Partida Rol por web

El día amaneció y entre las hadas no hubo concilio para las guardias…

Aún hablaban entre ellas cuando el sol despuntó…  y fue entonces cuando vieron de nuevo un cuerpo inerte…

Un cuerpo emergía de las aguas… volviendo a teñirlas de rojo… su torso estaba destrozado como si una alimaña se hubiera alimentado de sus entrañas…

Su mirada vacía buscaba consuelo entre las ramas que cubrían el cielo… su pelo mojado acariciaba su rostro pálido y frío…

Y sus manos se postraban sin vida entre aguas rojas…

Era Calíope… había muerto en la noche… y con su muerte un nuevo turno de acusaciones se abría…

Tras pasar una noche de descanso, y poder dormir tras la guardia anterior de la otra noche. Decidí dormir y descansar para sanar mi herida, que ya apenas la tenia en mi cuerpo.
Cuando abrí lo ojos para despertar y alcé mis alas, mi sorpresa fue encontrar a la hermana hada de agua Caliope muerta.

No dude ni un momento en volar hacia su cuerpo para comprar si aún podía tener algo de pulso. Pero era demasiado tarde porque no tenía.
Miré al resto de hermanas y pregunté, ¿quién ha acabado con la vida de Caliope?, si en teoría estabais de guardia cuatro hadas…como ha podido pasar algo así…es que las radicales se han propuesto en acabar con nosotras antes que nosotras con ellas.

La visión nuevamente del agua teñida de rojo estremece mi cuerpo. Una sensación de frío me recorre desde la puntas de los pies hasta mi cabeza. - Esta sensación de frío...... esto es nuevo para mi, si todo mi ser se basa en el fuego ¿como puedo sentir frío?.- Pienso mientras caigo de rodillas al suelo.

- Mas no hermanas, por favor, no puedo soportar tanta presión, no puedo aguantar ver como cae una de las nuestras cada día y noche que pasa... POR FAVOR, PAREN YAAAAAAAAAAAA.- Digo mientras un par de gotas de fuego salen de mis ojos y se estrellan contra el suelo.

Ártica volvió a dejar caer el hielo a su alrededor para dar al bienvenida al día y dejar su ataúd de hielo donde dormía cada noche. Pero el día no era bueno al igual que el día anterior algo había ocurrido por la noche, una de ellas había sido atacada y esta vez habían tenido éxito.
-Otra hermana... parece que nosotras somos las mas débiles.-Dijo fríamente contando mentalmente cuantas estaban allí.

-Parece que esta noche no hemos podido proteger a la mas vulnerable, ella se había mostrado como era, cual poder tenia, tenia grandes posibilidades de ser atacada y ahora esta muerta.-Sus voz estaba quebrada como un carámbano al caer al suelo.

Quiso decir algo mas pero no tuvo valor, su garganta estaba llena de escarcha que le heria tan solo con abrir la boca

Cada muerte hacía que Laia endureciera su corazón. Estaba triste, apenada, pero no lloraría. No ante aquellas que se atrevían a matar.

Se acercó al agua y alzó sus manos de nuevo. El cuerpo de Calíope ascendió junto a un potente chorro de agua, quedando a la altura de la cintura de Laia. Movió una mano y un manto de agua cubrió y limpió el cuerpo de la hada. Después, dejó que reposara otra vez en el agua, para que siguiera su ciclo vital.

Nadie ha visto nada, supongo su voz sonó fría, distante, hueca

Hermanas todas, haced memoria, de con quien discutió Caliope ayer, pues ya dije de su utilidad al  poder ver el poder de los que en la noche son asesinados…esa será la hermana traidora…la asesina que la mato…digo esto mientras una gota de liquido rojizo cae por mi mejilla a modo de lagrima por la hermana caída…

Miro a mi hermana Vulcana para decirle, ¿tu crees que la que ha cometido esto es una de las que las que discutió ayer con ella?, podría ser si...pero también tenemos que barajar la idea de que no tiene porque ser una que discutiera con ella, sino también alguna que le dedica buenas palabras y elogios y luego a las espaldas se las da.

Se levanto del suelo y de estar al lado de cadáver de la hermana Caliope y se sentó en una roca que había allí cerca.

Al despertar y ver el agua teñida de sangre noto que mi cuerpo se estremece y las llamas que me rodean se tiñen de un tono fúnebre:

- Su muerte prueba que decía la verdad sobre sus poderes, en cuanto a las hadas a las que acusó... Los poderes de Calíope no nos ayudarían a encontrar a las traidoras pero sí a confirmar quienes eran, puede que diera con una en sus acusaciones y esa asustara aún más a las traidoras o puede que no y que las dos sean inocentes. No podemos estar seguros pero está claro que las traidoras la han considerado una amenaza. - Me muerdo el labio, si las cosas hubieran sido distintas ahora podría haber hecho algo por el hada - Lo que no entiendo es que entre todas nosotras no haya habido nadie con el poder para proteger a Calíope, ella nos confió su poder a sabiendas del riesgo que corría revelándolo, sin embargo nosotras la hemos decepcionado.

Yo no se que mas pensar, se que Casandra es de fiar, o eso me parece a pesar de sus... dejemolo en que aun es joven y alocada...

De la que no me fio nada es de Fayna en absoluto... algo en ella me hace recelar de sus intanciones, pero no se que es....

Gala despertó ese día más tarde que las demás, con el murmullos de algunas voces y los alaridos de otros. Su boca se lleno de un sabor amargo al ver que las aguas se habían teñido de carmín de nuevo.
Allí, flotando, con el torso desollado, estaba la hermana Calíope siendo abrazada por el rio.
El hada sintió ganas de llorar, una a una iban cayendo y siempre eran las de agua, tenía recuerdo de todas ellas y la desesperaba verlas morir.
Espero a que Laia la limpiara y se acerco a ella, tocándole la cara
Que el rio que te vio nacer, acompañe tu alma en este viaje, Hermana Calíope. Tras eso comenzó a cantar para Calíope

Cuando me despierto observo la escena sin poder cerrar los ojos. No nos pusimos de acuerdo en las guardias... y mira lo que ha pasado. Una hermana más había caído. Mientras la lavan y cantan para ella yo retiro la mirada. No sé en quien puedo confiar y en quien no y eso me asusta.

- Hermanas, debimos pnernos de acuerdo en las guardias. Esto no habría pasado...o si, pero tendríamos alguna pista sobre quien ha sido...

Miro a mi alrededor la reacción de todas las hadas y intento saber que es lo que les pasa por la cabeza... algo debemos hacer, o pronto caeremos alguna otra.

Mientras estaba sentada en la roca, miraba al resto como actuaban, como hablaban y que hacían cada una de ellas. Me fijaba muy bien en ellas y en cada gesto para poder determinar si algún gesto se les podía escapar alguna o una palabra y darme cuenta yo que tenemos a una radical que hasta ahora no sabíamos.
Pero es un poco difícil…porque aparentemente saben cómo hablar delante de todas nosotras, yo seguía pensando que las radicales, que están entre nosotras nos hablan muy bien pero por detrás sin que lleguemos a pensar que ella es una, es cuando actúan y nos clavan la puñalada…

Flama miró a las hadas que estaban allí presentes. Esta vez no sabía quien de todas podía ser la culpable. Pero lo que estaba claro es que algunas ya empezaban a mostrar sus verdaderas identidades, tan solo tendría que darle tiempo a seguir analizándolas y pronto daría con la lista de todas las hadas culpables. Siempre era mejor estar callada y escuchar que no acusar sin prueba alguna.

Llorando por Caliope, no pudo evitar poner cara de asombro al escuchar las palabras de Vulcana. ¿De verdad pensaban que ella era una radical? ¿cómo podían pensar eso de ella?

-Sí, podeís pensar de mi como queraís hermana Vulcana, yo se la verdad y Caliope si siguiese viva también la sabría, mi don no tiene importancia para encontrar a las radicales, pero si os puedo decir que si yo muero a manos de mis hermanas y no de las radicales... no seré yo quien más lo lamente, y hasta aquí puedo informar de mi don- miró a las hadas -bien podeís creerme o bien no hacerlo y matar a otra inocente, como hicisteis con Mara, no se como lo sabía pero sabía quienes eran las radicales- miró a sus hermanas

Al oír a Fayna decir lo que decía, se levanto inmediatamente de la roca y voló hacia ella.

Fayna no puedes decir que con tu don si mueres y no es en manos de las radicales serán las otras quien lo lamente...no me gusta para nada esto que acabas de decir o dices tu don abiertamente o cállate la boca. Porque cada vez que la abres, o bien lloras o bien sueltas perlas como estas...y haces que desconfiemos de ti.

No puedo evitar de decir con tono serio y cabreo a Fayna que cerrara la boca si volvía a decir cosas como las que acababa de decir. Era lo que le faltaba por escuchar hoy tras la muerte de Caliope...

- Puestos a decir nuestros dones, dire que puedo ver el interior de vosotras, y tu Fayna, serás la siguiente. Así comprobaremos que dice la verdad. Ya que me estoy arriesgando a esto, si que pido porfavor que si alguna de vosotras puede protegerme esta noche, lo haga, ya que ahora soy un objetivo claro.

- Eres valiente Samara.-

-Parece que cada una va diciendo cual es su poder especial, eso nos dará mas seguridad a la hora de votar.- pienso para mis adentros.

Samara, tranquila procuraremos que mientras estés con tus hermanas no te pase nada. Yo tan solo te puedo proteger a ti y a cualquiera estando al lado de la que lo necesite para protegeros,no es mucho pero si tengo que que morir protegiendo a mis hermanas no me importa.

Le dice a su hermana Samara y a la vez con cara de apenada por no tener un poder en este caso para ayudar en todo esto...

Cristel que parecía ausente hasta ahora, no pudo disimular lo mal que le sentó el cometario de Ignea, sobre que si algunas no participaban demasiado eran ya declaradas sospechosas y radicales. Una cosa no tenía nada que ver con la otra y por no darle más protagonismo calló, pero esa espinita que se le había clavado, no desaparecía tan facilmente.

Ella tan solo quería saber la verdad y eso sólo se conseguía callando y escuchando a todas y cada una de ellas. Cristel tenía la conciencia tranquila y sabía que ella era inocente, así que no se sentía en la obligación de sentirse aludida por el comentario de esa hermana de fuego ni mucho menos echar más leña al fuego. Haría lo que ella creía correcto, que era desenmascarar a las radicales.