Olivia se hundió en su butaca de trabajo, visiblemente perturbada. Se llevó los dedos a la frente. De pronto parecía mucho más mayor, con aquellas prematuras arrugas surcándole la frente.
-No lo sé, Laura... son demasiados sucesos, demasiadas fechas. ¿Es que está todo conectado? A veces me he preguntado si no habremos sacado de contexto algunas de las desapariciones... -al fin se incorporó, y clicó sobre el icono de respuesta al mensaje. Una nueva pantalla emergió, el destinatario era su colega Mateo. -Creo que en eso coincidimos, en que no es seguro que esta información salga a la luz de momento. Quien quiera que se ocupó de tapar esto hace 25 años podría estar todavía en activo.
Volvió a releer el mensaje que le había mandado Mateo, anotó un par de cosas en su bloc de notas y consultó de nuevo algunas fechas, lugares y nombres que tenía apuntados. -Por lo que veo no hay un perfil único en las víctimas. Peró si se pueden distinguir tres grupos diferenciados. Por un lado, los sin techo de los que nos habló Claudio. Un montón de gente sin recursos ni familiares ni vínculos de ningún tipo con la sociedad. -En una hoja de papel dibujó un gran círculo, ayudándose de su pluma para ordenar sus ideas. Por otro lado tenemos a los obreros del parque del Ebro. De momento sabemos que dos de ellos murieron en 1999, veré qué puedo averiguar sobre el resto. Y por último, estos pobres bebés... ¿de dónde salieron? ¿Es que sus padres no denunciaron sus desapariciones?
Terminó de construir su esquema y después de echarle un vistazo lo apartó de un manotazo. En fin, Laura. Trata de descansar hasta mañana. Nos vemos a las diez y media en el monasterio, ¿de acuerdo? Deberíamos ir bien de tiempo para organizarnos antes de la misa. Olivia apretó delicadamente la muñeca de su compañera, y le sonrió. Un gesto poco común en la avezada reportera, que a veces pecaba por dejar de lado la parte más personal y empática de su trabajo. Gracias por todo.
Bien, Laura, dado que Nagris sigue sin dar señales de vida sigo con Olivia. Con este post doy por concluida la conversación y salto temporalmente a la noche del domingo, en el punto de reunión. Suponemos que Laura dedica ese tiempo para descansar después de los agitados días que lleva.