Yeng Ha caminó por las calles húmedas, charcos de agua aceitosa y contaminada se ensanchaban hasta caer en algún canal. Llegó frente a las puertas del grandísimo edificio que constituía el templo de la orden. Dos jóvenes aprendices se cruzaron con YengHa apartándose y cediendo el paso al ver el mon sobre su Hakama. Subió sola en el ascensor, no era un lugar especialmente concurrido pues aunque hubieran neo-samurais en él, se encontraban en las áreas de meditación, entrenamiento, o en la planta dormitorio. Llegó hasta la décimotercera planta, donde presuntamente se encontraba el teogonista de la orden, denominado Neo-Damyo.
La salida del ascensor tenía un código de lectura dactilar pero hacía al menos cinco meses que no funcionaba, en su lugar y tras cruzar las puertas se encontró con Kumatsu, apodo tomado cuando recibió su propio Mon. Era un neo-bushi enorme, mitad vietnamita-mitad australiano. Tenía bastantes cicatrices de bala y un enorme No-dachi. Se encontraba a un lado de aquella recepción fumando en pipa y haciendo unos sudokus holográficos, su vista traspasaba los números observando a la recién llegada, pero no le hizo ningún caso y siguió completando su pasatiempo.
YengHa avanzó a la sala y se colocó frente a la puerta corredera, al otro lado de la cual se encontraba el Neo-Damyo. Se arrodilló dejando sus armas frente a ella y asentándose sobre sus propios talones. Le reconfortaba la presencia de Kumatsu y hubiera preferido encontrarle fuera de la orden para poder tomar algo, desde luego era uno de los neobushi más atractivos y de mayor poder en la orden. Esperó casi una hora, un tiempo en realidad insignificante puesto que de forma más ardua ponían a prueba la paciencia de los ajenos a la orden.
Kumatsu ya había enviado el aviso al Neo-Damyo y éste respondía ahora abriendo en persona las puertas correderas, recibiendo la larga reverencia de YengHa antes de invitarla a pasar.
YengHa atravesó la cortina de incienso y el Neo-Damyo cerró las puertas tras él invitándola a sentarse, aquí el incienso era casi asfixiante y si alguien tuviera algún tipo de dolencia no podría permanecer en el lugar por mucho tiempo pues el humo no era tan solo aromático, inundaba el lugar con una química sensación de paz.
Un droide humanoide con las formas y maneras, además de una cuidadísima apariencia, de geisha les sirvió el té y cuando el vaso de YengHa estuvo lleno, solo entonces, ella habló.
-SIGMATECH va a lanzar un nuevo chip neural. Tienen un prototipo en algún lugar, presumiblemente, éste podría actuar directamente sobre chips neurales de versiones anteriores.... ¿Sabemos algo? ¿Os ha llegado alguna invitación o publicidad al respecto de ésto? -
-Maestro... mi señor. Un tipo inquirió, que éste es solo otro chip más, que hace tiempo que no percibimos la realidad. Los neo-bushi no acostumbramos a navegar por el velo para ejercer nuestras prácticas. ¿Es posible que ésto sea porque ya vivimos en él?-
Post copiados
—El Velo siempre forma parte de nuestras vidas y siempre ha formado de hecho sólo que ha cambiado la forma de entender el mismo. En el pasado se le llamaba karma mientras que los occidentales se refieren a eso como lazos. Todos vivimos el Velo, somos Velo y el Velo nos dirige —contestó con parsimonia—. El error de la tecnología es intentar controlarlo, fue creado pero al igual que pasó con muchas cosas del folclore, acabó trascendiendo a sus creadores y si nos descuidamos desapareceremos devorados por el mismo.
—Yeng Ha, descuida por lo que ha dicho ese tipo. No es posible nada de esto —agregó antes de pasar entonces a llevar la iniciativa—. Dime Yeng Ha, ¿esa persona no es de nuestra orden? ¿Quién es y cómo lo has conocido?
@Yeng Ha. Aclárame una cosilla ¿Estás preguntando algo porque esperas que tenga información, o estás intentando activar un movimiento buscando influenciar a alguien, analizar sus respuestas, etc.?
El Daimyo tomó un sorbo de té y YengHa se apresuró a rellenarle el vaso de nuevo hasta los bordes. Un aparato de sonido replicaba los sonidos de un jardín zen y su fuente, en un volumen tan bajo que apenas era un eco para la conversación e incluso el silencio que se producía ante los comportamientos ceremoniales.
-La mafia señor. La mafia que pudre esta ciudad y a la vez sustenta a sus plebeyos de los bienes que podemos disfrutar. Por supuesto no son de nuestra iglesia y solo creen en el poder. Son plebeyos que apenas entenderían una palabra en caso de desear pregonarles, antes, deberían ver nuestra obra-
Esta vez es YengHa quien da un largo sorbo de té, y es el robot antropomorfo quien rápidamente rellena su vaso y perfuma el aire.
-Vuestro alcance es grande, tan grande como el velo. ¿Es posible que conozcais plebeyos dentro de SIGMA-TECH? Si existiera algo así ¿Qué debería hacer maestro? ¿Debería aferrarme a mis creencias de que el velo no se puede poseer? ¿Debería destruírlo para afianzar la creencia de los plebeyos de volver a construirlo? ¿Debería traerlo al templo?
-Por ahora, querría acercarme más en caso de que ese prototipo exista.
La mano de YengHa recoge el pelo por detrás del cuello para que caiga por un solo hombro. No había pensado demasiado en su peinado antes de llegar aquí, pero no se pregunta tampoco si los destellos azul y verde, en tonos cambiantes de su tinte, se encuentran suficientemente brillantes.
—¿SIGMA TECH, La mafia? Yeng... Supongo que no serás tan inocente como para pensar que todo lo que somos se ha conseguido simplemente predicando nuestra religión. Cobramos tributo a cambio de nuestros servicios, realmente no distamos demasiado de una corporación salvo nuestros ideales, que son mucho más elevados... Desde luego que si sirven a una corporación sin escrúpulos, esa gente difícilmente son de los nuestros, por lo que sea sólo atraemos a los descastados ofreciéndoles justicia y redención.
Apuró otro largo trago a su propio té y observó silenciosamente a Yeng Ha. Escrutándola. Hizo el robogeisha un amago de rellenar el envase pero el daimio dio una orden que le hizo retirarse y dejarles a solas en la habitación.
—¿Qué mafia? Debo saberlo... Podría ser interesante usar esa información. O mejor aún, si nos hiciésemos con eso... Podríamos inculcar a todos la verdadera fe.
Es cierto, que la iglesia recibía una recompensa por servir a otros, ¿Pero compararnos con la mafia? No imposible
Escuchó atenta a su Daimio y teócrata supremo, sin duda él sabría guiarla en aquel problema frente al que se enfrentaba, y escuchándole mantuvo en todo momento su fachada de calma extrema, pero en su interior sus creencias empezaban a sufrir pequeñas fisuras frente a la intención de usar el chip para inculcar la fe por obligación. Siempre le habían enseñado que la iluminación se alcanzaba mediante voluntad, meditación y sacrificio. Era un camino que elegías. Si su daimio pretendía hacer lo mismo que aquellos mafiosos.... tal vez sí tuviera razón, tal vez sí podrían compararse con la mafia. Pero el maestro jamás haría algo así.... o eso quería ella pensar
- No conozco para quien trabajamos, nos enviaron con un intermediario llamado Bocas. Tal vez algun neobushi haya oído hablar, es un matón que se mueve por Hà Đông*
Se empieza a poner en entredicho la creencia : El beneficio para la "iglesia" está por encima del mío propio
*Desconozco si para pedir estas cosas debo ir haciendo tiradas o no, por favor, veme indicando y así las iré haciendo e interpretando yo mismo en el futuro
Perdón por la demora pero antes del 25 no había visto este post, y esta semana he tenido terribles y caras desaveniencias, vuelvo a estar operativo dryo *3*
—Bocas... Preguntaré, pero los brazos de nuestra fe son cortos. Es el consumismo alentado por las corporaciones los que podan nuestra voluntad y la sustituyen por nuevos objetos y enseres que nos apartan de la austeridad, del camino.
Suspiró suavemente y tras unos segundos de silencio agitó su taza oteando en el fondo de esta esperando a encontrar la verdad.
—Incluso en nuestro camino de la fe fallamos y caemos en estas tentaciones como pueden dar fe los implantes que usamos para facilitar nuestra vida —miró entonces fijamente a los ojos a Yeng Ha como si fuese a pedirle lo más importante de su vida:
—Haz la misión y abre bien los ojos joven Ha... Descubrirás la verdad en el transcurso de la misma. Si ese objetivo puede obedecer a nuestros propósitos úsalo en el beneficio del NeoBushido, mientras que si es peligroso ha de ser destruido. Que la iluminación y el bushido te muestren el camino.
Dio por ello concluida la conversación levantándose y dirigiéndose a la parte posterior.
—Quiero ver el exterior —dijo en voz alta. Entonces lo que hasta aquel momento era una pared austera titiló hasta que acabó por revelar una porción de Hanoi, la que se vería si en el lugar de aquella pared ciega hubiera una ventana.
Perdón por la demora pero antes del 25 no había visto este post, y esta semana he tenido terribles y caras desaveniencias, vuelvo a estar operativo dryo *3*
Sin problema, de hecho tuve yo la culpa porque en el otro topic puse la respuesta pero marqué mal el destinatario y justo lo corregí el 25.
Se empieza a poner en entredicho la creencia : El beneficio para la "iglesia" está por encima del mío propio
Si una de tus creencias se ve puesta a prueba durante la sesión, ganas 1 PE al final de la misma. Cuando una de tus creencias te mete en problemas, ganas 2 PE al final de la sesión. Si se resuelve una de tus creencias y la cambias después de haber sido puesta a prueba, ganas 3 PE al final de la sesión.
Ganas un punto de experiencia, el que quede resuelta o no, es cosa tuya en base a tu curso de decisiones.
*Desconozco si para pedir estas cosas debo ir haciendo tiradas o no, por favor, veme indicando y así las iré haciendo e interpretando yo mismo en el futuro
Por ahora no es necesario, es interpretación. Se tira sólo si genera un conflicto que debe resolverse.
Aunque no le viera Yeng hizo una gran reverencia a su Daimio por la sabiduría entregada y se retiró. Su mente se encontraba atribulada y aunque su rostro permaneció sereno, tuvo que echar un vistazo hacia atrás para ver la fachada del rascacielos que era la sede de la orden. Como si observara cara a cara a alguien a quien pudiera tratar de escrutar sus verdaderas intenciones.
El calor pringoso hacia que su hakama se adheriera a su cuerpo y echó a caminar por Hanoi sin tener claro qué debía hacer a continuación. No había conseguido nada que le sirviera para conseguir ese prototipo y no quería que sus compañeros se deshicieran de ella en una misión que podía resultar tan significativa para las gentes de Hanoi.
Pasó frente a un fumadero virtual, te inyectaban holodroga a través de las retinas. El letrero de neón estaba del todo apagado y solo mantenía la línea vertical de la "l" de la palabra Club. En su puerta se encontraba el mon del dragón en rojo en una pegatina barata en medio de otro montón de pintadas. Podría pasar desapercibido para cualquiera pero no para Yeng. Era el mon de Taibuu. Tenía bastante influencia y controlaba algunos laboratorios de estupefacientes de Hanoi.
Hasta aquel momento, Yeng había visto a Taibuu como un pastor. La droga no era buena, pero puestos a que siga dispensándose, mejor que se hiciera bajo la supervisión de la iglesia. ¿De verdad la iglesia supervisaba a quien se vendía la droga? ¿O solo se lucraba con los beneficios de Taibuu?
Yeng se acercó a la puerta del garito y al ver el mon en su Hakama uno de los vigilantes corrió a avisar en el interior mientras el guardia de la puerta le saludaba respetuosamente y le dejaba entrar retrasando en todo lo posible su paso al club. Yeng iba sola y vestía el mon del Neobushido, si era una neobushi sería recibida por Taibuu, si era una farsante la volaría en pedazos. Los ojos del guardia ya estarían retransmitiendo la imagen al neobushi.
El local no estaba en sus mejores horas. Hanoi vive de noche. En un rincón Vip le esperaba Taibuu cuyas compañías de negocios y placeres se había esfumado a la llegada de YengHa a quien Taibuu recibió con los brazos abiertos. No vestía el hakama tradicional sino un traje de negocios con una camisa de un satén rojo brillante, en su corbata negra se veía un pin con el mon del dragón rojo y junto a él en el sofá se encontraba una carísima escopeta. Sobre la mesa, un par de muestras de droga que en aquel momento una camarera tailandesa de medidas perfectamente operadas se disponía a aumentar.
- Bienvenida seas Yeng - Recibió Taibuu con una levísima reverencia de cabeza - Deberías haber avisado que venías y tu propósito. Hubiera preparado algo. No es muy adecuado entrar por sorpresa. Cuando me han comunicado que un neobushi se encontraba en la puerta.... - Señaló con la cabeza la escopeta e hizo un gesto para que dos tipos armados que aguardaban tras unas cortinas se marcharan - .... Esperaba que vinieran a retarme.
Yeng sonrió. Taibuu había sido alumno de MingTei, hermano de MingLao. Por lo que Taibuu y Yeng habían meditado, entrenado y recibido sermones juntos varias veces - Vengo a proponerte un negocio. Como un favor. - Taibuu tomó asiento invitando después a Yeng a hacer lo mismo.
Yeng tomó asiento tras él, y después de Taibuu tomó un frasco de colirio del que se echó una gota en cada ojo. La droga actuó rápidamente produciéndole un agradable cosquilleo en la parte occipital. No iba a ponerse ciega, pero hubiera sido de mala educación no probar lo que Taibuu le ofrecía. Un cosquilleo le recorrió la lengua y entre sus piernas empezó a humedecerse de forma natural sin provocar reacción visible alguna en la estoica Yeng - SIGMATECH va a lanzar un nuevo producto. Habrán muchos peces gordos. ¿Sabes algo? No tengo mucha idea de donde puede celebrarse. Pero quisiera saber si alguna de tus chicas podría acceder al evento. ¿Quizá esos ejecutivos quieran tus productos en tan importante escenario? - Yeng tomó otro de los colirios y ojeó su etiqueta - ¿Podrías conseguir saber donde se realizará y enviarme con tu droga para codearme en ese evento de Sigma-Tech?
Motivo: relación con Taibuu
Tirada: 1d10
Resultado: 8 [8]
Motivo: relación con MingTei
Tirada: 1d10
Resultado: 3 [3]
Como siempre, no sé qué tengo que tirar tu me dices, ni si también tengo que tirar Relación con MingTei, por si acaso la dejo aunque haya introducido dos pnj en el mismo mensaje que hacía tiempo que no introducía ninguno (aparte del daimio al que he considerado neutral por su posición de guía?)
pd: Me salió un 3 con MingTei, así que en la línea de mi maestro pero algo más indulgente quizá xD
Pham Taibuu
Nacionalidad : Vietnam, Hanoi
Edad: 20
Oh dios, encontré esta imagen después de escribir todo xD
–¿SIGMA TECH? – inquirió Taibuu ante la mención de la compañía–. ¿En qué mierdas andáis esta vez?, ya te digo no es nada con lo que podáis hacer una puta mierda. No quiero verme salpicado con eso así que considera lo que te digo como mi única colaboración, si es que puede llamarse así:
–No y no, son demasiado como para aceptar nuestros productos, ambos –aclaró antes de que Yeng Ha volviese a la carga preguntando si se refería a las drogas o a sus acompañantes–. Los ricos tienen otro tipo de parafilias que no puedo dar pues me hundiría el negocio. Son más de coger una jovencilla y hacer lo que quieren con ella pagando una compensación.
Vio entonces que su interlocutora asentía, pero no creía que lo entendiera.
–Hacen las mierdas que quieren con ellas y después o durante, ni puta idea, tchk –acompañó la onomatopeya con el característico gesto de cortar el cuello–. Es el privilegio de estar donde están, para esas cosas prefiero que usen las VR pero supongo que no es lo mismo si sabes que lo que has hecho es real y además permaneces intocable. Y de lo otro –añadió señalando su inhalador ocular– pues los hay con mejores productos.
No se activa movimiento por ahora. Esto te lo cuenta libremente.
De momento no le hago ficha hasta que no vea cuánto vamos a usar a este PNJ ;-)
Yeng Ha recordó el episodio de la repartidora de comida rápida, de como la violaron, de como se encubrió y de como su madre pagó por ello. Era algo triste pero era la realidad de Hanoi. Yeng alargó la mano hacia una de las bebidas que la asistente predilecta de Taibuu le trajo y dió un sorbo largo.
Quiero asistir a la presentación de ese producto Pham - Quedó un rato pensativa. Ella no podía asistir como alguien de negocios desde luego. La única idea que se le venía a la cabeza era acudir con dos o tres jovencitas para que se divirtieran a gusto. - Voy a intentar ser yo quien las lleve, aunque agradecería tu ayuda en ello.
-Voy a ponerme en contacto con SIGMA-TECH para ofrecérselo, si pican... ¿serías capaz de encontrar algunas chicas muy jovencitas trabajadoras de la calle que quieran que las arregles elegantes para una noche? Preferiría que fueran pocas, tres o cuatro, para tenerlas vigiladas durante el evento-
Tras la respuesta. Yeng-Ha saldría dirigiéndose al edificio de SIGMATECH, deteniéndose en un garito de impresión y tatuajes para una tarjeta holográfica.:
- Compañía y entretenimiento -
Con un holograma de dos chicas jóvenes y guapas bailando. Con esa tarjeta acudiría a SIGMA-TeCH
Taibuu se encogió los hombros ante el ofrecimiento. Sin embargo al verla largarse acabó por exclamar desde lo lejos:
—¡Si me consigues clientes te doy una parte! ¡Lo que doy a todos!—dijo considerando que parecía que iba en serio con su idea. Parecía confiado ante la perspectiva de que tomasen su tarjeta, ignoraba lo que estaba por suceder...
De vuelta en el exterior Yeng Ha aspiró el aire fresco del exterior, aunque estaba totalmente poblado de contaminación y esmog, la humedad en el mismo era un agradable contraste con los indescriptibles olores en el interior del garito de Taibuu. Y es que el proxoneta era además de muy agarrado, un paranoico que temía que pudieran atentar contra el apoyándose del velo. Por eso no había implantado ningún modelo de VR en la interfaz de sus negocios mostrándolos tal y como eran.
Ahora la buscadora, fiel a su título, debía buscar cómo entrar en contacto con la gente de SIGMA TECH*
*Te dejo esto puesto para indicarte que me cuentes cómo piensas abordar a esta gente. No es cosa fácil plantarte allí y conseguirlo. A tus compañeros casi les descerrajan la cabeza por eso.
YengHa caminó por las calles de Hanoi para cruzar el distrito hasta el edificio de SIGMATECH. Vestía su hakama con su mon bien visible, no era una ciudadana anónima ni pretendía esconderse tras un falso rostro. Llegó directamente hasta las puertas de SIGMA-TECH donde encontró más vigilancia de la esperada. Pasó las puertas de cristal al recibidor y se dirigió a la recepcionista.
El recibidor era totalmente diáfano y con una altura generosa, tal vez de unos 10 metros. En aquel gran recibidor apenas había un par de mostradores, uno ocupado por una joven atractiva que portaba una máscara neural que le permitía sincronizar sus pensamientos con la CPU que usaba para trabajar en aquellos momentos. Al otro lado y mucho más ruidoso, se encontraba el mostrador en el que un par de androides estaban preparando algunos combinados con algunas bebidas seleccionadas que no se encontraban por las barriadas de Hanoi.
Alrededor de éstos, se habían repartido varias agrupaciones de personas que daban cuenta de lo que allí se les ofrecía sin dejar de mantener su apariencia sublime e intentando no verse sobrepasado por el escenario de excepción en el que estaban.
-Hola, vengo de la Iglesia del Neobushido y querría hablar con un comercial de SIGMATECH - Yeng Ha no pretendía ir directamente al evento, tenía que conseguir que la invitaran, que le abrieran un resquicio de la puerta por el que poder pasar. Así que tan solo se le ocurrió comenzar a subir los peldaños del evento desde el más bajo
—Disculpe señorita —la interpeló una voz que nada tenía que ver con la persona destinataria de sus pensamientos—. Acompáñenos que fuera hablaremos de su religión.
Al girarse Yeng Ha para ver quién se había dirigido a su persona, advirtió que el origen de aquellas palabras directas era alguien de seguridad privada. La seguridad que había en sus ojos la colocaba en una liga distinta a la de los seguratas de GSI (los del despacho de abogados), por si no fuese suficiente el detalle de la seguridad de ésta, iba ataviada con un ligero abrigo con refuerzos que le daba un aire distinguido a excepción del logo que tenía bordado en el pecho y que representaba a la compañía en la que estaba empleada: SIGMA TECHINC.
—No quisiera insistir —dijo empujándola a salir pretendiendo que no se notase demasiado en medio de aquella fiesta. En ese momento Ha se fijó en la incredulidad que parecía dibujarse en los rostros tanto de Kazuo como de Brandon a quienes había conocido apenas unos instantes.
El empujón la encaró con su interlocutora quién ambién estaba operada sustituyendo sus rasgos asiáticos por unos rasgos más occidentales, una operación que había apoyado con algunos implantes en la zona del tabique nasal. También se había teñido el pelo con mechas azules que asomaban bajo un discreto casco, aquella excentricidad en su apariencia venía subrayada por el hecho de que extrañamente no parecía armada.
Yeng Ha acompañó a la mujer sin problemas al ver que nadie parecía mostrar sorpresa alguna por su hacer, identificándola como personal de seguridad. Fueron hasta un lugar discreto donde ella encaró a YengHa. - ¿Y bien?
La desconocida se mostró sorprendida, como si ella fuera quien esperaba algo - ¿Y bien qué? Soy yo quien quiere saber que hace alguien como tú aquí - El hilo musical del hall sonaba como un instrumento de cuerda, algo parecido a un samisen electrónico cuyas notas parecían vibrar con luces de ambiente y tonos verdosos que aparecían y desaparecían en el techo y las paredes grises sobre las que trepaban algunas palmeras sintéticas.
YengHa aspiró y expiró por la nariz con calma - Soy YengHa, neo-bushi, y quería hablar en privado con un comercial de SigmaTech. Como al vez sepais, la iglesia es muy dada al intercambio de favores, ¿imagino que es usted responsable de la seguridad en este edificio?
La mujer asintió, pero en realidad no había nada que sopesar. Simplemente YengHa no quería nada de esta persona ni su departamento, por lo que buscaba en su mirada un atisbo de que consiguiera entender, que no pintaba nada poniendole la mano encima y apartándola del resto de gente.
—¿Has terminado? —preguntó finalmente la desconocida tras aquella larga retahíla.
—Así es, soy la responsable de la seguridad y nuestro encargo para el día de hoy es no dejar pasar a nadie que no disponga de invitación. Si lo que quiere es organizar una cita hágalo por los canales adecuados y venga con la cita.
No debía ser novata en esas lides pues antes de que abriese la boca añadió:
—Y si no sabe cómo organizarla, tal vez no seas el tipo de persona que debe venir —concluyó finalmente con una sonrisa antes de empezar a alejarse. Mientras se alejaba habló en voz alta como si hablase al aire, de manera despreocupada:
—No me obligues a tener que matarte.
En cuanto Yeng Ha se quedó sola, empezó a sonar el pitido intermitente que anunciaba una transmisión entrante. Una vez activó el intercomunicador pudo comprobar que se trataba de un mensaje de onda corta enviado por Brandon, éste era un automatismo y no esperaba respuesta, probablemente por posibles interferencias.
Decía lo siguiente:
Cuidado con los hombres de traje... son la seguridad del lugar. Estoy mapeando sus rutinas por si nos pudieran ser útiles. Tengo un contacto para intentar conseguir curro aquí. ¿Podéis gestionar un contacto que me abra la puerta? Me temo que sin padrino no hay trabajo.
Te comento un poco off-rol:
El plan como tal, no existe por tu parte. Quiero decir que si vas a una empresa y pides hablar con el director de la empresa te mandan a la mierda como mínimo. Además no has hecho nada que pueda inducir a cambiar la situación, no te he visto con un plan para persuadirla y demás.
—¡Eh! —dijo entonces una voz que sacó a Yeng Ha de su ensimismamiento—. Te he visto antes, o más bien cómo te sacaban a la fuerza. ¿Qué se te ha perdido por ahí como para que tengas tantas ganas de entrar? Pareces ir bien chutada de implantes.
El que hablaba era uno que podía haber sido cualquiera de los trajeados que estaban allí dentro.
—¿Qué es lo que buscas, podría ayudarte? Por un precio claro —agregó con una sonrisa de superioridad que dejaba relucir unos dientes blancos e inmaculados.
Yeng Ha observó el edificio a sus espaldas con algo de incredulidad, no entendía como podía ser que en un edificio empresarial no hubiera nadie con quien hablar. ¿Como vendían su producto? Observó entonces al tipo que le hablaba - En realidad solo buscaba a alguien de SigmaTech que me informara del producto y próximos proyectos. Pero parece que no es esa clase de empresa. No entiendo como funciona el negocio en Hanoi - Se encogió de hombros devolviendo la mirada al rascacielos y entonces buscando un salón de té cercano en el que sentarse a tomar algo
- No creo que yo tenga nada que a ti te pueda interesar como pago, ni vale la pena entrar forzadamente para poder hablar con alguien que me hable de SigmaTech. -
Vio un salón de té cercano HongKaChá, una franquicia menor de una empresa mayor, como todo. Yeng Ha dio un primer paso y se giró al extraño - ¿Desea usted tomar un té? Quizá quiera explicarme porqué está usted en la puerta, y qué ofrece a la gente que echan del edificio ¿Ocurre muy a menudo?
La propuesta de Yeng Ha provocó una evidente decepción en su interlocutor que no se preocupó por disimular:
—¿El producto? Nosotros no vendemos el producto, creamos la necesidad. Mírate. Vendemos a los distribuidores, hospitales, ya sabes... No vamos persona a persona, eso es más propio de bazares.
En ese momento pivotó sobre sí mismo para tener la misma visual que estaba teniendo Yeng Ha.
—Sólo abordo a aquellas personas que bueno... Puedan ayudarme a ganar algo. La verdad es que creía que eras de otra pasta pero bueno... Supongo que todos nos equivocamos en algún momento. Sin embargo creo que en lugar de ese té te vendría mejor otra cosa, tengo unas píldoras que me han pasado allí dentro, cosas de esas que te levantan el ánimo y... No te lo tomes a mal tía pero pareces de las que necesita que le levanten el ánimo.
Límite próximo turno: LUNES a las 23.30
YengHa observó al tipo - Sí, tal vez sea lo que me haga falta, que me levanten el ánimo
Que vaya bien en tus negocios - Dijo sin saber siquiera como referirse al tipo que no había tenido ni el detalle de presentarse. Para YengHa todo aquello le resultaba como adentrarse en las junglas llenas de residuos y contaminación, un lugar desconocido por lo que no tenía idea alguna de que hacer. Se dirigió al salón de té y tomó asiento al tiempo que una atenta y joven camarera el cogía el recado y se apresuraba a traerle un té rojo
YengHa empezó a pensar, si SIGMATECH es una empresa, a la que no puedo acercarme como si fuera una empresa. ¿Como debería tomarla? ¿Como una fortaleza? En ese caso esta compañía no tenía sentido pues estarían pensando en que se lanzaran como bombas kamikaze contra un ejército privado que parecía tenían ahí dentro. Si la única opción era la fuerza bruta, el subterfugio y tal vez para llegar a ambas hiciera falta el uso de intercambios ilegítimos, YengHa estaba totalmente fuera.
Tomó un sorbo con su té, tratando de dilucidar alguna otra solución - ¿Teneis alguna cabina? - La joven camarera asintió y YengHa se dirigió a una de estas cabinas de conexión, donde envuelta en perfume de incienso y música relajante entraría en el velo
Solo se me ocurre acceder por el Velo, pero es un rincón que desconozco, así que espero me guíes
Yeng Ha llevó el ardiente matcha a la cabina donde prentedía conectarse al velo. Ella lo tenía claro, entrar por las buenas no era cosa fácil pues todo en ella era fachada. En cierta manera aquel camello corporativo la había dado la pista, una fachada de un búnquer al final cabo. Ello requeriría otras medidas más agresivas, más incluso que las que usó semanas atrás en el edificio B23.
Estaba a punto de iniciar la conexión cuando recibió una notificación de un mensaje entrante. Rezaba lo siguiente:
—He conseguido un puesto como trabajador de Sigma Tech. Pronto tendré acceso a las instalaciones y podré estar más cerca del paquete. ¿Cómo vais?
Aquel era el primer mensaje, era de Brandon. Lo releyó un par de veces intentando pensar en las consecuencias de aquello para ver cómo proceder con la conexión. En ese momento recibió otra notificación, esta vez de Nairobi:
- Chicos, tengo información sobre donde está el objetivo y datos sobre que deberíamos hacer para acceder a él. Me dirijo a la salida. –
Parecía que la toma de datos había terminado, pronto pasarían a la acción, pero antes deberían reunirse todos. En ese momento decidió no poner en marcha la cabina de conexión y dirigirse al punto de encuentro1.
1Perdona porque no nos extendamos más. Siento que no haya dado tiempo a más, pero creo que lo mejor es avanzar con la partida para ir todos al mismo ritmo y evitar bloqueos.
Si te parece voy a ir dando la preparación por finalizada y en una nueva escena os junto a tod@s.
Fin de escena