master, me lleva a la escena de los pasillos o posteo?
Yuuko no puede evitar sentirse un poco celosa ante la mirada de Eliza, aunque no se lo demuestra a [color=#ff0000] Ooji [/color] y saca una traviesa sonrisa de entre su repertorio.
- Hmmmm, Ooji-san ¿Te pone nervioso Eliza?- acaricia la pierna del chico con su pie y sus cejas suben y bajan, inquisitivamente, aunque no iba en serio. Segundos despues, le saca la lengua y sonríe algo más serena.
- Ooji, Ooji, para que luego digas que no tienes admiradoras. Por cierto: no te pienso permitir que te saltes más clases. Si tienes que dormir ve a la enfermería para que te den un justificante de que te faltan horas de sueño.- hace una bola con miga de pan y se la lanza a la cabeza, pícara. Come con tranquilidad mientras mira y lanza sonrisas a su amigo. Cuando ve a Yuki dirigirse a los baños con [color=#ff0000] Nadeshiko [/color] y mira algo preocupada. Tengo que hablar con ella seriamente... Mi pobre Yuki...
ya puedo postear para las que están en el baño?
Noté a leguas la incomodidad de Kawajiri nada más abrió la boca.
Es cierto que no tiene mucho don de gentes pensé con una sonrisa.
-Eso, Hitanachi-senpai ¿llevas mucho tiempo en Flowerfield Hichscool? como le estaba diciendo a Kawajiri-san, hoy es mi primer día y al parecer también el suyo...- tenía la sensación de que aquella conversación estaba decayendo demasiado rápido y no me gustaban los silencios incómodos.
-Si, llevo bastante tiempo aquí. Pertenezco a la escuela desde que estoy en primaria, así que ingrese a secundaria desde primer año. No te preocupes Mitsumura-san, puedo ayudarte en lo que necesites en esta nueva escuela.- didicó su mejor sonrisa a la joven y luego miró a el otro acompañante.- Oh! Y por supuesto a ti tambien, Kawajiri-san!
Ni bien Mia ingresó a la cafetería, los que estaban cerca de su mirada guardaron silencio. No pasó mucho tiempo para que el susurro de la palabra "Yakuza" diera vueltas por la cafetería.
Llevaba consigo su katana, la cual llevaba a todos lados. Y por supuesto, todos aquellos que sabían lo que un Yakuza era, decidieron mantener cierta distancia.
Otros, tenían más bien curiosidad....
- ¡Eh! ¡Córtate! - le susurró al notar el pie acariciar su pierna, alarmándose. No quería que alguien se fijara y comenzaran a circular mil rumores que tendría que molestarse en intentar acallar. - ¿Cómo no voy a ponerme nervioso si me miran como si me fueran a matar? -
El joven había captado perfectamente la mirada de Eliza y sabía que no era una mirada en el mal sentido, pero quería que así lo pareciera. - Dioses, por qué estas cosas son tan complicadas. -
- Y vale, vale, intentaré no faltar más. Haré lo que pueda. - rodó un poco los ojos, como si estuviera molesto. Pero aquello no era algo tan raro ni le molestaba. Al fin y al cabo, gente como Yuuko y Itoko eran las que evitaban que se desmadrase y dejase de lado los estudios
Desde el fondo, el profesor saluda contento y feliz a la espadachina...
Hola señorita Ayazaki - hace gestos para que se acerque la espadachina, al parecer le iba a decir algo importante que le interesaba, posiblemente sobre el próximo torneo de Kendo.
Al mirarla su cara tan jovial y feliz, cambio a una mas seria, que daba miedo y disciplinada, al parecer había vuelto el Profesor de Kendo y Kyudo a la mesa.
Cuando el profesor se acercó a Mia, su aura dulce que siempre tenía, cambió de repente. Para los alumnos de segundo y tercero que ya lo habían tenido como profesor de Kendo o Kyudo, no era novedad. El aire se podía cortar con un cuchillo, y nadie se atrevería a decir ni "ah" delante del profesor, que había pasado de ser un ser angelical, a ser el mismo demonio...
-Profesor.- Hizo una reverencia formal ante su principal profesor. Parecía un asesino presentándose ante su jefe.
"Yakuza!" "Demonio" "Asesina" "No la mires" fueron algunos de los susurros en el lugar.
De una manera seria , como sin sentimientos...
Dentro de un mes hay un campeonato de Kendo, espero mucho de ti, eres una de las mejores... - dice mirando fijamente a Mia Ayazaki.
Debes de demostrar a todo el mundo , de que pasta estas hecha... - no dijo nada mas, solo le tendió la hoja de suscripción al campeonato.
Mañana lo quiero ya rellenado y firmado.Tenemos un mes para entrenarte a conciencia, ves preparándote... - le da la hoja y vuelve a su asiento a terminar de comerse lo que le quedaba de comida y el postre.