Phoebe había decidido continuar jugando y había llegado el momento de que le volviera a tocar. Esta vez su peón avanzó 8 casillas pero siguió sin haber rastro, de William. No parecía que el hecho de que ellas sacasen un 5 o un 8 fuese suficiente para rescatarle.
Entonces, la esfera que había en el centro del tablero volvió a materializar en el aire unos versos:
De afilados colmillos.
Tu sabor le atrae.
Más vale que corras,
o en sus garras caes
Y entonces un terrible sonido se escuchó a pocos metros de la espalda de ellos:
Cuando miraron hacia atrás, todos pensaron que se trataba de un león. Pero esos animales eran más habituales del mundo de los muggles. Aquello era mucho más terrorífico y peligroso, porque en su cuerpo había alas de águila y una cola de algún tipo de serpiente o mucho peor, de un dragón. Aquel animal mitológico solo lo habían visto en los libros de Cuidado de Criaturas Mágicas, era una quimera y lo habían calificado con XXXXX, es decir, era una criatura mágica muy peligrosa.
Lo mejor no iba a ser precisamente enfrentarse a él, si no... ¡¡huír!!
Cuando leyó la descripción que continuó a la tirada de Phoebe, Liz ladeó la cabeza hacia un lado. ¿Vampiros? No conocía mucho sobre ellos, pero no sería muy difícil de vencerlos... O eso pensaba antes de escuchar el gutural sonido que le hizo girar la cabeza para mirar a la lejanía la figura de... —¡Una quimera!— exclamó entre dientes. Un escalofrío más que evidente recorrió su cuerpo mientras sus ojos se abrían como platos.
No pensó. Su cuerpo se movió por instinto, buscando evitar la muerte. Cogió el juego, dejándolo abrazado entre sus brazos, y salió corriendo porque realmente su vida dependía de ello.
Motivo: Huir
Tirada: 1d100
Resultado: 82(+47)=129 [82]
Huir = Atletismo (30) + Destreza (17)
Todo el cuerpo de Alisha se puso en tensión tras escuchar el primer rugido. Su primera reacción colocarse bien la mochila en la espalda y apretar los tirantes para ajustarla a su cuerpo mientras sus pies daban un paso atrás. Hasta su voz, consciente del peligro, surgió en apenas un susurro tembloroso.
- Una quimera... -dio un par de pasos más hacia atrás.
Debían huir y esconderse, quizás en dirección al castillo que acababan de abandonar. "¡Qué mierda de juego asesino es éste!" pensó mientras Liz, empezaba a huir y ella trataba de seguirla. Su cuerpo estaba paralizado por el miedo y aunque automáticamente salió huyendo, cosa que había aprendido tras sus cientos, miles de travesuras en Hogwarts, esta vez el miedo le hizo no ser tan rápida como hubiera querido. No era Filch el que la perseguía sino una bestia que podría despedazarla en cuestión de segundos.
Acababa de salir de la sartén y había caído en las brasas, recordó el refrán Muggle cuando vio cómo Liz le sacaba ventaja en su carrera.
- Cosquillas, si pasa cualquier cosa -le dijo al hurón con un gesto algo aterrorizado- corre con Liz, ¿vale?
Un par de lágrimas asomaron a sus ojos, pues a pesar de la magia y de las bromas, no dejaba de ser una niña.
Motivo: Huir
Tirada: 1d100
Resultado: 5(+40)=45 [5]
Huir = Atletismo (15) + Destreza (25)
La quimera atrapó a Phoebe y a Alisha que no fueron capaces de salir corriendo suficientemente rápido. Con las garras delanteras las agarró por la cintura y después acercó sus fauces para encajar sendos mordiscos sobre ellas.
El dolor de sus colmillos clavándose en el pecho era lo más doloroso que habían podido sentir en su vida. Aquello nada tenía que ver con un juego, sentían como esa bestia iba a devorarlas de un momento a otro y quizá un buen hechizo lanzado con mucho éxito podría darles unos segundos de ventaja, pero aquel animal no parecía dispuesto a dejarlas en paz.
Además, Liz había logrado escapar y salir corriendo. Las había dejado tiradas y sin protección, pero lo cierto es que aquella criatura podría perfectamente con tres simples alumnas de Hogwarts. Quizá un profesor pudiese derrotarla, pero ya se había dado cuenta que el castillo parecía estar totalmente vacío.
Alisha gritó de dolor al sentir aquel pico lacerando agudamente su torso. El suéter de Gryffindor se rompió, dejando algunos girones cayendo a ambos lados del cuerpo de la chica. Phoebe había tenido la misma mala suerte que ella y es que parecía que aquel juego se empecinaba en gafar casi todos sus intentos por sobrevivir.
Las lágrimas habían dibujado varios senderos en la suciedad que ya se había acumulado en sus mejillas. Desde su posición en la garra de la quimera, no podía ver si Cosquillas había huido, pero en aquel momento crítico lo único que pensaba es que pudiera haberlo hecho, junto a Liz.
Sin saber muy bien de dónde sacó el valor, quizás de la desesperación de volver a ver la muerte tan de cerca, Alisha alzó en alto su varita, apuntando a los ojos de la quimera.
- ¡Chorro de llamas! -gritó quizás con un tinte de rabia, cuando desde la punta de su varita se formó un haz de llamas morado que se dirigió hacia la bestia que las tenía atrapadas.
Alisha sintió la magia revoloteando por su cuerpo, concentrándose en su mano y la punta de su varita. Sabía que esta vez había salido bien, debía salir bien. Lo necesitaban, aún le quedaban muchas travesuras por hacer, le dijo la parte infantil que lloraba a moco tendido.
Aunque su parte adulta, la que empezaba a florecer en sus 13 años fue la que pensó que quizás cegarle o dañarle los ojos les diera una mejor oportunidad para huir.
"¡Debía conseguirlo, esta vez sí!" se gritó a sí misma mientras aquella hermosa luz morada avanzaba, para ella, a cámara lenta hacia la quimera.
Motivo: Chorro de llamas
Tirada: 1d100
Resultado: 72(+55)=127 [72]
Chorro de llamas= Astucia (5) + Encantamientos (50)
Alisha logró ejecutar un chorro de llamas que cegó durante unos breves segundos a la quimera logrando así salir corriendo y huír junto a Liz al interior del castillo. Mientras tanto, aquel ser mitológico no pareció hacer ningún interés en seguirlas, parecía estar disfrutando del festín que se estaba dando gracias a Phoebe.
La jugadora de quidditch estaba siendo devorada por la quimera y poco más podían hacer por ayudarla. Pues si lo intentaban era muy probable que perdieran la oportunidad que habían conseguido de vivir un poco más para seguir jugando.
Orden de turno:
- Liz
- William
- Alisha
- Phoebe
Lo oyó. Podía oír los gritos, el crujido de los huesos, la piel estirándose y desprendiéndose junto con un montón de sangre.
Se giró justo a tiempo de ver cómo Alisha llegaba hasta ella. Liz estiró la mano para terminar de ayudarle a superar la distancia que le faltaba hasta llegar hasta ella. Agradecía interiormente que fuera de noche como para no ver con claridad la grotesca escena. Por desgracia seguía oyendo cómo la quimera seguía dándose un buen festín, aunque los gritos habían remitido...
Liz tensó los labios en una fina línea, con la mirada perdida en el lugar en el que se encontraba la quimera. Ya no parecía interesada en dos pequeños polluelos como ellas.
—¿Necesitas un descanso?— sabía que Alisha había cogido suministros de la enfermería, no sabía si necesitaría algo de eso. Después de asegurarse de que su compañera estaba preparada para continuar, puso el tablero en el suelo y lanzó los dados. —Sigamos— era la única manera de poner fin a todo eso. Lo peor era continuar pensando.
Motivo: Siguiente casilla
Tirada: 2d6
Resultado: 8 [6, 2]
Entiendo que no marcamos a Phoebe... Siento mi ausencia, espero poder llevar mejor ritmo a partir de ahora