Era tan fácil engañar a esa horda de monstruos que hasta resultaba divertido saltar de tejado en tejado usando cada rincón como apoyo para llegar más lejos o alto. Tan enfrascado estaba en eso que casi no veo el gesto de la princesa, parecía que había descubierto algo. Después de confirmarle con un gesto de cabeza, llamo la atención a mis perseguidores y me dejo caer por el callejón contrario con la intención que vengan hacia allí. Sin embargo cuando desaparezco de su vista me agarro a una barandilla y me impulso para saltar a través de una ventana y atravesar el edificio por dentro para volver a la plaza sin ser visto.
Aprovechando la situación me acerco por detrás de la princesa y le doy un toque en el hombro antes de taparle la boca para que no grite, sonriente casi como un niño.- Y bien decidme, ¿que queríais enseñarme?
Veo que el príncipe desaparece y mientras espero a que venga, me quedo mirando la reja. Hasta que noto un toque en la espalda y doy un respingo y un pequeño chillido de sorpresa que es acallado por la mano del príncipe. Me giro hacia él, roja como un tomate entre la vergüenza y... No, esta vez estamos de acuerdo, es vergüenza.
- ¡Me has asustado! - exclamo bajando la voz, nerviosa. Cuando consigo tranquilizarme se me escapa una risa tonta al ver su sonrisa triunfal y sacudo la cabeza, señalando las rejas. ¿Cómo puede ser tan adorable? - Eh... sí. ¿Os acordáis de la profecía? ¿Lo que leímos en la sala anterior? "A lo más profundo habréis de llegar y..." Pues si es cierta, esa parte tiene pinta de ser la más profunda que podemos encontrar y el resplandor azul podría referirse a la luz de la luna... ¿No os parece? Sólo hay que ver cómo bajar...
Mi sonrisa se amplia aún más cuando escucho su risa. Era casi un momento perfecto, si no tuviéramos en cuenta que un ejercito de esqueletos andaba por la zona y que alguien nos quería muertos. Asiento ante lo que dice Hana, casi había olvidado la maldita pista. Así que buscando alrededor una forma de bajar veo la reja al lado nuestra.- Supongo que podríamos bajar por ahí si consigo arrancar la verja y en cuento a la luz de luna, tenía pensado que fuese una sorpresa pero recogí esto junto al fragmento.- y sin más saco la esfera anterior que parecía contener el brillo de la luna
Se la paso para que la contemple mientras observo la verja en busca de una manera de abrirla, por si había algún método más sencillo que la fuerza bruta.
El principe descubre un mecanismo en la estructura que se encuentra entre los cuatro fosos enrejados. Tras indagar un poquito conseguis abrir el foso de la luz azulada y una plataforma parece haber ascendido para recogeros. Mientras bajais veis dos figuras que parecen custodiar la zona y que comienzan a dirigirse hacia vosotros al tocar suelo.
Os pongo la imagen bien grande para que veais los detalles. Donde está la media luna hay un agujerito, ya sabeis, como si le faltara algo, XDDDD.
Estamos ya al final. Prince of Persia se acaba, así que no hay prisa, pero quiero post bonitos donde derrotais a los bichos como querais :)
Una vez encuentro el mecanismo es bastante fácil conseguir abrir la reja y para mi sorpresa una plataforma cual ascensor se eleva para recogernos. Bajamos en silencio y no puedo evitar lanzar alguna mirada que otra a la princesa con una sonrisa bailando en mis labios. Ya quedaba poco para que escapáramos de esta locura, o al menos eso quería pensar, y no estaba seguro si es que ya me había impuesto al príncipe o que nuestras personalidades se habían juntado pero me sentía mucho más a gusto y atrevido que nunca.
No sé si esto se mantendría así pero cuando saliéramos de ésta pensaba ir a visitar a Hana en persona sin ninguna duda, estas ideas quedan en segundo plano cuando veo a los guardianes abajo. Sin dudar un segundo cojo a la princesa de la mano.
- ¿Confías en mí?- le digo sonriente y confiado.- Porque si es así prepara el arco.- acto seguido la cojo en volandas y salgo corriendo hacia el grandullón con espada aprovechando su corpulencia como cobertura para cubrirme de su compañero. Sigo avanzando hacia él esperando el momento exacto en que va golpear y salto esquivando su ataque hacia su cabeza que uso de apoyo para propulsarme más alto y hacia el arquero.
- Dispara al de la espada y no te preocupes que te recojo abajo.- en ese instante lanzo a la princesa hacia arriba a la vez que desenfundo mis espadas para romper las flechas que me lanzaba el arquero para acto seguido caer sobre el decapitándolo al momento, acto seguido me preparo para recoger a Hana dando por sentado que ella había acabado con el otro enemigo.
Si me he flipado mucho avisad eh XDDDD
Me había quedado atontada viendo la esfera brillar de esa forma, pero se la devolví a Scott en cuanto abrió la reja para bajar. Una vez allí, me fijo en la luna y el hueco que hay... Para la esfera, claro. Y luego es cuando veo a los enemigos. Apenas he empezado a preparar el arco cuando oigo a Scott preguntarme eso. Pero qué tontería...
- Pues claro que sí. Oh, no, espera, ¿qué vas a...? - ni tiempo me da a preguntar antes de que eche a correr conmigo de nuevo en brazos. Esto se está volviendo una costumbre... Y no sé hasta qué punto me gusta. - ¿Cómo que abajo? Ya estamos ab... ¡NO!
Suelto un chillido al ver que me lanza de nuevo alegremente pero al empezar a bajar se me escapa una sonrisita. Si en el fondo es divertido... ¡No, no lo es! Mientras me debato con la princesa sobre si lo es o no, ella saca una flecha y dispara con rencor al hueco que deja la armadura bajo el cuello del guardia enemigo. Aterrizo sobre su cabeza y antes de que pueda decidir si caerse o no, le clavo otra flecha con la mano en el hueco de la nuca, antes de dejarme caer hacia atrás y acabar en los brazos del príncipe con una sonrisa. ¿Ves como sí es divertido?
- Estarás contento. - le digo abrazándome a su cuello y dándole un beso rápido en la mejilla - ¿Quieres lanzarme de nuevo para que ponga la esfera en su sitio o me vas a dejar pisar el suelo alguna vez? - sonrío señalando a la luna con la cabeza.
Sin pensarselo dos veces, el principe lanza a Farah la cual puede aferrarse al resaltado de la estrella de piedra de chiripa. Con cuidado coloca la esfera en la luna y la puerta donde estan grabados los dos angeles alados se abre con un chirrido de roca contra roca.
En su interior sale el resplandor del mismo color que muestra vuestras pulseras LED. Sabeis que es la puerta de salida. De repente, todo comienza a pixelarse y los elementos de la escena a cambiar de lugar. La cascada, las rocas y vegetación del lugar....algunos huecos quedan negros y/o borrosos. Lo único que parece imperturbable es la puerta abierta pero no parece que por mucho tiempo más
Me encantan vuestros post ^^
Ante la frase de la princesa sonrío con un poco de malicia y le poso el orbe en las manos y sin esperar a que se de cuenta de lo que va ocurrir la cojo de la cintura y lanzo con fuerza. Como no podía ser de otra manera consigue colocar el orbe y aprovecho para recogerla en la caída manteniendo mi sonrisa.
- Alguna orden más que quiera que cumpla, princesa mía.- dicho esto la vuelvo a besar, esto de no dejarla responder empezaba a ser una costumbre muy divertida, para luego dejarla de píe en el suelo mientras me separo con una sonrisa más llena de cariño que otra cosa.
Después nos dirigimos a la puerta recién abierta y comprobamos como todo empieza a desaparecer dejando solo un portal por cruzar que empieza a desdibujarse. Sin siquiera preguntar la cojo de la mano con fuerza y la miro sonriente mientras pongo mi mano libre en el pomo de la salida.
- Juntos, ¿vale?- es lo único que digo mientras termino por abrir el camino y cruzamos.
En vez del grito de siempre, me sale una carcajada dulce al notar cómo me vuelve a lanzar para que deje la esfera en su sitio. Cuando me recoge, me quedo totalmente atontada mirándole a los ojos. Sé que no son los mismos de Scott y que tampoco es físicamente él con quien he pasado todo este rato, pero sigue siendo él. Algo más atrevido, arrogante y lanzado (je, lanzado) de lo habitual tal vez, pero sigue siendo él. Me planteo responder por un momento, pero al final dejo que me bese y me agarro a su cuello acercándome más, sin querer soltarle. Quédate conmigo siempre...
En cuanto vuelvo a estar en el suelo, le sonrío y bajo la cabeza con las mejillas sonrojadas, en un gesto más mío que de cualquier princesa, antes de alzar un poco la mirada hacia sus ojos y finalmente niego con la cabeza. Me giro para ver la puerta y me muerdo el labio, sintiendo un escalofrío. Tenemos que volver... Antes de que pueda decir nada, siento la mano del príncipe cogiendo la mía y le sonrío, balanceando un poco las manos entre los dos.
- Juntos. - asiento siguiéndole.