- Ya os dije todo lo que tenía que decir.
Es un buen momento para que actueis libremente, podéis hacer lo que queráis, visitar la ciudad y tomaros un descanso.
Ahora tenemos que localizar a Carlos Iglesias, además hemos localizado a otro metahumano, es posible que tratemos de añadirle a la causa.
Yo me quedaré al lado de mi hija, no tengo nada que hacer en la ciudad
Me acerqué a mi familia corriendo y les dí un fuerte abrazo...
Me alegro que estéis todos a salvo - les dije alegremente. Venga, vayamos a dar una vuelta por la base y os contaré que es lo que ha ocurrido.
Alec se bajó del avión, estaba cansado y frustrado. Pero sobre todo estaba enfadado. No estaba dispuesto a volver a arriesgarse en una misión a ciegas como había sido ésta última. Ahora que no tiene la armadura, su traje caro le da el aspecto de ser el dueño de todo el lugar. Como si todo eso fuese su propiedad. No es una actitud que Alec haga a propósito, simplemente está acostumbrado a ser el jefe de las instalaciones, hasta ahora. En cuanto baja se dirige a Krost. Está enfadada pero él también. A pesar de ello su tono es el mismo que le dirige a sus subordinados en las reuniones de su empresa, serio, calmado y firme.
- Miss Krost, debemos hablar. Lo que ha sucedido en Barcelona no debe suceder de nuevo. No podemos ir a un lugar a ciegas cuando tenemos compañeros dentro. Debemos buscar un sistema de comunicaciones entre los equipos para que podamos estar informados en todo momento de la situación. Tanto nosotros como la base. ¿De qué manera sabremos si alguien necesita refuerzos? ¿Cómo sabremos a qué nos enfrentamos si los que están allí no se pueden comunicar con los demás? Quizás los teléfonos que les dí antes a todos deberían ser obligatorios cuando nos vayamos de misión para poder saber el estado de la misma. Debemos comunicarnos mejor. La principal causa de nuestra derrota fue la falta de comunicación con nuestros compañeros.
Tras habernos arriesgado y expuesto nuestro trasero por salvar a un puñado de desconocidos solo porque Krost lo había ordenado ahora eramos blanco de su ira. No comenté nada hasta que llegamos a la base y apenas bajamos del jet me dirigí a buscar a Krost y me encontré con que Alec ya estaba hablando con ella, una vez él terminó de hablar con Krost y antes que ella pudiera responder tomé la palabra -Mire Krost, fuimos nosotros los que arriesgamos la vida allá por su incompetencia y estupidez a la hora de liderar este equipo, si quiere sacrificar vidas en vano hágalo con su vida propia y la de su familia, no voy a soportar esta mierda por mucho tiempo- sin dar tiempo a respuesta de Krost me giré y encaminé fuera del salón, pero antes de salir me detuve -Cuando por fin tengan algo organizado y ubicada la posición de Iglesias, cuenten conmigo para eso
- Bien sí es eso lo que piensas no hay ningún problema. Brainstorm, estos días que tenemos mientras localizamos a los dos metahumanos que tenemos que encontrar puedes trabajar en ese sistema de localización. Algo que nos sirva para comunicaros, tanto con Ofelia como conmigo, Chamán y vosotros.
Estamos todos en esto y no quiero perder la vida de más civiles. Las cosas ya están mal con la sociedad como para que sigamos dándole más bombo al mal uso de nuestros poderes.
Está bien, ponte con ello y en cuanto estemos listos y tengamos una localización os pondré en contacto.
Te comento lo del sistema de comunicación. Para hacerlo simple. Los teléfonos que dimos antes, pues eso, utilizarlos como localizador gps y sistema de comunicaciones para no hacer muchos cambios. Cada uno lleva su telefono y lo tenemos localizado y nos podemos comunicar con él, a la vez que puede mandar fotos y vídeos y las demás cosas que permitas.
Ktoth decide no subir a la nave, y volar a su casa por su cuenta. No sin antes despedirse lo más cordial y amistosamente de sus compañeros, con quienes tantas cosas había pasado. Personas a las que estaba seguro, que eran amigos.
Necesitaba descansar de todas las cosas que había pasado, pasar un tiempo con su amigo y con su familia. Y más importante aún, reencontrarse con ellos luego de un mes desaparecido.
El roce con el aire generado por su vuelo comenzaba ya a calmarlo. Volvió a su ciudad conocida, a sus barrios, sus delincuentes. Un diariero le lanzó una copia del diario mientras le gritaba ¡Volviste, Justiciero! en la tapa se leía en letras grandes y negras, junto a su foto y un signo de pregunta 1 mes ¿Dónde está el Justiciero?
Encontró a su amigo Juan en la terraza, contemplando el horizonte, esperándolo. Luego de saltar al vacío, para interceptarlo en su vuelo y saludarlo con alegría, en chico de 14 años le dice ¡Volviste, Ktoth! ¿Qué hacías? ¿Buscabas a Prometeo? pregunto con un cambio de expresión.
No, me rescataron de unos asaltantes y me dieron otra misión, una de esas de las que tú y tu familia no podrán hablar mucho, ¿entendido?
No se iba a molestar en volver por su cuenta, iba a esperar el llamado de alguno de sus compañeros, o de su líder, por decirle de alguna manera a Krost. El descanso y la reunión son reparadores y reveladores.
La familia escuchó con atención su historia, al punto de que la comida se enfrió en los platos, sin recibir ni un bocado. Los comentarios fueron más que nada de felicitación, por emprender una tarea tan importante, y por unirse a una agencia de superhéroes, desde donde podría lograr mucho más.
Pero tanto el padre como el hijo preguntaron por Prometeo, por que sentían el mismo miedo que el hombre azul, y había estado en sus cabezas como principal motivo de la desaparición, lo que le vino bien a Ktoth para decirles lo que tenía planeado.
Millones de años en el vacío intergaláctico vuelven loco a cualquiera. Por lo que antes de emprender el viaje, tuve que aprender las técnicas de meditación Mokuar, que mantendrían mi cordura a salvo durante el viaje. El problema es que no podría realizar las tareas de mantenimiento de mi nave en ese estado, y para esa tarea construí a Prometeo.
Como antes dije, millones de años en el vacío intergaláctico vuelven loco a cualquiera, y debí pensar lo mismo de ese robot.
Durante el viaje, usé la técnica de la espera milenaria, la cual mejoré a “Eón Esperante”. Estos días, pienso usar otra llamada, “Sol Descansante”. Voy a flotar a tres metros de altura, en un trance profundo divagando sobre muchos temas, lo que servirá también para calmar un poco a los medios. Para despertarme, se subirán a una plataforma ideada para tal fin, donde está mi maza de poder, cargada lo suficiente como para sacarme del trance, golpeen fuerte.