Partida Rol por web

Fratricidios y malas nuevas

Capítulo 1: Un bote funerario

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21/05/2022, 11:29
Director

Las hipótesis sobre lo que podía haber acontecido en la funesta escena eran varias: un ataque fortuito de los orcos, unos rescatadores del prisionero que se cobraron la justicia por su mano, e incluso que el prisionero aprovechara el momento para liberarse y huir. Había casi una idea por cada uno de los que estaban allí, pero lo único cierto era que había dos beórnidas muertos y que alguien que viajaba con ellos había desaparecido. También hubo casi tantas propuestas sobre qué hacer a continuación como número eran ellos. Welf propuso seguir remontando el río en busca de huellas pero Vanwa dijo de recorrer el camino contrario, hacia el lugar del que habían partido los beórnidas, aunque había un millar de aldeas de las que podrían haber partido y el hecho de que lo hubieran hecho en un bote a través del río imposibilitaba seguirles el rastro y desandar su camino. Baldbrand, por contra, pensaba que lo mejor era avisar a Beorn, quien no vivía muy lejos de allí. A media jornada de viaje, lo cual había más inquietante que aquel crimen hubiera ocurrido tan cerca de su propia casa. Podrían estar allí a media tarde, aunque si cargaban con los cadáveres de los beórnidas como decía Baldbrand era probable que el viaje se alargarse hasta al anochecer. De proceder así, lo más fácil sería utilizar la propia barca a modo de catafalco. 

Vanwa recapacitó sobre Merovech el Poderoso y lo que podría haber oído de aquel nombre. Sin duda en aquella zona del Bosque Negro era conocida la fama de aquel hombre que mediaba en las disputas entre los suyos y que era muy respetado. Beorn incluso confiaba en él para negociar con otros pueblos cuando tenía que hacerlo, pues a pesar de ser un aguerrido guerrero, también era habilidoso hablando y gozaba de más paciencia que Beorn. Sobre la espada del beórnida, poco o nada sabía el elfo, pues Merovech era más famoso por no tener que usarla cuando mediaba en las disputas que por su habilidad para blandirla, la cual tampoco era desdeñable. 

La discusión sobre si allí había habido o no orcos quedó zanjada cuando Welf se dio una vuelta por los alrededores. Miriel le señaló un punto desde el que veía factible que los orcos pudieran haber disparado sus flechas, y cuando el hombre del bosque se acercó hasta allí descubrió los restos de dos orcos que yacían en el fango. ¡Ambos atravesados por la misma lanza! Merovech debió lanzarla a través del río con suficiente fuerza como para atravesar por completo a un orco y matar a otro que se encontraba tras el primero. Un lanzamiento muy poderoso que por desgracia no cambió el desenlace de lo ocurrido. 

Welf revisó el resto del lugar. Había huellas de orcos, un grupo muy numeroso, cercano a la veintena o quizá incluso más. Sin embargo los orcos no se acercaron al bote, sus huellas no llegaban hasta allí, sino que se internaban en los bosques cercanos. Tampoco había rastro del otro viajero del bote, el posible prisionero huido. Lo que hizo pensar a Welf que tal vez se hubiera dejado caer al río para evitar ser visto por los orcos. A estas alturas podría estar río abajo bien lejos, en la otra orilla, o saben los Valar dónde.  

Notas de juego

Punto en Vocación para Miriel y Vanwa; y en Supervivencia para Welf. 

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22/05/2022, 17:45
Miriel

- Llevemos a los caídos con Beorn donde puedan tener un entierro digno e informémosle de lo ocurrido. No tiene sentido tratar de seguir al prisionero que escapó. Podría estar en la otra margen del río o a varias jornadas río abajo. – comentó mientras se acuclillaba junto a los orcos encontrados.

Una cosa era obtener información de la flecha y otra de los cadáveres de los orcos. Aún siendo mucho más sencillo, le estaba costando ubicar a estos orcos. Tuvo que poner todo su empeño en ello para ubicar la tribu exacta y recordar los detalles sobre ellos. Se esforzaba en poner algo de sentido a porque los orcos de las montañas que atacaron Beemore habrían surgido ahora del bosque y vuelto a refugiarse en él. Seguía dándole vueltas al Rey del Patíbulo. ¿Sería verdad que estaba reuniendo a un contingente de orcos? ¿Qué nuevo peligro les podría estar acechando en el Bosque Negro?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si a mis compañeros les parece bien, gastaría 1 Punto de Comunidad para convertir la tirada en Éxito. Si no, gasto 1 de Esperanza. Me parece importante obtener más información de estos orcos (y Miriel no quiere quedar en evidencia delante del Beornida después de que Vanwa la pusiera por las nubes con su conocimiento de los orcos XD).

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23/05/2022, 10:01
Vanwa

Vanwa se sintió impresionado al encontrar Welf los orcos atravesados como en un espetón. Le quitó importancia al hecho de estar equivocado y que, efectivamente, orcos (y en gran número) campaban de día por el bosque disparando a botes. Observó con mayor detalle los orcos, al lado de Miriel. Le intrigaba la presencia de una partida de guerra orca tan activa de día.

- Esto abre muchas posibilidades. Sí, quizás lo mejor sea llevar los cadáveres hasta Beorn. Como decís, no vive lejos y allí tendrá buen entierro.- Comentó, destrabando con dificultad la lanza de los orcos muertos y dejando aquella arma sobre el pecho de Merovech.- Ese gran hombre era más conocido como mediador que como guerrero. Si era capaz de atravesar dos orcos con un golpe, su habilidad con la palabra debía ser casi mágica.- Dijo con gran respeto.

- Si vamos a ver a Beorn, se les dará digna sepultura.- Comentó. Hasta el momento, con la entrega de los cadáveres allí acabaría su cometido en aquel caso, aunque se sentía muy confundido. Orcos que aparecen y desaparecen. Era muy extraño, o al menos así lo creía el elfo. Que no se hubieran dedicado a saquear o profanar aquellos bravos guerreros que habían matado a dos de los suyos, era extraño. A los orcos les gustaba regodearse en sus victorias, profanar los cadáveres de los pueblos libres. Burlarse de todo lo que los otros pueblos consideraban importante o sagrado. Pero no habían hecho nada de eso. Disparar y largarse. ¿Qué prisa los acuciaba? ¿Qué persona podía haber detrás de ellos capaces de cambiar su natural forma de actuar? ¿Serían orcos de una única tribu? ¿O restos de orcos descastados? repudiados? O una especie de confederación de tribus?

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

No vale la pena gastar ese punto, Miriel. He pasado la tirada de saber, y con grán éxito (tranquila, que mi confianza sigue intacta en tus capacidades).

 

 

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23/05/2022, 10:26
Welf Ramaverde

     Si creéis que es buena idea llevar los cuerpos con Beorn me parece bien, pero a mi me gustaría seguir el rastro de los orcos ahora que es reciente por si fuera necesario ir tras ellos. Podría sin problemas seguir el rastro media jornada y después ir hacia los dominios de Beorn para encontrarme con vosotros y llevar esa información. No me siento cómodo dejando un grupo numeroso del Enemigo en esta zona sin saber hacia dónde se dirigen.

     Pero antes de partir me gustaría poder zambullirme un momento bajo la barca, si la espada ha caido ahí creo que recuperarla le gustaría a quien conocía a Merovech.

Welf miraba hacia la zona por la que habían partido los orcos con cierto nerviosismo, sabía que seguir ese rastro sería muy sencillo mientras no lloviera, pero la idea de orcos realizando emboscadas en esta zona del Anduin era un serio peligro para los habitantes de la zona que no tenían forma de hacer frente a un grupo numeroso pues solían vivir desperdigados. Solo en el último momento recordó la espada perdida y recordó como él encontró su silbato de una forma similar, no perdía más que unos minutos y un rato de pasar frío por intentar buscarla.

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23/05/2022, 12:25
Baldbrand

Encontrar a los dos orcos atravesados por la lanza de Merovech provocó un gruñido de desagrado en el beórnida que luego miró al elfo, negando con la cabeza y de forma casi condescendiente. Casi le había creído por un momento, pero estaba claro que habían sido orcos.

No dijo nada más, porque la lengua del elfo se dedicó a halagar la figura de Merovech el Poderoso... y no quiso ensuciar aquello con alguna palabra que seguramente sería torpe. Así que cabeceó de forma afirmativa.

Aún así, Baldbrand rebuscó entre los restos de los orcos por si había algo más que pudiera darles una pista. Muchos de ellos se hacían escarificaciones o denotaban su pertenencia a alguna banda de alguna forma*.

Las palabras de Welf provocaron una intensa división en él. Casi que se levantó dispuesto a seguir a Welf por la espesura en busca de aquellos orcos. Sus ojos brillaron. No sólo vengaría su muerte, sino que se erradicarían una amenaza de las orillas del Anduin.

Pero claro... estaba el asunto de informar a Beorn y llevar los cuerpos de los suyos para recibir digna sepultura.

Miró hacia la orcos... volvió a mirar en dirección al bote... miró los orcos de nuevo.

Finalmente gruñó otra vez frustrado.

-No sería prudente alejarse sólo Welf. -dijo simplemente- Pero puede ser útil. -Baldbrand no pudo expresar de otro modo la dicotomía que sentía.

-Preparemos el transporte. -añadió refiriéndose a los cuerpos, como si finalmente el deber pesara más que el deseo. Aunque sabía perfectamente lo que le pediría a Beorn. Vengar la muerte de Merovech.

Notas de juego

*No se si tendría que hacer tirada o ya hemos descubierto todo lo que se puede saber de los orcos en si, incluso con un examen detenido.

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23/05/2022, 14:07
Miriel

- No creo que sea buena idea, Welf. – le indicó suavamente – Podría ser útil, pero son una veintena y si te detectaran, lo que puede ocurrir aunque todos sabemos que cuando quieres puedes ser más sigilosa que un ratón, estarías en un serio apuro. Te pido por favor que no vayas tras ellos y esperes a la entrevista con Beorn. Él sabrá si necesita nuestra ayuda o si su pueblo puede hacer frente a esta amenaza sin nosotros. – esperaba que este último argumento le convenciera, pues actuar sin el beneplácito de Beorn podría ser visto con malos ojos, aunque nuestras intenciones sean las mejores.

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23/05/2022, 17:21
Director

Tras el descubrimiento de los cadáveres de los orcos, se dispusieron a analizarlos en busca de lo que pudieran llevar de utilidad o cualquier tipo de información que pudieran arrojar para ellos. Vanwa le dedicó especial atención a los detalles que diferenciaban las distintas tribus que componían aquellas infectas criaturas. Por un lado, en sus ropajes toscos pudo adivinar que pertenecían a las tribus de las montañas y no a las de los bosques. Lo cual tenía sentido, porque éstas últimas estaban muy mermadas tras la Batalla de los Cinco Ejércitos. ¿Estarían los orcos tratando de volver a invadir e infectar el bosque o solo sería un grupo solitario algo atrevidos? ¿Tal vez su número en las montañas empezara a ser insostenible y tuvieran que buscar nuevos pazos? Difícil era saberlo. Las armas de los orcos también arrojaban muchas pistas sobre su origen; por lo que sabía Vanwa aquellos eran del una zona de las Montañas Nubladas algo más al norte de donde se encontraban. Estaban liderados por un caudillo con mano de hierro que sacaba a pasear el látigo con bastante frecuencia, Urzghur, y como tales llevaban su símbolo marcado en la piel con fuego. Se decía de aquellos orcos que estaban a su mando que eran disciplinados y cumplían a rajatabla lo que su caudillo les ordenaba. Tal era el miedo que le tenían a su ira, y eso mismo era lo que les hacia tan peligrosos. Donde otros de su calaña huían, ellos resistían. Y eran fieros combatientes que representaban un gran peligro. Vanwa también supuso cómo debió ser la escena. Era probable que los orcos vieran al grupo de beórnidas en la barca y los asaetearan por diversión, o tal vez para evitar que su presencia allí fuera descubierta. Como fuera, los beórnidas murieron y el grupo de orcos continuó sin camino sin esperar a que la corriente arrastrara la barca hasta la orilla. ¿Temían que tras el grupo de Merovech vinieran más beórnidas y actuaron con prisa para evitar ser descubiertos? ¿Podría, como pensaba Miriel, haber detrás de la presencia de aquellos orcos allí una mano mano más poderosa que la de Urzghur como pudiera ser la del misterioso Rey del Patíbulo? Solo podían conjeturarlo. 

Tras no dejar piedra por remover para recabar toda la información, el grupo preparó los cuerpos para la partida con toda la solemnidad que pudieron reunir dadas las circunstancias, y guiados por Baldbrand, quien mejor que nadie conocía las costumbres de su pueblo. Habían decidido llevarlos a la casa de Beorn, y transmitirle las malas nuevas. Vanwa incluso liberó la lanza con la que Merovech había dado sus últimas muertes y la colocó sobre su cuerpo. Welf miró si bajo la barca se pudiera encontrar la espada del beórnida para colocarla también sobre su cadáver, pero no tuvo esa fortuna. 

El hombre del bosque había propuesto ir él solo tras el rastro de los orcos, pero Miriel trató de disuadirle de aquella idea. El grupo de enemigos era numeroso, y corría un gran riesgo si le descubrían tras ellos. Además, cabía la posibilidad de que los propios beórnidas quisieran arreglar por su cuenta aquellos asuntos y que la ayuda de Welf, aunque bienintencionada, terminara provocando algún tipo de conflicto. Todos conocían la volatilidad de las opiniones de Beorn, su corta paciencia y su poderoso enfado. Por eso era que Merovech intercedía por él en las negociaciones más delicadas. 

Notas de juego

Baldbrand, no hay mucho más que puedas sacar de los orcos que no haya sacado ya Vanwa. 

Segundo punto en Vocación para Vanwa. 

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24/05/2022, 10:37
Vanwa

Vanwa explicó todo lo descubierto sobre los orcos, siempre tras preguntar a Miriel sobre todas y cada una de las posibilidades, para confirmar cada punto, pues él era conocedor de detalles sobre los orcos, pero más como curiosidad que como verdadero afán, como era el caso de Miriel, cuyo conocimiento de los orcos era más... Personal, diría Vanwa.

Sin duda, la posibilidad de que bajaran los orcos hasta el bosque por una presión poblacional de las montañas era una posibilidad inquietante. También era más inquietante si pensaba en el hecho que los animales que se acostumbran a desplazar por presión poblacional son los más débiles. Si los más débiles eran los orcos de Urzghur, el problema se agravaba. Deseaba que la explicación de la presencia de aquellos orcos allí fuera otra.

Welf no había encontrado la espada, lo que sumaba un poco más al misterio. El prisionero se había ido con la espada de Merovech.

- Pues parece que está todo dicho, partamos a ver a Beorn y llevarle las tristes nuevas.- Sentenció, el elfo. ¿Querría Beorn involucrarlos en aquel extraño asunto? Sí que Vanwa querría ayudar, pero aún recordaba el carácter reservado de Beorn. Le gustaría poder devolverle el favor de los pastelitos de miel, pero tampoco quería parecerle un entrometido.

 

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24/05/2022, 11:56
Baldbrand

El joven Beórnida fue testigo del poder influenciador de la elfa sobre el Welf. ¿Serían ciertos aquellos rumores que rondaban acerca de que los elfos podían meterse en la mente de uno si querían?

Apartó aquellos funestos pensamientos y decidió que, realmente, lo que decía la elfa tenía sentido. Lo más posible es que Welf sólo corriera demasiado peligro y él había decidido llevar a Merovech a Casa de Beorn, por lo que no podía ayudarle.

Además, el relato de Vanwa sobre aquellos orcos venidos de las montañas y acaudillados por aquel Urzghur, centraron completamente toda su atención. Aquellos seres detestables parecían tener miles de miembros entre los suyos. Por cada orco que matabas, parecía aparecer otro que le sustituía... pero tenía fe con que algún día no sería así. Y sobretodo, tenía fe en que él haría su aportación... por todos aquellos que había perdido a sus manos.

-Partamos entonces. -dijo con energía renovada el joven beórnida dispuesto a hacerse cargo de aquel reputado lastre.

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24/05/2022, 17:00
Welf Ramaverde

     Como de costumbre eres la voz de la sabiduría Miriel y todavía no se cómo equilibrar mis deseos de acabar con la Sombra con evitar un peligro que me lleve a terminar muy pronto mi estancia sobre esta tierra.

Welf se acercó a los demás y les indicó, a quienes no conocieran la zona, lo que podríamos encontrar si seguíamos el rio hacia el hogar de Beor (uso Saber del Anduin) y así preparar mejor las horas que teníamos de camino por delante. Después ayudó en lo que pudo a preparar la barca para llevar los cuerpos y evitar que sufrieran algún tipo de accidente.

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25/05/2022, 11:20
Miriel

Miriel asintió levemente a las palabras de Welf aliviada de que entrara en razón.

A las preguntas y consultas de Vanwa respondía confirmando las intuiciones del elfo ocultando que en esta ocasión no era capaz de identificar correctamente estos orcos. ¿Qué le estaba pasando? ¿Tanto tiempo había pasado alejada de sus obligaciones habituales que estaba empezando a olvidar los detalles relevantes de su enemigo? Era algo a lo que le daría vueltas durante varios días.

No tenía sentido seguir elucubrando sobre que podría haber pasado, cada opción era más preocupante más que la anterior, por lo que ayudó también en silencio en la tarea de preparar a los caídos y transportarlos hasta la casa de Beorn.

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25/05/2022, 11:30
Ainar, hijo de Ai

Ainar estuvo bastante ausente mientras los demás buscaban y rebuscaban. Sólo atendió al grupo en mayor medida cuando escuchó el chapuzón de Welf.

-¿Está loco este chico?- preguntó mirando sorprendido las burbujas que emergían en el agua -¡Con el frío que está empezando a hacer!-

Como buen enano, no era muy amigo del agua, y especialmente corriente.

-No parece haber amenazas cerca, llevemos entonces la barca y sus ocupantes hasta Beorn, y de allí avanzar- se encogió de hombros -Más me gustaría ir a cazar a quien se haya escapado, o buscar a los orcos antes de que se vayan muy lejos... pero entiendo el punto- agregó mirando a sus compañeros.

Notas de juego

Guerrear para deducir la estrategia más lógica para esconderse para la emboscada y para retirarse y así contribuir a la búsqueda.

Se me tendría que haber ocurrido a mí... ¡muy bien! 

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25/05/2022, 14:55
Vanwa

- ¡Bravo! Así se habla, señor Ainar.- Dijo Vanwa, animoso.- Aunque no dudo que vuestra hacha podría acabar con todos los orcos del bosque, también es cierto que es vuestra... destreza, necesaria para hacer que nuestro viaje sea más seguro. Como mínimo podremos disfrutar de vuestros relatos una vez más. Siempre me troncho de risa cuando me contáis como vuestro padre descabezó aquel troll...- Dijo, medio en serio medio en broma. Sabía que para Ainar lo de matar agentes del Enemigo era lo más importante, y Vanwa nunca perdía oportunidad de mofarse de ello, aunque también era cierto que le intrigaba aquella vehemencia del enano por las gestas guerreras.

Las buenas y famosas gestas,

acompañan a Merovech el mediador.

pero silencian sus palabras honestas

el silbido de las flechas de un merodeador.

 

El Bosque está de duelo,

un gran hombre nos deja,

su pueblo se queda sin consuelo.

Escucha en el viento su queja...

 

Y en respuesta, el aire se llenó con los susurros de las hojas, como unas plañideras del bosque, que acompañaban el séquito, mientras remontaban el rio.

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25/05/2022, 18:02
Director

Con tono respetuoso y solemne, el grupo tomó los cadáveres de Merovech y su compañero y tras extraerles las flechas de los orcos los colocaron sobre la barcaza que cargaron entre los cinco para llevarlos a su destino final: la casa de Beorn, donde se les colmaría de honores y se les daría un entierro solemne. Los Mejores Guerreros de Beorn merecían todas las distinciones y homenajes que se les brindaran, y algo les decía que la pérdida de Merovech sería llorada durante largos días y tardaría años en ser olvidada.

Pero aquella no era la única preocupación para el grupo. Los orcos podían rondar todavía por los alrededores, y si no se andaban con ojo podrían terminar cayendo en alguna de sus trampas. No sabían si aquellas criaturas estarían ya lejos de allí, si su camino les habría llevado lejos o si, por contra, tendrían alguna sorpresa reservada para ellos. Afortunadamente contaban en el grupo con los agudos sentidos de Miriel y Baldbrand para estar prevenidos, y el beórnida conocía bien el camino para llegar hasta el lugar. Además Ainar recordaba los senderos de su paso anterior por la zona y no le resultaba difícil orientarse allí. El problema no era llegar hasta la casa de Beorn, sino lograr hacerlo sin despertar hostilidades entre los miembros de su pueblo. Al menos así era en circunstancias normales, con la triste carga que portaban y la presencia de un beórnida en el grupo, no tendrían porque tener problema alguno.

Notas de juego

Cambiamos de escena a: La casa de Beorn.