Partida Rol por web

Tras procurar no mirar como Lin se quitaba el uniforme me limite a quedarme en boxes aunque un poco avergonzado por que una chica me mirase quedarme en ropa interior ya que hacía tiempo que nadie me veía de esa forma, entonces desvié la mirada y no pude evitar poner los ojos como platos al ver como Lin se quitaba la ropa y se quedaba en ese conjunto de ropa interior de color negro que le quedaba también, me quede mirándola descaradamente y con la boca abierta sin articular palabra y viendo como claramente sus piernas eran tan largas y esbeltas que no podía dejar de mirarlas mientras literalmente muchos pensamientos bastante perturbadores recorrían mi cabeza como si fueran bombas de relojería.

-perdóname es que eres….increíble-intente disculparme procurando no acercarme demasiado pero era inevitable necesitaba tocarla, acariciarla y quitarla todo lo que compusiera ese conjunto y el cual me estaba volviendo loco y más cuando se arrodillo para comprobar la temperatura del agua, la bañera se había llenado y no me había dado cuenta, su culo me volvía totalmente loco y mas en esa ropa interior que le quedaba tan bien, me acerque sin poder evitarlo y en ese momento me di cuenta, estaba totalmente empalmado pero era tan normal al ver a una chica tan preciosa delante de mí en ese conjunto de ropa interior que por vergüenza intente disimularlo aunque no por eso deje de acercarme.

-eso suena bien, ¿te ayudo a entrar?-pregunto de forma educada aunque no puedo evitar mirar su culo, sin poder evitarlo le tendí una mano para ayudarla a levantarse dije:

-lo siento, es que me vuelves loco-tras levantar la mirada hacia sus ojos y al estar más cerca aun me acerque y añadí-o te lanzo a la piscina o te toco y me juego a que me des una buena bofetada…-y así la envolví entre mis brazos y me dirigí al borde para tirarla conmigo al agua.

En definitiva el agua estaba a buena temperatura y ayude a Lin a salir a la superficie agarrándola de donde podía y cuando me di cuenta tenía mis manos en su trasero.

Al ver bajar a Dana y viendo como la gente se queda anonadada aplaudiendo la acrobacia que aunque fallida al final había conseguido realizar a medias por lo que no lo tuve en cuenta, ese no era motivo para enfadarse aunque sí que pensaba que necesitaba más practica por lo que desvié la mirada viendo como retomaba rápidamente el vuelo dando un par de vueltas por las torres de madera totalmente desnudas haciendo alguna que otra pirueta por el camino.

Las gradas están atestadas de gente y eso parece que es bueno, debería prepararme para salir a buscar a los nuevos que quieran presentarse al equipo de los tejones, reí cuando Dana dijo que era la mejor jugadora de Quidditch:

-si tu lo dices, cierto es que no por nada Chris te ha cedido el puesto de capitana…-

-Duncan, ¿vas a intentar participar? -comente al escuchar a Duncan dejando que hablara con Dana primero antes de contestar que tal había visto la pirueta.

-te falta practicar un poco pero seguro que en unos días vuelves a estar en forma para saltar y caer de pie, de todas formas era un salto muy arriesgado, bastante que has caído sobre la escoba….un golpe así seguramente hubiera sido terrible para tus huesos-puntualice en respuesta a su pregunta- si me perdonáis, debo ir a evaluar a los nuevos aspirantes. Dana, deberías hacer lo mismo….-añadí.

Que dices Tara, yo prefiero tener los pies en tierra. Me gusta volar, pero no estrellarme.

Sonrió y me muevo rápidamente detrás de Dana, mientras digo.

Aunque a lo mejor me sale más rentable escapar por los cielos de cierta sargenta.

Miro a Tara y le saco la lengua mientras uso a Dana de barricada.

El mote que me había puesto la francesa estaba empezando a gustarme pero en si el hecho de que llevase tabaco en la túnica me preocupaba algo mas, ¿ya que estaba experimentando que mal podría hacerme probar a fumar? Estaba segura de que a Chris, Dana, Tara y en especial a Artemis no les gustaría la idea pero bueno era una de las barreras que debía romper ya que si no lo hacía nunca sabría si me gustaba, también era un pequeño paso para llevarme bien con la nueva ya que íbamos a pasar bastante tiempo juntas.

-¿me dejarías probar?-pregunte aun pensando que Arion se escandalizaría y diría que soy demasiado niña para eso, mire a Danielle con una sonrisa, tras esto atendió a su nueva amiga y dijo:

-yo voy apuntarme a las pruebas de buscador, los Weasley somos jugadores de quidditch por naturaleza, aprendemos a volar en escoba antes de empezar la escuela aunque tampoco tenemos la economía necesaria para comprar una buena escoba…-le explico detenidamente con entusiasmo.

Mire a Arion de reojo cuando le dijo a Danielle que estaba prohibido fumar en el colegio:

-tranquilo, Arion. Si no quieres respirarlo podemos colocarnos en otra posición para que no te dé el humo. Además no la pillaran si nadie de aquí dice nada-comente al miembro de la casa de las águilas intentando defender a la francesa, empezaba a caerme bien.

Seguí comiendo mientras Artemis hablaba sobre las pruebas, el basilisco y después hizo un comentario sobre Danielle y su baño en el lago que no me gusto por su parte pero no dije nada, solamente puse una mirada algo molesta, al fin y al cabo esta vez la chica no tenía la culpa.

Algo que siempre me ha gustado de Tara, ha sido su sinceridad, bueno, y todo lo demás también, pero no viene al caso. Pase lo que pase, sé que ella estará siempre ahí para mantenerme con los pies en la tierra, y me dirá cosas que prácticamente nadie más se atreve a decir. En este caso en concreto, ahora menos, siendo yo la capitana...

- Bueno, no ha estado tan mal, después de estar todo el verano sin... - Ante los recuerdos del verano, mi sonrisa se apaga de repente, y me quedo absorta en mis pensamientos durante lo que parece un minuto, o puede que más. Los acontecimientos ocurridos durante de las vacaciones no solo me han mantenido lejos de mis amigos y cualquier tipo de conversación con ellos, durante estos meses no he sido capaz ni de contestar a las cartas de los Weasley y Artemis, ni a los Whatsapp de Tara, el día que vi que con el correo había llegado una carta suya y leí sus preocupadas palabras, sentí que se me rompía un poco el corazón, aún no comprendo cómo no me ha preguntado por qué no la contesté. El viaje a Noruega me ha mantenido prácticamente encerrada en mi habitación desde que volvimos, y, poco a poco, he visto como inseguridades y miedos, hasta entonces casi desconocidos, se han instalado en lo más profundo de mi ser. Demasiado tiempo peleando con mi propia mente, supongo.  El tacto de Duncan en mi espalda es lo que me devuelve a la realidad, miro a Tara, esperando que mis ensoñaciones no hayan dejado un rastro visible en mi rostro, y me aclaro la garganta mientras gano tiempo intentando recordar palabras recientes. - Sí... será mejor que vaya a ver a los novatos. - Miro hacia un lado de las gradas, donde se encuentran sentados un puñado de alumnos de Gryffindor y luego hacia el campo, ni rastro de Artemis. Frunzo el ceño, Chris lo dejó muy claro, nadie tiene el puesto fijo. Incluso yo tuve que pasar una prueba para ganarlo a final de curso, si no la hubiese pasado no solo no sería capitana, sino que no seguiría en el equipo. - Aunque espero que los demás del equipo recuerden que tienen que presentarse también, aquí todos tenemos que ganarnos el puesto cada año. Es la única forma de seguir pateándoos. - A pesar de mi intento de broma, en mi interior se ha instalado una bruma negra que no me permite si quiera reírme, por lo que espero que Tara entienda que no pretendía ser prepotente o faltarle al respeto al equipo de los tejones. Suspiro, exasperada. Esta noche no, porque es la fiesta, pero mañana debería hablar con ella y contarle todo, lo ocurrido, y mis sentimientos hacia ella. Es mi mejor amiga, supongo que no huirá si le digo que estoy enamorada de ella... ¿verdad? 

Me quedo mirando hacia los Gryffindor que van llegando, pero aún no me marcho, esperando una contestación de la rubia que confirme o haga desvanecer mis temores. Seguramente no haya pasado inadvertido para Duncan el hecho de que me he visto incapaz de continuar su broma, pero poco más puedo hacer...

Miro a Duncan con algo de desdén por la broma pues aunque era cierto que el muchachito no tenía buenas dotes de vuelo y eso era algo que había visto en alguna ocasión pero hasta el punto de llamarme sargenta, tampoco estaba siendo tan dura ¿verdad? Mi rostro paso del desdén a la impaciencia en cuestión de minutos, estaba claro que aunque la nueva capitana del equipo de Gryffindor tenía cierta ventaja por haber sido seleccionada con anterioridad como se hacía con todos los capitanes al final de curso para conservar el título, sabia al ver esa pirueta que no había practicado en todo el verano y eso era porque igual había estado preocupada por algo más que tendría que investigar por mi cuenta pasadas las pruebas.

Mis mensajes de whatsapp no habían sido contestados por Dana en todo el verano por lo que aquello ya empezaba a preocuparme, no solamente no me cuentas nada en todo el verano si no que además de eso no has practicado…Dana ¿Qué te ocurre? Pensé sin pensar que la legeramente igual podría leerme la mente aunque que mas me daba, al fin y al cabo era mi amiga y estaba segura de que me lo acabaría contando me leyera o no la mente, por si fuera poco no sabía si mi carta había llegado a su buzón por que no me había mencionado nada de ello por lo cual ladee la cabeza igual con mas impaciencia que molestia esperando que se decidiera, no iba a presionarla, me contaría lo que fuera en el momento que estuviera preparada y ese era mi lema; no presiones a tus mejores amigos si no quieres ser un tejón ensartado.

No me di cuenta de que Dana se había quedado en el limbo pues mis preocupados pensamientos estaban recorriendo mi cabeza, para ser exactos, también me había quedado en Babia con todo aquello que pasaba por mi mente de mama tejón y no lo tuve en cuenta cuando mi mejor amiga volvió de su trance, y contesto aquello sobre los novatos afirmando en una respuesta distante mi pregunta anterior formulada.

Los alumnos de varias casas ya estaban agrupándose por colores y casas en el campo.

Sonreí cuando la nueva capitana de los leones dio por supuesto que los pequeños tejones iban a ser como bien uso la palabra pateados.

-creo que deberías preocuparte más de las serpientes que de los pequeños tejones, algunos verdaderamente parecen reptar en el aire más que volar-continuo con la broma pero el rostro de Dana se ensombreció y eso hizo que mi sonrisa se desvaneciera algo preocupada.

-Qué extraño…ni Artemis ni Iris están por aquí, estoy segura de que me comentaron que iban a venir, Iris quería hacer la prueba del buscador….-comente para que Duncan no lo notara demasiado.

Al instante me di cuenta, mi cara era como un libro abierto, se notaba mi decepción de que Dana no siguiese mi broma. Dana no me iba a seguir la broma y encima se va a las gradas, mierda. Miro un momento a Tara. Oh, oh, ahora que lo pienso voy con Tara a las gradas, mierda seguro que me la devuelve, mmm, cierto. Dana, recuerda que estoy guardando tus cosas. Que luego, no quiero estar cargando con ellas todo el día. Jejeje, seguro que cuando acabe todo puedo seguir incordiando un poco más a Tara y Dana estará de mejor humor después de las pruebas.

Entretanto Tara, hace una broma. Sobre los Slytherin, malditas serpientes. Mi cara cambio y me puse serio, siempre que se habla o los tengo a mi alrededor de los Slytherin, me pongo serio y algo seco en mi tono de hablar. Me quede serio, mirando al infinito, recordando ciertos acontecimientos del pasado. Inconscientemente me mordía el labio. De repente la voz de Tara me trae a la realidad con una pregunta, sonrio. Me acerco y le hago señas para que se agache como para contarle un secreto.

Aaah, no lo sabes, al fin los dos tortolitos, han decidido a salir y hacerlo público. Se me escapa una sonrisa maliciosa, mientras me tapo la boca. Además, se fueron, a almorzar solitos, jejeje. Seguro que tienen una buena razón para retrasarse.

Me separo de Tara y dejo de hacer el gamberro, e intentando ponerme serio.

Además, Iris me lo prometió, que luego me contaría todo, sonrió, será una conversación muy entretenida. Bueno, bueno, no deberíamos ir a las gradas a ver. A este paso nos lo perderemos todo. Me acerco a Tara y empiezo a hacer como que la empujo. Vamos, vamos. Que nos lo perdemos. Luego nos vemos Dana.

Aquella no era la primera vez que me encontraba en una situación semejante, pero debía reconocer, que quizás por la compañía tampoco se me antojaba como todas las demás, pero fuera como fuese, mis labios siguieron curvados en una queda sonrisa mientras contemplaba con cierto recato como se veía sin tanta ropa encima. - Eres un encanto, aunque exageras. - respondí a su primer comentario mientras mis  mejillas se sonrojaban ligeramente. 

Pero agachándome con total alevosía, no puedo negar que me sorprendió que se acercase, ya que Pendergast parecía ser sumamente dulce, incluso inocente para la edad que tenía, o era yo quien se pasaba de experiencia en algunos ámbitos, más fuera como fuese, alcé la cabeza cuando se puso cerca a mi para mirarle, y sin perder la sonrisa, tomé su mano para incorporarme. - Gracias. - Dije al ponerme de pie de su mano, pero sorprendida y para bien, ante esa cercanía que se hacía más, solté una ligera pero dulce risita ante sus palabras, que al menos y dentro de toda esa ternura que expelía, eran sinceras. Pero no tuve tiempo a decir mucho ya que cuando estaba por hablar, me abrazó y sin saber en qué momento, terminé bajo las cálidas aguas de la bañera. 

Algunas burbujas salieron de mis labios al reír incluso estando bajo el agua, y es que la bañera gigante, al final era mucho más profunda de lo que a simple vista había podido imaginar, y aunque me disponía a salir a flote por mi propia cuenta, fue imposible no sentir como Pendergast me ayudaba a salir, con las manos puestas en mi trasero. No sabía si él mismo se daba cuenta de ello, pero sin que me molestase en lo absoluto, si no que todo lo contrario, al salir a la superficie y respirar una gran bocada de aire, me eché el cabello hacia atrás con ambas manos, para después y cuando el saliese si es que no lo había hecho a la par de mi, abrazarle por el cuello y así, dejar un beso sobre sus labios que de inocente, tenía más bien muy poco. 

-Bueeeno, ¿y qué le hace pensar que he nadado desnuda en ese lago señorito Flamel? Sabe que yo…. jamás sería capaz de algo así, - le contestó a Artemis guiñando un ojo, - Bah, no tranquilo, no lo hice.

Y realmente no lo habría hecho, no con Arion, Danielle era una persona atrevida, pero había tratado con las suficientes personas como para saber que al ravenclaw aquello le habría incomodado en exceso y probablemente habría salido corriendo de allí, y eso no era lo que ella quería, además de que no se habría desnudado a plena luz del día en medio de los terrenos del colegio. Lo que le hizo recordar que aquella noche habría allí una fiesta, bueno…, igual ahí sí debería controlarse un poco más.

-Claro, puedes probar si quieres. Pero solo si has terminado de comer, comer y fumar a la vez es una guarrería, eso si que no.

Danielle asintió a Iris cuando esta le pidió probar de su cigarro y se lo entregó a la chica, aunque no pudo evitar mirar de reojo a Artemis, no sabía si le molestaría que su chica fumase o no, cuando ellos estuvieron juntos, Danielle aún no fumaba, pero le molestase o no le molestase, la pelirroja era libre de hacer lo que quisiera y él, por muy novio suyo que fuera no tenía derecho a prohibirle nada, más que manifestar su incomodidad o rechazo, tal como acababa de hacer Arion.

-Perdona, no era mi intención molestarte, y si me lo pides no volveré a fumar cerca de ti, aunque también podríamos jugárnoslo a una carrera a nado. - bromeó con una media sonrisa recordando lo sucedido en el lago. Danielle solía fumar para relajarse cuando se encontraba nerviosa, el tener las manos ocupadas y parte de sus sentidos puestos en un cigarro hacía que su mente se despejara y consiguiera relajarse, sin embargo, también lo hacía en ocasiones para mantenerse ocupada en algo, más como costumbre que como necesidad, pues no era algo que su cuerpo requiriera con imperiosa necesidad.

-Si, mejor será que vayamos ya, supongo que aquí tendréis algún campo de entrenamiento o algo así ¿no? Quisiera probar un poco antes de las pruebas, me pareció ver el escobero en el hall, ¿vamos?

Danielle se levantó y esperó a sus compañeros, seguro la Saeta de Fuego que le habían regalado los Selwyn por navidades esperando centrar su atención en algo más a parte de las juergas y escapadas con sus amigos, estaba en ese escobero, solo la había usado un par de veces, pero se había propuesto a si misma darse una oportunidad en el equipo, igual descubría una faceta suya desconocida para ella misma, y una actividad con la que demostrar a sus padres que no era un auténtico desastre.

con el mayor de los descaros, se tomó del brazo del pelirrojo, su aroma  era fascinante, sus pupilas se habían dilatado, ocultando gran parte de sus iris color verdes. La chica se recargó un poco en el brazo de Chris, haciendo que su pecho presionara el brazo del joven.

— luego podemos ig a las prácticas, quiego demostrag lo buena que soy, demostragle a los ingleses que en Francia también sabemos jugag — caminaron juntos pero a medida de que volvían al comedor, Simone se fue separando de él, hasta quedar justo a su lado, recordando que en realidad apenas lo conocía y no podía ser tan obvia, nunca era obvia. ?que le hacía este chico?. La rubia hizo un morrito, de todas formas prefería quedarse ahí.

— ¿es lesbiana? — le pregunta sin muchos tapujos — tu amiga... Taga — no lo miraba a los ojos — solo siéndolo... no tendría integues en ti — por esa razón lo preguntaba, algo había sentido, y no creía que estuviera tan lejos en sus apreciaciones.

Tras la zambullida doble y ayudar a Lin a salir del agua poniendo por descuido mis manos

en su trasero y elevarla pues por experiencia sabia que la bañera no es que fuera la típica en la que tumbarse, era una autentica piscina y bastante honda, yo mismo que media bastante me había hundido varias veces en ella, además incluso la magia hacia que incluso brotaran olas de la misma o incluso las burbujas salían desperdigadas por doquier, de hecho ya era raro que no estuvieran las pompas danzando sin parar por todo el baño. Sin mucho que pesar tras verla emerger del agua con ese pelo pelirrojo tan precioso que quedaba totalmente empapado y de esa forma adquiría una apariencia incluso más sexy de la que había visto cuando estaba seca, me beso y de esa forma que ya no podía contenerme, mis manos posadas en su culo lo agarraron totalmente haciendo presión y de esa forma quedo a la altura su intimidad cerca de mi miembro totalmente erecto, no sabía si querría hacerlo pero era una buena forma de preguntarle sin mediar palabra alguna por lo que sin más y tras ese beso retire suavemente su cabeza con mi nariz para llegar hasta su cuello y morderlo.

-Cuando quieras que pare dilo…-pude decir antes de que siguiera posicionándome dando besos por todo su cuello, lenta y concienzudamente, entre beso y beso un mordisco mientras aferraba su culo al mío notando como se acercaba por completo a mi hombría palpitante.

Sonreí cuando Simone aceptaba mi brazo pues eso significaba que en si queria tenerme cerca y la verdad es que no lo habia pensado pero si, claramente era realmente guapa aunque no dije nada sobre ello en todo el dia, decir…no pensar pues se me habia pasado por la cabeza pero no habia tomado la iniciativa, era el primer dia de clases y ya habia demasiadas cosas en las que pensar para darme cuenta de que en realidad la francesa precisaba de mi presencia por lo que lo tendría en cuenta para futuras ocasiones.

-¿vas a presentarte para las pruebas? Te acompañare, quiero ver que tal lo hace Dana en su rol como capitana, es su primer año ¿sabes?-comente tras escucharla decir aquello y pregunte- ¿Qué posición quieres jugar?-

Al entrar en el comedor se separo un poco de mi pero hice un gesto para que no se moviera indicando que no me importaba que siguiera tan cerca de mi, de echo me gustaba tenerla agarrada, era la primera chica que se agarraba a mi y que fuera ella me mantenía mucho mas calmado ante ello que tenso, ¿Por qué? Me pregunte a mi mismo.

-es bisexual-tercie ante la pregunta tan directa de la rubia-ella nunca ha tenido interés en mi, solo tiene interés en una persona pero se siente despechada y por eso tiene tantos líos con más gente, creo que ya sabrás de ella por los rumores que hay por el colegio-

Nadie dijo nada sobre nadar sin ropa, bien pudiste haberlo hecho en interiores, bueno igual ten cuidado con el lago, uno nunca sabe que puede merodear por allí. - digo con tranquilidad mientras veo que Danielle le invita un cigarrillo a Iris.

¿Sabes que si tu hermano te siente el olor a tabaco me va a echar la bronca cierto? - le pregunto a Iris antes de que le de la primera calada al cigarro. - El fumar no es uno de mis hábitos, pero tampoco pienso cuestionarte si lo vas a hacer, sólo que preferiría que no lo hicieras. - agrego mientras observo a mi novia de manera significativa.

En fin, vamos por las escobas que quiero defender mi puesto de guardián, es un trabajo duro, pero alguien tienebque hacerlo. - digo recordando ese par de bludgers que casi me parten el brazo el año anterior.

¿Les interesa una pequeña apuesta? - pregunto con un ligero destello de picardía en mi voz.

Tenía una reputación que crear y andar del brazo de delegado no ayudaba en nada, así que se quedó apartada de él, pero caminando a su mismo ritmo hasta dar con la mesa de Gryffindor y sentarse uno al lado del otro, Simone se ladeó ligeramente solo para poder seguir viéndolo y conversar. Ese aroma, se relamió los labios.

— ¿bisexual pego enamogada?... ¿te gusto en algún momento? — tomó un poco de jugo — es una chica guapa, es linda... no me extrañaría — suspiró apretando un poco sus labios — eso me hace preguntag ¿tuvo problemas contigo? — eso iba unido a las otras preguntas, quería saber más cosas del chico, sobre todo porque sabía que le interesaba.

— si.. me presentague, juego bien en cualquieg posición, soy una excelente jugadoga... en realidad es lo único que hago bien — se encoge de hombros y esa seguridad cambia de pronto, volviéndose melancólica y distante, extrañaba su antigua vida y su nombre, extrañaba a su papá y todo ese cambio había sido demasiado violento que su madre no se daba cuenta. 

Le guiñé un ojo y lancé un par de chillidos más antes de contestar a Aristóteles.

- Lo aprendí haced tiempo, me gustan mucho las criaturas mágicas y las sirenas me intrigan muchísimo - miré al agua, oteando las profundidades.

Sin embargo, no fue una sirena ni un merrow lo que apareció, sino una escalera. El lago bajó ligeramente dejándolos a la vista. Parpadeando, miré a mi compañero con una sonrisa entusiasmada.

- Un pasadizo - no podía contener mi emoción - ¿dónde conducirá? Vamos, bajemos - le tendí una mano para bajar juntos.

La conversación entre Artemis y las chicas me pareció curiosa, ¿acaso ellos habían estado inmiscuidos en el asunto del basilisco? Decidí anotar eso mentalmente para hablarlo después con Dana, ella me informaría de la situación. Fui sacado de mis pensamientos por la voz de Danielle, que me sugirió jugarnos lo de dejar de fumar cerca de mi a una carrera en el lago. Arrugué la nariz en un gesto de disconformidad, con una derrota al día tenía bastante.

-Rechazo la carrera, aunque sí tomo la oferta de no fumar delante de mí, te lo agradecería.- dije agradecido, aunque no mencioné que lo que en realidad me gustaría es que dejara de fumar totalmente. Aparte de ser un vicio repugnante, era malo para su salud y las de quienes la rodean. Pero al fin y al cabo, no puedo hacer nada porque abandone ese vicio, al menos hasta que tengamos más confianza.

-Sí, tenemos un campo de Quidditch donde se juegan los partidos y tienen lugar los entrenamientos.- dije respondiendo a Danielle y levantándome del césped. Viendo que Artemis ya estaba listo para irnos, le hice una señal a Danielle para que nos siguiera y después miré a Iris, esperando a ver si nos seguía o prefería quedarse allí.

-Depende del tipo de apuesta.- respondí alzando una ceja. Ya había perdido una el día de hoy, no quería agregar una segunda a la lista. Miré a Danielle de reojo, algo me decía que seguro que aceptaba la apuesta.

Siendo hasta el momento la dulzura hecha hombre, mi beso comenzó siendo intenso, sensual pero dulce por igual, sin intención de agobiarle, ya que, hasta el momento, Pendergast parecía un muchacho que tierno en demasía, no era de los que iban más allá. Fue por eso mismo que me sorprendí al notar como sus mano en mi trasero comenzaban a apretar con fuerza, calentándome cada vez más. Podía sentir mi intimidad palpitante, cosquillear en lo más profundo de mi y mientras mi lengua lasciva buscaba la suya, un dulce gemido escapó de entre mis labios cuando, al acercarme a él, pude sentir a la altura de mi cálida intimidad la dureza de su hombría. 

Deseaba sentirla dentro de mi, destrozando a su paso mi dulce coñito, pero sin jugar con fuego cuando tan dulce parecía, quizás por miedo de que se pudiese incluso asustar, poco hice aparte de saborear ese beso en demasía. Y es que si bien Pendergast me encantaba en lo físico como en lo dulce de su personalidad, por momentos y por su timidez, muy fácil era compararle con un niño en el cuerpo de un adolescente. Pero aunque podría haber seguido de esa manera aunque mis anhelos fuesen un paso más allá, sentir como sus labios se dirigían a mi cuello me hicieron soltar otro gemido que dulce, profundo y sensual no pude contener al sentir esos besos y mordidas sobre la suavidad de mi piel. 

Por ello y como respuesta a sus palabras, aprovechando la misma sujeción del agua y de sus manos firmes y grandes sobre mi redondo trasero, es que abracé su cadera con mis largas y torneadas piernas, pudiendo sentir así su hombría dura contra mi cálida intimidad. - No, no quiero que pares... - Susurré sensual mientras que, con uno de mis brazos seguía aferrada a su cuello y la otra mano, libre para deambular, comenzaba a recorrer su torso suavemente con la yema de mis dedos.  

Sin tener mucho en cuenta lo que conllevaba tratar de calmarse la dulzura que emanaba de mi 

empezó a desaparecer para dar paso a mi naturaleza algo mas impulsiva y atrevida que nadie más que una persona había visto aflorar pues solamente había tenido una novia y era una neurótica prácticamente, y aunque ya no estábamos juntos me buscaba incansablemente y estaba celosa por lo que amenazaba a todas las demás chicas que se me acercaban.

Notando como las piernas de Lin me rodean por la cintura donde puede notar de forma casi perfecta mi erección, mis labios siguen buscando sus labios tras devorar con ansias su cuello, una de mis manos subió por su espalda hasta su sujetador para soltarlo, y sin mirar de reojo pues me estaba pasando del límite pero sin pensarlo demasiado esa mano que había soltado la prenda recorrió bajo el agua el lateral de su cuerpo al mismo nivel hasta llegar a su pecho, no pretendía ser bruto pero solamente sentir su delicada piel hizo que me volviera loco y apretara su teta haciendo que su pezón erecto jugara con mi dedo pulgar.

La mano que seguía apretando su trasero le propino un azote, me gustaba jugar pero estaba seguro de que conociendo a Lin aunque poco sabia que me seguiría el juego y ya no había vuelta atrás, agarre de nuevo su culo y retire sus bragas, quería meterme dentro de ella y eso estaba segura de que Cheryl no me lo iba a impedir.

-quiero estar dentro de ti...-gruñi antes de volver a besarla.

Sorprendida por lo sumamente excitada que me encuentro, donde con mis piernas en torno a su cadera, puedo sentir perfectamente su dura hombría pegado a mi cálida intimidad, voy correspondiendo a sus besos desde una intensidad que desborda sensualidad, y al sentir como suelta mi sujetador solo para aferrar con firmeza mi pecho con su mano, un profundo gemido escapa de mis labios, mientras que suavemente comienzo a mover mis caderas para así, poder frotar mi húmedo y cosquilleante coño contra tu tan dura hombría. 

Muerdo su labio solo para volverlo a besar, sintiendo como va volviéndome loca ese lado tan impulsivo y sexual que tan escondido tiene Pendergast. Aquel azote bajo el agua hace que otro profundo y sensual gemido escape de mis labios, y al sentir como su mano comienza a deslizar mi ropa interior, saco durante unos pocos segundos mis piernas de su cadera, para que pueda dejar completamente al descubierto mi depilado coñito mientras que, con una mano termino por quitarme completamente el sujetador para así, dejar mis pechos en completa libertad. -  Hazlo, quiero sentirte en lo más profundo de mi. - Respondo de morbosa manera sobre sus labios, y mientras rodeo nuevamente su cadera con mis piernas, una de mis manos recorre su torso con las uñas de manera lenta y suave, y volviendo a besarlo con una completa lujuria, esa mano que recorre su torso se interna bajo su boxer solo para liberar esa dura polla que se encuentra escondida. 

- Me tienes muy mojada. - Confieso sobre sus labios, entre besos completamente lascivos, mientras que con la mano que ha liberado su hombría, cojo una de las suyas para llevarla hasta mi entrepierna para que pueda comprobar como mis fluidos le reclaman, mientras que la mía, tras dejarla ahí, vuelve a su hombría ya libre de su ropa interior para masturbarle muy suavemente, jugando a tentarle para terminar de hacer emerger en él su lado más pasional. Me encanta sentirlo así, tan duro, tan excitado y recorriendo mi cuerpo, sin mesura ni vergüenza, y por el contrario, como todo un hombre. 

Sonrió de fona lasciva sin pensarlo cuando noto como gime tras aprisionar sus pechos de forma suave y delicada pues tiene la piel tan sensible que podría incluso cortarla con una hija de papel, empieza a moverse en torno a mi cintura mientras que apretó su trasero mirándola fijamente, dirigiendo mi mirada hacia su delantera al descubierto que me hace imaginar la cantidad de cosas que me encantaría hacerla en ese instante pero no era un lugar idóneo para ello, solamente quería que me sintiera dentro de ella, aun así unas cuantas cosas podrían impedírmelo pero mi conciencia no quería escuchar a la responsabilidad, había desatado mi lado más atrevido y alocado, por lo que empecé a moverme yo también siguiendo su ritmo, haciendo que notara mi hombría pues quería que se acostumbrara para lo que iba a venir después, estaba realmente excitado, no iba a parar ahora, necesitaba que me sintiera.

Noto como muerde mi labio para besarme de forma morbosa y  tan sexy que me obligo a aumentar el ritmo con el que la empezaba a embestir, lentamente tome el control y tras deshacerme de su ropa interior notando que se separa un poco lanzo sus bragas al interior de la piscina, viendo tentado como Lin se quita completamente el sujetador, que tentación piensa mi mente al ver aquella delantera ahora en libertad y lo acompaña con esas palabras tan sensuales, me sorprende que una chica sea así, ¿será que todas en Ilvermorny serán tan abiertas de mente? Me pregunte a mí mismo y emitiendo un gruñido como respuesta.

Sin más me limite a dejar atrás ese azote el cual deja su piel sin marcas debido al agua, esa mano se desliza hasta su intimidad notando como ella toca dentro de mi bóxer mi erguida erección haciendo que suelte un gruñido de placer, comienzo a notar su humedad y su calidez en mis dedos y ya decidido pregunto:

-¿quieres hacer los honores?-