Partida Rol por web

Te parece haber visto la nave de Zhiva.

Cuando de repente me pareció ver la nave de Zhiva entre aquella marabunta de barcos espaciales, agarré el brazo del piloto, y le grite:

Espera!!..¿ves esa nave?...¿puedes seguirla?

Las explicaciones de lo que había ocurrido tendrían que esperar, esperaba que no fuese demasiado tarde y que el piloto pudiese maniobrar la nave para seguir la pinaza pirata de la Señora T´karsh

- Hemos aterrizado Doctor. Te mira incrédulo. Además sobrevolaríamos la zona de contención y podríamos causar más daños.

Bien hecho Gundre. No te preocupes, fue bastante repentino...

Voy a salir un momento, para ver si puedo enterarme de que esta ocurriendo. Si tenéis amigos o algún ser querido que queráis encontrar, deberíais hacerlo ahora...cuando hayáis terminado, me gustaría que intentarás ponerme en contacto con la Almirante y la Comandante...si es que siguen con vida.

Acto seguido le pedí que me abriese la compuerta y bajé de la nave para dirigirme a la base de operaciones de aquel punto de reunión improvisado. Con suerte alguien sabría que estaba ocurriendo.

Al bajar te das cuenta que hay montones de cápsulas abiertas, algunas incluso con sus moradores muertos aún dentro. Abandonados por la suerte sufrida. Más hacia el norte, un montón de camillas, tiradas por el suelo, improvisan un hospital de campaña, con un tejado de nubes y pinocha chamuscada. Enseguida recuerdas. - ¡Mierda!, estoy donde el incendio, la granizada .... las ruinas.

No tardas en aunar cabos. El meteorito ese famoso que pasa cada cierto tiempo, se quedaba un tiempito, y cuando algo pasaba, caia hacia el planeta, y la gravedad de este lo lanzaba al infinito tras un .... par de vueltas o cosas raras (eso no lo habías conseguido descifrar). Es aceleración lo mandaba en un viaje de muchos años que terminaba con su regreso y reinicio del ciclo.

Las ruinas tenían algo que ver. SEGURO.

La inspiración te acababa de llegar pero el escenario ... era un desastre. Camillas con heridos, algunos incluso agonizantes. Miembros sin dueño desparramados por el suelo. Unos gritan, otros lloran, e incluso algunos sufren en silencio un dolor lacerante, que les hace solicitar en sus perturbadas almas que les llegue el final para que el dolor les deje en paz. No llegas a llorar, pero te sientes empático con ellos.

Tu alma se debate. Ir a ver a tu amiga ... o ayudar a estos pobres desgraciados.

Ya queda a tu vista la parte de atrás de una gran lanzadera, que es la que parece ser el centro de mando de este guirigay. También la nave Gato Amarillo.

Al encontrar la nave de Zhiva, me dirigí instintivamente hacia allí. Pero por el camino, me fui topando con un panorama desolador.Como científico y Doctor, mi dignidad no me permitía pasar de largo sin más.
Me detuve en varias ocasiones, agachándome al lado de los heridos. Prestaba mi ayuda en los casos más graves y de sencilla diagnosis, aplicando tratamiento siempre que me era posible y que contará con las herramientas adecuadas. Y en aquellos que escapaban a mis conocimientos, brindaba mi apoyo y trataba de consolar a las victimas. En los peores casos, y cuando el paciente ya no tenía posibilidades de sobrevivir, les inyectaba sedantes o algún barbitúrico, para poner fin a su miseria de la forma más digna posible.

Pero nunca dejaba de avanzar, mi miedo se acrecentó a medida que la silueta del Gato Amarillo se aproximaba y cogía forma, pues temía encontrarme el cuerpo de Zhiva en el próximo camastro que me cruzase.