en ese piso lo unico raro es un hombre de color que parece peligroso solo con verle de lejos, tienes la escaleras cerca, asique puedes hablar con el o subir.
Hago un ligero gesto de saludo a aquel hombre, y subo.
Nada mas entrar al siguiente piso ves como El señor petrelli camina hacia ti.
Claro. - Dije casi de inmediato encogiéndome de hombros.
- Creo que has hablado un buen rato con nuestro querido Doctor, que te a parecido su opinion sobre esto- sabia perfectamente su opinion sobre esta organización, pero queria ver su respuesta.
¿Sobre el doctor? - Dije un poco confusa. - No sé... la verdad es que resultó ser menos interesante que al principio.
- No, me refiero a su opinion sobre mi y sobre este lugar-
Creo que mi opinión me la reservo para mí. - Dije manteniendo mi sonrisa y hablando con educación.
- Me alegra escuhar esas palabras, si tienes que ocultarle es que el doctor te dijo exactamente lo que yo pensaba, que este lugar es horrible y que destruiremos el mundo, pero ahora quiero enseñarte lo que pretendo conseguir, para que puedas ver tu misma como quiero salvar el mundo, es mejor tener ambas opiniones antes de crearte una propia-
Asentí, y le seguí. No le contesté porque de verdad prefería que mi opinión fuera solo mía... pero tampoco pensé que pudiera hacerle entrar en razón.
- Lo primero que tienes que saber es que yo como muchos e sufrido bajo las manos de la gente que no nos entiende, que nos tiene miedo por que cree que nuestras habilidades son una amenza, siempre e tenido que sobrevivir ayudando a los nuestros, la idea de entregar habilidades a la gente es hacer que todos seamos iguales, pero no podemos hacer que cualquiera consiga estos poderes, no hay que entregarle habilidades a un asesino, por eso la idea es hacer examenes y controles, venderlos solo a gente que san de fiar-
Asiento con la cabeza, esperando a que siga.
Miro a la chica, no parece convencida- El mundo podria ser un lugar mucho mejor, creeme, hay catastrofes que pueden ser detenidas, las inundaciones desaparecerian, se podria solucionar el hambre, las enfermedades, todo solo con esa formula, salvariamos al mundo de si mismo-
Le mire algo dudosa:
Juraría que todo esto ya me lo habías dicho... con los otros dos hombres, en la casa. Pensaré sobre ello, si quiere. Creo que ahora, volveré a la universidad, aún tengo trabajo. - Dije sonriendo.
- Por supuesto, eres libre de irte cuando quieras pero recuerda que puedes volver aqui cuando lo desees- estube tentando a usar mi habilidad, podria haberla obligado a quedarse, pero era preferible que se diera cuenta de lo que sucedia por si misma.
Sonreí:
- Gracias, y nos vemos entonces. - Dije como despedida. Seguidamente me marché en dirección a la unversidad donde trabajo.