Partida Rol por web

El parapeto estaba listo, la sala era todo un desastre quizá eso les delatara pero los disfraces harían dudar a los terroristas, ese momento de duda sería crucial.

Desde que había oído las voces e árabe Lucie tenía cada vez más claro como se resolvería todo, sabía que no acabarían bien por mucho que hicieran. Si, había logrado avisar a los refuerzos pero tardarían en llegar. Ella y sus compañeros se concentraron en una única idea, "hacer llegar a Mellows al módulo 505", y lo habían logrado, esos desgraciados no sacarían nada ya que en estos momentos la doctora estaba encargándose de borrar bien borrados todos los discos duros, memorias flash y lo que fuera que hubiera en esa sala.

Lucie se sorprendió al oír a Markus recitar la vieja Canción de Caminantes, le lanzó una mirada fugaz mientras le escuchaba y sonrió, ella también amaba la obra de Tolkien, sintió no haber llegado a conocer mejor a aquel ingeniero ruso. Le imitó en voz baja en sus últimos versos -"...donde se encuentran senderos y cursos./¿Y de ahí a dónde iré? No podría decirlo."-Vaya Markus, no sabía que fueras un hobbit, aunque eso explica tu estatura.-Dijo con una sonrisa, casi al momento se ruborizó, esperaba no haber ofendido al ruso, solo pretendía bromear y hacerle ver que también le gustaba la literatura fantástica.

Miro a Bernard vestido con aquellas ropas y el arma colgando. Dudó de si sería capaz de utilizar correctamente el arma pero era un hombre valiente, había noqueado a aquel terrorista de un golpe y se le veía totalmente a decidido a hacer lo necesario para detener a los asaltantes. Entonces el científico le habló.

-¡Demonios Bernard! no te despidas aún, podemos salir de esta- Quiso mantenerse optimista pero llevaba tiempo imaginando lo que les venía encima. Miró a su compañero científico a los ojos a través de las máscaras, asintió con la cabeza, y quitó el seguro. Ya venían.

La vorágine de movimiento mientras preparaban barricadas, y se colocaban tras ellas acabó con una falsa tranquilidad cuando notaron que los pasos se acercaban a la puerta soldada y clausurada por el ruso. Entonces, se hizo el silencio un momento, tras varios intentos de abrirla a traves de la consola. Markus había hecho un buen trabajo, y esta no respondió. Entonces, los pasos se alejaron. Un brillo de esperanza empezó a crecer en los corazones de los tres bravos trabajadores de la Estación que habían quedado como resistencia, pero fue fugaz...

... la explosión que siguió a continuacion, con pequeñas cargas explosivas colocadas con pericia, hiceron que la puerta cayese hacia dentro, y casi enseguida, mientras los inexpertos trabajadores civiles disparaban hacia el pasillo, unas granadas de humo cayeron dentro del Area de Acceso en el que se encontraban. Markus fue el primero en darse cuenta de que no eran de humo:

— Mierda, son lacrimogenas!!! — fué lo único que pudo decir antes de soltar el soplete y caer al suelo entre toses, con los ojos abrasandose por el perfido gas. Lucie y Bernard tuvieron suerte, pues las máscaras que se habían colocado como disfraz estaban preparadas para protegerse contra él.

Los nervios, el no conocer esas armas, el humo, ver como Popov perdía la consciencia, mientras su mente repetía la canción fantastica que había tarareado antes del asalto, hizo que tanto la de Comunicaciones, como el Biólogo, cayesen rapidamente ante el fuego enemigo: hombres preparados para el combate que entraron en la sala en tromba, aunque consiguieron abatir a dos de ellos.

Mientras el dolor y la perdida de sangre arrastraban a todos al abismo de la inconsciencia, su ultimo pensamiento fue hacia la doctora Mellows:

— Espero que todo esto haya merecido la pena... — pensaron. Un pequeña compensación para el sacrificio que habían hecho.

Entonces, como respondiendo a su muda petición, y antes de perder el conocimiento, una sorda explosión llegó desde el pasillo norte. Una breve sonrisa se dibujó en la cara de todos: la doctora lo había conseguido.

— En este dia, se cumplen 25 años del accidente que acabó con la vida de 16 personas en la Estación Subacuática Verne, en lo mas profundo de la Fosa de las Marianas. Un triste revés para la Asociación Mundial Científica, que estudiaba allí la posibilidad de cultivo de un alga con alentadoras posibilidades como único alimento elevadamente nutritivo que podría combatir el hambre a nivel mundial... - rezaba el programa que sonaba en la radio del despacho del Coronel Walker, en la base de La Martinica, donde el antiguo Subdirector de Defensa revisaba unos informes clasificados. Una punzada de dolor le hizo emitir un pequeño gruñido: aquel proyecto había supuesto un gasto muy elevado, y había caído debido a una filtración a una de las ramas de AlQueda. Esos condenados terroristas habían aprovechado una brecha en la seguridad de la Base para colarse. Nadie había salido vivo de allí, y a él le supuso un ostracismo que había durado mas de dos décadas, y que aun sufría, sin penas salir de su despacho:

— Una pena, pues nunca mas se retomó aquel estudio... Si hubiera podido llevarse a buen fin, hubiese supuesto un descubrimiento que hubiera dejado el descubrimiento de la Penicilina como un mero juego de niños... — se lamentó, poniendo otro sello en uno de los miles de informes por casificar...