Partida Rol por web

Sonreí por no haberme dado cuenta de ello, aunque imaginaba que no iba a pretender que él y yo sólo levantáramos en brazos un piano, que para eso me parecía que nunca habría desayunado suficiente.

- Entonces ten cuidado. - Me acerqué para bajar la tapa, pues sería una pena que pudiera sufrir cualquier desperfecto aquel instrumento tan bien afinado y luego esperé a que me dijera que empujara para hacerlo, con mucho cuidado para no liarla, sobretodo porque ni era mi casa ni tenía tanto dinero como para poder gastármela en un piano nuevo.

Al menos iba a quedar claro que no era el tipo de mujer que se rompía las uñas haciendo las cosas... seguramente, porque llevaba mordiéndomelas toda la vida.

Quite los seguros de las ruedas y volvi junto a ella para desplazar el piano, aquel cacharro era viejo pero estaba durando mas de lo que hubiera pensando y mas despues de haberlo comprado en una tienda de segunda mano- Bueno a la de 3 - dije apollandome en el piano para empujarlo - 1---2---3- cuando dije 3 empeze a empujar para guardarlo el piano en el garaje.

Cuando llegamos al garaje tube mucho cuidado tenia alli guardado todos los instrumentos que habia podido compras, desde uflautas traveseras, una armonica, un violin, un violonchelo, una guitarra española y una pequeñña bateria que estaba rota.

Empujé con todo el cariño que pude aquel piano, para no hacerle ni una mísera ralla pues sería una auténtica pena y cuando al fin lo dejamos en su sitio y vi todo lo que tenía allí guardado me quedé prácticamente con la boca abierta.

- Vaya...! - Dije como siempre que algo me sorprendía. - Hay que ver todo lo que tienes aquí...

Me acerqué y pasé la mano por encima a todos los instrumentos allí almacenados.

- ¿ También los arreglas? - Pregunté al ver que la batería estaba en bastantes malas condiciones.

Seguro que alguien que arreglara instrumentos tenía un buen futuro por delante si ponía un negocio, pues eso era algo que no hacía demasiada gente y si había gente como yo, que no se quería separar de la misma guitarra hasta que veía que ya se caía a trozos...

Eso me llevó a pensar en que no tenía ni idea de a qué se dedicaba.

- ¿ Trabajas?

- Bueno trato de hacerlo, nuevos son muy caros pero si los compras estropeados y de segunda mano estan regalados de precio luegop solo hay que intentar arreglarlos, pero no lo e conseguido con todos- digo señalando la mas que evidente rota bateria, desde que habia descubierto mi habilidad, habia buscado por todas las tiendas hasta encontras instrumentos que pudiera comprar y cuando uno no tiene escrupulos de donde compra encuentra casi cualquiercosa, pero no podia decirle algo asi a ella.

- Trabajo algunas tardes alludando a los vecinos en lo que me pidan, muchas veces sencillamente paso la tarde con personas ancianas a la mayoria les gusta que toque para ellos-

ahora me daba cuenta de algo importante yo no sabia que hacia ella, ni realmente nada de ella, era un completa desconocida, pero me sentia bastante comodo hablando con ella, era como si las palabras que antes no eran capaces de salir de nmi boca, ahora lo hicieran libremente

- Ya te digo que son caros... - Respondí recordando lo que me costaban cada vez que se me estropeaba algo. - La penúltima guitarra que me compré sufrió un pequeño percance en mi viaje hasta esta ciudad y la tengo muerta del asco en casa porque para poder pagar el alquiler me tuve que comprar otra. Si quieres sumar una guitarra eléctrica a tu colección te la cedo, pero tendrás que arreglarla. El amplificador funciona bien.

No es que soliera ir regalando muchas cosas por la vida, pero tenerla en el piso de adorno era una tontería y estaba segura de que él la podría aprovechar más que yo, pues seguro que conseguía arreglarla.

- Supongo que son cosas que no he hecho en la vida. Nunca he estado en la misma casa el suficiente tiempo como para considerar a la gente que vivía alrededor mis vecinos.

Me encogí de hombros, pero era lo que había.

- ¿ Vamos por el helado? Podemos seguir charlando mientras nos lo comemos!

Me quedo completamente sorprendido cuando me dice de regalarme su guitarra estropeada, aunque estubiera rota un regalo como aquel era demasaido,- No podria aceptar tu guitarra son demasiado valiosas, pero si quieres puedo intentar arreglarla, no creo que quede perfecta del todo pero seguro que algo puedo hacer con ella- no es que fuera precisamente un experto en arreglar los instrumentos, pero de tonto hacerlo habia cogido mucha practica asique seguro que algo podria hacer.

- Si claro vamos- digo saliendo del garaje y cerrando la persiana para dejar a salvo los instrumentos- A cual quieres ir, no conozco ninguna por aqui la verdad, aunque no es que salga demasiado- digo en un tono algo melancolico y sin poder evitar que mi expresion de cara cambiara completamente-

- Pero si yo tengo una nueva! - Le dije como si el que no la fuera a aceptar fuera algo así como una ofensa, pues con lo que me costaba desprenderme de algunas cosas como los instrumentos, quizás no esperaba que alguien me pudiera dar un no como respuesta. - La tengo cogiendo polvo en una esquina...

En cuanto pusimos los pies en la calle, me dijo aquello de que no salía mucho y me quedé un poco extrañada por ello, porque a mí me parecía alguien bastante agradable, lo que yo asociaba directamente con tener muchas amistades.

- Pues con buena has ido a dar... Sólo llevo unos meses viviendo aquí... ! - Y no es que tuviera un carrerón de sitios conocidos. - Lo voy a arreglar ahora mismo.

Me acerqué al primero que vi pasar por delante nuestra.

- Disculpe. ¿ Me podría indicar dónde hay una heladería por aquí cerca? - La mejor forma de llegara  todas partes era preguntarlo.

el hombre os indica que la heladeria esta a 3 manzanas de alli, haciendo esquina

- De acuerdo puedes darme tu guitarra, pero tendras que dejarme entonces que yo te invite a los helados- digo muuy serio, me seguia pareciendo abusar el aceptar que me diera una guitarra por muy rota que pudiera estar, no era algo muy normal y menos darsela a un sompleto desconocido, asique invitarla era lo menos que podia hacer.

Cuando nos dan la direccion caminamos hacia alli, no esta muy lejos asique en poco tiempo estamos alli, una pequeña cafeteria heladeria, que esta decorada muy tipicamente, esta casi vacia, y parece que el mabiente esta algo apagado, pero yo la prefiero asi, si hubiera mucha gente creo que me quedaria bastante cortado.

- Que te apetece- digo mientras le abro la puerta para que ella pueda pasar.

- Vaaale...! - Respondí a eso como si en realidad no tuviera que hacerlo, sobretodo cuando venía siendo mi antojo eso de comerme un helado, que para mí, era lo que siempre quitaba todas mis penas.

No tardamos en encontrar la heladería en cuestión, poco transitada, aunque a mí eso era lo que menos me importaba, pero tenía su lado bueno y era que nos podríamos sentar en una mesa a comerlo tranquilamente.

- Helado de chocolate! - exclamé al responderle. - Pero que no sea muy grande que quiero seguir entrando en mis pantalones!

No sólo pagaba las facturas mi música sino también cómo me sentaba lo que me ponía, así que vivía cuidando lo que me llevaba a la boca, que aunque nunca me hubiera dado por engordar era mejor prevenir que lamentar.

Me rio un poco cuando ella dice lo de sus pantalones, por que sencillamente la veo perfecta, tal vez incluso demasiado guapa como para tener que preocuparse por esas cosas, pero tampoco sabia muy bien si tenia algun complejo o que le pasaba, pero desde luego cualquiera que la viera pensaria automaticamente que ella estaba muy buena.

Y alli fue donde me sorprendi a mi mismo, delante del mostrador esperando para pedir los helados, y pensando que la chica a la que habia conocido hacia muy poco, con la que apenas habia hablado y que tenia la misma habilidad que yo,estaba buena, menudo idiota estaba yo hecho, no me estrañaba que luego fuera sencillamente el hazmerreir de todos los sitios, el estupido de Dekkers, el recojebasura de Dekkers.

La chica del mostrado me saco de mis pensamientos cuando me pregunto que queriamos.

- Pues un helado grande de Chocolate y un mediano de leche merengada- cuando me los dio pague los helados y los acerque a la mesa donde ella me estaba esperando- A qui tienes y te lo e pedido grande, no creo que alguien tan guapa tenga que cuidar precisamente si come un helado grande un dia- y de nuevo acababa de hacerlo, pero que me pasaba ese dia, me estaba volviendo loco.

Me senté en una mesa tranquilamente, esperando a que Anders pidiera pues ya le había dicho que a los helados podía invitar él, aunque bueno, seguía pareciéndome que no debía de haberlo hecho, a fin de cuentas, me había alegrado mi muermo de día porque antes de salir estaba simplemente que me subía por todas las paredes de mi piso del aburrimiento.

Ya desde esa mesa pude ver como mi helado era muy grande.

- Me va a entrar una sobredosis de azúcar! - Pensé al verlo, pero para qué mentir, seguro que me lo terminaba en un momento sin problemas porque el helado siempre entraba bien, pero si ya era helado de chocolate... pues mucho mejor.

Al volver y decirme aquellas palabras le sonreí, de esa forma en la que sólo puede hacerlo una mujer que se siente halagada por las palabras recibidas.

- Supongo que por un día puedo hacer una excepción! - Respondí sin hacer caso a la alabanza sobre mí, pues a fin de cuentas... tampoco es que me lo tuviera demasiado subido a la cabeza.

El helado estaba de muerte, eso había que decirlo y cuando se sentó conmigo en la mesa seguí con aquella conversación con la que habíamos empezado.

- Yo soy músico... ¿ no te lo esperabas, verdad? - Dije bromeando. - Por el momento no he tenido mucha suerte, pero tengo un trabajo con una empresa de esas de espectáculos que me va mandando a tocar de un sitio a otro de la ciudad. Sigo con la esperanza de que me encuentre un cazatalentos o algo así y pueda sacar un buen disco o...

No hacía falta que siguiera contándole aquello, ya podía hacerse a la idea.

Me hacia gracia verla comer el helado, parecia gustarle muchisimo, y yo apenas habia dado un par de cucharadas cuando ella ya tenia la mtiad del suyo acabado, eso tendria que significar que habia acertado con el grande, al fin y al cabo cuando uno disfruta las cosas no le importa que su placer se alargue un poco mas.

- Pues la verdad es que jamas me lo hubiera imaginado, yo abria dicho que era modelo o alguna cosa de ese tipo, nunca que eres musica, pero eso tiene mucho sentido, tal vez por eso tengas esta habilidad-

Sonrrio muchisimo cuando le hablo, parece una chica genial y no puedo mas que pensar en que el destino parecia estar ese dia de mi parte, eso o me estaba gastando la broma mas sin gusto que podia haber en el mundo.

- Aunque ahora tienes una ventaja seguro que cuando vuelvas a tocar si te concentras en que aparezca algun cazatalentos ira a verte, pero me tienes que prometer que me regalaras el primero disco que saques-

Estaba mas que seguro de que seria asi, aquello era como un canto de sirena, la gente no podia resistirse a el.

Me quedé un poco sorprendida con que me dijera eso de que parecía una modelo y casi hasta me sonrojé un poco por ello, pues la verdad es que no había posado nunca delante de ninguna cámara y que encima, me pagaran por ello, pero por el momento prefería la música.

- Soy un poco bajita para ser modelo y... - Sonreí un poco avergonzada. - Me gusta mucho el chocolate! - Me eché a reír, me ponía un poco nerviosa que me dijera aquellas cosas, aunque eso siempre viniera bien para ese orgullito que tenemos en alguna parte.

Me quedé un momento pensando en eso del cazatalentos y sin duda, si funcionaba quizás pudiera servirme de más ayuda de la que había tenido nunca.

- Si funciona eso te prometo que te hago una estatua. - Aunque luego me quedé pensando unos segundos. - ¿ No has pensado nunca en dedicarte a la música. Tocas muy bien, podríamos hacer un grupo...!

Note como se ponia un poco roja y sin saber muy bien por que yo tambien me puse colorado, aunque cuando dijo lo del helado yo tambien me heche a reir, y le di una buena cucharada al mio, la verdad es que estaba buenisimo, me preguntaba por que nunca abia benido a estos sitios, tal vez por que venir solo no fuera muy normal.

- Yo nunca lo e pensado, la verdad es que si me gustaria tocar para la gente, pero no creo que fuera capaz de salir a un escenario, y seguramente antes de que pudiera empezar a tocar alguien me tiraria algo para que me fuera-

No bromeaba eso ya me habia sucedio en el instituto, supongo que por eso tenia tanto miedo a los escenarios, pero tocar a los ancianos era divertido, ellos apreciaban los momentos que pasaba alludandoles, disfrutaban de mi musica, algunas veces parecian incluso descansar tramquilos despues de escucharla, no era un trabajo muy bueno, ni siquiera podria ser considerado trabajo de verdad, pero tal vez eso fuera lo mejor que podia tener.

Aunque me estuviera riendo, vi cómo se ponía un poco colorado simplemente por el hecho de haberme puesto yo así e imaginé que era un chico bastante tímido, aunque a mí me resultaba agradable y bastante gracioso. Sin duda era una buena compañía.

- Seguro que es porque no lo has intentado. En cuanto te pusieras a tocar dejarías a todos con la boca abierta... - Asentí tras mis palabras, pues estaba segura de que así sería. - Que conste, que te lo he dicho en serio y que si te apetece, podemos quedar algún día para componer algo juntos... - Sonreí como quien estaba a punto de bromear tras esas palabras. - Pero hasta que te animes, intentaré eso de hacer que me " cacen " que el alquiler no se paga solo y eso de tener ingresos seguros todos los meses sería un chollazo!

Nunca había tenido demasiado, pues era lo que tenía ser hija de músicos que nunca habían llegado a demasiado en la vida, aunque sí que tenían un par de discos en el mercado, pero... desde que mi padre no estaba mi madre se había dedicado únicamente a tirarse a otros músicos así que daba por finalizada su carrera profesional.

Parecia que ella hablaba enserio cuando decia que compusieramos juntos, aquello se me hacia muy raro, gente que estuviera con migo sin ignorarme o meterse con mi forma de ser o bestir, aquellos era algo nuevo, pero que sin duda me gustaba mucho aquel cambio.

- Realmente yo no se mucho de musica asique no se si serviria para componer algo normalmente toco sencillamente por inercia, cojo el instrumento y dejo que salga la musica de el, pero si me enseñas a componer tal vez podria alludarte en algo- sonrrio muchisimo cuando le digo aquello, tal vez ella pudiera enseñarme por fin algo de musica.

Aunque realmente dudaba mucho que ella necesitara alluda para hacerse famosa si asi lo queria, con su talento su belleza y su habilidad, podria ser la musico mas famosa del mundo en cuestion de semanas.

Me di cuenta, por su forma de hablar, que no debía de estar acostumbrado a entablar muchas amistades, pero claro, yo también podía resultar demasiado abierta muchas veces y no era la primera decepción enormísima que me llevaba por haber confiado en quien no debía, pero no sabía cómo explicarlo, simplemente me parecía alguien que no me dejaría colgada.

- Entonces hay trato. Yo te enseño lo que sé de solfeo y tú me echas una mano... - En realidad lo que mejor me vendría era tener a alguien con quien charlar, más que la ayuda con la música pues tenía que decir que desde que llevaba una temporada viviendo en el mismo sitio, había encontrado a mi musa o alguna cosa similar.

Ya casi me había terminado aquel helado, que me había sabido a gloria, porque llevaba pensando en él un rato.

- Vivo aquí cerca, un par de calles más allá. - Hizo lo típico que se hace en esos casos. Cogí una servilleta de esos servilleteros metálicos, esas que acostumbran a mancharte los morros más que a limpiártelos y cogí un boli del bolso para apuntar en un papel mi nombre y mi número de móvil debajo. - Supongo que querrás venir a por la guitarra algún día así que me llamas y listo. - Me había dado cuenta de su timidez hacía un rato ya. - Y no te preocupes por si molestas o no, que si no puedo estar o alguna cosa ya te diré yo misma que vengas en otro momento...

- Gracias- dije simplemente cogiendo el papel que me ofrecia y guardandolo en mi bolsillo donde pensaba que estaria mas seguro - Ten creo que tambien deveria apuntarte mi telefono- tras apuntarselo en la oja de papel me termino el helado con avidez.

- Bueno espero verte pronto para que me enseñes algo de musica- me despedi de ella sin siquiera atreverme a darle 2 besos y despues sali casi corriendo dirección a mi casa.

3 meses despues tocando en un local con el, un hombre se acerco a vosotros, decia ser representante de una discografica y se ofreco a sacar un disco vuestro y haceros un contrato bastante sustancioso.

Fin del capitulo 1