Partida Rol por web

Escucho un sonido metálico y al cabo de un parpadeo un cuchillo pasa a pocos centímetros de mi cara. Comienzo a sudar a chorro, mientras giro la cabeza poco a poco, mirando a Shiina

-Esto…mi afiliación es la familia Hagane y mis …comer, ¿O es que no se nota?-

"¿Qué cojones le pasa a esa chica?"

Por favor, señorita. Pare. Él parecerá una persona mala, pero en realidad no lo es. Es inofensivo...

Me dirijo a Shiina mientras me pongo delante de Takuya para defenderle.

Se acercan dos nuevos compañeros a la cafetería. Roy y Shinku ven que Shiina amenaza a Takuya y que Yuki intenta separarlos.

Shun estaba comiendo tan tranquilamente, disfrutando de su comida, cuando Shiina llegó cargada con comida. Bueno... comida no era exactamente lo que podía denominarse aquello que llevaba en la bandeja.

¿Pero que....? La chica empezó a comer tan jovialmente, como si fuera su comida favorita. -No, no, a mi no me pasa nada....- cuando mencionó la cura que pretendía proporcionarle, de blanco pasó a rojo tomate en menos de 2 segundos. -Pero.... no, aqui no, hay mucha gente, no puedes ir restregando la cara de las personas contra tus pechos siempre que quieras-

Entonces, el chico oyó a dos personas entrar en la cafetería, ojala fueran los que dirigian aquel lugar. No, eran simplemente dos alumnos, que segun su conversación parecian ser compañeros de cuarto. El chico tenia una pinta muy extraña, y la chica era bastante mona, incluso tras ponerse unas grandes gafas. Mientras se fijaba en ellos, notó que Shiina tambien se había vuelto a mirarles.

Lo que ocurrió fue demasiado rápido. Como si de un robocop se tratara, exigió que el chico contestara a sus preguntas. -Pero Shiina, ¿que haces?- dijo mientras se levantaba y abarcaba los metros que le separaba de ella.

Poniendose delante de la chica, tapando al recien llegado. -Deja de comportarte de forma tan extraña, entiendo que eches de menos a tu familia, yo tambien, pero no es para ser así-

No entendía exactamente lo que pasaba realmente, pero...defendería a Takuya de aquella chica.

Por favor, comprendalo,señorita. Él no es malo, le conozco muy bien y, como dije antes, aunque su aspecto sea terrorífico, es una buena persona...

Shiina ladea la cabeza uy observa a la congregación de gente, sus ojos pasan de unos a otros, fríos como el hielo, y entonces...

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡VAAAAAAAAAAAAALEEEEEEEEEEEEE!!!!!!!!!- dice, con una cara tan feliz que parece que le hayan dado una piruleta.

Tras lo cual se sienta se dedica a vaciar las bolsas de salsa de soja en el vaso lleno de aceita de freír, mojar las bolsas y comérselas tan ricamente, canturreando una canción para niños por lo bajo.

-Siento la escena que habeis presenciado, creo que ella aun no ha conseguido adaptarse bien a este sitio. Nos vemos en clase!- y tras esas palabras volvió a la mesa.

Sentandose enfrente de Shiina, siguió comiendo. Aunque le costaba un poco, viendo el menjunje que la chica se acababa de preparar.

-Shiina, ¿estas segura que no prefieres comer otra cosa? ¿Quieres probar?- la dice, ofreciendo que cogiera un poco de su plato.

Que chica mas rara... ._.

Digo en voz bajita, pasmada por el cambio de actitud de aquella chica, era como el haz y el enves de una hoja o el oleaje del mar...

Bueno...supongo que esta bien que te haya dejado vivir...¿no crees,Takuya?

Le pregunto a mi compañero con una gran sonrisa.

Nada más entrar, Roy pudo ver como se montaba una escena de lo más pintoresca delante suyo pues, una voluptuosa chica comenzó a comprtarse de forma muy extraña. El que parecía su compañero la detuvo e hizo que se sentara de nuevo a la mesa y continuase comiendo tan ricamente. Roy miró a Shinku y se encogió de hombros sin saber exactamente que estaba pasando allí.

Tras la curiosa entrada, Roy invitó a Shinku a acercarse al mostrador y pedir algo para picar, el estómago le rugía de hambre y no podía esperar para comer algo sólido. Roy, que aun estab decidiendo que podía comer, observó que su compañera detenía su mirada sobre los postres y más en concreto sobre los pasteles de chocolate. La expresión de Shinku era como si fuera a comenzar a zamparse todos aquellos dulces en cualquier instante a lo que Roy no pudo evitar soltar una sonrisa:

-¿Quieres otra bandeja para eso?- ,preguntó sonriendo, -Yo creo que pediré algo ligero....aglo de ochazuke no estaría nada mal.-

Cuando sirvieron a Roy este buscó una mesa libre con la mirada para ir a sentarse con Shinku:

-Te espero allí señorita Shinku...- ,exclamó sonriendo.

Shinku entró en la cafetería riéndose junto a Roy. Pero la risa murió en sus labios al observar el espectáculo que tenían delante. Vaya, parece que no somos los únicos que tenemos hambre... La joven se quedó un momento ante la puerta, con los ojos bien abiertos, y en silencio, observando el desarrollo de los acontecimientos.

Pero, de repente, los chicos de la cafetería se dieron cuenta de su presencia. Las mejillas de Shinku adquirieron un tono rosado bastante simpático. La joven cerró los ojos y colocando la mano derecha detrás de su cabeza sonrió abiertamente...

- Holaaa!!! - Dijo a los presentes y caminó junto a Roy hasta el mostrador.

Pero... Habían tantos pasteles de chocolate que la joven no sabía que escoger. Su estómago saltaba de alegría, y unas lágrimas como perlas inundaron sus enormes ojos... Asintió distraídamente con la cabeza cuando Roy le comentó que se dirigía a una de las mesas...

Que cojo, que cojo, que cojo... Chocolaaaaate... Sería su perdición, pero estaba tan bueno que Shinku no pudo contenerse y cogió un gran trozo de tarta de tres chocolates.

Se acercó a la mesa donde la esperaba Roy, todo el temor y desánimo que había sentido al llegar al instituto habían desaparecido ante la imagen de las tartas. Siendo sustituido por una alegría casi desmesurada...

Se sentó junto al muchacho... - Que aproveche... - Fue lo único que se vio capaz a decir antes de empezar a devorar el enorme trozo de tarta. A medio comer volvió a mirar a Roy, una sonrisa iluminaba su rostro y sus ojos brillaban felices... - Voy a tener que apuntarme a hacer deporte si hacen estas tartas tan ricas... - Dijo antes de continuar devorando su trozo...

Todos los aqui presentes son muy raros...

Pense un poco desconcertada observando las acciones de cada uno. Entonces voy al mostrador y cojo un pastel de chocolate con fresas, despues me sente junto a Takuya para desayunar. En cuanto vi a los nuevos, les hice una reverencia para saludar y empece a devorar el pastel junto con el batido de chocolate y el pan con mantequilla. Entonces veo que Takuya me mira muy extrañado.

No me mires asi...estoy en edad de crecer...

Roy se quedó con una cucharada de su plato suspendida en el aire y con una expresión atónita en el rostro cuando vio a su compañera devorar tan ferozmente el pastel. Sin embargo, el rostro de Shinku irradiaba felicidad y eso alegró al joven americano que sonrió al ver a su compañera tan dichosa. El joven suspiró y pensó que quizá la gente sería más feliz si con tan poco se mostrasen igual de afortunados que Shinku.

Mientras la muchacha se ponía las botas con su pastel, Roy comía tranquilamente su plato de ochazuke al tiempo que observaba al resto de comensales de la cafetería. Sin duda, sus futuros compañeros eran de lo más peculiar aunque quizá él mismo podría tener esa pinta para ellos también por lo que decidió continuar con su plato y sus pensamientos.

Cuando Shinku dijo que tendría que hacer deporte para quemar el chocolate, Roy la miró sonriendo mientras masticaba, cuando tragó exclamó:

-I can.....Yo puedo ayudarte con eso si quieres.....lo mío es deformación profesional y tengo que hacer dos mil repeticiones diarias para mantenerme en forma.-

Al decir esto Roy puso una pose de forzudo para hacer reir a Shinku, aunque, sin apenas darse cuenta, su puño derecho pareció centellear como si estallara en llamas.

En ese instante entran dos compañeros mas para desayunar.

- ¿¡Dos mil repeticiones!? - Exclamó Shinku casi atragantándose con un trozo de pastel. Miró a Roy con los ojos como platos mientras el muchacho hacía una pose de forzudo. - ¿Cómo... Cómo has hecho eso? - Preguntó señalando hacia su puño con la cucharita que tenía en la mano. Eso... Eso tenía que ser magia...

- ¡Anda, magia! - Shinku lo miraba emocionada... - ¿Eres mago?... Pero... ¿Aquí hay magia? - Preguntó atropelladamente. Ella se había sentido una desdichada al sentir que la magia había desaparecido, pero ahora acababa de ver una muestra de algún tipo de poder mágico. Estaba convencida de que eso no podía ser otra cosa... Pero... Si había magia ¿por qué ella se sentía vacía?

Habían entrado unos chicos nuevos en la cafetería, pero Shinku ni les había prestado atención, toda ella, en ese momento, estaba centrada en Roy.

Al darse cuenta del detalle de su puño, Roy sacudió su mano para disipar las pequeñas llamas que saltaron. Shinku, con una expresión de sorpresa enorme, comenzó a lanzar preguntas de manera atropellada, sin embargo Roy sonrió y exclamó dulcemente:

-No, no, no, i'm only......solo encendí el mechero sin querer.....- ,exclamó sin mucha convicción.

Roy claramente había evadido la pregunta de Shinku y ahora miraba algo nervioso a un lado y a otro por si alguien más lo había visto. La joven muchacha aun miraba a Roy intrigada y este se acercó a su oído y exclamó en un susurro, sin que nadie pudiera oirlo:

-Ya te lo contaré, pero no comentes nada a nadie de esto por favor...-

Roy miró a los ojos a Shinku con sus ojos verdes haciendo que su mirada fuera como un inmenso campo del color del jade, su expresión era tan tierna como preocupada pues aquello parecía ser un secreto que no quería desvelar aun:

-Confía en mi Shinku.....- ,exclamó con un cálido susurro que se deslizó dulcemente por los cabellos de la joven muchacha.

Cojo un trozo de mi pastel con mi tenedor y se lo acerco a Takuya.

Venga, Takuya. Di, "ah"

Este no queria abrir la boca por la verwenza que iba a pasar con esto.

Venga...¿no quieres probarlo?

Shinku se había puesto seria, su mirada parecía albergar una sabiduría que hasta entonces no había sido perceptible. - Tranquilo, se guardar secretos. - Susurró a su vez...

Los dos jóvenes hablaron en susurros, y finalmente se separaron. Shinku estaba sorprendida, llevaba muy poco en el instituto y había conectado mucho con su compañero de habitación. Además, seguro que no es de aquí... ¿Vendrá del mismo sitio que yo? Se preguntó mirándole con una sonrisa sesgada en su rostro.

- Bien, ya me ayudarás a entrenar, pero ni loco sueñes con que yo haga 2000 repeticiones... - La joven había retomado la conversación en el mismo punto en el que se había roto. Intentando no pensar en lo que acababa de presenciar.

El plato, olvidado, todavía tenía un trozo de tarta. Shinku lo apartó dejando la cucharita. Después de lo que había pasado se le había quitado el hambre. Si antes Roy solo había despertado simpatía en ella, ahora quería conocerlo más, descubrir lo que pudiera sobre ese chico...