Partida Rol por web

Mientras vuestros cuerpos eran arrastrados al interior del remolino pudisteis hacer un último esfuerzo para abrazaros. Estabais uno en los brazos del otro, bien apretados y con la tablilla en una de las manos de Scott, pero comenzasteis a sentir como vuestros cuerpos se descomponían sin remedio para poder llevaros a vuestros hogares.

Para cuando quisisteis volver a daros cuenta...seguíais abrazos, en el suelo de la habitación de Scott, todo lleno de figuritas de acción, juegos de mesa y de consola y una cama desecha con las sabanas de spiderman. Al separaros y observar la tablilla, visteis que solo parecia ser un trozo de piedra con unas palabras inteligibles por un lado y por el otro....

Por el otro estabais todos, incluso el chico de pelo azul, como si fuera una foto pero grabada en ella. Y todos sonreían.

Gary intentó correr, extendió la mano y se cerró, pero la succión era muy fuerte arrastrándolo hasta el portal. KAtherine se habia percatado que habían aparecido unas esposas con unas cadenas muy largas que os unía a ambos en vuestro camino de vuelta a casa. ¿Había sido cosa de King Dice, como si le concediera un último deseo? Ya no podría saberlo.

Todo daba vueltas a vuestro alrededor hasta que acabasteis en la habitación del muchacho. Uno sobre otro, con vuestros cuerpos intactos pero vuestra cabeza totalmente desorientada y dolorida. Os mirasteis a los ojos y los recuerdos de lo último que había sucedido comenzaron a asentarse. Os habíais confesado cosas, resquebrajadas ya las murallas de vuestro interior. Y cuando el primero iba a romper el silencio que os envolvía, un ruido y un quejido os hizo volveros  de repente.

- Ouch...¿Dónde diantres estoy? - ¿Podía ser ella de verdad?

Sentías tanto dolor.... Pero no físico, pues tu cuerpo no era tal ya que era miles de fragmentos descomponiéndose en tu viaje de vuelta a casa. No, era otro tipo de dolor más desgarrador, más devastador y desolador. Habías visto como Gary intentaba llegar a las dos mujeres, y por alguna extraña razón solo cogió la mano de Leliana. Quizás porque pensó que tu llegarías hasta ella, hasta la mujer que se había hecho un huequito en tu interior. Pero como siempre, no habías tenido la fuerza necesaria para hacer aquello que debías hacer. Salvar a Giulietta.

Apareciste en tu oficina, no había nadie en ella. Al comprobar la pantalla de tu pc solo habían pasado un par de horas desde que clickaste aquel enlace. Te marchaste a casa donde te encerraste hundido en la más profunda tristeza. Pasaron los días, las semanas, pero el dolor no remitia. Hasta que una mañana, en el curro, miraste de pasada tu correo spam. Y allí estaba, un mensaje cuyo remitente era Giulietta, y de bastantes días atrás

No te dió tiempo a terminar de abrir el mensaje pues unas manos delicadas te abrazaron desde atrás mientras te susurraba al oído sugerente - Si que me ha costado dar contigo, cielo. Espero que me compenses por haberme tenido buscándote por todo internet -

Les dejabas marchar. No porque sintieras miedo de ellos, que si, al menos un poquito, sino porque Lucas, o la parte humana al menos, quiso hacerlo, como un último acto de caridad. Y porque ahora eras poderoso, más de lo que ninguno podría serlo jamás. Subido en aquella cima veías Feudo Celestial convertido en escombros a tus pies y era todo tuyo, para remodelarlo a tu antojo. Y todos se arrodillarían ante ti como el nuevo amo y señor.

De hecho... con un movimiento de tu mano enguantada Cullen comenzó a levantarse, maltrecho y respirando con dificultad. Pero ya no tenia ese brillo confiado y altanero. Ahora tenia gacha la cabeza y parecia derrotado - Mi señor... lamento haberlo desafiado. No...no volverá a suceder... -

Perfecto. Ahora Leliana.... pero... ¿porque diablos no aparecía?¿Dónde estaba?

Lo último que pude ver fue su mano extendida, ella aun inconsciente, lo suficientemente lejos como para percibir los detalles de su cara pero no tan cerca como para creer que faltaba poco para alcanzarla. Luego mi cuerpo fue arrastrado y convertido en pequeños trozos de nada. Porque así me sentía: un gran montón de nada. La primera vez que me esforzaba en algo y fallaba. Supongo que no debería extrañarme. No tiene sentido intentar cambiar tu destino.

Así llegue hasta donde estaba mi oficina, notando ahora lo horrible y deprimente que era, o quizás era simplemente que me sentía peor que de costumbre.

-¿Hola?- dije a la oscuridad, sabiendo que nadie me respondería-. En el inicio otra vez- me dije levantándome de mi silla y sin saber bien que hacer.

Lo siguientes días no fueron una diferencia radical para mis compañeros, seguía con la misma cara de muerto, quizás más delgado por no estar comiendo casi nada. Pero el trabajar en esa mierda era mucho peor y solo podía pensar en lo que le habría pasado a los demás y el verdadero final de Giulietta. Incluso barajé la posibilidad de probar juego tras juego, solo por la mínima esperanza de encontrarla allí. Pero nunca lo hice por temor a confirmar que estaba atrapada. A pesar de tener aun ciertas experiencias de mis personajes, había cosas que aún no podía enfrentar.

Llenaba un informe y al querer enviarlo, vi que mi correo estaba lleno. Debía borrar algunos, algo que jamás hacía por pura desidia. De casualidad entré en la sección “Correo no deseado”, notando mucho spam y… “Giulietta”.

-¿Pero qué..?- no alcancé a abrirlo, pues estaba mirándolo como si quisiera confirmar que era real, cuando esa dulce voz a mi espalda terminó de desarmarme, ella me abrazo y yo solo pude hacer lo mismo. ¿Era real? Su aroma, su voz, todo lo era y si era un sueño… espero no despertar nunca-. Yo… lo siento… yo- empecé a decir, hasta que respiré hondo, me levanté de donde estaba y tomé mi abrigo-. Te debo una cena, vamos a divertirnos- miré a mi alrededor, donde varios de mis compañeros miraban boquiabiertos a la hermosa mujer que me acompañaba-. Al diablo este trabajo.

Todo fue muy rápido, había agarrado algo pero no sabía si a Giulietta a Leliana o a una piedra del lugar, no pudo verlo pues la atracción hacía el vortice fue muy fuerte. Abrió los ojos desorientado, sentía el cuerpo de alguien encima suyo, habían vuelto a la habitación de hotel, el golpe contra el suelo había sido duro, pero le daba igual el reflejo pelirrojo de Katherine lo tenía anestesiado al ver que era ella la que estaba encima suya, le miró los labios para besarla, le había dicho que ella tambien le quería, algo que había deseado y soñado en muchas ocasiones, iba a suponer muchos problemas pero le daba igual, pasó la mano a través del pelo de esta para atraerla hacia el despacio y fundirse en un beso cuando alguien habló en la habitación. giró su rostro para ver quien era....

-Leliana...? No pudo reprimir la sorpresa en su rostro y en su tono de voz. Miró a Katherine... -Sigo queriendo besarte no creas que nada ha cambiado... que leches. Agarró de nuevo a la mujer y la besó, le daba igual en ese momento que la NPC estuviera allí con vida, si era alguien que había perdido la consciencia de que era humana y no un pixel de videojuego o en realidad un NPC que ahora tenía vida le dio igual, quería besar a Katherine, necesitaba besarla, llevaba mucho tiempo queriendo hacerlo y no iba a perder la oportunidad.

A menos que ella se apartase, alargó el beso lo máximo que pudo siendo este suave y apasionado, disfrutando del momento y cumpliendo uno de sus deseos, tras separarse de ella no sin morderle el labio inferior un poco le sonrió. -Necesitaba hacerlo.

Giró el rostro y soltó el cuello de la mujer para apoyar la mano en la mano de esta y miró a Leliana. - ¿Ambas estáis bien?, estas en nuestro mundo, no sé si era lo que querías pero nos ayudaste y no iba a dejar que vivieras otro infierno, te lo debía por la información que me diste en el balcón.

El nuevo y más poderoso King Dice, sonrió ante su nuevo reino. La fusión se había completado, ahora las dos partes primigenias compartían conocimietos y notaban que había sido todo un acierto fusionarse. La parte humana de Lucas había sido un problema, pero se imponia ese aspecto megalómano que siempre había tenido y reprimía porque la sociedad se lo imponía.

Había dejado escapar a los otros humanos, sí. Era lo mejor. Una parte racional así se lo justificaba. Ahora a recomponer el reino, mejorarlo y arreglar ese problema con la tablilla. Una vez resuelto volvería a sacar a la red el enlace.

Pero antes...cuando Cullen se levantaba tembloroso, le propino tal bofetada que se pudo oir en todo el Feudo Celestial (puede que King Dice propiciara que todos los presentes lo oyeran).

Esta vez te perdono, Cullen, pero que sepas que si dejara actuar a mi antigua parte humana te haría desmembrar poco a poco, hueso a hueso hasta que tus 200 huesos se separasen de sus coyunturas...-calló unos segundos para que el caballero entendiera lo que supondría y añadió con un tonillo casi divertido- y no te dejaría morir.

Que sirva de amenaza para la proxima vez que pienses si quiera en volver a traicionarme.

Y hablando de traidores... ¿donde está Leliana?

Se concentró y buscó entre todas las almas y presencias que había en el reino, pero nada. Achinó los ojos y soltó un bufido

Ha escapado...-pensó para sí- podría ser un problema. Quizá en un futuro quiera volver a intentar "rescatar" a sus amigos... La estaré esperando.

Ese pensamiento le dio una idea y con voz potente y segura se dirigió a todos las almas y presencias que pudieran escucharle

Se inicia una nueva era, el proyecto inicial sigue en pie; solo que ahora habrá una mejora. Para aquellos que se porten bien según mis deseos y el objetivo del proyecto, les daré la posibilidad de escapar. Lo cual incluye las almas del viejo y del chico de pelo azul. Eso sí, traicionadme y acabaréis como Cullen: eternamente conmigo y cuando me plazca...- Soltó otra sonora bofetada a Cullen que le derribó-

Esperanza, cuan poderosa puede ser- pensó el nuevo King Dice- ¿Y cumpliré mi promesa? Por supuesto, después de años de servidumbre y que por lo menos cada alma haya conseguido tres o cuatro almas- Sonrío ampliamente como solo King Dice sabía hacer.

Después de cerrar los ojos y sentir que todo cambia a mi alrededor... A nuestro alrededor, más bien, me decido a volver a abrirlos. Primer punto, Scott está conmigo. Segundo punto, no estamos en medio de una mazmorra con esqueletos, ni cayendo a un charco de lava ni en medio de una invasión de bichos espaciales. Es más, parece que estamos en... ¿Casa? No, esta no es mi casa. ¿Puede ser la de Scott? ¿O será otro juego?

- Esto es raro... - le susurro, aún sin soltarme de sus brazos.

La tablilla que aún tiene en las manos parece haberse convertido más en un coleccionable que un objeto importante y de gran poder. Y estamos todos... ¿Nos hemos pasado el juego? ¿Y entonces hemos vuelto? ¿Y estoy con Scott? Me giro hacia él, todavía sin saber exactamente qué está pasando, y me quedo mirándole a los ojos sin decir nada. ¿Y ahora qué hago? Se me escapa una sonrisa y tengo que contenerme para no reírme más. ¿No está claro? Todavía medio riéndome, tiro de Scott por la sudadera para ponerle a mi altura y le abrazo, antes de besarle apasionadamente, sin querer separarme de él. Como si estamos en otro juego... Ya nos preocuparemos más tarde de eso.

Al fin el mundo paro de dar vueltas y aunque no había ni rastro del resto si que podía notar a Hana aún entre mis brazos. Tan nervioso estaba de que le hubiera pasado algo que aún tardo un rato en darme cuenta de donde estábamos.

Era mi maldita habitación. Estaba con una chica en mi habitación. ESTABA CON MI NOVIA A SOLAS EN MI HABITACIÓN. - por si fuera poco el bloqueo que estaba teniendo en ese momento de repente escucho a Hana susurrándome y riéndose justo antes de besarme.- ESTOY BESANDO A MI NOVIA EN MI HABITACIÓN Y MIS PADRES PUEDEN ENTRAR EN CUALQUIER MOMENTO.

Es lo último que consigo pensar con cierto terror antes de que me de igual y me deje llevar por el momento, incluso contagiándoseme la risa de Hana. Estaba en casa a salvo con ella, lo demás daba igual...

- Bueno, bienvenida a Nueva York. Este es mi cuarto pero quizás más tarde pueda enseñarte la ciudad.- intento bromear bastante nervioso antes de volver a besarla.

Estaba preparada para cualquier cosa, para que me dijera que ese sitio no era el que recordaba exactamente, que me dijera que no conocía esa habitación, que apareciese King Dice de nuevo. Cualquier cosa. Excepto que me dice que esa es su habitación de verdad y estamos en Nueva York, en el mundo de verdad. No puede ser, ¿no? ¿Hemos vuelto? ¿¡Y ahora qué!? ¡Es lo que estaba pensando antes! ¿¿Ya, pero y AHORA?? ¿Cómo explico que estoy aquí? ¿Cómo vuelvo a Oregon? ¿¡Y mi padre qué!? ¿¿Y sus padres qué?? 

Empiezo a notar ese dolor de cabeza, ese que es como si te comprimiesan el cráneo por todas partes a la vez, y noto la cara... No sé, ¿¿qué es lo siguiente a ardiendo?? Me aparto de Scott y le miro totalmente aterrada, sin tener ni idea de qué hacer o qué decirle. ¿¿Esto está bien realmente?? Sólo quiero llorar o volver a Jumanji o a mi casa, pero esto... ¡Sea como sea que lo mire no está bien! Tengo que centrarme, tengo que pensar... 

- Vale, estoy nerviosa. Me está dando un peq... Un ataque de ansiedad. Y como me sangre la nariz o me desmaye, vamos a tener un problema aún peor y como entren los padres de Scott por la puerta, lo mismo, así que necesito irme rápido, buscar el bus que me devuelva a Oregon lo más pronto posible y... - me quedo mirando a Scott unos segundos, lo que tardo en darme cuenta de que he estado hablando en vez de pensando. QUÉ... Me tiembla la boca y ya no tengo ni idea de qué cara he puesto, pero sí sé que voy a perder el conocimiento en 3, 2, 1... - Llama a mi padre, ya sabes el número. 

​​​​​​​​​​​​... Y por todo eso, lo recuerdo como el día más raro, avergonzante y feliz de toda mi vida. 

Katherine se incorporó desorientada notando que estaba sobre alguien por lo que se apartó como pudo los pelos de la cara y comenzó a sonreír al ver que era Gary el que estaba bajo ella,en una cama

-"Estás bien"-susurró apoyando la frente en su pecho unos segundos antes de mirarle de nuevo aunque el hombre no lo dio tiempo a decir mucho más pues antes de que ella pudiera reaccionar la acercó a su boca y comenzó a besarla como si fuera lo único que quería hacer en esta vida.Y en verdad era lo único que ella quería hacer-"Yo también lo necesitaba"-sonrió cuando por fin se apartaron 

Detrás de ellos se escuchó la voz de una mujer y ambos se incorporaron y miraron con sorpresa en aquella dirección viendo a Leliana allí con ellos

-"¿Cómo es posible?"-articuló con esfuerzo Katherine mientras pensaba en Cullen.Aunque él había muerto y nada podía hacer ella.Suspiró y se sentó en la cama mirando a Gary-"¿Qué haremos ahora con ella?Tendremos que llevarla con nosotros"-miró al hombre y sonrió-"Porque desde ahora habrá un nosotros,Oldman.Se acabó el correr detrás tuya.Te quiero y no voy a permitir que huyas nunca más de mi"-sin más le cogió la cara entre las manos y le besó con dulzura antes de separarse y ponerse en pie tendiéndoles a ambos las manos-"Vámonos a casa"-y aunque alguno tuviera reticencias ella termina cogiéndoles de las manos y llevándoselos a su casa para comenzar,por fin,a vivir

Después del portal... me desperté en mi cama... y a la vez no en la mía. Miraba a mi alrededor asustada, pues al principio no reconocía nada de lo que veía a mi alrededor. Estaba en un cuarto que perfectamente podría ser mío, pero no el cuarto que abandoné al meterme en Jumanji. Alrededor mía había muchas cosas que podrían ser mías, pero no lo eran... y a la vez sabía que si lo eran y que los había ganado. Incluso me sentí algo más alta y fuerte... ¿pero donde estaba y que había pasado? Con prisas, me acerqué al tocador no para darle a ese link, sino mirarme en el espejo de este... y ver a la mujer de treinta y algo que me devolvía la mirada.

Al verme en el espejo del tocador, es cuando ya entendí todo, mejor dicho lo recordé. Ya había vuelto... hace mucho tiempo. Había podido graduarme, ascender hasta ser sargento de policia, ver crecer a mi hermana, celebrar todos los cumpleaños de mi familia... e investigar. Investigar cuando Nikole estuviera y donde estuviese a estas alturas. Sabía que hasta que no volviera de Jumanji ponerme en contacto con ella hubiera sido una perdida de tiempo... pero ahora estaba segura -Espero que no le haga ascos a las maduras...- pensé mientras me acercaba al ordenador, con cierta alegría contenida. ¡Por fin podría hablar con ella después de tanto tiempo!

Me apresuré a meterme en su Instagram, para dejarle un mensaje:

SGT.McKil-Diana

¿Nikky? ¡Soy yo Diana! Un poco más mayor, ¡pero soy yo!

Pero a medida que escribía... me fui dando cuenta de algo. Habíamos salido de Jumanji porque King Dice nos echó... ¿porque? Ahora no podía quitarme esa idea de la cabeza, y con una mente más adulta la analizaba con más inteligencia... hasta que pensé y recordé su "sueño", la motivación de King Dice... su juego perfecto... Oh no...

Borre el mensaje que estaba redactando... y escribí una pregunta.

SGT.McKil-Diana

Nikky... ¿llegamos a salir de Jumanji?

¿Cuanto había pasado?

No mucho, pero lo suficiente como para que se acumulasen algunos mensajes. Ninguno importante, solo un "hey? Que tal te va?" Quizá ni 24 horas, pero a mi me habían parecido al menos un par de días, metida allí dentro.

Lo bueno que había vuelto sana y salva. Con una jodida taquicardia y la sensación de haber puesto mi vida como apuesta en una mesa de Poker, pero bien. Lo malo que Diana se me había escapado de las manos. Dicen que estas experiencias-¿Estas experiencias, really? ¿Acaso alguien mas fuera de nuestro grupito había experimentado esto?- te unen, te marcan para siempre y, joder, vaya que así había sido, porque no podía dejar de pensar en ella.

¿Será que el caracter enamoradizo de Garrus se me había quedado? Menos mal que los pelos de gato de Chronos no!

Un mensaje. De Diana!

SGT.McKil-Diana

Nikky... ¿llegamos a salir de Jumanji?

Casi me dio un vuelco el corazón. Sonrei como una idiota y me abstraje del resto tan solo para ver un mensaje de ella. En su perfil era distinta. Treinta y tantos! ¿Que pero cojones...? Seguro que había sido idea de King Dice! Maldito caracubo. Le ha robado años de vida! Y a mi la ilusión de tenerla a mi lado u poco mas, porque dudaba que con esa edad se andase con las pijerías de niña tonta de las mías, ir a mis conciertos y demás adolescentadas.

Por otro lado, esperaba otro tipo de mensaje. Quizá un.. donde estás? te echo de menos o alguna gilipollez salida de Romeo y Julieta.

Escribí mi respuesta.

Nikole Jóakimsdóttir

Si, eso parece.

Te sientan bien los años. ¿Crees que si me coges de la mano me dejarán entrar en el cine con las películas de +18?

Quizá era un tontería. O quizá no. De ilusiones se vive. 

Suspiré al aire esperando que algún día me contestase a lo que no decía en mi mensaje. Mientras tanto, si no recordaba mal, estaba a punto de subir algún video de mis maquetas al Youtube. Miré el Pc con desconfianza, temiendo que al pulsar alguna tecla mas, o entrar por equivocación en alguna página, me absorbiera de nuevo. Apagué el pc. Sin mas y sonreí satisfecha.

Cogí los cascos y me los puse. Algún día mi música se oira en alguna parte, fuera de Islandia. Mientras tanto, solo tenía que practicar y que mejor que cantando. ¿Debería escribir una canción sobre Diana? Buena idea!

Nikole Jóakimsdóttir

Si, eso parece.

Te sientan bien los años. ¿Crees que si me coges de la mano me dejarán entrar en el cine con las películas de +18?

Hmm... por su respuesta no parecía que hubiera entendido mi pregunta... pero la verdad, es que ahora, hablando con ella... estaba demasiado feliz como para pensar más en ello.

SGT.McKil-Diana

Gracias... se que no estoy tan buena como antes, pero me he sabido llevar... de Teen pasé a MILF. Y si... creo que te dejarían... sino siempre puedo arrestar al tipo que no te deja entrar.

Hay muchas cosas de las que hablar... aunque prefiero hacerlo en persona, y poder verte. Siempre que tu quieras... y no te importe verme con más arrugas. Islandia no esta lejos... ¿no?

Le terminé diciendo en mensaje, con ciertos nervios. Uff... esperaba que me respondiera pronto... pero de momento...

Me pondría a planificarlo todo por si aceptaba. Pedir vacaciones, avisar a la familia que iba a salir del país, buscar los billetes... quizás me estuviera adelantando mucho... ¿pero de ilusiones se vive no? La pregunta que le hice a Nikky todavía rondaba por mi cabeza... pero la peliroja era algo más agradable en lo que pensar y ocupar mi cerebro.