Partida Rol por web

Esta es vuestra habitación:

Onizuka llega a su cuarto, es muy elegante, pero se le antoja un ambiente raro para un instituto. Hace mucho que puede ocuparse solo de todas las tareas del hogar, pero sin embargo, aun le cuesta mucho mantener relaciones sociales con cualquier persona, mucho menos ahora que tiene que convivir con una chica de su edad.

Cuando llega, comienza a deshacer la maleta y a colocar su ropa dentro de su armario. Luego, inspecciona el cuarto de baño y por ultimo, va a salir por la puerta para dirigirse a dar una vuelta por el centro comercial. Sin embargo, hay algo que ha pasado por alto... algo que no sabria decir que es o como puede estar colocado. Asi que empieza a repasar el cuarto con la mirada.

"Ahi esta el armario, las ventanas, la cama, el armario, la cama, el servicio, la cama, el radiador, la cama y la moqueta."

-...

Su tez comienza a volverse blanca como la pared y sus piernas fallan, cayendo sobre una silla.

-¡MALDITA SEA! SOLO HAY UNA CAMA! - Logra gritar mientras que su voz comienza a fallar, y sus ojos se vuelven vidriosos.

Hina llega caminando sigilosa a su habitación...

Su madre no le había dicho que las habitaciones eran mixtas, o quizás, no lo sabía... Pero, realmente, a ella le daba igual... Sabía que no se acercarían a ella, así que, qué más daría si fuera chico o chica...

Por primer vez, le tocaba apañárselas si criados, y eso era algo que le emocionaba en cierta parte, el hecho de hacerlo todo por su cuenta.

Cuando se encuentra con la puerta de la habitación que le toca, la joven se detiene un momento, y luego de pensar dos o tres segundos, la abre, mira dentro, y, comprueba si es la primera en llegar...

Al parecer, así es así que arrastra sus maletas (con un visible esfuerzo) hacia dentro, las deja ordenadas en la parte que ha decidido que será de ella (junto a la ventana), y luego...

Luego...

Se echa a correr y a saltar arriba de la cama, riéndose.
Pero eso sólo dura unos breves segundos...

Después carraspea leve, se acomoda el pelo, acomoda la cama (por suerte había "engañado" a ciertos criados para que le enseñasen), y se sienta sobre ella, apoyando la espalda contra la pared.

Y entonces...

Sólo entonces...

Se da cuenta de que en realidad no estaba sola...

Y de que su compañero ya estaba ahí, y que posiblemente... Había presenciado todo...

-Uh...

Aún así, se sienta en la cama, ladea la cabeza, mira fijamente al chico "despotricador" y señala:

-Pero yo me pido el lado de la ventana...-muy seria e inocentemente. Parecía que no era muy... ¿Cómo decirlo? Consciente de lo que significaba dormir en una cama doble con otro chico... O de lo que podría significar...

Onizuka esta en trance, hasta que sale de su ensimismamiento cuando nota que alguien se ha dirigido a el pidiendole el lado de la ventana. Es entonces, cuando se levanta desorientado y mira a la chica que esta delante de él. Con un gesto amable en el rostro aunque con una sonrisa un poco temerosa le dice:

-Lo siento señorita, creo que me he equivocado de habitación, obviamente reservó esta para usted y yo solo he sido un intruso que entro sin querer, buenos dias.

Saludando, sale de la habitación, y sus pasos se alejan. Al poco, parece ser que unos pasos se acercan y aparece Onizuka con una mujer, que al parecer es el ama de llaves de los dormitorios, la mujer se le dirige asi:

-Bueno, esta es tu habitacion Kurogane-kun. Espero que te sientas agusto.

Cuando Onizuka entra, sin prestar mucha atencion, dice:
-Hola compañera, me pido la cama de... la... izquier....

Despues de ver que esta exactamente en la misma habitación, su alma se escapa entre sus labios.

-No puede seeeeeer!!

Hina, con la cabeza ladeada, y con expresión extrañada, observa todo el proceso: El chico sale, el chico entra, el chico casi muere.

De un salto se baja de la cama...

¿Debería hablarle? ¿Decirle si estaba muerto...? Sí, eso es.
Se le acerca y le mira muy de cerca a la cara:

-¿Estás muerto...?-con un tono de voz "misterioooosooo".

Le toca la nariz, comprobando si está fría, porque de ser así, supone que... Bueno... Que estará bien... ¿No?
Los gatos suelen tenerla a veces fría y no pasa nada...

¡Pensando en gatos!

Hina entonces le deja a un lado de sus preocupaciones y se va a su equipaje, de donde extrae su gato de peluche, (negro, con alas y una cola a rayas negra y blanca), y lo pone sobre su cama.

Después, se dirige a un transportín semi oculto que había pasado de contrabando, y lo abre... De allí sale otro gato... Y este es de verdad:

-Kurooneeekoooo, Kyaaa! ¿Has hecho buen viaje?-Le acaricia, y luego vuelve corriendo a donde estaba el chico, para mirarle otra vez muy de cerca:

-¿Sigues muerto? ¿Crees que me dejarán tener a mi gato? Si no me dejan y le dices algo a alguien y se lo llevan... Te... Arrepentirás... ¡BWAJAJAJAJAJAAJ!-Se separa para hacer su "risa maligna", para luego acabar con ella y dar trotecitos por la habitación.-Por cierto, Chico Muerto, me llamo Hina, y seré tu... Tu... Tu... ¿Algo? Sí, algo, supongo... El lado de la ventana es de Kuroneko, Moix y mío, valeee?-sonríe inocente, reafirmando lo de antes.

Podría parecer estar loca...
Pero en realidad estaba contenta... Porque, pese a haber salido "corriendo" antes el chico, había vuelto, (aunque obligado), pero eso le alegraba en cierto modo.

Onizuka se incorpora, despues de un rato asimila todo lo que ha ocurrido. La chica se le ha presentado y tiene que corresponder.

-Hola Hina-chan. Mi nombre es Onizuka Kurogane, pero puedes llamarme Onizuka.

Despues de un rato, ve como la extraña chica extrae un peluche y luego un gato real de algun lugar oscuro de la habitación, ante la petición de la chica, Onizuka responde:

-No te preocupes, este sera nuestro secreto. En verdad me gustan los gatos por que son Psicopompos, y me comprenden bastante bien. Espero que no le pase nada, o esto puede acabar como los ancianos de Ulthar.

Tras el comentario, Onizuka se queda callado unos instantes, despues de eso, comienza a decir.

-Bueno, Hina-chan. ¿Sabias que sucedia esto con las camas? No creo que estes deacuerdo en que tengamos que compartirla puesto que no es muy normal que dos desconocidos compartan el lecho, creo que hasta que traigan otra cama, dormire en la bañera... aunque tendre que limpiarla y secarla despues de cada uso... ¿No estas extrañada por la habitacion?

Onizuka esperó la respuesta de su interlocutora.

Hina le mira, con el pelo tapándole parcialmente la cara:

-Me gusta más Kurogane... O Kuro... ¡Como Kuroneko! ¿Puedo llamarte K? ¡K-kun!* Se parece a KAT-TUN, ¿Los has escuchado? Bueno, da igual...

Parece que acomoda sus cosas, e intenta "doblar" su ropa en el armario, está claro que no se le da muy bien, aunque pone todo su empeño en ello.

-Camas... ¿Uh? Pues... ¿No te dará frío en la bañera? ¡Ah! ¿Es que te da miedo Moix?-Le enseña su peluche-¿O Kuroneko?-señala al gato.-Tranquilo, te prometo que no arañan, ninguno de los dos...-Señala, muy convencida.

-Uhm... Pues... No sé... Igual se equivocaron con la cama... Supongo... Porque... Nunca he estado en un internado y... ¿No es normal compartir la cama?-pregunta, dubitativa... Su madre le había dicho que así "aprendería a convivir con otras personas"... ¿Qué más convivencia que compartirlo todo? Cierto era que le resultaba fuera de lo normal... Pero había intentado poner de su parte y no quejarse... Al menos no de momento...

-Ah, tienes razón sobre la habitación. Es extraña. Yo la quería más oscura. Es muy... Amarilla...-Señala con cierto halo de misterio.

Y luego, como si se acordase de algo, señala:

-¿Y si te resfrías, entonces qué...?-pregunta mientras se exaspera con una camiseta negra muy mona y la arrolla con rabia, metiéndola en el armario, sin más...

Eso sí, todo lo que eran faldas, camisas, y ropa estilo "gothic lolita" la estaba colgando muy bien... O eso parecía...

Después del arrebato de rabia por no poder doblar las cosas bien, Hina, evita un suspira, mira a su compañero y...

-Oye... Me voy a dar una vuelta.. Luego... Lo acomodo... Hmpf... ¿Quieres veniiiiir, K-kuuuun?-Pero sin siquiera esperar respuesta, sale de la habitación, llevándose consigo a ambos gatos, el real y el peluche, y un bolso con forma de gato para poner al de verdad dentro, en caso de que fuese necesario...

-Lalalallaaahhh...!

Onizuka ve como la chica sale por la puerta y un halo oscuro sale sobre su cabeza...
"Tendre que convivir sin mas con esta chica, eso no me molesta. Lo que me extraña es que no sepa nada sobre los hombres luego le explicare."

Cuando está a punto de salir por la puerta, mira comoel armario de la chica tiene un monton de ropa doblada de forma un tanto frenetica, asi que despues la dobla y piensa para si mismo:
"Tendre que enseñarle tambien a hacer la colada..."

Cuando termina, sale por la puerta gritando:
-Esperame Hima-chaaaaaaaaaaaaan

Hina llega a la habitación y la abre de golpe:

-Bieeeen! Hemos llegadoo!-Se tira exageradamente en la cama, como si hubiese estado años sin dormir en una...

-Ahh...-Suspira. Luego se sienta y mira a un lado y a otro:-¿Kuroneko?-pregunta, despacio.

Cuando el gato aparece, Hina sonríe:

-Ahh! Estás bien... Qué suerte!-luego mira al chico:-K-kun, quieres descansar un rato, o hacemos algo?-pregunta inocente desde donde está, la cama.

Onizuka se sienta en una de las sillas de la habitación y cuando Hina-chan le dice que si quieren hacer algo o si esta cansado responde:
-Estoy bien, he estado durmiendo un rato en la piscina, asi que si quieres que hagamos algo o te ayude en alguna cosa, dimelo.

Hina ladea la cabeza, mirándole...

-Uhhhmmmm...-Señala...-Uhhhhmmmmm...-vuelve a decir.

Entonces se calla, y tras algunos segundos en silencio, se levanta de repente, y corre hacia donde está él, en la silla. Se coloca frente al chico y le mira muy, muy de cerca:

-K-kun... Enséñame a hacer cosas divertidas. Me aburro.-Le mira fija, seria e inocentemente, sí, todo a la vez.

-Ummm cosas divertidas...
Onizuka se queda pensando unos momentos, sin saber muy bien que hacer. Luego se levanta y comienza a pasear por la habitacion, cavilando sobre las cosas divertidas que podrian hacer dos jovenes en una habitación, y su mente comienza a divagar. Luego, toma a Hina-chan por los hombros, y se pone rojo como un tomate mientras las palabra se le van atascando en la garganta.
-Se que es precipitado Hina-chan, pero creo que estoy preparado. Somos dos jovenes sanos y es normal que se hagan estas cosas en la intimidad de nuestra habitacion, ademas tengo todo el material que pudiesemos necesitar aqui cerca asi que me gustaria saber si....
Onizuka traga saliva, parece que es la parte que mas le cuesta decir:

Spoiler (marca el texto para leerlo):

Hina escucha atentamente lo que le dice su compañero...

Su expresión va cambiando según el tono del chico, y cada vez abre más y más los ojos...

¿Podría ser que... Que... Que le fuera a pedir... "eso"...?

-¡Síiiiiiiiiiiiiiiiiii!-Dio saltitos de alegría mientras juntaba ambas manos.-¡Pensé que nunca aprendería a hacer pasteles! ¡Graaaciaaaaaas K-kuuuuuuuuuuuuuuun!

Se le cuelga del cuello, emocionada, como si "eso" fuera lo que estuviese esperando toda su vida.
Sin soltarle, empieza a canturrear:

-Paaaaaaaasteeeeleeees hareeemoooooos hooooooooooooooooy! ¡De fresa! ¡Haremos pasteles de freeeesaaaaa! ¡Fresa, ia, ia, ooooh!

De repente se cambia de "posición", y pasa de estar colgada delante de él, a estar colgada detrás de él:

-¡Yuuujuuu! ¡Guíame por los senderos de la repostería!-Cual si fuera caballo...

Desde luego, con el carácter calmado del chico, y las ocurrencias de la chica, parecía que no podían haberse encontrado compañeros de habitación mejor. Sobre todo porque ella lo había aceptado a la primera, y eso era algo bastante difícil de verse en la joven.