Partida Rol por web

Mientras León se acerca a la puerta Ada se queda vigilando al ciempiés y a todo lo que pueda aparecer por cualquiera delas entradas.Si la chica está allí podrán salir de aquel maldito sitio y volver al mundo real que ya es hora

Al otro lado de la puerta no se oye nada. La puerta está en muy mal estado y a Leon no le cuesta trabajo echarla abajo con un par de patadas. Sin embargo al poco de entrar en la habitación un tablón le golpea sin demasiada fuerza en la cabeza causándole más sorpresa que daño. Leon retrocede aturdido perseguido por una joven rubia que sostiene el tablón con ambas manos.

¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera! - grita la chica, muerta de miedo - ¡Dejadme en paz de una vez, monstruos!

Aunque la escena resulta algo cómica Ada observa con fastidio que el alboroto ha atraído la atención del monje rojo. El ciempies-cabeza se agita furioso mientras la criatura empieza a subir las escaleras.

La chica levanta de nuevo el trozo de madera con intención de golpear a Leon.

¡Aaaaaaaaaaaaaaaaah!...

¡Para!- Leon se protege con el brazo de los golpes, mientras intenta quitarle el tablón con la mano libre.

¡Para Ashley! Venimos a salvarte. Me envía tu padre, el presidente. Si no paras de gritar y perder el tiempo, nos van a rodear los monjes o lo que sean.

Con un bufido Ada disparó al bicho aquel apuntando a la cabeza,entre los ojos y esperando que reventase en ese instante mientras escuchaba a León defenderse de los golpes

-"¡Vamos,cógela y larguémonos de aquí!"-dice al hombre mientras trata de mantener a raya al bicho y a todo aquel que se acercase

La mano de Leon atrapa el tablón con facilidad. La chica no tiene entrenamiento combate alguno y además está aterrorizada. Mientras tanto Ada se ve obligada a vaciar el cargador de su 9 mm. sobre el cienpiés-cabeza del monje rojo, que parece bastante más duro que sus compañeros. Por suerte el ver al monje abatido por Ada termina por convencer a Ashley de creer a Leon.

¡E... esperad! ¿No vamos a llevarnos la piedra? - pregunta la chica - La he escondido cerca de aquí ¡Tenemos que ir a buscarla!...

En el otro extremo del pasillo una puerta se abre violentamente y de ella salen cuatro monjes negros equipados con estrellas de la mañana y toscos escudos de cuerpo entero fabricados con madera y metal...

Leon sale al pasillo y apunta a los monjes recien llegados -Está bien, vamos a por la piedra ¿Donde está? - Dispara unos cuantos disparos contra los monjes, alternando disparos a la cabeza con los pies para que no puedan pararlos todos con los escudos y al que no mate por lo menos lo ralentizará.

Cambia su arma por la otra y espera a que la chica salga mientras trata de mantener a raya a los monjes locos que se les acercan

-"Si vamos hemos de hacerlo ¡ya!"-dice de forma autoritaria-"Llévanos a ella"-mira a la chica esperando que les conduzca hasta aquella maldita piedra

¡Por aquí! - dice Ashley.

La chica corre llevando a Ada y Leon hacia una nave lateral. Poco después de cerrar la puerta que da a esa sección los monjes empiezan a golpearla con sus mazas. A juzgar por las sacudidas de la puerta no es probable que la puerta aguante mucho.

La escondí aquí - se arrodilla junto a una consola de metal en la que hay tres diales de color rojo, azul y verde. La chica tira de la portezuela que hay bajo los mandos pero no consigue abrirla - No lo entiendo - dice confundida - No lo cerré con llave. Ni siquiera hay una cerradura.

Las luces de la consola se encienden y al instante tres proyectores dirigidos hacia la pared opuesta de la nave.

Los proyectores, cuyas luces se corresponden con los colores de los diales, lanzan extraños patrones fragmentados sobre tres círculos oscuros en torno a un círculo central en el que puede verse brillando el símbolo de los Iluminados.

La bola pinchuda de una maza atraviesa la puerta.

¡Que síii, quiero mataaaar!...

Leon disparó al que se asomó, con un poco de suerte los otros se lo pensarían dos veces antes de entrar tan apresuradamente. Después miró el artilugio ese.

¿Qué coj...? ¿Qué diablos es eso?

Le echó un vistazo rápido, probando primero si eran botonoes, luego si eran palancas y por último si eran manivelas. Cuando descubrió el funcionamiento, le dio parte de su munición a Ada.

Confío en tu puntería para que acabes con esos condenados

Después le guiñó un ojo complice y se centró en el acertijo.

Al ver aquello su ceño se frunció mientras miraba a la joven

-"¿Has visto esto antes?"-preguntó antes de que León tomara el mando y le pasara munición

El guiño que le dedicó el hombre le hizo sonreír antes de concentrarse para que aquellos locos no entrasen en la habitación hasta que ellos consiguieran hacerse con la piedra o lo que fuera aquello

-"Date prisa"-respondió con media sonrisa disponiéndose a disparar 

Tras derribar a uno de los monjes con un certero disparo en la cabeza, Leon se pone a manipular los botones de la consola. No tarda en descubrir que se trata de diales que puede girar y que a su vez este giro hace que los proyectores giren modificando la imagen que proyectan. El botón central hace que los haces proyectados confluyan en el círculo central formando una imagen multicolor. Tras unos interminables minutos Leon consigue hacer que la coincidencia de los tres proyectores coincida con la imagen central en la que destaca el extraño símbolo de la secta religiosa.

Se escucha un "click" y bajo los mandos se abre una portezuela en la que hay una tablilla de piedra de forma cuadrada con dos bordes irregulares que indican que es un fragmento de una tablilla mayor.

Mientras tanto Ada intenta mantener a raya a los monjes que asoman la cabeza o meten sus engarfiadas manos a través del agujero. La puerta se sacude con cada golpe desde el otro lado. Es una batalla contra el tiempo y Ada lo sabe. Por los gritos y ruidos sabe que son demasiados como para hacerles frente. El corazón de la mujer se acelera mientras escucha a Leon moviendo los diales y los ansiosos grititos de Ashley cada vez que Leon fracasa al intentar conseguir la combinación correcta.

Finalmente la puerta se viene abajo. Los monjes entran en tropel empujándose unos a otros y tropezando. Ashley lanza un grito de terror al verlos...

Ada dispara mientras retrocede hasta donde están León y la rubia y al ver la tablilla la coge sin dejar de pegar tiros

-"¡Tú tienes a la chica y yo la tablilla ¿y ahora?!"-grita hacia el hombre-"¡¿No deberíamos estar volviendo?"-sin munición y con tantos psicópatas no ve muchas escapatorias y no entiende de videojuegos así que espera que aquel hombre sepa lo que hay que hacer

Cuando Ada coge la tablilla su pulsera empieza a brillar con un intenso color rojo. Haces de luz roja saltan de las LEDs hacia el trozo de piedra y salen proyectados de ésta formando un túnel de luz roja.

Otra puerta cercana se abre con fuerza y entra otro grupo de monjes liderados. El monje rojo que lidera a este grupo agarra la muñeca de Ashley.

¡Corred! - dice la chica - ¡Cruzad el portal y llevaos el fragmento! ¡Salvad Jumanji por favor!...

León se prepara para disparar las pocas balas que le quedan después de que Ada cogiera la tablilla, pero por el rabillo del ojo ve el nuevo portal que se forma y sin pensarlo dos veces coge del brazo a la mujer del vestido rojo a la vez que salta hacia el portal. También intenta coger la mano de Ashley, pero esta se le escurre al ser capturada previamente por unos de los sacerdotes.

En la aspiración del portal, Lucas atrae a la mujer hacia sí, para facilitar un paso sin tocar los laterales del túnel de gusano. Así mismo, aprovecha para darle un último beso, este con gran pasión, sabedor de que será su última oportunidad.

Todo pasa excesivamente rápido pero siempre es igual,cuando pillan a alguien,cuando lo matan,cuando lo salvan.Todo pasa siempre demasiado deprisa

Una especie de túnel rojo se abre ante ellos procedente de su pulsera y la mujer nota cómo su corazón late con fuerza pues aquello debe ser el final del juego,lo van a conseguir,lo van a...

León tira de ella hacia aquel túnel y antes de que se de cuenta los brazos del hombre la rodean y sus labios se juntan mientras detrás escucha el ruido de Ashley gritando y los monjes exaltados terminando de entrar pero nada de eso importa ya.Están vivos y van a volver al mundo real por lo que sin pensar rodea el cuello del hombre con sus brazos y se funde en el beso apasionado que él le da pues probablemente aquel sea el último que se den