Partida Rol por web

- Me he percatado del grado de seguridad. No obstante, gracias por el aviso.
Kazuo emitió su respuesta después de comprobar el encriptado de la señal. La cual, naturalmente, variaba en sincronía con el resto del equipo cada pocos segundos.
Por un instante, Kazuo evaluó la situación. Pero dedujo que el lugar, estaría atestado tanto de conversaciones publicas como privadas y por lo tanto, los scanner de los miembros de seguridad, estarían al borde de la saturacion.
No obstante, decidió ser parco con este tipo de comunicación pues mas valía prevenir que curar.
Asi que el veterano japones compacto y encripto la petición del joven Brandon, y la envió a su compinche el Bocas.
Por supuesto, toda la transmision apenas duro el tiempo de un parpadeo o mas bien, el tiempo de que Kazuo le metiera otro trago a su whisky, muy metido en su papel nuestro buen japo, mientras reía el chiste de turno del fulano corporativo que tenia mas próximo.

Brandon había notado que uno de los tipos trajeados, con el pelo rubio muy bien peinado con fijación artificial, había levantado la cabeza como su fuera a decir algo.

—Usted parece ser un tipo competente y tiene pinta de ser muy amigo de ese recruiter. Hace un momento ha dicho que tengo valor y que probablemente tenga madera para trabajar aquí, ¿verdad? ¿Por qué no le dice eso a ese hombre y... bueno, después yo le enseño mis habilidades. Estoy seguro de que eso será suficiente —dijo Brandon confiado.

El tipo de la fijación artificial sonrió ante aquel ofrecimiento, al hacerlo bajó su barbilla suavemente provocando que la iluminación del lugar bañase todo su cabello sacando de éste algunos brillos como si una escultura de grafeno se tratase. El resto de los que allí estaban le miraron con curiosidad, no esperaban aquel descaro del pueblerino, sin embargo, era la reacción del interpelado lo que les atraía. El rubio callaba y sonreía saboreando aquel momento.

—Va a ser que no, pueblerino.

Aquello despertó las risas de los testigos que viendo aquel final esperado para el arrocero¹. Mientras repetían lo que acababa de tener lugar con voces falsas cada cual más ridícula que la anterior, se alejaron en búsqueda de nuevas cosas que atrayesen su interés, al menos hasta que la fiesta fuese a más. Probablemente Brandon esperaba quedarse solo tras aquella humillación, sin embargo el rubio no se alejó un solo paso:

—Ven, sígueme. —le dijo, al tiempo que le invitaba a andar—. No convenía tener oídos indiscretos, no es que se persiga el nepotismo pero tampoco conviene... —No dijo nada más, en su lugar empezó a alejarse unos pasos en dirección a un área menos transitada del hall. Si alguien con la experiencia de los bajos fondos como Kazuo observaba aquello que estaba teniendo lugar, podría atreverse a decir claramente que estaban trapicheando, dinero, drogas o incluso algo peor como podía ser un contrato con alguien a quién no convenía deber dinero.

Sin embargo Brandon era un pardillo que se debía a la máquina y a la misión.

En ese entonces, el rubio sacó un pequeño dispositivo de su bolsillo, lo activó y éste empezó parpadear con una luz verde.

—Ya está, es una pequeña precaución para confirmar que esta conversación o va a ser interceptada— aclaró antes de levantar la cabeza buscando desentumecer los músculos de su cuello, se tomaba su tiempo el maldito antes de tratar lo que a Brandon le interesaba:

—Yo te meto... —prometió en voz de susurro sin dejar de mirar en derredor para confirmar que no había oídos indiscretos—. Pero una vez dentro tendrás que hacer algo por mí, boicotear un producto que está desarrollando uno de esos gilipollas que has escuchado reírse de ti. Así que supongo que no te pondrás sensible por eso. Se trata de un implante facial que está en la etapa final de pruebas... Facecom se llama. Si sabes lo que dices saber, podrás ajustar lo que sea para que cuando lo prueben por última vez en personas. Bueno... No salga al mercado, ya me entiendes.

Extrajo entonces una pequeña cápsula de su bolsillo y se la introdujo en su boca, no sin antes echar su cabeza hacia atrás. A continuación le pegó un trago largo a su bebida alcohólica.

—Si no lo haces, te juro que al día siguiente estarás fuera de SIGMA, el Velo, y la vida misma. ¿Soy claro?

Extendió entonces el brazo ofreciendo su mano para estrecharla. Una forma tradicional de cerrar un trato.

Un brillo en los ojos reveló que el encargo de ese tipo ilusionaba a Brandon. Solo demostrar que sabe lo que dice saber era un gran reto para él y la ocasión le brindaba esa oportunidad.

—Tenemos un trato entonces, ¿no? —confirmó—. Ardo en deseos de echar un vistazo a ese Facecom.

Se irguió y esperó a que el rubio continuara con las instrucciones. Mientras tanto, aprovechó para mirar a resto de los comerciales y dibujar una sonrisa de victoria en su rostro.

Estrecharon los dos las manos firmando el pacto. Tan sólo quedaban varios detalles que se resolverían en un par de llamadas y en pocos días, dos a más tardar, Brandon estaría dentro como parte del equipo técnico de SIGMA TECH.

Todo terminó tan rápido como tuvo lugar, de pronto el rubio engominado apareció en el otro extremo del recibidor y Brandon estaba de vuelta con Kazuo.

Brandon escribió un mensaje al resto del grupo.

—He conseguido un puesto como trabajador de Sigma Tech. Pronto tendré acceso a las instalaciones y podré estar más cerca del paquete. ¿Cómo vais?

El bueno de Kazuo seguia interpretando su papel, agitando el hielo de su vaso ya casi vacio mientras escrutaba el entorno atento a cualquier novedad.
Mas esta llego del bolsillo interno de su chaqueta. Era la típica vibración de aviso.
De un rápido vistazo, comprobó el mensaje y sonrió para si levemente.
Buen trabajo
Penso mientras se ajustaba de nuevo sus redondas gafas de sol.
Se limito a escribir a modo de respuesta un escueto "Ok" y a continuación, escribió a modo de respuesta.
"propongo entonces retirarnos y reunirnos con el resto del equipo.".
Kazuo guardo su móvil, deposito el vaso de whisky en la barra, inclino levemente la cabeza a modo de despedida ante los presentes tras decir una frase de cortesía y procedió a encaminarse hacia la salida del edificio de Sigma Tech.
Por supuesto, de manera pausada y sin levantar sospecha alguna.