LA HISTORIA DEL MUNDO
HABLA EL HISTORIADOR DEL REINO
Nuestra historia comienza en un lugar muy oscuro, dado que fue en un tiempo de maldad, una época de la que disponemos pocos datos. La mayoría del saber del Viejo Reino se perdió debido al Contagio y en los años que lo siguieron, así que debemos recurrir con frecuencia al folklore para compensar las lagunas de los anales de nuestra historia. Lo que hemos conseguido comprender tras estudiar ambas fuentes es que el mundo que hoy habitamos estuvo antiguamente infestado por grandes espíritus malévolos o demonios, y sus odiosos secuaces, a quienes llamamos hoy los Anatema.
Los Anatema, se dice, utilizan extraños rituales contra natura para robarles el poder a los espíritus del cielo, al sol, la luna, y las estrellas, y después entregárselo a sus asquerosos señores. Cuando tuvo lugar esa inversión del orden natural, los Cinco Dragones Elementales se dieron cuenta de que aquellos repugnantes dioses ancestrales y sus poderosos sirvientes debían ser eliminados por el bien de este mundo. Buscaron en la especie llamada humanidad a los más nobles guerreros y les dieron el aliento del poder sobre los Elementos. Así nacieron los Vástagos del Dragón. Los Vástagos del Dragón son los primeros, y a pesar de lo que os digan algunas leyendas populares mal traducidas, los únicos y verdaderos Exaltados. Aunque lo demos por hecho, es importante recordar que los Vástagos del Dragón son nuestros benefactores, nuestros guías, y nuestros defensores.
Con los poderes de los Dragones de su lado, los primeros Exaltados se enfrentaron en batalla a los sirvientes de los dioses antiguos. Uno por uno fueron cayendo los Anatema ante el poder de los Vástagos del Dragón. Al ver cómo caían sus camaradas, los Anatema Celestiales, que habían robado el poder de la luna y las estrellas, fueron dispersados y erradicados. Derrotados sus sirvientes, los propios demonios se convirtieron en el objetivo de los Vástagos del Dragón. También ellos acabaron rindiéndose tras la gran matanza, y los Terrestres (los Vástagos del Dragón) consiguieron que el mundo fuese un lugar seguro para la Creación del Viejo Reino.
Con los demonios en fuga, y sus sirvientes más lejos todavía, los Vástagos del Dragón centraron su atención en la construcción de la nueva civilización. Establecieron una sociedad que protegería al hombre común, y que sacaría lo mejor de la humanidad. Los granjeros prosperaron cuando sus cosechas fueron protegidas de las bestias salvajes, los mercaderes también lo hicieron cuando los soldados comenzaron a patrullar sus rutas de comercio, y bajo los auspicios de los Vástagos del Dragón, se expandió la civilización hasta cubrir la faz del mundo.
Tristemente, el Reino, dirigido entonces por el predecesor de la Dinastía Escarlata, no fue lo suficientemente agresivo en su persecución de los hechiceros Anatema que habían huido al Kaos y al Umbral. La Dinastía era todavía joven y no poseía suficiente información sobre las consecuencias que traería el permitir que unos cuantos Anatema salvasen la vida.
Los extraños magos de la noche encontraron cobijo en las anómalas tierras del Kaos, donde continuaron realizando incursiones en las colonias más alejadas del Reino, utilizando tácticas de guerrilla y todo género de hechizos. Esto no les proporcionaba ganancia alguna. Sin embargo, la adoración que profesaban a sus malévolos espíritus y sus constantes manipulaciones del mundo espiritual provocaron finalmente la ira del Cielo. Se culpó al Reino, por su laxitud en la lucha contra los subversivos Anatema. El castigo del cielo tomó la forma del Gran Contagio.
El Gran Contagio. Una enfermedad virulenta que acabo con el 90% de la población del Reino. En algunas ciudades quedó vivo un solo habitante, sobretodo en las zonas periféricas. Los Vástagos del Dragón sospechan que algunos de los hechiceros de las bestias podrían haber empeorado el Contagio utilizando alimañas para que la enfermedad se extendiese con mayor celeridad.
Al final de la Sentencia del Cielo, cuando habían muerto todos los que tenían que morir, despareció el Gran Contagio. No hubo paz para los supervivientes. Las fauces del Kaos se abrieron de par en par y engulleron provincias enteras. Cruzaron el Umbral las oleadas bárbaras, y se internaron en las provincias del interior, acabando con las pequeñas bolsas de población que de milagro habían sobrevivido a la plaga. Algunas de las más grandes y antiguas ciudades desaparecieron, destruidas por magos y monstruos. Sólo la muy oportuna intervención de la Emperatriz salvó lo que quedaba del Reino.
De aquellas gloriosas ciudades, sólo quedan las ruinas, muchas de ellas cubiertas ahora por la vegetación, la jungla, y todavía infestadas de criaturas del Kaos. Los años que siguieron al Contagio se invirtieron en la fortificación del Reino y en la reunificación de los ciudadanos dispersos de las provincias marginales en la relativa seguridad civilizada de los baluartes de la Isla Bendita.
La Dinastía de la Emperatriz Escarlata se hizo cada vez más poderosa, tanto en la esfera política como en la mágica, y fue ella la que finalmente consiguió evitar que las fuerzas del Kaos invadiesen la Isla Bendita. Con su magia elemental, la Emperatriz Escarlata consiguió defender la isla y proteger a los ciudadanos del Reino, a pesar de las muchas incursiones que intentaron piratas y bárbaros. Desde su Morada en la Ciudad Imperial, la Emperatriz Escarlata fue capaz de enviar a la Buena Gente a las tierras de la locura, a donde pertenecían.
Pero aunque la civilización de la Isla Bendita era cada vez más fuerte, la magia de la Emperatriz no podía atravesar el océano para defender las provincias más alejadas, muchas de ellas bajo el control de toda suerte de bárbaros y salvajes del Kaos. Aquellos que moraban más allá del alcance de la Dinastía acabaron desarrollando poderosas redes criminales subterráneas, que utilizaron para volver al pueblo contra la Dinastía.
Aunque esas zonas del Umbral fueron una vez parte del Reino, la mayoría de sus culturas estaban demasiado viciadas como para merecer la atención directa de la Emperatriz. En la actualidad están gobernadas por sus propios príncipes y potentados, que pagan tributos al Reino y reciben el beneplácito correspondiente de la Emperatriz. A cambio, el Reino los protege y les permite ser partícipes de la gloria de la bandera del Reino, que ondea más alto que la suya.
Exaltado: Reino de Wu-Chia.
PARTE DE LA HISTORIA DE MAESTRO GARRA DE HALCON:
Tu pueblo es la localización (20 en el mapa), el Pueblo del Halcón Rojo, al lado del cual está la Escuela Garra de Halcón. Tu Escuela es una de las más antiguas de la región, su existencia se remonta a la legendaria Primera Edad. "El Halcón vuela hacia el Sol" se decía con orgullo hace mucho. Era moderadamente prestigiosa ya que era una Escuela sólo para humanos en la que se enseñaba no solamente artes marciales, sino también filosofía, historia y matemáticas, astronomía, geometría, música…
Muchos hijos segundones de familias ricas estudiaban en la Escuela de tu familia aunque a los primeros se les solía mandar a Escuelas más prestigiosas, especialmente la Escuela de la Lanza Sobre el Agua (27 en el mapa)
En esas tierras fluye el Río Hu, un río importantísimo para la región porque es navegable, porque la divide efectivamente en dos (sin puentes ni vados) y porque hace que sus orillas sean tremendamente fértiles.
Otra Escuela importante es la Escuela de la Serpiente (34 en el mapa). Se dice que es la más antigua de todas, y tiene prestigio, pero una pésima reputación. Se dice que sus entrenamientos son tan duros que muchos alumnos mueren antes de alcanzar el tercer año de estudio.
En las familias ricas, nobles o no, de toda la región es costumbre mandar al menos al primogénito como poco dos años a una de estas Escuelas. Es algo así como hoy en día el haber cursado estudios en una universidad de prestigio.
Hará unos 30 años procedentes del Oeste llegaron los monjes del Dragón y establecieron el Monasterio de los Cinco Dragones (5 en el mapa). La primera década estuvieron construyendo su Monasterio y haciendo propaganda. Consiguiendo bastantes estudiantes pese al recelo inicial que provocaron por su Filosofía Inmaculada, religión oficial del Imperio Escarlata.
El Imperio Escarlata es una nación que domina toda la Creación excepto el Umbral Este, un vasto territorio dentro del que se incluye vuestro pequeño reino. El Imperio Escarlata, autodenominado el Reino (pues pretende ser el único reino de todo el mundo y afirma gobernar toda la Creación) ha intentado tomar por la fuerza el Umbral Este en varias ocasiones. Todas han sido un desastre gracias a las armas de la Séptima Legión, afincada en la ciudad-bastión de Timidez y a la alianza de todas las naciones de la región en la Liga de Muchos Ríos y, actualmente, en la Confederación de los Ríos.
Desde hace mucho tiempo existe la tradición de los desafíos entre Escuelas. Solían ser algo civilizado, con premios simbólicos. Si La Lanza Sobre el Agua os desafiaba, generalmente no enviaban a sus maestros de la Sangre del Dragón sino a aventajados alumnos humanos. El Monasterio de la Serpiente no desafiaba a nadie aunque siempre ganaba a cualquier desafiante, a menudo con la muerte del mismo.
La cosa cambió hace veinte años, el Templo de los Cinco Dragones inició una política agresiva de desafíos enviando siempre a sus mejores guerreros con Sangre de Dragón en sus venas, algo contra lo que ningún humano puede luchar. Su primer luchador, Guerrero del Dragón lisió a tu padre en un cruel combate. Los de los Cinco Dragones os humillaron y ridiculizaron.
Después cada cinco años la cosa se ha repetido, pero cada vez más brutal. Ya no se contentan con dar terribles palizas a maestros y alumnos sino que también tienen que destrozar la Escuela, derribar antiguas estatuas a patadas, volcar columnas e incluso molestar a la gente del pueblo.
También han desafiado a la Lanza Sobre el Agua, pero en esos casos las cosas son más "normales" ya que sus maestros también son sobrehumanos y unas veces ganan unos y otras ganan otros. En general a los de la Serpiente les dejan en paz aunque a veces han habido duros desafíos.
Tu padre murió postrado en cama con los huesos rotos quebrado y humillado tras toda una vida de honor. Tú mismo has sido derrotado una y otra vez y has pasado meses tirado en un camastro sin poder levantarte debido a las heridas. Poco a poco has ido perdiendo a todos tus estudiantes conforme tu Escuela perdía prestigio y éstos eran atacados por los desafiantes de los Cinco Dragones. La Escuela ha sido destrozada por completo cuatro veces y estás arruinado. Los últimos recursos que tenías los invertiste hace poco en llevar tu caso a los tribunales de la Capital (1 en el mapa), pues la actitud del Templo de los Cinco Dragones va mucho más allá de lo que supone un desafío honorable.
El Templo se justifica porque os declararon heréticos hace quince años y afirma que no sois dignos de compasión, respeto u honor. Tú sostienes que nadie os puede declarar heréticos y menos en el Umbral Este. Muchas de las antiguas ceremonias de la Garra del Halcón honran al Sol, las antiguas estatuas de piedra que los de los dragones destrozaron representaban a antiguas deidades del Cielo a las que tu Escuela siempre ha respetado. En cambio los de los Vástagos de los Dragones sostienen que todo emana de los Cinco Dragones Elementales y son intolerantes hacia otras creencias. Lamentablemente no se ha podido demostrar una relación directa entre el Templo y el Imperio Escarlata, tan sólo una coincidencia de creencias.
FILOSOFIA INMACULADA:
1) La doctrina Inmaculada sostiene que los dioses no son dioses en absoluto, sino espíritus miembros de la Burocracia Celestial. Estos burócratas celestiales ocupan su lugar en la jerarquía del Cielo, el Yu-Shan, y hacen funcionar el Orden Celestial que mantiene en funcionamiento la Creación.
2) Todos los seres vivientes, y también los espíritus, tienen su lugar y su función en el Orden Celestial, desde el más humilde insecto hasta el más alto censor del Cielo.
3) Los seres supremos son los Cinco Dragones Elementales, de quienes emana todo. La Creación y todo cuanto contiene tiene su origen en uno de los Cinco Elementos, o en una combinación de los mismos.
4) Los mortales no deben adorar ni reverenciar directamente a los espíritus, y mucho menos hacerles ofrendas y sacrificios. Si hacen eso, es factible que los funcionarios celestiales se distraigan de sus verdaderos deberes, deleitándose en la adoración y creyéndose a sí mismos dioses, cuando no lo son.
5) La función de tratar directamente con los espíritus, y en su caso honrarles, corresponde exclusivamente a los Vástagos del Dragón, no a los simples mortales.
6) Como descendientes de los Cinco Dragones Elementales, los Vástagos del Dragón son los verdaderos Príncipes de la Tierra, los únicos con derecho a gobernar. Son los seres vivientes espiritualmente más avanzados.
7) De entre los Vástagos del Dragón, los monjes inmaculados son los únicos que no tienen la función de gobernar, sino de educar, inspirar y proteger al pueblo. Los monjes son los encargados de controlar a los burócratas celestiales que olvidan sus deberes, y de castigarlos cuando abusan de su poder y chantajean a los humanos para recibir adoración.
8) Todos los seres vivientes se reencarnan al morir; pues el ciclo de vida, muerte y renacimiento forma parte del Orden Celestial. Aquellos que han sido virtuosos en vida, pueden reencarnarse en un estatus superior en su siguiente vida. Todos los Vástagos del Dragón fueron mortales extraordinariamente virtuosos en otra existencia anterior, y es su deber mantenerse moralmente intachables para volver a renacer como Vástagos del Dragón en su próxima vida.
Los animales son inferiores a los humanos, quienes a su vez deben respeto y obediencia a sus mejores, los Vástagos del Dragón. Éstos deben gobernar sabiamente y proteger a los mortales, sin abusar de su situación de privilegio como Príncipes de la Tierra.
Los espíritus moran en todas las cosas, aunque su verdadera morada está en el Cielo, en sus palacios y mansiones en el Yu-Shan. Si todos cumplen su función, todas las cosas funcionan ordenada y correctamente, desde el clima hasta las cosechas, todo como debe ser.
Los espíritus sirven a los Cinco Dragones Elementales, y como tales deben ser respetados, a menos que incumplan su Mandato. No son superiores a los Vástagos del Dragón, pues no tienen el vínculo de sangre que éstos tienen con los Dragones. Se sitúan espiritualmente en un plano de cierta igualdad, aunque cada uno tiene su función. Los espíritus hacen que todos los procesos naturales funcionen correctamente, los Vástagos del Dragón gobiernan sobre los mortales como es su derecho, aunque deben hacerlo de forma virtuosa.
En raras ocasiones, cuando un gobernante ha oprimido injustamente a su pueblo, los monjes inmaculados se han puesto del lado de los campesinos.
- La Filosofía Imaculada es mucho más compleja que esto, y los Textos Inmaculados incluyen consideraciones y conocimientos sobre todas las cosas de la vida, desde la forma correcta de cultivar arroz hasta las artes amatorias que un esposo debe conocer para complacer a su esposa. Sin embargo, estos son los preceptos básicos y el nucleo de la Filosofía.
La Orden Inmaculada es la religión oficial del Imperio y sus satrapías y reinos tributarios. Firmemente arraigada y seguida en la Isla Bendita, el corazón del Imperio; en los reinos bajo influencia imperial el grado de adherencia a la Orden Inmaculada varía, siendo en muchos casos meramente nominal. Los preceptos de la Orden Inmaculada son una guía tanto para el crecimiento espiritual como personal, impartiendo valores de comunidad, armonía y sincera preocupación por todos los seres de la Creación.
La Orden Inmaculada venera y sigue el ejemplo de los Cinco Dragones Elementales, los grandes espíritus que originaron y rigen la Creación. Los Dragones Elementales son los hijos de Gaia, el espíritu del mundo, la cual es vista como un concepto o fuerza mayormente abstracto. Antes de los Dragones Elementales sólo existía el Caos, y en él Gaia. Gaia quiso dar forma al Caos y moldear su Esencia salvaje y cambiante en algo definido y estable en lo que pudieran tener lugar la existencia y la vida: la Creación. Con este propósito engendró a los Cinco Dragones elementales, de los cuales emanan los cinco elementos que componen el mundo: tierra, agua, aire, fuego y madera.
Las enseñanzas de la Filosofía Inmaculada se basan en cinco Nobles Revelaciones:
-Todos los seres de la creación siguen un ciclo de muerte y renacimiento que los lleva adelante y atrás en la Senda de la Iluminación según la corrección de sus actos. Aquellos que se exaltan como miembros de la Estirpe del Dragón están cerca del final de ese camino. Seres como plantas e insectos se hayan al principio del camino, mientras que los humanos mortales se encuentran cerca de la mitad de la Senda.
-Conforme uno se acerca al final de la Senda, se aproxima a la perfección de los Dragones Elementales. El fin de la Senda y el ciclo de reencarnaciones es la fusión con la Esencia de los Dragones Elementales.
-Aquellos que no cooperan con quienes les rodean y sólo aspiran al enriquecimiento o persecución de sus propias ambiciones, se alejan de la perfección de los Dragones Elementales. Trabajando en comunidad y aceptando la vida que les brindan sus encarnaciones actuales, todos los seres de la Creación imitan a los Dragones Elementales y se aproximan a su perfección.
-La Estirpe del Dragón, los discípulos y descendientes de las encarnaciones mortales de los Dragones Elementales, están guiando a los Inmaculados a ese grado de perfección.
-Los Anatemas, quienes rechazan a los Dragones elementales y persiguen sólo sus propias ambiciones, están llevando a la Creación a la desesperación y la ruina.
Aparte de las cinco Nobles Revelaciones, la Orden define cinco Prácticas Diligentes. Quienes las siguen son considerados grandes devotos. Aunque se espera que los monjes inmaculados las observen en todo momento, el creyente medio no está obligado a seguirlas muy estrictamente:
-Escuchar la lectura de un Texto Inmaculado al menos una vez al mes, en la compañía de al menos otros 17 seguidores de la Filosofía.
-Venerar y honrar a los espíritus únicamente según el calendario y ritos dictados por la Orden, dando a cada espíritu su merecida recompensa sólo mientras contribuya a la harmonía de la Creación. No adorar a ningún espíritu, elemental, dios menor o Anatema en absoluto.
-Imitar en palabra y obra los honorables comportamientos de los cinco Dragones Inmaculados, las encarnaciones terrenales de los Dragones Elementales. Emular los pensamientos adecuados a tu actual encarnación según decretan los Dragones Elementales.
-Obedecer a los miembros de la Estirpe del Dragón, quienes son los descendientes y discípulos de los Dragones Inmaculados y están tan cerca de la Iluminación que ninguna orden suya puede alejar a un alma de la Senda.
-Resistir las órdenes de los Anatemas hasta el mayor grado posible dentro de lo permitido por las capacidades de tu actual encarnación, y no caer en la desesperación.
La Morada Prohibida de Hiedra (la División de los Secretos): Pocos habitantes de Yu-Shan se aproximan a sus muros cubiertos de hiedra sin sentirse vigilados y estudiados. Los habitantes de la Morada Prohibida sirven a la División de los Secretos, la más respetada del Buró del Destino. Es desde allí donde los sirvientes del Cielo se reúnen y catalogan toda la Creación. Los mayores almacenes de conocimiento de Yu-Shan yacen tras sus muros, una virtual infinitud de tomos, pergaminos y registros. Los guardianes de los archivos, los Elegidos de la Doncella de los Secretos, conocen incontables secretos. La División de los Secretos suministra esta información al Buró del Destino, pero a su propio tiempo y manera. La División de los Secretos es muy consciente del poder que posee, por lo que aquellos que quieran acceder a sus archivos o consultar a sus sabios divinos e investigadores debe someterse a un complejo y arcano proceso de aprobación. Cuanto mayor sea el rango del peticionario, menores serán los problemas para acceder. Aun así, los bibliotecarios y escribas de la Morada Prohibida pueden de tanto en tanto bloquear incluso a los mayores Siderales y a los dioses más poderosos.
Nara’O de los Cien Velos, Mantenedor de Secretos:
El jefe de la División de los Secretos es uno de los personajes más misteriosos del Cielo. Nara’O de los Cien Velos es así llamado porque siempre aparece envuelto en ropajes voluminosos de colores azules o grises. Esos ropajes no muestran nada, por lo que su verdadera apariencia (o incluso su género) se desconoce. Hay quienes dicen que Nara’O es imposiblemente hermoso, indeciblemente horrible, o que no se parece a nada en absoluto, y que si se retirasen todos los velos no quedaría nada. Los secretos son el corazón del Mantenedor de Secretos, y los guarda bien.
- El Jade es el menos infrecuente de los Cinco Materiales Mágicos. Está asociado con los Vástagos del Dragón. El jade ordinario es más valioso que el oro y se usa como base de la moneda en el Imperio Escarlata y buena parte de las Tierras Carroñeras (en otros lugares usan la plata). El Jade Mágico es un material especial, irrompible y se dice que increiblemente rápido cuando lo maneja un Sangre de Dragón.
- Hay cinco colores diferentes de Jade, cada uno se corresponde a uno de los Cinco Elementos.
El Jade Azul resuena con el Aire.
El Jade Blanco resuena con la Tierra.
El Jade Rojo resuena con el Fuego.
El Jade Negro resuena con el Agua.
El Jade Verde resuena con la Madera.