Partida Rol por web

Por suerte habían podido salir airosos del enfrentamiento contra aquellos insectos gigantescos que habían dado tanta guerra.
Aún así, habían recibido varias heridas. Eiji estaba herido y no muy satisfecho de su actuación en el combate.
Parecía que Nicholas había recibido la peor parte, aunque posiblemente los soldados tuvieran la culpa.

Sea como fuera, salieron al pasillo en donde hallaron a Azarah, la cual parecía realmente malherida.
Eiji fue a ofrecerle su ayuda, pero Amy se le adelantó y creyó que sería más cómodo que lo hiciera una chica, así que se mantuvo en un discreto segundo plano.

Poco después, aquella voz psíquica le hizo sobresaltarse y mirar en todas direcciones.
Aquellos soldados parecían estar en contra de los mutantes; así que debería ser seguro que un mutante nos ofrezca su ayuda.
Resumiendo; ¡vamos! dijo, y con sus compañeros siendo ayudados o ayudando a otros, le tocó ponerse en cabeza y estar atento por si quedaba algún peligro oculto.

Azarah se apoyó en Amy, la verdad es que estaba realmente herida. No había duda de que esos soldados habían ido realmente a matar. Era una suerte que Nicholas no hubiera ido sólo, pero si hubieran estado todos juntos... el resultado podría haber sido diferente.

Pese a lo dicho, el padre de Maggie no terminó de relajarse. Echó mano a su escopeta con su niña abrazada a la pierna. Era una escena bastante enternecedora en esas circunstancias. Pero por suerte, tal y como había dicho Wild Thing, llegó la caballería. Al final del pasillo no tardó en aparecer el propio profesor Drake acompañado de una mujer de cabello rojo, traje verde y máscara amarilla.

—¡AZARAH!—gritó corriendo hacia a la chica para ponerse al otro lado que Amy y brindarle otro punto de apoyo—. Vamos tenemos que llevarte a Krakoa—añadió con urgencia—. ¿Qué es lo que ha pasado?

—Déjame a mí Bobby—dijo la chica pelirroja.

Se trataba ni más ni menos que de Jean Grey, la nueva líder de la Patrulla X tras el asesinato de Cíclope. La mutante, una de los cinco miembros originales como el Hombre de Hielo, se dirigió a Bala de Plata con cariño.

—¿Relájate y déjate llevar quieres? El camino de vuelta a casa será más fácil para ti y para los demás—el cuerpo de Azarah empezó a flotar como si estuviera apoyada en una camilla invisible—. Puedo enseñarte lo que los chicos han visto Bobby, si ellos me dejan por supuesto.

Telepatía, una forma más rápida y precisa de enseñarlo todo que con palabras.

A pesar de aparentar tranquilidad Wild no estaba al cien por cien seguro de que fueran a ser amigos. Más bien lo deseaba y trataba de mantener una apariencia de tranquilidad de cara a los demás. Así que cuando vio al profesor Drake suspiró aliviado. La visión de Jean Grey ayudó aún más con aquella calma.

Él también estaba bastante herido, pero no quiso decir nada para que se encargasen antes de Bala de Plata. Nicholas todavía podía aguantar un poco más. Aunque había una cuestión que era mejor sacar ahora.

-Nos alegramos mucho de verles profe, y más de volver a casa. Pero. ¿Qué pasa con la pequeña y su padre? Él está herido, por ayudarnos, no podemos dejarle aquí sin más. Ni separarlo de su hija.-

No le hizo mucho caso a lo de compartir mentalmente lo sucedido. No le hacia gracia, pero tampoc creía que pudiese evitar que una mutante de su talla lograse meterse en su cabeza si decía que no. Así que sólo se encogió de hombros.

Amy empezó a sentir alivio al ver al señor Drake. Parecía estar bien y no estaba sólo. Junto a él iba Jean Grey, una de los miembros actuales de los X-men. Con suerte no se encontrarían con más enemigos. Ayuda un poco a que se lleven a Bala de Plata, la pobre se había llevado la peor parte de todo el combate. 

La joven mira preocupada a Wild Thing, que era el segundo que estaba herido después de Azarah. Debería de ir a que lo atendiesen también. Ante la pregunta de compartir mentalmente lo que habían pasado, Amy se lo piensa unos segundos y finalmente asiente. Tal vez los profesores puedan averiguar más de lo que ha pasado y que vean algún detalle que a los jóvenes mutantes se les haya escapado.

Nicholas comentó algo importante. El padre y su hija. -Estoy de acuerdo. Debe de haber alguna solución para poder ayudar a ambos y que estén a salvo-comenta la pelirroja. Ya antes de toda la pelea le parecía una idea horrible el separarlos. Se podía notar que este hombre quería mucho a su hija y separarlos no le parecía la mejor opción.

Los chicos sintieron un leve cosquilleo en sus cabezas durante unos segundos. El profesor Drale puso un gesto atento y después hizo un gesto para que siguieran andando. Mientras tanto, el padre de Maggie se puso rígido al tener que volver a pensar sobre qué hacer con su hija. Estaba claro que no era una decisión fácil.

—Tranquilos chicos, vamos a ayudarle. Haremos lo que hemos dicho—dijo el profesor Drake, entonces se dirigió al humano—. Por el momento vuélvete a casa, vuelve a tu vida y piensa que es lo que quieres hacer. Nosotros intentaremos darte acceso a un portal para que la pequeña Maggie pueda ir y venir a su gusto. No tenemos que tomar una decisión ahora.

—Está bien—respondió el hombre, parecía que a él también le parecía la mejor opción.

El grupo abandonó los sótanos y se encontraron el salón principal de la mansión totalmente destruido. Pócara y Sincro estaban allí ordenando un poco los destrozos. Los dos héroes saludaron a los chicos pero poco más, Azarah y Nicholas necesitaban asistencia médica cuanto antes.

Salieron a los jardines en dirección al portal. Allí se despidieron de Maggie y de su padre. Al final parecían haber llegado a un acuerdo que  podía ser satisfactorio para ambas partes. Sólo quedaba esperar que el consejo silencioso no pusiera trabas. 

Y sin nada más que hacer, los mutantes traspasaron el portal de vuelta a casa.

El grupo continúa aquí.