Mi táctica funcionó en parte, pero lo que ocurrió a continuación me dejó francamente sorprendido. No entendí nada, sobre todo cuando una lluvia carmesí mezclada con trozos de algo que no quise identificar cayó sobre todos nosotros. Solo la luz del túnel me hizo reaccionar, junto a los gritos de mis compañeros.
-Si… cof cof…ya voy- me costaba muchísimo hablar y la garganta me dolía horrores. Pero era mucho mejor a lo que me hubiera esperado si el grandote no tiraba la granada. Como pude, comencé a correr hacia el túnel de luz, aprovechando que cubrían nuestro escape. Iba medio agachado, para hacer que les cueste más darme. No iba a cruzar hasta que Elena y el chaval estuvieran ahí conmigo. Estábamos juntos en esto.