después de otro día entero de dudas y de mirar por la ventana, esperando el asalto de las fuerzas del orden, o en el caso de Fatboy, planeando maneras alocadas de escapar de aquella prisión de nieve en la que os encontráis, descubrís, que hay un convoy militar en la zona, que ha reclamado todas las quita nieves y demás, por lo que se retrasara de nuevo las operaciones para despejar las carreteras.

Un segundo día en el pequeño pero agradable hotelito rural, es una sucesión de momentos de tranquilidad, pensando que saldrías bien parados de todo aquello, o bien momentos de intranquilidad, pensando que estaban montando un operativo para capturaros.

Sin embargo, tampoco llega nadie a la puerta del hotel. A última hora, llama el jefe de policía para informaros de que no se ha encontrado a vuestro amigo.

Tres días, y es aquel el momento, que con mejor tiempo llega la policía. Contra todo pronóstico, solo un vehículo.

El jefe de policía llega a vosotros contándoos que por los rastros se cree que vuestro amigo cayó al mar, por un acantilado. Pero que no se ha encontrado el cuerpo.

Después de dos horas de paripé entre papeles y sentimientos o dice que podéis marcharos de la zona al día siguiente, porque estará abierta una carretera.

Aquella noche, no puedes dormir, porque sabes que no había indicios ningunos de que Apollo fuera caminando a ningún lugar.

Te preguntas, como los militares aun no han contactado con la policía y les ha dicho que los buscan. Te sorprendes, preocupado de todo lo que ha pasado, y repasas todo lo que hiciste un sinfín de veces.

Al final, amaneces un día claro oscuro, y os montáis el coche de vuelta a vuestras vidas. Durante esos días, La Organización no ha dicho ni una sola palabra. Como si quisiera deshacerse de un lastre que le pesa.

Cuando llegáis a mas de cien kilómetros del lugar, y tenéis muchas vías de escape distintas te empiezas a preguntar qué demonios estaría pasando.

Es ese momento en el que te suena el teléfono. Era Olimpo…