Partida Rol por web

Fratricidios y malas nuevas

Capítulo 8: Juicio en la Carroca

Cargando editor
29/12/2022, 02:40
Director

Juicio en la Carroca

La Carroca era una enorme roca de casi el tamaño de una colina que se alzaba en el curso del propio Anduin, como si un gigante hubiera arrojado valle adentro un trozo de las distantes montañas Nubladas. La Carroca era accesible hasta su lisa cima a través de unos escalones tallados en la propia piedra con mano tan firme que maravillaron al propio Ainar. Aquella noche Beorn se sentaba en una piedra de la cima que dominaba el hilo de plata de un Anduin iluminado por la luna. 

Los beórnidas eran un pueblo sencillo, pero conocían de leyes. Cuando debían dirimir un juicio, eran los caudillos de los poblados o clanes quienes juzgaban, pero cuando el asunto era más peliagudo o importante era el propio Beorn quien presidía el acto en la Carroca con suma solemnidad. A fin de cuentas, Beorn era el origen de todas las leyes que regían a su pueblo, y nadie mejor que él sabía como aplicar esa justicia.

El caso de Odorico era peliagudo. Había cometido errores, y todos suponían que la mano que había dado muerte a Rathfic era la suya. Además había tomado las monedas de plata dirigidas a Beorn y la espada de Merovech. También había puesto su propio poblado en el punto de mira de los bandidos, aunque bien era cierto que había ayudado a preparar la trampa y a repelerlos luchando contra ellos cuando llegó la hora de la verdad. 

Beorn habló primero y explicó el motivo que les había reunido a todos allí en aquella agradable noche de otoño. Odorico permanecía de pie frente a él, con las manos atadas por las muñecas fuertemente. Cuando el caudillo de todos los beórnidas terminó su presentación dio la palabra a Ava, quien explicó las particularidades del caso a todos los presentes. Ava describió que Odorico siempre había sido un chico extraño y turbulento que estaba celoso de Rathfic y que terminó cobrándose su vida, explicando en detalle los acontecimientos de aquella noche fatídica. Después llamó a Helmgut para que describiera lo que había visto y el padre adoptivo de Odorico murmuró algunas palabras sobre cómo encontró a su hijo con un cuchillo en la mano, de pie junto al cuerpo de Rathfic. 

Finalmente, Beorn preguntó si alguien más quería hablar. Brunilda, también presente, agachó la cabeza y guardó silencio, consciente tal vez de que sus palabras podían terminar de sentenciar a Odorico. 

Notas de juego

El juicio es un encuentro. De vosotros depende el destino de Odorico. La tolerancia del encuentro es 2 +1 por Baldbrand y sin penalizadores por la actuación de Odorico. Total 3. No es necesario esta vez hacer tiradas por la fase de presentación. 

Cargando editor
30/12/2022, 09:36
Vanwa

Vanwa observaba, intrigado, como sería un juicio beórnida. Un pueblo áspero pero sincero. Como la misma tierra.

Ava dio un testimonio sesgado y nada positivo sobre el caso. Y eso no era bueno, teniendo en cuenta que era quien era. Ni tampoco lo fue el de su padre adoptivo, pero bueno, era comprensible si el muchacho al que había adoptado se había tomado ciertas licencias con su hija. Seguramente Helmgut quería a Odorico muy lejos de su pueblo.

Miró con extrañeza y curiosidad que Brunilda no se decidiera a hablar. ¿No iba a decir nada gentil de aquel joven?

Sus mismos compañeros parecían no decidirse. Era cierto que el gran oso era intimidante. Vaya si lo era, pero por fortuna no era él quien estaba siendo juzgado. Vanwa avanzó un paso.

- Señor Beorn... Si nos permite... Hicimos una pequeña investigación, y me gustaría dar el punto de vista de un elfo que a pesar de ser ajeno a vuestro pueblo y sus costumbres, puede mostrar la luz desde un prisma distinto... - Empezó a hablar, y ya notaba su lengua como un potrillo desbocado, dando coces para seguir hablando. Más daño del que habían hecho sus familiares y vecinos no lo haría.- ¿Por dónde empezar? Por el principio quizás sea lo más sensato... Odorico creció amando a su hermana. Al no ser hermana de sangre no existiría mal alguno en ello y la misma Brunilda sentía un profundo afecto por el acusado. Quizás el conocimiento de ese sentimiento por la gente del pueblo y el propio Helmgut los incomodaba a todos y por ello ni era bien visto por aquellos que han prestado testimonio, ni le mismo Odorico se sentía querido por nadie... Que no fuera Brunilda. Pero Brunilda se casó con Rathfic i aquello no era bueno para nadie. El propio Odorico lo sabía, y no podía vivir más en aquella situación, así que decidió marcharse del pueblo. Fue a comunicarle eso a Brunilda, pero Rathfic los sorprendió hablando en su propia casa e interpretó mal lo que allí estaba pasando. Rathfic golpeó a Brunilda y Odorico se enzarzó en una pelea con él. No podía soportar como la mujer a la que amaba era golpeada ante sus ojos. En un momento de la reyerta salió un cuchillo y... Y bueno, eso es lo que vió Helmgut. A Rathfic con una herida mortal, pero todo lo ocurrido antes le da más contenido al sucinto testimonio aquí presentado.- Fue explicando.- Sois vos, Beorn, quien ha de juzgar este caso, y es por ello que necesitáis la máxima información, pues no es Odorico un asesino ni alguien con negro corazón...- Propuso.- ¿Cómo sabes eso, elfo alocado? Diréis... Oh! Muy buena pregunta, señor juez. Pues fue durante toda la persecución que encontramos pruebas de ello. Odorico fue víctima de una emboscada de orcos junto a Merovech y su hermano de batalla Odo. Aquí el acusado, se libró de milagro de las flechas orcas. Seguramente, al estar tumbado y atado en el interior del bote, como prisionero, evitó que corriera la misma suerte que sus custodios. Odorico pudo liberarse de sus ataduras un rato después y se encontró solo en el rio, con una veintena de orcos cerca. Optó por autocastigarse con el exilio. Es cierto que se llevó las monedas de Merovech y su espada, pero él solo no podía arrastrar el bote rio arriba hasta aquí, como hicimos nosotros. No tenía muchas opciones por sopesar. ¿Cómo iba a venir aquí después de lo ocurrido en el bote? ¿Qué se podía interpretar? Seguramente se asustó mucho. Se autoimpuso la pena del exilio.

Hizo una pausa antes de continuar. Una pausa corta, que los beórnidas no son gentes con mucha paciencia para los relatos largos. y Beorn menos que cualquiera de todos ellos.

- En una cabaña, entre aquí y Vado de Piedra, Odorico se hospedó en casa de un solitario beórnida y él podría dar fe de la impresión que le dió Odorico. La impresión de alguien sin prejuicios. Geral se llama ese hombre. Lo acogió en su casa y le dió plata por su hospitalidad, a pesar de no ser requerida. Es cierto que es fácil ser generoso con aquello que no es de uno, pero no es menos cierto que eso demuestra que no se llevó la plata por codicia. Con ello solo intento mostrar que no es Odorico alguien con malas intenciones en su corazón...- Explicó.- Y aún más os podemos decir de lo siguiente que aconteció en la loca huída sin destino de Odorico...- Añadió, como dando un toque dramático a su historia.

- Señales de lucha encontramos. Odorico había sido hecho prisionero por los bandidos de Valter el Sanguinario, pero Odorico, una vez hecho preso tras brava lucha, al parecer fue engañado por el propio Valter de que en realidad era un rey de hombres exiliado... exiliado como el propio Odorico, y lo engañó de esta forma con falsas lisonjas para que le diera información de Vado de Piedra. Solo tras conseguir nosotros hablar con él, se dió cuenta de todo el engaño. Tan inocente y sencilla es el alma de este joven. Cuando se percibió de todo ello se avino a ayudar a enmendar todo lo que había hecho mal, enviando a las gentes de Valter a una trampa. Poco podíamos hacer nosotros contra los hombres de Valter, y Odorico se ha arriesgado a ser asesinado por sus captores si descubrían el engaño. A pesar que sus vecinos lo tienen en tan poca estima, él ha estado dispuesto a arriesgar su vida por ellos.

Se acercó, con pasos lentos, hasta el pie de la carroca y elevó la vista hasta Beorn.

- Vos tenéis fama de hombre severo, pero justo. De entendimiento certero, y enemigo de las lisonjas. Por eso no os lo digo como cumplido sino como lo que es. Por todo ello solo os pido que miréis a los ojos a este muchacho, y que vuestro juicio y corazón os diga de qué pasta está hecho.- Acabó por decir, colocado justo detrás de Odorico, posando sus manos en los hombros del chico.

Tras decir todo eso se volvió y miró primero a sus compañeros, a los que dirgió un guiño, y luego miró a Brunilda, muy fijo, mientras caminaba de vuelta con el resto. Si alguien podía salvar al chico era ella, maldita sea. Era el momento de las palabras de amor, si realmente las había habido alguna vez. Ese chico necesitaba esas palabras de amor más que nada en el mundo.

 

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro de rasgo de juglarías para darle intensidad al relato, con ritmo adecuado y tal... ¿Qué puedo tirar para hacer la tirada si no puedo usar el rasgo únicamente? Podría tirar de acertijos al mezclar las cosas en favor del chico?

 

Si no lo he entendido mal, Miriel me ha cedido cantar pero pro mucho que tenga tres rangos, me sale un gandalf muy bonito pero ningún 6, así que es un éxito normal.

 

Cargando editor
30/12/2022, 12:01
Baldbrand

La presencia de Beorn sentado en aquella piedra, inbuía a su caudillo de cierta aura de severidad y justicia. Baldbrand estuvo muy atento al desarrollo del juicio, pero no hizo comentario alguno. Si acaso algún breve asentimiento o pequeña negación al oir algunas cosas por parte de los testigos.

Se quedó meditando qué decir, pues él no era hombre de palabras. Entonces, aquel inciso fue aprovechado por Vanwa para desatar su lengua. En un primer momento, el joven beórnida se tensó, pues durante aquel viaje había empezado a conocer al elfo y algunos de sus pensamientos.

Pero a lo largo de todo aquel relato, Baldbrand sólo pudo asentir notablemente mientras se mesaba la barba e iba volviendo a una postura más relajada. Cuando su compañero acabó, el joven beórnida no tuvo más remedio que dar dos pasos adelante y pedir con un gesto la palabra ante el Gran Oso.

Cuando éste accedió, respiró hondo y dijo:

-Gran Beorn. Sabéis que no soy un hombre de lengua desatada... mucho menos tanto como mi compañero de viaje, el maese elfo, pero quiero decir algo desde mi experiencia en estos hechos. Muchas veces he discutido con el maese Vanwa por sus ideas tan diferentes, pero en todo lo que ha contado sólo puedo decir que... doy fe.

Se dirigió hacia Odorico y añadió: La gran falta de este hombre fue caer presa del miedo. Miedo a ser mal juzgado por vos, tras haberlo sido con su padre adoptivo, que sólo se fio de su visión parcial del final de su enfrentamiento con Rathfic. Ese miedo fue lo que le impulsó a huir cuando su vida estuvo en peligro, durante el ataque de los orcos. Se vio sólo y sin apoyo alguno, por lo que emprendió la huida al exilio.

-Durante todo este viaje, reconozco que mi percepción fue muy dura con sus acciones. Empecé viéndole como un malhechor cobarde, pero ya no le veo así. No sólo guió a los malhechores de Valter hacia la trampa, sino que luchó con valentía contra ellos, en primera línea. Yo estuve ahí y lo vi... y no creo haber sido el único.

El joven beórnida volvió a tomar un respiro y añadió: Eso es todo lo que tenía que decir. -finalizó de forma algo abrupta pero sincera.

Luego volvió a su lugar algo azorado. Era la primera vez que hacía un discurso -o algo por el estilo- delante de tanta gente.

- Tiradas (1)
Cargando editor
30/12/2022, 19:22
Welf Ramaverde

     En mi pueblo quien comete un error debe pagarlo. No valoramos solo la intencionalidad si no el hecho. Odorico ha matado a un hombre, no puedo valorar si bueno o malo, pero era un hombre libre bajo la ley de vuestro pueblo. No he escuchado todavía a nadie que explique si fue en defensa propia o fruto de una pelea iniciado por... ¡Qué más da ya quien la iniciara! Un hombre murió y Odorico debe pagar por ello.

     ¿Cuánto vale la vida de un hombre? Está claro que no la vida de otro, no tendría ningún sentido. ¿dinero? todos sabemos que entre las Montañas y el Bosque el dinero sirve de más bien poco. ¿Tiempo? ¿Esfuerzo? Bueno, eso sería un buen pago. Cubrir todo aquello que podría haber hecho el hombre que murió y mejorarlo. Ser un ejemplo para los suyos en todo momento, demostrar que se puede cambiar para mejor y no perderse.

     Mis compañeros ya han contado lo bueno que ha hecho Odorico. Yo solo espero que pague por sus actos y asuma las consecuencias de lo que hizo con la misma entereza que ha demostrado hasta ahora.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Editado: Hago la tirada y... fracaso ;(

Cargando editor
31/12/2022, 15:59
Miriel

El pequeño lobo nació con estrella,

Mas el infortunio pronto lo encontró.

Cachorro era cuando sus padres murieron.

Otro lobo lo acogió y crio,

Mas sin el amor de una madre,

Solo la mano firme de un padre.

La manada nunca lo aceptó,

Solo gruñidos, zarpazos y dientes mostraron.

Sin el amor de una madre,

Solo el amor de una hermana.

¿Quién culpará al árbol que bajo el viento torcido crece?

¿Quién culpará al lobo cuando el miedo cegó

Y al verse solo su juicio nubló?

¿Quién culpará al lobo que sin amor creció,

Cuando confió en quien compasión le mostró?

*

 

La voz de Miriel había surgido en la noche al hacerse silencio tras las palabras de Vanwa, a las cuales poco más había que añadir, las de Bladbrand y las de Welf.

- Los actos deben ser juzgados, pero todas las circunstancias deben ser evaluadas. Las que agravan el acto y las que lo excusan. – explicó en referencia a las palabras de Welf, aún sin mirarlo.

- Una muerte hubo, pero Odorico no ofreció resistencia para venir a ser juzgado. Tomó malas decisiones – asintió – fruto del miedo y de la inexperiencia, pero cuando escuchó una voz amable que le hizo recapacitar tomó la decisión correcta, mostró todo su valor al arriesgar su vida para llevar al enemigo a donde más fácil de enfrentar sería y en la batalla mostró su coraje al luchar con varios enemigos a la vez. – volvió a asentir pues ella misma lo vio.

- Creo que todo ha de pesar al decidir su destino. – concluyó para retirarse de nuevo junto a sus compañeros.

- Tiradas (1)

Notas de juego

* En el élfico original rima ;)

 

 

Gasto 1 punto de Comunidad si se me permite (creo que quedan 3) o uno de Esperanza propio en caso contrario para superar holgadamente la tirada (se aplica mi Atributo Favorita por ser de noche).

Pueblo del crepúsculo

Aunque también disfrutan del sol, los elfos silvanos prefieren los bosques y la luz de las estrellas y la luna.

Cuando un elfo del Bosque Negro se encuentra en un bosque, o bajo la superficie de la tierra, o es de noche, todos sus bonificadores de atributo se basan en su puntuación favorita en todas las tiradas relacionadas con el uso de una habilidad común.

Cargando editor
01/01/2023, 22:35
Miriel

- De no haber enfrentado a Valter y sus hombres en el Folde Sombrío muchas más vidas beornidas se habrían perdido. Valter contaba al menos con 50 hombres entrenados y bien disciplinados, no eran meros bandidos, además de otras tantas mujeres y niños. Si no hubiéramos tenido el terreno, la colina, a nuestro favor y el tiempo para preparar las defensas y recibir los refuerzos, no habríamos podido ganar la batalla. – hablaba con sinceridad y el conocimiento de quien ha luchado en más batallas de las que prefiere recordar.

- Muchos más hombres y mujeres beornidas habrían muerto y a otros tantos los habrían añadido al contingente de esclavos que llevaban con ellos y que Vanwa pudo liberar durante la batalla. – asintió a sus propias palabras.

- Fue Odorico quien pensó en ello. Fue Odorico quien sin dudar eligió el mejor lugar para defender a Vado de Piedra y el acceso a las tierras de Beorn. Él pensó en la capacidad de defender el terreno, de coger desprevenido al enemigo y lograr tiempo para recibir los refuerzos de Beorn. – añadió señalándolo – A pesar de su juventud, fue una decisión táctica brillante. ¿Quién sabe cuanto podría aprender con la experiencia? Sería una lástima que el pueblo de Beorn perdiera un buen estratega que podría salvar muchas más vidas de las que ya ha salvado con esta única decisión.

Guardo un momento silencio antes de concluir.

- Si una vida vale la de otra, Odorico ya ha pagado con creces su deuda.

Ahora sí guardó silencio definitivamente.

Notas de juego

Cambio mi habilidad de Cantar a Guerrear para ofrecer otro enfoque al encuentro y que Vanwa pueda aprovechar su Juglaría como éxito automático.

Dejo la misma tirada anterior ya que tengo 2 tanto en Cantar como en Guerrear, pero si prefieres que haga una nueva sin problema :O

Igualmente necesitaría gastar 1 de Comunidad o de Esperanza para pasar la TN.

Cargando editor
02/01/2023, 14:24
Ainar, hijo de Ai

Ainar se había propuesto mantenerse callado. No es que no pudiera decir algo, pero Vanwa, Welf y Miriel solían tener las palabras adecuadas, y Balbrand era del mismo pueblo, por lo que sería mejor escuchado que el enano con el hacha negra. Sí, sus palabras sólo podían empeorar la situación.

Pero luego de admirar el sitio de la manera que sólo un enano podía apreciar en su total magnitud, comenzó a escuchar las diferentes posturas de los beórnidas. Comenzó a fruncir el ceño, ostensiblemente, pero especialmente hacia una persona: Brunilda. ¿Es que no diría algo? ¿Es que no ayudaría a Odorico?

Por lo que le habían dicho los demás, tenía mucho que decir, y no era cualquier cosa. Podía decantar la cuestión.

Luego habló Vanwa con aquella facilidad que admiraba y detestaba en partes iguales. ¿Cómo hacía para pensar en tantas palabras y enlazarlas tan elegantemente? Elfos...

Balbrand lo sorprendió, ya que había sido el mayor "enemigo" de Odorico, durante todo el viaje. En cierta manera agradecía su postura.

Welf, en cambio, había sido tajante. Coincidía en que una cosa no quitaba la otra... pero había un contexto, y no compartía la mirada del hombre del bosque.

Miriel fue sublime con su canto en élfico, y estuvo más que bien al resaltar su valor en combate y especialmente que había sido él la razón por la cual habían repelido a los bandidos. Es verdad que ellos habían ayudado, pero no hubieran podido hacer algo sin la preparación que habían logrado.

Faltaba algo, faltaba Brunilda. Y el enano no podía dejarlo pasar.

-Cada quien dijo muchas cosas, y creo que están más que claras las hazañas posteriores a la razón por la cual iba a ser traído a este mismo lugar- comenzó hablando el enano que por vez primera en mucho tiempo se lo veía sin su armadura, hacha y escudo de acero negro.

Su jubón de azul azabache era de líneas rectas, con bordados de rico acabado en dorado. Estaba irreconocible.

-Pero creo que lo más importante de todo es desde dónde entramos a esta situación: la muerte de Rathfic frente a la casa de Brunilda- dijo tajante -Brunilda, creo que es tu deber contar lo que sucedió ya que aún no has hablado y eres quien más puede decir al respecto, ¿no crees? ¿Puede pesar sobre tu alma el silencio? Te lo dice alguien que está acostumbrado a soportar sin chistar, pero que sabe que aún la montaña más recia necesita hablar de vez en cuando- hizo una pequeña pausa y finalizó -Mi abuelo me dijo una vez: "si sabes que tienes que hacer algo, y no lo haces... traicionas tu destino". Ojalá no traiciones el tuyo-

Y dio un paso hacia atrás. No siempre hablaba, pero tenía que hacerlo si no estaría traicionando su destino.

- Tiradas (1)

Notas de juego

¡Por un punto! ¡Damn it! Gasto Esperanza si es necesario.

Ya que Miriel mostró la parte guerrera, me inclino por la otra faceta de Ainar que vengo explorando ;) ¡Gracias! Porque si no me hubiera quedado con lo plano del "guerrero enano".

Cargando editor
03/01/2023, 10:29
Vanwa

Las sorpresivas palabras de baldbrand, el discurso clemente y bondadoso de Miriel, junto a la bella canción de la siempre melancólica voz de la reflexiva elfa... Las palabras sinceras y rectas de Welf... Todos habían hablado. ¿Todos? No. Todos no. Aún quedaba por hablar a Ainar. ¿Algo iba a añadir? Oh, sí, empezó a hablar, pero pronto dirigió sus palabras a Brunilda.

¿Qué decía el enano gruñón sobre soportar sin chistar? Pero pronto olvidó esa especie de queja en su discurso. El enano había ido donde se tenía que ir. Él habría intentado apelarle a su amor por Odorico, a que no podía permanecer callada si alguna vez lo había amado, pero las palabras del enano, le llegaron al corazón. Eran sinceras como una pedrada en la cabeza. Hasta él mismo habría hablado si se hubiera llamado Brunilda.

Cargando editor
04/01/2023, 15:06
Brunilda

Brunilda, que había estado cabizbaja e intentando pasar desapercibida entre la multitud hasta el momento en que Ainar la interpeló directamente, se encontró observada por decenas de miradas que esperaban con expectación lo que pudiera aportar ella en aquella cuestión. La mujer no tuvo más remedio que aclararse la garganta y hablar. 

Brunilda explicó como su medio hermano fue a verla aquella fatídica noche y le dijo que estaba cansado del poblado y que pretendía marcharse a buscar fortuna en las tierras salvajes. Contó que nadie en el poblado confiaba en él a excepción de ella misma, y explicó que Odorico estaba harto del lugar. Le pidió que se fuera con él y ella, reconoció con vergüenza delante de todos, dudó en hacer. 

Tuve que haberle dicho que no. Si le hubiera dicho que no nada hubiera ocurrido... fue mi culpa. 

Contó que justo en ese momento regresó Rathfic a casa y Odorico y él comenzaron a discutir, pues nunca se habían llevado muy bien. Contó que ella trató de parar la discusión pero Rathfic le pegó en la cara, derribándola. No era la primera vez que le pegaba...

Rathfic no era el héroe que todos creíais. Tampoco era un monstruo. Era un hombre con sus grises, como todos. Pero cuando me pegó, Odorico se volvió loco y atacó a Rathfic... Alguien sacó un cuchillo... No sé quién lo hizo. No lo puedo asegurar. Pero forcejearon y cayeron al suelo con el desenlace fatal que se cobró la vida de Rathfic. Todo sucedió demasiado rápido. 

Cargando editor
04/01/2023, 15:50
Beorn

Beorn meditó sobre todo lo que se había dicho allí. Sobre las palabras de frías de Ava que hablaban del extraño carácter de Odorico, sobre lo que dijo su padre Helmgut describiendo cómo encontró a su hijo sobre el cadáver de Rathfic y también sobre la historia que Vanwa explicó con todo lujo de detalles dando puntos de vista que los beórnidas ignoraban, desarrollando todos los entresijos del suceso. Al final, el elfo no había encontrado la trágica historia de amor entre humanos que esperaba para componer sus canciones, pero había tomado buena nota de todo lo acaecido y con la fluidez de sus rítmicas palabras descubrió incluso él mismo que allí había una historia digna de ser cantada. Beorn escuchó las explicaciones de Baldbrand sobre el miedo de Odorico y sobre como él mismo había cambiado de opinión sobre el muchacho durante aquellos días tras sus pasos y también escuchó la canción de Miriel y su explicación de cómo el joven fugitivo se demostró como un audaz estratagema. Luego escuchó a Welf apelando por el perdón a la vida de Odorico y a Ainar incitando a Brunilda a llenarse valor para hablar, y por supuesto escuchó a la joven viuda de Rathfic hablando sobre su medio hermano. Escuchó con atención y, cuando todo quedó dicho, medito en un tenso silencio durante unos instantes. Tras ello suspiró profundamente y se inclinó hacia adelante, todo el mundo esperaba sus palabras como la cosecha espera las primeras lluvias. 

El fratricidio es el peor de los crímenes —murmuró el Gran Oso—, y está claro que el chico mató a Rathfic —Beorn sacudió la cabeza y lanzó otro largo suspiro, finalmente clavó su mirada en Odorico. Ya tenía claro su veredicto —. Odorico ha luchado bravamente, pero sigue siendo culpable de un crimen. Le condeno a pagar el valor de un hombre en oro a Brunilda y a su padre Helmgut, y de no poder hacerlo, a servir como siervo suyo de por vida. 

Era un sentencia severa, pero acorde a la ley beórnida, y todos sabían que podría haber sido mucho peor. Odorico podría haber pagado con su vida aquel asesinato, o podría haber sido condenado a vagar por las tierras extranjeras exiliado de por vida. Al menos, se le permitía quedarse en su hogar, cerca de los suyos, en un pueblo que ahora le miraba con ojos más favorables después de salvarles de la invasión de Valter. Odorico aceptó estoicamente su destino, limitándose a asentir las palabras de Beorn.

Cargando editor
05/01/2023, 00:44
Baldbrand

El joven beórnida asintió satisfecho varias veces tras su propia intervención. Sus compañeros hicieron un esfuerzo loable por intentar contar lo acontecido de forma fiel o apelando a ciertas convenciones que eran comunes en muchos pueblos. Incluso hicieron hablar a Brunilda.

Cuando el Gran Oso se inclinó para dar su veredicto, los ojos de Baldbrand se fijaron en su caudillo, a quien consideraba el más sabio de todos.

Al oir la sentencia no le quedó más que asentir varias veces satisfecho. Era lo más sabio y justo, como no podía ser de otra forma.

Una vez el momento fue conveniente, el joven vigilante de la Carroca se acercó a Odorico y puso una mano sobre su hombro, como gesto de apoyo. Se había ganado su respeto. Sólo esperaba que su corazón hallara un lugar en su nueva vida penitente. También le hizo un gesto de honradez a Brunilda. La joven había actuado como se debía.

Finalmente se dirigió al grupo de sus compañeros de viaje y sonrió satisfecho.

-Creo que es un buen resultado. Os doy las gracias por todo, dama y maeses. Sin duda ha sido un viaje de lo más... enriquecedor. -terminó diciendo con honestidad.

Cargando editor
05/01/2023, 10:52
Welf Ramaverde

Welf esperó a que solo sus compañeros le escucharan oh... terrible destino! quedarse en su hogar junto a la mujer que ama... pobre... una sonrisa escapaba de los labios del hombre del bosque que a duras pena conseguía contener. Aunque tal vez haya un punto de crueldad en la sentencia de Beorn si las mujeres son tan duras como me cuentan en mi hogar.

Creo que va a tener tiempo para enmendar sus errores y confío en que termine convirtiéndose en un gran hombre. Ha pasado del peor destino a un camino de esperanza, en sus manos está qué hacer con esta oportunidad que le han regalado.

Cargando editor
06/01/2023, 13:01
Beorn

Odorico agradeció el gesto de Baldbrand y le asintió con solemnidad, parecía haber ganado mucha madurez en apenas unos días y ahora afrontaba su destino sin inmutarse. Sería difícil para él vivir en el pueblo en el que era odiado por todo el mundo sirviendo a su padre, quien parecía odiarle, y a Brunilda, por quien todavía albergaba sentimientos. Pero tendría el tiempo suficiente para volver las cosas en su favor. Tal vez saliera algo bueno de todo aquello después de todo. 

Una vez los guardias se llevaron a Odorico y las conversaciones y cuchicheos al respecto cesaron, Beorn, sentado todavía en la piedra desde la que había presidido el juicio, se dirigió a ellos con voz grave y solemne. 

Os agradezco que hayáis capturado de nuevo al prisionero y, sobre todo, que alertarais de la presencia de los forajidos y luchaseis para defender Vado de Piedra. Nadie aquí olvidará jamás vuestro valor y la ayuda que prestasteis —hizo un gesto a uno de los beórnidas que aguardaban junto a él y se les hizo entrega de una bolsa cargada de monedas de plata similares a las que habían rescatado de manos de Odorico—. Lo prometido. Una generosa recompensa junto a la amistad de los beórnidas en tanto en cuanto siga habiendo gente honesta por estas tierras. Además, a ti, Baldbrand, se te concede este presente. Llevadlo con orgullo, pues perteneció a Merovech —dijo ofreciéndole un pasador con forma de cabeza de oso en una de sus gigantescas y peludas manos.

Notas de juego

Recibís como recompensa 1 punto de tesoro por cabeza y, además, Baldbrand sube 1 punto de Estatus entre los de su pueblo. 

Cargando editor
08/01/2023, 21:37
Miriel

Miriel escuchó gravemente el veredicto de Beorn. Cierto que podría haber sido mucho más duro, al menos Odorico mantenía la vida, pero aquello era condenarlo virtualmente a la servidumbre de su padre y medio-hermana de por vida, pues era inimaginable como podría tener tal cantidad de oro el joven. Podría haber sido peor, su padre seguramente no viviera muchos años más, las vidas de los hombres son extremadamente cortas, pero Brunilda era joven como él. No estaba segura de que ella correspondiera los sentimientos del joven o que no volviera a casarse cuando pasara el luto y que él tuviera que verlo en primera línea. En cualquier caso, había perdido su libertad con escasas perspectivas para recuperarla.

 

La elfa tomó su recompensa con un sabor agridulce en la boca. Guardó silencio a las palabras de Welf y se limitó a contestar con un asentimiento de cabeza las de Baldbrand. Las siguientes noches sus compañeros pudieron verla más taciturna de lo habitual, dando largas caladas a su pipa haciendo anillos de humo junto al hogar.

Cargando editor
08/01/2023, 23:04
Vanwa

Al igual que sus compañeros, tomó la sentencia como algo delicado. Podía ser tanto un castigo generoso, al condenarlo a vivir con la mujer que ama, como cruel al no ser en condición de pareja, sino siervo. Rió con ganas las apalabras de Welf, pero con aquellos pensamientos rondándole su loca cabeza. ¿Sería Brunilda amable y amorosa con él? Había sido muy sincera en el juicio y había confesado sus dudas. A ojos de todo el pueblo había quedado claro que se había planteado huir con Odorico. ¿O quizás serían literales en el castigo de Beorn y no le darían margen al muchacho? ¿Serían los beornidas duros con sus siervos? Le parecía extraño eso de que alguien pasara a ser posesión de otro por deudas.

En cualquier caso era Beorn alguien justo. No podía dejar sin castigo un asesinato, por mucho que luego se hubiera esforzado por enmendar sus errores. Quizás Vanwa había esperado que lo condenara al exilio que tanto deseaba y poder acompañarlo para escuchar más cosas de aquel joven humano alocado y extraño, pero así eran las cosas.

Tomó con desinterés la plata. Negar la recompensa sería, por otra parte, un desplante a Beorn, así que no lo rechazó. Ya se encargaría de que acabara en los bolsillos de gente que la necesitara más que él.

Ahora tocaba descansar ante un buen fuego con sus compañeros, y ver qué les deparaba el futuro.

Cargando editor
09/01/2023, 12:57
Ainar, hijo de Ai

Ainar había sonreído entre su barba al escuchar a Brunilda y luego el veredicto de Beorn. Hombre astuto si los había. Había sido un castigo ejemplar, y a la vez generoso. El enano nunca hubiera llegado a tal veredicto, y estaba sorprendido.

-Me alegra que hayas hablado- dijo el enano, pasando cerca de Brunilda -Era necesario y verás que fue lo mejor-

Y cuando pudo acercarse a Beorn, y recibió su recompensa, le hizo una leve inclinación.

-Admiro y elogio su sabiduría, Gran Beorn, ojalá tuviera su claridad para mis propias decisiones- sostuvo la mirada y luego se dirigió hacia donde estaban los demás.

-Vaya resolución, ¿no creen? impresionante...- dijo sinceramente el enano -Lo único que me intriga es averiguar lo de los orcos... ¿creen que tendremos tiempo de hacerlo? Claro, luego de descansar un poco, que seguramente estarán necesitándolo- y sonrió ampliamente, luego de darle una palmada a Vanwa.

-Felicitaciones, muchacho- le dijo a Balbrand llevándose un puño al corazón -Totalmente merecido-

Cargando editor
09/01/2023, 13:00
Director

Tras el juicio de Odorico, los presentes comenzaron a retirarse para pasar la noche a orillas del Anduin, en un improvisado campamento que habían formado para la ocasión. A la mañana siguiente, todavía con las palabras de Beorn resonando en sus cabezas, el campamento se disgregó en diferentes direcciones. Muchos beórnidas, incluyendo a Odorico, Ava, Helmgut y Brunilda, se dirigieron de vuelta a Vado de Piedra, donde el joven muchacho cumpliría su penitencia. No parecía que el castigo de Beorn fuera en verdad demasiado severo, Brunilda se alegraba de tener de vuelta a Odorico, y tal vez con los años surgiera entre ellos algo más, pero también era la única que se alegraba sinceramente del retorno de Odorico a Vado de Piedra. Helmgut era, de hecho, la parte dura del castigo, pues todavía no perdonaba a su hijo adoptivo lo que había hecho. 

Por otro lado, el grupo de aventureros fue invitado a la casa de Beorn, donde serían recibidos con mejores cortesías que la vez anterior. Ahora eran bien recibidos por Beorn y los suyos, aún a pesar de lo poco que le gustaban a Beorn las visitas. No obstante, la palabra del Gran Oso era tan firme como la roca sobre la que había pronunciado su sentencia y la mantendría hasta las últimas consecuencias. Siempre que estuvieran de viaje por la zona y lo quisieran, tendrían cama y plato en las estancias del Gran Beórnida. Y allí pasaron los siguientes dos días, disfrutando de los pasteles de miel de Beorn y del ronroneo de sus colmenas, momento tras el cual Beorn les encomendó otra tarea. Pero eso ya es otra historia...

Fin de la partida