Facción Azul
El ducado de Azur es una larga franja de tierra que recorre el Reino Argenta desde el norte hasta el sur. Su límite este, está en contacto con el Mar de los Lamentos y gracias a eso, el Ducado de Azur se convirtió rápidamente en la región dónde la pesca era la forma de vida de la gente que allí vivía. Los mejores marineros y hombres de mar del Reino salen de esta zona y por supuesto, sus flota al servicio del Rey es una de las más importantes entre los demás Reinos.
Sus tierras son llanas, con mucho verde gracias a los ríos que la cruzan y con una gran flora y fauna. Los rios también son una gran fuente de trabajo para los pescadores, a los cuales se los puede ver recorriéndolos en ligeras barcazas de madera hacia arriba, arrastrando redes tras de si para recoger la mayor cantidad de piezas posibles.
El duque es un gran marinero, como lo era su padre y muchas veces se lo puede ver salir con su barco insignia: Martillo Azur. Un gran barco con dos filas de cañones de cada lado y pintado completamente de un tono celeste, como el cielo despejado del mediodía. Con el, recorre la costa de sus tierras, vigilando que todo se encuentre en orden y que ninguna nave extraña ose entrar en el Reino sin permiso.
Fue esa misma nave, la que escoltó a un navio Inglés hasta las costas del Reino, no hace mucho tiempo.
Los rumores dicen que hace poco que el Duque regresó a sus tierras, tras un largo viaje hacia el este.
Personajes de la Facción Azul:
Duque Ricardo de Azur, Almirante de la flota real, llamado el Caballero Azul.
Un gran marinero. Hace poco salió de viaje con su flota, regresando un año después con la Princesa Atlazpoca y Tlaztlan, su criado y guardaespaldas.
Capitán Donato Bravío, de origen desconocido.
La mano derecha del Duque de Azur.
Princesa Atlazpoca, habitante de tierras lejanas.
La mujer que ha venido con el Duque en su navio tras el largo viaje.
Tlaztlan, su fiel criado y guardaespaldas.
El criado y guardaespaldas de la Princesa extranjera, él cual no la deja ni a sol ni a sombra.
Cristos Tretopoulos, astrónomo.
Un científico algo excentrico con una visión del mundo realmente interesante. El Protegido del Duque.
28. Duque Ricardo de Azur, Almirante de la flota real, llamado el Caballero Azul.
Noble cuyo mayor poder es el de sus barcos, lo que le ha otorgado el cargo de Almirante de la flota. Su padre fue el anterior Almirante, pero era un hombre cerrado y chapado a la antigua. En cuanto murió y Ricardo heredó el cargo y el título, en seguida comenzó a hacer reformas. Contrató a un ambicioso capitán que iba dando tumbos de corte en corte sin que nadie le hiciera caso, y acogió bajo su protección a un revolucionario y brillante astrónomo griego, salvándole de la ira de la inquisición, que pretendía quemarle por hereje. Gracias a eso, la expedición que encabezó junto a ambos fue un éxito y un nuevo continente fue descubierto. Ahora, el Duque ha regresado de su viaje... Quiere pedir del Rey la soberanía sobre las nuevas tierras (bajo el título de Virrey). Asimismo, debe hacer frente a su compromiso de matrimonio con Doña Urraca, hermana del Duque de Sable, prometido actual de la princesa. Ese matrimonio sería un gran espaldarazo a sus proyectos políticos, pues le aliaría con el más que probable sucesor a la corona, pero hay un problema. El Duque se ha enamorado de la princesa Atlazpoca, una hermosa nativa oriunda de las tierras recién descubiertas.
Nota: La muerte del Rey no cambia demasiado las cosas. Simplemente, ahora, tiene la oportunidad de ganarse la confianza del nuevo Rey, para que cumpla sus deseos de ser Virrey.
Objetivos: Conseguir establecer lazos fuertes con quien sea el próximo Rey. Si consigue hacerlo sin necesidad de casarse con Doña Urraca, quizá pueda matar dos pájaros de un tiro y ser feliz en las nuevas tierras descubiertas junto a su amada.
29. Capitán Donato Bravío, de origen desconocido, primer marino en encontrar un nuevo continente.
Algunos dicen que es genovés, otros que es catalán, siciliano, portugués, extremeño, sevillano, milanés e incluso que nació en alta mar. La verdad es que a Donato le interesa que su origen siga siendo un misterio. Hasta hace unos años, el capitán era uno de los más sangrientos piratas de las costas de Berbería. Sin embargo, una experiencia cercana a la muerte le hizo cambiar la orientación de su carrera. Por supuesto, ahora es casi un héroe, pero ha recibido un anónimo que le indica que alguien conoce su secreto. Alguien que acudirá a la corte... y que no regresará vivo de ella.
Nota: La muerte del Rey no le importa en absoluto, pues él ha acudido a la corte para motivos más personales.
Objetivo: Descubrir quién conoce su pasado como pirata para asegurarse de que su garganta no pueda pronunciar palabra alguna sobre el tema. Ni sobre nada más, a poder ser. Eso sí, nadie debe descubrir sus planes... o la verdad saldría a la luz.
30. Princesa Atlazpoca, rumoreada concubina del Duque.
Es bella, y su dominio del idioma es sorprendente aunque algo imperfecto (cambia el género y el número de las palabras). Inicialmente una prisionera, luego una amante ocasional y ahora una concubina del Duque. Su principal objetivo es el de la liberación de su pueblo, ahora sometido a los invasores (el Duque y sus hombres). Acompaña al Duque en su visita no tanto para hacerlo feliz, sino para asegurarse de que el Rey no le otorga la propiedad de las tierras conquistadas, las que habían sido de su pueblo desde tiempos remotos. Iba a casarse con Tlaztlan, quien ahora se ha convertido en su guardaespaldas por petición suya al Duque. Tlaztlan odia al Duque con todas sus fuerzas, incluso más que ella, ya que parece enamorado de la princesa. En más de una ocasión ha tenido que calmarle para que su plan pueda salir bien.
Nota: Sabe que el Duque está enamorado de ella, aunque también sabe que le conviene contraer matrimonio con una tal "Doña Urraca", hermana del que iba a ser heredero al trono en cuanto contrajera matrimonio con la princesa. Por ahora, la princesa sigue soltera, y la pronta muerte del Rey, antes de dejar zanjado el compromiso de su hija, le ha venido de perlas.
Objetivos: Intentará por todos los medios alentar una guerra civil entre los nobles para que así dejen en paz a los suyos, y se opondrá, sin revelarlo, claro está, a que el futuro Rey le conceda la soberanía sobre el territorio conquistado al Duque. Su único aliado es el fiel Tlaztlan.
31. Tlaztlan, su fiel criado y guardaespaldas.
Tlaztlan fue el hijo de un importante cacique indígena, e iba a convertirse en el marido de la princesa Atzlapoca. Aunque luchó valerosamente contra los invasores, su superioridad tecnológica hizo que la lucha fuera en vano. Atzlapoca salvó su vida al exigir que se le permitiera continuar a su lado como guardaespaldas, algo que al Duque le hizo cierta gracia. Desde entonces, el odio de Tlaztlan por el Duque ha ido aumentando de manera exponencial, a medida que el Duque iba requiriendo cada vez más frecuentemente los servicios de su amada. Más de una vez ella ha tenido que impedir que le asesinara, presa de la rabia y los celos. Entiende que Aztlapoca tiene un plan, pero, a su juicio, se está desarrollando demasiado despacio...
Nota: La muerte del rey no altera para nada el punto de vista de Tlaztlan, que lo único que quiere es volver a su tierra junto a su princesa Atzlapoca y hacerla su esposa.
Objetivos: Proteger a Atzlapoca de lo que sea y conseguir devolverla a su hogar sana y salva para casarse con ella y ser así el jefe de su tribu. Sin embargo, sabe que no podrá hacerla regresar hasta que ella haga lo que ha venido a hacer: liberar a su pueblo.
32. Fray Juan de Silva, concienciado misionero.
Fray Juan de Silva es un corazón noble. Ha visto lo que sus congéneres pueden hacerle a los nativos y su principal misión es gritar a los cuatro vientos tales crímenes. El Duque le mantiene en su corte porque es el único eclesiástico que estuvo tan loco como para embarcarse en compañía de Tetropóulos, el astrónomo herético condenado por la Inquisición. Fray Juan también está al borde de la herejía, y sus afirmaciones de que los indígenas poseen alma, y por tanto son iguales al resto de los hombres son atrevidas y condenadas por el resto de la Iglesia. El objetivo principal de Fray Juan es conseguir apoyos en la Corte que garanticen que se concederá a los indígenas un trato humano. Eso... y permanecer fuera de la hoguera, claro.
33. Cristos Tretopoulos, astrónomo cuyos estudios permitieron el descubrimiento del nuevo mundo. Odiado por la Iglesia.
Cristos Tetropóulos es el científico más importante de su tiempo. También está rematadamente loco, aunque algo de locura es necesaria para oponerse a toda la Iglesia. Como genio excéntrico, sólo la protección del Duque es garantía de que no será quemado inmediatamente. Sus objetivos, en cambio, son mucho más altruistas que salvar el pellejo: decidido a contagiar sus ideas de revolución científica y amor por el conocimiento, Tetropóulos buscará aliados entre los nuevos nobles o los ricos comerciantes, para que financien sus experimentos.
Nota: La muerte del rey no cambia las cosas para él, aunque ahora está rodeado de nobles que buscan aliados para conseguir llegar al trono.
Objetivos: Conseguir el apoyo del séquito del Marqués de Trigo sería interesante. Si no consiguiera su beneplácito, seguiría buscando sin rendirse a alguien que esté interesado en sus investigaciones.