Partida Rol por web

-Mierda...- se limita a musitar Michelle con un hilo de voz cuando la comunicación por radio cesa, apoyándosela unos segundos en la frente bastanta abatida... aunque tampoco pueden pedirse milagros pero después de todo podría decirse que sí les ha acabado por traicionar. Aunque eso en realidad no la consuela.
Mira alrededor aliviada de que el autobús esté bastante vacío, pues la mayoría bajaron a ocuparse del ruso o todavía están en los jeeps, así que desvía la mirada hacia White entre suplicante y dubitativa aprovechando el hecho de que no la mira. Si lo hiciera su orgullo le impediría mostrarse tan vulnerable.

Al final hace acopio de fuerza de voluntad y se levanta.
-Yo... bueno, lo siento, supongo que las charlas no son lo mío...- se disculpa con los presentes con tono avergonzado y tiende la radio a Harmonie. Es publicista así que seguro que se le darán mejor esas cosas si hay otra oportunidad similar.

-Tendremos que esperar a ver qué nos dicen acerca del ruso- entonces se limita a mirar por la ventanilla como le maniatan dirigiéndose nuevamente a alguno de los vehículos. Al parecer en el aeródromo no habría mucho más que hacer.

   John permanecía ensimismado controlando los movimientos de la jungla, la flora era tan extraña como hermosa, se desplazaba mecida por el viento y eso, contribuía, junto con el calor asfixiante que se sintiese poco a salvo, aquella sensación pudo continuar hasta que dejó de oir la sedante voz de michelle, es entonces cuando entornó la cabeza y la buscó con una mirada que reflejaba cierta preocupación, no estaba muy atento, o eso parecía pero lo que si estaba acostumbrado era a no involucrarse en tareas como aquella, quizás por ese motivo admiraba tanto a Randall y a Hudson...

   Tiró del freno de mano que ejerció un chirrido caracteristico hasta encontrar el tope, con fuerza, tensandose los músculos de su brazo, de aspecto ancho para asegurarlo, sin embargo, la caja de cambios en punto muerto yel motor en ralenti. Se movió de forma sutil, hacia el interior del autocar y acabó junto a Michelle, dejandole suficiente espacio para respirar, mirando también hacia la ventana.

  Estuvo tentado a coger el walkie...y..de hecho...miró un instante más a Michelle se levanto y le arrebató el mismo a Harmonie.

 - Si me disculpas...

 Le dijo, con cierta cortesia, entre el carisma de su rostro y la agresividad de sus movimientos. Parecía que iba a cantarle las cuarenta a aquel Tim, fruncía el ceño y no sonreía.

 - ¿Tim? ¿Verdad? Mi nombre es John White...- comprobó el Walkie, no sabía si había apretado el botón correcto, no era precisamente un genio...pero pensaba que lo estaba haciendo bien. - Mecánico recién retirado de Jurassic Park. Sé que me escuchas...probablemente no quieras hacerlo, de ninguno de nosotros.

  La única forma que tenemos de salir de la isla, es todos juntos, ya tenemos bastantes enemigos ahí fuera. No confiabamos en tí, y nos has demostrado a todos que nos equivocabamos. Me hago responsable de todo cuanto te haya podido pasar...y de todas las decisiones difiles que hayas tenido que tomar. Pero por favor, no te castigues más, ni tampoco castigues a personas inocentes a una muerte segura por sentirse en peligro en una isla como esta.

  Hasta hace unos segundos, nos perseguía un T-Rex furioso...- Le daba igual que fueran hembras, no los diferenciaba, ni le quitaba importancia el hecho de que lo fueran - Yo..por lo menos estoy temblando. Dime Tim..¿Te encuentras bien? Tenemos agua, algo de comida y medios de trasporte, puede que podamos trazar un buen plan si colaboramos.

  Puede...que sea demasiado tarde...Tim, pero...confiamos en ti, y eres nuestra única esperanza.

 John sabía que le debían algo a aquel hombre, y se lo pagó con halagos y más responsabilidad, si era un buen hombre, si quedaba humanidad en su corazón, le escucharía. Pero no esperó saber nada más que la condición de aquel hombre tan valiente para dejarle de nuevo el walkie a Harmonie.

 - Además..tenemos unas chicas preciosas que han conseguido que hasta ahora no nos pase nada. Queremos que te unes a nosotros. Te voy a dejar con una de ellas, es muy agradable, quizás no tanto como la anterior...jeje...- Se le escapó una risita inocente, y miró a Michelle, para él era como un ángel caido del cielo, y no podía entender que el enfado de tim continuase, Michelle sólo quería protegerles, no había que culparla, había que felicitarla. - Pero será de lo mejor que puedas encontrarte en esta isla o en cualquiera.

   Tim...Disculpame.

 Su voz era suave, algo temblorosa, no estaba acostumbrado a hablar tan largo y tendido, menos con un desconocido. quizás no le hubiese escuchado, quizás sólo contribuyese a fastidiar las cosas, quizás...incluso, aquella intervención le sentase mal a Michelle...eran los principales motivos por los que siempre trataba de pasar desapercivido, sonriendo y dejando las cosas pasar, tirando de ellas si hace falta...pero...le salió del alma. Tendido el walkie a Harmonie...seaproximo a la posición de Michelle...dubitativo...

Tim tardó tanto en contestar que medio grupo ya pensaba que no iba a hacerlo. Con un tinte confuso y desesperado en la voz, habló.

Dejadme en paz... para juntarme con gente como vosotros... para eso ya tengo a los dinosaurios, en serio... vale que no os fiáseis, ¡Pero me ibais a dejar aquí tirado! "Si llegas hasta aquí, de coña, y si no, ahí te pudras!", vosotros ya estabais en el aeródromo, qué mas daba?!

Joder.. joder, llevo la noche del puto mochuelo, escuchando dinosaurios, y cuando oigo gente, piensan en dejarme tirado! Mirad... vosotros sois más, así que haced lo que queráis. Yo voy a ver si encuentro un escondrijo donde descansar, a ver si alguien se da cuenta de lo que pasa y nos vienen a buscar. Total, ahora sí que no hay corriente...

Randall asistió a la escena del ruso con indiferencia. Parecía que le daba igual que Viktor se cebara con él, despues de como le reventó el melonar a Alder con un AK. Bueno, no fue él, sino uno de sus compañeros hijos de puta, que le habían dejado tirado. Pero entonces, cuando Annie bajó del coche y escuchó la conversación que mantuvo con Elmar, comenzó a pensar. Miró el contador de la gasolina, y apagó el coche, poniendo el freno de mano.

-Voy a reponer -dijo a Barry.

Se llevó las llaves, y sacó el bidón de la gasofa del maletero. Pesaba un quintal, pero no tenía prisa. Esperó a que se enfriara un poco el coche antes de enchufar una goma que había en el maletero, y llenar el depósito de nuevo. Entonces, oyó la conversación con Tim a través de la radio del ruso. Primero Elmar, luego White disculpándose, la respuesta del pobre chaval...

Una vena latió en su sien, y sintió de repente una cólera sorda. Él, el más hijo de puta y cabrón de los allí presentes, sintió una inmensa vergüenza ajena. No podía evitar pensar que aquel chaval podía ser él, y que habría podido estar igual de puteado. Estaban dando palos de ciego, intentando escapar a la desesperada, mientras ese chaval se lo había currado para llegar solo a la geotérmica, con dos pares de cojones, y darles electricidad. Pero allí no había ningún puto avión, y si lo hubiera, nadie sabría manejarlo. Lo mismo pasaba con un helicóptero o una barca.

Estaban viviendo una ilusión, fruto de su propia cobardía. Entonces, lo vió claro: la única forma de salir de aquella puta isla era pedir ayuda y que gente cualificada viniera a sacarles de allí. Aquel atajo de chulos de playa y zorras neuróticas no le iban a sacar de allí, ni por asomo. De momento, se habían conformado con salvar el culo un rato más.

Pero recordó al pobre Walter, y como él fue el único en arrastrarlo y sacarlo de la nube de polvo de extintor. Por un momento, creyó que simplemente estaba guardando las apariencias con los demás, demostrando ser caritativo. Pero entonces, cayó en la cuenta: no era tan hijo de puta como había pensado. Le importaban las personas que merecían sobrevivir, las que le caían bien por uno u otro motivo. No era un cabrón totalmente frío y egocéntrico, como había pensado desde hacía años. Los soldados suelen decir que las situaciones extremas sacan de un hombre lo mejor o lo peor. En su caso, habían sacado lo mejor.

Guardó la lata tras enroscarla y cerrar el tapón del depósito, y luego pegó un golpe de maletero. Fue hasta su asiento, y cogió el SPAS que había allí. Parecía que estaba cabreado con el mundo, en general, y con aquella gente, en particular. Sin decir más, fue hasta Harmoine y le quitó la radio de un manotazo.

-Escúchame, chaval -dijo- Soy Randall Whisman, y voy a sacarte de esta mierda de isla. Porque nos vamos a ir todos, y porque todos debemos colaborar si queremos largarnos. Espérame en la geotérmica, que voy a por ti. Vamos a ir al repetidor del norte de la isla, a pedir ayuda por radio hasta que nos escuchen. Vamos a salir de aquí, ¿Me entiendes? Estábamos tan asustados como tú, y nos hemos dejado llevar por el mero instinto de supervivencia. Pero te aseguro que eso ya se ha acabado, chaval. Escucha bien mis palabras, porque nunca he hablado más jodidamente claro: Voy a por ti.

Luego, tiró a de nuevo el comunicador para que él lo cogiera al vuelo, y sin importarle un pijo la cara que ponía. Habían ido a su bola, pensando solo en salvar su culo y actuando para ayudar a los demás por mera vergüenza ajena. Pero eso se había acabado. Ahora iba a coger el toro por los cuernos.

Fue al bus, donde estaba todo el mundo, y les miró.

-Voy a irme a por Tim, y a pedir ayuda por radio. Podéis seguirme o podéis seguir esperando un puto milagro en el helipuerto o el puerto, pero a mi ya se me han inchado los cojones. El que quiera, que se venga conmigo. Y el que no, que le den morcilla.

Dicho esto, echó a andar hacia el jeep, y miró a Barry antes de subir.

-O vienes o te bajas. Tu decides.

Michelle sonríe complacida a White a pesar de que quizá su intento tampoco haya sido muy fructífero, algo normal teniendo en cuenta la reacción de Tim que probablemente ya no podrá solucionarse.
-Tenías que haber pedido el walkie desde el principio- comenta con un hondo suspiro. Probablemente ahora tenga que cargar con toda la responsabilidad y el "muerto" pero lo cierto es que nadie se ha quejado cuando ha abatido al Rex y del mismo modo nadie pidió la rádio para hablar con el muchacho cuando debería, así que si quieren un cabeza de turco sin duda será ella, pero es consciente de que toda la culpa no recae sólo es su persona.

Besa a John cariñosamente en la mejilla, a punto de decir algo más al respecto, pero entonces entra Randall completamente revolucionado y aparentemente cabreado así que no tiene más remedio que apartarse de su camino con un traspiés observando atónita lo que hace. La vena de "macho alfa" acaba de salir a la luz, tarde o temprano tenía que hacerlo.

-Pues mucha suerte...- se limita a decirle mientras sigue con la mirada como se baja del autobús. Desde luego con esos humos ella pasa de seguirle. Parece que de repente se haya convertido en el Indiana Jones borde del grupo, pero si así cree que va a solucionar algo adelante...

Antoine observa la situación, sin decir nada ¿Para que? Es casi inútil, razonar con esta gente. Se montan sus historias extrañas, y ahora el cuento de la radio... Cojonudo. "Lo siento, te íbamos a dejar tirados, pero ahora que has llegado hasta donde no pensábamos ni de broma que serías capaz de llegar, pues lo hemos reconsiderado..." Ese tal Tim demostraba mucha paciencia. Yo ya habría avisado a los rusos. Y con razón. Y luego el viejo torturador... Oh, Mon Dieu, eso ya era lo mejor. A nadie se le ocurrió que pudiera ser un cebo, y que sus amigos estuvieran cerca. Era como para hecharse a reir. Por no llorar. 

No obstante, al fin alguien hablaba claro. El plan de Randall "el mataratas" era funesto, pero el de los demás no era mejor. Al fin y al cabo, razón no le faltaba, y ese tal Tim, el chaval dela radio, parecía mucho más eficaz que cualquiera de aquellos tipos. Sabiendo que corría peligro volver a la isla, pero sabiendo que al aeródromo, en compañía de aquel ruso, ahora, seguramente, con ansias de venganza, era igualmente inseguro, se decidió rápido. Al menos el mataratas lo tenía claro. 

Se bajó del autobus, y sin decir nada, siguió a Randall. -Adieu, amis, ne jamais.- Dijo, entre susurros. 

Mi mente comienza a trabajar a toda velocidad. ¿Que debería hacer?. Por un lado estaba el grueso del grupo, vale, eran más, pero más inútiles que la polla del papa. Además el asunto del ruso no termina de convencerme del todo, demasiadas casualidades. Ummmm.

Luego estaba ese Tim, me importaba una mierda lo que le pasara, de hecho volvería a dejarlo tirado a la minima señal de que con eso pudiera salvar mi bonito trasero. Todo iba bien hasta que la womanizer abrió la bocaza... Mujeres... si sólo abrieran la boca para satisfacer al hombre...

Además si era cierto que ya no quedaban rusos, mejor pasar desapercibidos. Me tocará aguantar al gabacho... pero bueno. Quizá encuentre la forma de devolvérsela por el puñetazo que me dió, Barry nunca olvida.

-Voy contigo Randall.

Asiento con la cabeza en un gesto firme y decidido, y después coloco con inocencia mis gafas de pasta negra. No habia nadie por quien mereceria la pena quedarse, Harmonie hacía mucho que sólo tenía ojitos para Simons. Que se pudran todos.

Me ajusto el nudo de la corbata, y me coloco en la parte de alante del jeep, mirándo a los del autobús con gesto de tio interesante. Y pensarán: Barry el héroe... se fue a enmendar nuestros errores, a salvarnos a todos. Pero la realidad es que me voy por que son tan jodidamente estúpidos que estaría más seguro hasta en una jaula llena de dinos carnívoros. La fuerza de Randall unida a mi ingualable inteligencia y carisma. Y con Antoine como carnaza por si las cosas se ponen feas. ¡Vaaaamonos de aquí!

-Yo también voy con ustedes... pero denme un minuto, por favor -dijo Annie a Randall, Barry y Antoine-... ¿Elmar me vas a dar el arma o no? -preguntó a éste mirándolo- Dime sí o no, pero dime algo que quiero ir con ellos a buscar a Tim...

¿¿Arma?? Toma este rifle... yo me quedo con el AK. dice Elmar mientras saca el rifle de asalto tras entregarle el otro a la mujer.

Se monta en el Jeep y sonrie a todos.

Ire con ustedes... Tim necesita ver un nutrido grupo de compañeros para decidirse a volver... Donal, quedese con la Radio, asi tal vez podamos reparar el destrozo que Tim ha hecho... ¿le parece?

"Vaya por dios, ahora todos los hombres de accion van a ir a por Tim... Separarnos va a complicar aun mas las cosas para ambos grupos eso esta claro pero su opcion de ir a por el chico es respetable, incluso yo estaria con ellos; pero no los puedo dejar."

Pensaba mirando especialmente a Harmonie con pesar y armandose de valor, pensando en la mejor estrategia a seguir, tomo una decision.

- El resto cargaremos con el ruso y buscaremos un refugio seguro en el puerto. Alli nos atrincheraremos hasta que volvais; lo mejor seria que nos llevaramos el walkie nosotros y asi cuando deis con el chico podremos estar en contacto.

Vaya, cuando no habia dinosaurios de por medio al paleontologo no se le daba tan mal llevar la iniciativa. Y poniendo una mano en el ombro de Randall añade:

- Tened cuidado.

Lo decía de corazon, aun que en verdad no sabia quien peligraba mas despues de la inesperada division.

Annie recibe el rifle y se queda mirando a Elmar que va y se monta en el jeep sin decir agua va.

-Como me tenga que quedar por tu culpa te enteras -pensó como si estuviera hablándole a Elmar y caminó de regreso al jeep.

-Contigo, Elmar, somos 4 y con Tim seremos 5 -dijo a éste dejándole claro que según sus cuentas uno sobraba y ese no era ella ya que había dejado claras sus intenciones de ir antes que él-... Mientras no tenga que traerme a Tim sentado en mis piernas las cosas van a estar bien.

Y sin más se subió al jeep.

-Listo... somos los que somos -añadió arqueando una la ceja izquierda. Miró entonces a Simon que les deseaba suerte y le dio las gracias añdiendo que ellos también la tuvieran.

Antoine se sienta en el jeep, detrás. Escucha el comentario de Annie, y coje la indirecta. "Quizás sobre alguien, pero desde luego no seré yo..." -¿Es que tú nunca hass buscádo sitio paga tuda la família en un coche? Segugo que se puede haceg sítio.- 

Randall montó en el jeep y se puso el cinturón. Simons había hablado, y no necesitaban mucho más. Tim tenía una radio que transmitía, y ellos ya sabían a donde iban. Antes de arrancar, miró Annie y sonrió un poco.

-Tim llevó un jeep, ¿Recuerdas? Iremos perfectamente anchos cuando lleguemos allí.

Sin más, arrancó y comenzó a andar. Ya no cabían más en el coche, salvo unos encima de otros. Y aquello no era una jodida excursión a la playa con papá conduciendo. Tenía una idea clara: llegar a la geotérmica, aunque atajara por el campo para no aproximarse demasiado a la zona vallada de los dinosaurios carnívoros.

-A mi familia no... pero sí a los amigos cuando te ibas de juerga -hizo una mueca graciosa al recordar-. Bueno, vale, donde caben 4 caben 5...

Y en eso Randall le habló, recordándole que Tim se había llevado un jeep, así que a menos que éste se hubiera estropeado, por espacio no habría que preocuparse.

-Tienes razón, lo habío olvidado.

    Aquello...aquello fue algo superior a John. Recibió la cálida caricia de los labios de Michelle como un regalo de otro mundo, y de súbito Randall acabó con la lenta realidad, convirtiendolo todo en un caos, en una duda, en un cambio al que no estaba acostumbrado...estaba empezando a odiar los cambios, sobretodo cuando consideraba que eran para peor.

  Su mentón descendió pausadamente, a la par de su mirada, encontrandose con el frio suelo, en la inmovilidad de alguien que se encuentra en un lugar donde parece haberse detenido el tiempo, para White fueron horas de reflexión mientras el chofer arrebataba a Harmonie el walkie, y hablaba, en una erupción de sentimientos contradictorios, en aquella duda, en aquel cambio que dejó confuso al ahora conductor del autocar.

  La conclusión a la que llegó en aquellos segundos, viendo como Randall se bajaba y se montaba en el jeep, junto con muchas personas.

  ...¿Todos....quieren ayudar a Tim....?....

 Le resultaba...tan extraño alzar la vista y contemplar a gente como Barry, Annie e incluso el francés arriesgando sus vidas para aquello...¿eran como Randall? No...eso estaba claro. Sólo había sitio para un héroe...

   Bajando de nuevo la mirada, negó con lentitud pero rotuntidad. Respiraba tranquilo, con un rostro triste, uno que trató de no mostrar a su acompañante, sacó fuerzas de su interior, como fuese posible, para que su voz fuese segura y no amenazase ningún mal.

   - Disculpame.... -

 Le dijo a la preciosa Michelle, sin mirarla.

 - Volveré enseguida. - Y se puso en pie, siguiendo el recorrido que Randall abía hecho hace un simple momento, pero deteniendose junto al retrovisor interior, recogiendo el pequeño llavero que colgaba de forma divertida de él. Luego descendió las escaleras, tocando las botas aquella tierra maldita, sintiendo el cálido abrazo del exterior, la inseguridad de su alrededor, vio como aquella jungla se le echaba encima, sintiendo el peligro inminente de permanecer allí, alejado de la seguridad aparente que le otorgaba el volante o la estructura metálica del vehículo.

  Simons habló. Era...deprimente, ver como alguien que había estado siendo una carga todo este tiempo, que no había podido nisiquiera intervenir para hacer que los demás no perdieran la calma, que había pensado desde hacía mucho sólo en si mismo, ahora hablase como si se tratase de un lider natural, posiblemente sólo por encontrarse entre más mujeres, como si fuera el más indicado para decidir....pensó unos segundos, de malas formas en tirarle las llaves del autocar y decirle que se pudriese allí con su brillante estrategia, la que había formulado sin consultar con absolutamente nadie. Pero...otra parte de White, le negó. Por fin quería ayudar...por fin pensaba en alguien más, lo había estado haciendo desde el hotel, se preocupaba, eso era bueno...eso....era bueno...

   Se quitó la cuerda que rodeaba su cuerpo y se la tendió, junto a los mosquetones a Elmar. Sobraban las palabras, les sería mucho más útil a ellos. Sin perder tiempo en palabras vanas, rodeó el vehículo, miró fijamente los ojos de Randall, detrás de aquellas gafas. White no estaba contento, pero estaba bastante claro que Randall no hacía aquello por capricho.

  ...yo....quisiera acompañarte....

 Pero no podía dejar tirados a los demás, nadie más, que estuviese en su conocimiento, sabía manejar un trasto de aquellos, e ir a pie...no podía obligarlos a seguir otra ruta, aunque eso, lo decidirían más tarde. No quería retrasar a Randall, por el momento, esperaba que aceptase una despedida temporal, sin acritud, con entendimiento. White pensó que Randall le comprendería, que hacia esto por fuerza mayor, aunque...quizás...le decepcionase.

   Randall...eres un buen tio...

 Apoye la zurda sobre la puerta de metal, ardiente por el sol, y extendí la diestra para darle un puñetazo. El puño pasó de largo, y acabó por colocar el pequeño dinosaurio en el retrovisor del jeep. Volví a mirarlo. Simplemente no tenía porqué darle explicaciones, pero...algo en mi, estaba dolido, dolido por...fallarle, por estar haciendo algo que no me pedía el cuerpo, que era coger ese jodido autocar y seguirle, aunque fuese campo a través. Se propuso hablar con los que quedasen para reestructurar el itinerario hacia nuestras respectivas muertes, al hacerlo...asintió. Dio un golpe en la puerta, una palmada afable y sonrió amablemente.

  - Nos veremos cuando regresemos a casa. Buena suerte.

 Y se retiró. avanzando con lentitud, avasayado por la ida de su compañero y...amigo...y todos aquellos que iban a por Tim, pudo ver al ruso, y lo que viktor había hecho, le produjo repulsa, pero no reaccionó ante ello. Buscó el walkie con las dentelladas, lo recogió y comenzó a echarle un vistazo. quizás pudiese arreglarlo, no sería la primera vez que un chucho o algo parecido le destroza un aparato de estos...

  Subió peldaño, tras peldaño, sin mirar atrás, manteniendo cierta sonrisa, entretenido en el análisis. Se colocó junto a Michelle y la amplió asintiendo.

 - Este no debe de ser un sitio seguro. Es un camino. ¿Nos ponemos en marcha?

 Y amplió su mirada a Harmonie, Saimons, Viktor y los pocos que quedaban entre ellos, con el walkie roto entre las manos, jugueteando con sus piezas.

Ey...  dice Elmar como recordando algo de repente con el Walkie del ruso tenemos otro mas. Podemos mantenernos comunicados. Asi sabremos como ira el otro grupo.

Asi no nos perderemos en este mar de oscuridad...

Mira el aparato y trata de sintonizar el mismo canal que el de sus compañeros y Tim. El sonido esperpentico molesta a todos pero los aliviara cuando mas adelante deban ponerse de acuerdo.

Por favor, nada de heroicidades. Si los rusos os estan esperando largaos de ahi y avisad... aunque algo me dice que ya han conseguido lo que querian...

El jeep, cargado con los supervivientes que iban en busca de Tim,  cogió la carretera de nuevo, camino de la geotérmica, mientras el autocar, con el ruso a bordo, se preparaba para marchar hacia el puerto. El trayecto podría ser peligroso, y tendrían que pasar por un camino de servicio que rodea la alambrada, pensado para jeeps, no para autocares. Además, pasarian mucho más cerca del Parque en sí... y eso desde luego era un riesgo añadido.

Trayecto del autocar
Trayecto del Jeep