Fausto entró con lentitud al piso, cerrando la puerta con cautela. Miró a su tutora con cierto arrepentimiento por haberse ido corriendo de esa manera, aunque si aquel "paparazzi" hubiese sido uno de verdad, su reacción hubiera sido acertada.
-I'm sorry - Se disculpó mientras se sentaba en una de las sillas y Keiko servía la cena - Dije que n-necesitaba un p-poco de aire fresco... - Supuso que sería mejor mantener oculto el tema del fanático, no quería provocarle problemas a Keiko, o al menos en el primer día.
Empezó comer rápidamente, no se había dado cuenta de que estaba muy hambriento. - So.. what's the plan? I'll go to a high school, right? And, what's about the money? I'll need money -Preguntó mientras seguía comiendo, con la boca llena.
Keiko miró con desconfianza a Angelo, la manera en la que salió escopetado del piso no parecía la más apropiada para alguien que necesita aire fresco.
- Fresh air? For real? You looked really troubled. - Una vez más dejó escapar un suspiro. - Well... Nevermind, but next time let me know before you leave. - Keiko comenzó a cenar a la vez que escuchaba todo lo que Angelo le decía sin mucha educación. - No hables con la boca llena. - Le advirtió, esta vez en japonés. Cómo a continuación hablarían de temas importantes, la tutora optó por utilizar el inglés para una mejor comunicación.
- Yes, you will go to the High School. It isn't too far from here. And the money... - Hizo una pausa para beber, pues sabía que Angelo no se tomaría muy bien lo siguiente. - You can get a part-time job...
Angelo temía que Keiko intentara indagar más, pero la tutora parecía resignada. El chico se encogió de hombros como si hubiese hecho algo de lo más normal, restándole importancia. Luego pareció reprocharlo en japonés nuevamente, pero esta vez era por sus modales en la mesa.
Frunció su ceño, así que al parecer su madre la había contratado para que funcione básicamente como una madre normal a la que nunca tuvo. - Too late... - Pensó mientras bebía de su vaso y le dirigía una mirada de desconfianza a Keiko.
La tutora respondió, al parecer iba a ir a una escuela y si quería dinero tendría que... trabajar. Angelo abrió sus ojos con una expresión de horror, como si le acabaran de decir que toda su familia había sido asesinada. Miró a su tutora con desesperación, poniendo una mueca de disgusto.
-Are you kidding, right? No way! I'll never work! I will call my mother, that's impossible! - Angelo parecía realmente ofendido, como si fuese una broma de mal gusto. Se levantó violentamente de la mesa y agarró su celular de última generación que tenía en su bolsillo, marcando el número de su madre y llevándoselo al oído, para hablar con ella.
Keiko esperaba ésa reacción, por lo que ni se molestó en llamar la atención del chico al mostrar semejante comportamiento más propio de un niño pequeño. Simplemente se limitó a recoger el vaso que Angelo había tirado al levantarse tan violentamente y esperó a que terminase de hablar por teléfono... Cosa que nunca sucedió.
Cada vez que llamaba, saltaba el contestador automático de su madre. Éso no era ninguna novedad, cuando no lo tenía apagado, tenía la línea ocupada debido a sus largas charlas telefónicas. Keiko suspiró y recogió la mesa.
- She's doing this for you to learn some humility. - Dijo mientras dejaba las cosas en el fregadero y se ponía a limpiar. - You don't want to be a loose cannon, right?
Angelo intentaba llamar una y otra vez a su madre, pero nunca le contestaba. Maldijo en voz alta varias veces, montando toda una escenita delante de Keiko. Aunque era bastante obvio que Angelo reaccionara de esa manera. De tenerlo todo, fiestas, chicas, coches, mansiones, viajes a tener que trabajar.
-No way! Humility? SHE IS A FUCKING POP-STAR! - Exclamó realmente disgustado - She doesn't know anything about humility!
Volvió a intentar llamar a su madre, pero otra vez no le contestaba. Propinó un par de insultos nuevamente, Angelo estaba realmente alterado.
Keiko ni siquiera se molestó en girarse para responder al muchacho. Sabía de sobra que en aquel momento sería imposible razonar con él. Dejó pasar unos minutos en los que Angelo seguía intentando llamar a su madre sin éxito alguno. Una vez se hubo relajado, Keiko se acercó a él.
- That's why she hired me, to teach you. - Explicó. Era cierto que a demás de profesora de japonés, Keiko jugaría también el rol de madre responsable. - I know this is not what you expected, but... She is doing this for you to become a better person. - Suspiró y se sentó en el sofá, desde luego no sería fácil criar a Angelo después del estropicio de Katherine.
- If you want to get some "fresh air", I'll understand...
Angelo continuó con su berrinche unos minutos más hasta lograr "tranquilizarse", respirando por la nariz de manera agitada y violenta. Se llevó la mano a la cabeza y se echó en el sofá junto a Keiko, aunque quizás no se hubo percatado de que su tutora estaba sentada ahí.
-She's doing this because she is embarrased about me! - Angelo apoyó sus codos en sus rodillas, sosteniéndose la cabeza y mirando hacia abajo - Her career is more important than her son, so she sent me away to not bother her!
Angelo se paró de repente con un repentino ataque de furia, aunque fue consciente de que su tutora no tendría que verlo. La mujer después de todo no tenía la culpa, sólo era una empleada más de su madre. Katherine Fenty era quien verdaderamente estaba siendo una molestia en ese momento para Angelo.
-This is bullshit!
Exclamó sin más, para luego dirigirse a su habitación. Tomó su campera de cuero negra donde en su interior se encontraba un paquete de cigarros, un encendedor y sus gafas de sol. Se colocó la campera y los lentes de sol, para tapar sus ojos verdes que en ese momento se encontraban llorosos. Salió por el pasillo y no miró a Keiko, abriendo la puerta y deteniéndose antes de salir.
-I will get some "fresh air", again... - Simplemente dijo, sin muchos ánimos.
Salió del edificio caminando lentamente, observando las calles de la que sería su ciudad durante quien sabe cuanto tiempo. Sintió un vacío verdadero, sus manos tantearon rápidamente su bolsillo de la campera, sacando un cigarro y encendiéndolo con el Zippo.
Le dio unas cuantas caladas a su cigarro observando la ciudad con un aire distante. No solo se sentía vacío, estaba solo, completamente solo en una ciudad, un país, un continente al cual no conocía a nadie más que una tutora empleada de su madre, y un fanático acosador.
Soltó una carcajada, su situación era realmente patética.
Frente a los ojos de Angelo se alzaba la ciudad, pero con un aire algo distinto... El aire nocturno. Luces de colores inundaban las calles, así cómo bastantes más personas de las que habían cuándo ocurrió el incidente de Shinichi. Era un mundo nuevo para la joven celebridad, experimentar en sus carnes la vida de la clase media trabajadora.
Todo un mundo por descubrir.
FIN CAPÍTULO 0