Ok, así será. Entonces si necesitamos matar a la representante China deberás tener esto contigo. -Tomo mi arma que estaba escondiendo, y se la entrego al representante de Francia.-

Intenta que sea un disparo certero, o sino estaremos en problemas. -Señalo mientras una sonrisa aparece en mi rostro.- No pensé que llegado el día estaría en esta situación, yo que vine determinado a eliminar a Kira, pero aqui me ves. Al menos me dirás tu verdadero nombre antes de partir, mi buen amigo...

El tacto de la pistola entre sus manos devolvió a Guido parte de su confianza y optimismo.

-Haré un muy buen uso de esto, créeme.- Le dijo con una sonrisa algo cansada.

-También me gustaría hacerte un regalo de despedida. El nombre de Canadá es Sevro Belona, según acabo de ver con un último uso de mis ojos. Por otro lado, mi auténtico nombre es Jean François Reynoard. Con esta información te dejo disponer totalmente de mi muerte, tanto si estoy aquí como en interrogatorio. Tuya es ahora la responsabilidad de portar la palabra de Kira por lo que te aconsejo prudencia eligiendo víctima esta noche. Que tu mano no se detenga si soy yo el que debe morir, aunque sea desde la sala de interrogatorios. Pese a todo, mi consejo es que no desperdicies la noche apuntando mi nombre y, por el contrario, que elimines a Canadá. Pero ahora está en tus manos y estoy seguro que no puede estar en otras mejores.

Tras esto Guido se dispuso a alejarse y abandonar a Corea. Sin embargo, se da la vuelta para una última despedida.

-Ojalá nos hubiéramos conocido en mejores circunstancias y te hubieras unido a nosotros de otra manera, porque has demostrado ser totalmente digno de la Death Note. Por desgracia, después de los sucesos de este búnker no tendrás prácticamente tiempo para realizar tu cometido, pues L no te perderá de vista. Busca rápido a un sucesor digno que continue con nuestro legado, como otros me buscaron a mí antes. También te aconsejo permanecer inactivo durante un tiempo cuando escapes de aquí pero reitero que todo queda a tu criterio.

- Supongo que no hay mucho que preguntar...  ¿quieres mis ojos verdad?

Para qué he de desperdiciar la mitad de mi vida Ryuk, si ya tengo todo lo que necesito. El nombre de mi próxima víctima es Sevro Belona, lo dijo el propio Jean. 

Otra cosa será cuando salga de acá, ahí podría interesarme en tus ojos... siempre me he preguntado como observa el mundo un Shinigami, pero eso tendrá que esperar.

-Mirando al Shinigami tomo la Death Note y la abro- Bueno Ryuk, creo que coincides conmigo en decir que esto ha sido entretenido, ver a todos esos agentes incompetentes morir y culparse los unos a los otros durante esta semana, ha sido algo placentero. -Por primera vez mi espeluznante sonrisa no la intentaba disimular de ninguna forma, ya no debía aparentar- Pero ya se debe acabar este juego, ha llegado el momento en que debemos darle la bienvenida al Nuevo Mundo y este llegará junto al amanecer del 8vo día. ¿Irónico no? Me tomó el mismo tiempo que ha Dios para crear el Mundo, sólo que yo en 7 días acabé con los inútiles que no tienen derecho a pisar su creación. 

Entonces como el nuevo Dios de este Mundo le daré una muerte placentera al Canadiense, mi misericordia deberá ser recordada por todos. -Comienzo a escribir en la Death Note:

"Sevro Belona - Desangrado por raros estigmas ocurridos al inicio del día.
Durante la noche unos hematomas circulares comienzan a formarse en las palmas de sus manos, lo que en un comienzo parecen simples moretones poco a poco estos comienzan a hincharse. Los vasos sanguíneos bajo la piel se rompen y toda la sangre se acumula, provocando dolor y sufrimiento a la víctima. 

Este en un acto para calmar el dolor, toma el primer objeto corto punzante a mano y se dispone a utilizarlo. Gritando de la desesperación, comienza a darse estocadas en las palmas de sus manos, haciendo que la sangre comience a chorrear por todas partes. Realiza esto un par de veces en cada mano, hasta que el dolor ha desaparecido. 

Una vez finalizado esto, se percata que desde su zapato está escurriendo más sangre, manchando todo el piso. Rápidamente este se saca ambos zapatos y calcetines, para darse cuenta que estas marcas circulares también las tiene en sus pies. El dolor es insoportable y comienza a gritar encolerizado. 

La pérdida de sangre por las manos y pies ha sido considerable, poco a poco Sevro comienza a perder el juicio. En su último acto, este se arrodilla y clama por misericordia a Dios... al Dios del nuevo mundo, gritando:

¡Kira aquí me tienes de rodillas! He presenciado tu magna benevolencia, por favor perdóname y dame la bienvenida a tu nuevo mundo! Mi muerte será el comienzo de tu gran era.

Mientras exclama sus últimas palabras, pequeños cortes de 1 centímetro comienzan a formarse en su frente en todas direcciones. La sangre comienza a brotar de estos cortes, dejando su cara cubierta de este espeso líquido. Tras unos segundos, este pierde la consciencia y muere."

-Mostrándole el cuaderno a Ryuk, le pregunto: ¿No te parece esto una obra de Dios? HAHAHAHAHA. 

Ahora lo que resta ya no está en mis manos, sólo L sabe lo que ocurrirá luego de esto. Pero no sólo los Dioses de la Muerte están conmigo, y prueba de ello es que sigo aquí hasta el último día... Por lo que estoy seguro que seré el vencedor.