Partida Rol por web

- Bienvenido seas de nuevo Poseidón -dije mirando al Dios-

Tras contemplar esa impactante escena no digo palabra alguna hasta que me recompongo y comento:

Al final Bastet ha muerto por nada... Aunque por la forma en que la hemos hallado muerta dudo de si ha sido lo que ella pretendia o si por el contrario algún dios la ha asesinado...

Poseidón ha tenido una estancia demasiado brev... - Mientras hablaba sobre el difunto dios contemplo como vuelve de entre los muertos con cierta alegria.

¡Poseidón! ¡Me alegra verte de vuelta! Espero que nos cuentes aquello que estabas a punto de decirnos antes de dejar este mundo.

 -¡Poseidon! Estás vivo! Bienvenido seas entre nosotros.

La maquina ni el hombre dijeron nada cuando volvió Poseidon a la vida, tan solo se escuchaba el ruido al bombear y la luces parpadear. RA había preguntado por ellos. Pues era lo mismo que deseaban saber, eso que quiso decir la noche anterior y no tuvo tiempo para ello.

Gracias por el recibimiento...y por supuesto que contaré lo que pensaba decir, pero antes he de deciros dos cosas del reino de los muertos, aunque no sé si será relevante...

La primera es que Hynos me dijo que no tenía ninguna prueba contra nadie a la hora de juzgar y que, además, seguí pensando que Atenea era culpable.

La segunda es que Dioniso odiaba a Anubis y que nunca votó a un inocente o a alguien que no supiera que fuera a salir indemne.

Respecto a lo que os iba a contar antes de mi muerte, es que parte de lo que siento desde que estoy con todos ustedes, es que puedo modificar vuestras decisiones aleatoriamente, pero que aún NO USÉ ESE PODER...Así que alguien pudo copiarmelo...

Recién acabado mi discurso miré el tridente con el que estaba ensartado. Ya no estaba manchado de sangre sino que estaba reluciente y brillaba más que nunca.

No recordaba que había sido tu mano la que la había traído de vuelta, eso confirma al menos que realmente era inocente. - responde Quetzalcoalt antes de centrarse en las palabras de Poseidon - Supongo que habría que empezar a poner sobre la mesa el don y la habilidad especial que tiene cada uno. Así sabremos quien miente... o quien podría haber sido infectado por la maldad asesina.

- Vaya Poseidón revivió... Y veo que no era uno de ellos, que suerte que volviste. Me extraña la acusación de Caillech, yo no pretendía ocultar nada con mis actos. Poseidon contó lo que tenía que decirnos y no había nada que me culpara como asesina o sospechosa... En cambio tu... Kali guarda silencio.

El ánimo por el regreso del dios de las mareas recorre mi rostro rápidamente cuando oigo sus palabras... Mmmm según tus palabras, entonces Atenea, junto a Anubis, serían los asesinos. Eso es absurdo!!! ¿quién te lo dijo? ¿tú lo crees?... Y por cierto, ¿hablaste con Dioniso? Se supone que debería estar aqui por el sacrificio de Bastet; si no es así, entonces ella ha sido asesinada antes de poder intercambiarse con Dioniso.

Tío, ¿me estas acusando?

Simplemente por que un dios me odie, ¿ya soy culpable? que acusación con más poco fundamento, Asclepio. Anubis se extrañó por las palabras de Asclepio, no sabía si realmente le había entendido bien.

No son mis palabras...yo os he transmitido lo que me han dicho - le respondí a Asclepio.

Como dije anteriormente estoy a favor de Atenea y, salvo algo muy evidente, la defenderé.

Hijo mio... - dije mirando hacia Anubis - No busques enemigos donde no los hay.

Asclepio te está defendiendo de las palabras que Poseidón ha pronunciado sobre que Dioniso estaba enemistado contigo.

No tenemos pruebas todavia de que Atenea sea nuestro enemigo, y ella afirmó que Anubis era inocente ya que ella aseguró haberlo inspecionado, junto a mí y no recuerdo si a algún dios más.

Por otra parte, no creo que Poseidón haya querido acusar a nadie, él solo ha trasmitido las palabras de los que moran en el inframundo.

Gracias, lo siento estoy muy nerviosa, cada noche descubrimos a alguien, pero por contra muere otro.

Anubis se desplomó sobre el suelo al escuchar las palabras de su padre. Era cierto, buscaba enemigo donde no los había, le parecía ver sombras acechantes tras cada columna o dios... Anubis comenzó a obsesionarse con la idea de que su final podía estar cerca, aun más cerca.

La maquina resonó, antes las palabras de Asclepio, no era tan descabellado al menos en lo referente a Anubis, -Cuando el Hombre Tic-Tac propuso que no todos los declarados inocentes al empezar el cónclave, pudieran no ser ahora necesariamente inocentes fue el primero en querer, tachar de patraña sin dar razones solo apelando a que es ridículo. Y para la maquina ahora nada es ridículo, todo entra dentro de lo posible. Y la teoría no seria del todo errónea.

Tal vez Atenea y Anubis si sean traidores y a la vez realmente tener esos poderes. De esa forma Atenea mostraba a otros inocentes mientras nombro de igual modo al señor Egipcio como un inocente mas, mientras que este no lo seria. De esa forma cada noche matarían sin miedo a ser linchados al día siguiente.-Comento el hombre del sombrero de latón, era solo una hipótesis mas frente a otras muchas.

De todas formas aun había gente que si votaba y seguia estando callado.-La cabeza sin facciones observaba a Inari curiosamente.

Eres un dios muy desagradecido, defiendo tu inocencia y ¿me lo pagas así?

La gran rueda giro, los cables bombearon y Tic-Tac hablo, de forma mecanica y monotona.
-Tan solo exponemos posibilidades que han de tenerse en cuenta, aun no os he acusado de nada, tengo mas sospechas de otros que de ti o Anubis.

Me quedo extrañado por las palabras de Anubis, pues le estoy defendiendo y no se como alguien puede suponer que le estoy acusando... Te estoy defendiendo como dice tu padre, Anubis - veo que tiene gesto afrigido - No te martirices, entiendo que estés nervioso, se te ha acusado muchas veces - termino con una sonrisa.

Tras escuchar al dios máquina y a Atenea, expongo mi opinión: De momento sigo confiando en Atenea.

Kali, ¿a quien has ido atacando durante estas noches? Sería bueno empezar a saber cuales fueron víctimas de los dioses traidores y cuales no, para intentar averiguar algún patrón que nos pueda conducir a los verdaderos asesinos. - preguntó Quetzalcoatl.